Décadas de conflicto armado han dejado 8,5 millones de víctimas en Colombia. Aliviar el sufrimiento de las comunidades afectadas por la violencia, apoyar a las familias de los desaparecidos y abogar por condiciones dignas en las cárceles son desafíos humanitarios urgentes.
Esta comunidad indígena chocoana fue desplazada por el conflicto armado en 2006 y desde entonces, no ha parado de vivir la violencia.
Cuando se trasladó al caso urbano de Quibdó, una ciudad ubicada en el occidente de Colombia, tuvo que aprender a sobrevivir en medio de otro tipo de violencia: la urbana. Esta es su historia.