OPINI脫N de Pablo Ruiz, Olga Ben谩rio.- “El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar”, dec铆a Sun Tzu en el Arte de la Guerra. Y claro, esa premisa quiere seguir guiando la pol铆tica exterior de EEUU en todo el mundo -incluidos sus aliados- para seguir imponiendo sus decisiones y privilegiar sus “intereses” contra el derecho ajeno. Los que se opongan, tendr谩n el castigo del emperador.
Es evidente, por lo mismo, que muchos pa铆ses se someten a las pretensiones del imperio estadounidense, en desmedro de los propios intereses nacionales. Incluso, con tristeza lo decimos, en muchas embajadas estadounidenses se toman decisiones de pa铆ses ajenos, se ponen y sacan hasta presidentes.
Por eso para EEUU es muy importante estar en el primer lugar como “potencia militar”. El pa铆s que m谩s gasta en defensa. El pa铆s que m谩s intervenciones y guerras ha promovido en la historia de la humanidad.
De acuerdo al diario Excelsior de M茅xico, para el a帽o 2019, el presidente estadounidense Donald Trump firm贸 un presupuesto militar ascendente a 716 mil millones de d贸lares.
Dijo Trump, sin un atisbo de verg眉enza, que “despu茅s de a帽os de recortes devastadores, ahora estamos reconstruyendo nuestros ej茅rcitos como nunca antes”, a帽adiendo que ahora “nuestro pa铆s es respetado nuevamente”.
Con esto se sigue incrementando el gasto militar en EEUU. El 2017 ya represent贸 un gasto mucho mayor que el presupuesto combinado de los siete pa铆ses que le siguen en el “ranking”.
Lo m谩s grave de todo es que, incluso, el Presupuesto Militar de EEUU para el 2019 planea militarizar el espacio c贸smico lo que ir铆a en contra de acuerdos internacionales que proh铆ben el uso de armas en el espacio.
Trump anunci贸 ya que crear铆a la “sexta rama” de las fuerzas armadas de su pa铆s, la que denomin贸 “Space Force” y con esto lograr铆a asegurar el dominio de los Estados Unidos en el espacio. Sin embargo, este plan va en contra de los tratados internacionales que ha promovido Naciones Unidas para la “utilizaci贸n del espacio ultraterrestre con fines pac铆ficos”.
Recordemos que existe el “Tratado sobre los Principios que Deben Regir las Actividades de los Estados en la Exploraci贸n y Utilizaci贸n del Espacio Ultraterrestre, incluso la Luna y otros Cuerpos Celestes (“Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre”)”, y que entr贸 en vigor en 1967, “proh铆be el emplazamiento de armas nucleares o de cualquier tipo de armas de destrucci贸n en masa en el espacio ultraterrestre y el estacionamiento de dichas armas en cuerpos celestes”. Estados Unidos ratific贸 este tratado el 10 de octubre de 1967.
Ya se sabe que la Fuerza A茅rea de EEUU ha contratado formalmente a Lockheed Martin, por 2.9 billones de d贸lares, para construir tres sat茅lites militares de advertencia de misiles como parte del programa del Sistema Infrarrojo Basado en el Espacio (SBIRS) que desarrolla EEUU.
El subsecretario de Defensa para Investigaci贸n e Ingenier铆a, Michael Griffin, quien trabaj贸 en el programa de defensa de misiles en el gobierno de Ronald Reagan, en la d茅cada de 1980, “ha insistido repetidamente en que tanto los sensores espaciales como los sistemas anti-misiles, como los interceptores cin茅ticos o las armas de energ铆a dirigida, son pr谩cticos y no es tan caro como dicen los cr铆ticos. Sin embargo, a煤n no ha presentado p煤blicamente una estimaci贸n de costos formal para ninguno de los conjuntos de sistemas”, se帽al贸 el portal Thedrive.com.
Tras el mismo objetivo, de dominar el espacio, el Secretario de Defensa de EEUU, Jim Mattis, dio un paso importante al visitar Brasil: logr贸 que el Comando Estrat茅gico de los EEUU y el Ministerio de Defensa de Brasil firmaran un acuerdo que, seg煤n el portavoz del Pent谩gono, Johnny Michaelde, "nos permitir谩 compartir informaci贸n sobre m谩s de 23,000 objetos en 贸rbita, incluidos los sat茅lites de Brasil". Tambi茅n Mattis avanz贸 para un acuerdo del uso de la base de lanzamientos espacial de Alc谩ntara, en Maranh茫o, Brasil.
Un posible escudo anti-misiles en el mismo espacio c贸smico no s贸lo viola el derecho internacional, los tratados firmados, sino que romper谩 a煤n m谩s la estabilidad estrat茅gica y la seguridad mundial.
La Guerra de las Galaxias
El Diario Universal de M茅xico record贸 que “La b煤squeda por militarizar el espacio no es algo nuevo, sin embargo, las tecnolog铆as de la actualidad brindan m谩s posibilidades para que se geste una nueva versi贸n de la Guerra de las Galaxias, un h铆brido entre el imaginario f铆lmico del cineasta George Lucas y las ambiciones ochenteras de defensa estrat茅gica del expresidente Ronald Reagan”.
Trump al afirmar que “el espacio es un campo de guerra” pone en serio riesgo a煤n m谩s la existencia de la humanidad. Como emperador quiere convertir el espacio c贸smico en un coliseo donde sus escudos anti-misiles ser谩n los nuevos gladiadores de estos tiempos donde la humanidad corre ya serio peligro, por las armas nucleares, de desaparecer.
Todo esto, la creaci贸n de una “Fuerza Espacial”, remonta a los peores a帽os de la exaltaci贸n armamentista promovida por Ronald Reagan. Son incalculables los a帽os luz de irracionalidad y retroceso pol铆tico que esa medida significa.
Hace 34 a帽os, Carl Sagan, c茅lebre astrof铆sico estadounidense, ganador del premio Pulitzer, ya alertaba para los peligros de la militarizaci贸n del espacio en el libro “The Cold and the Dark: The World after Nuclear War” (Fr铆o y Oscuro: El mundo despu茅s de la guerra at贸mica).
Sagan se convirti贸 en claro activista por la paz. En 1986 fue arrestado en una protesta, en la zona cero, un centro de pruebas de armas nucleares, ubicado en Nevada, EEUU.
Sagan junto con otros expertos desarrollaron la teor铆a del invierno nuclear, donde explica sobre el impacto clim谩tico de un intercambio de misiles. Una guerra nuclear, incluso limitada, podr铆a producir un devastador invierno nuclear que helar铆a la superficie del planeta
El cient铆fico se帽alaba en sus estudios que el humo y las cenizas expulsadas a la atm贸sfera, por las explosiones y tormentas de fuego, pueden provocar un bloqueo del paso de la luz solar y las temperaturas de la superficie terrestre, en verano, bajar铆an una media de 25 grados cent铆grados, acarreando terribles desequilibrios y p茅rdidas en los procesos biol贸gicos y, finalmente, desencadenando una hambruna planetaria.
Ya lo hemos dicho, una guerra nuclear en la tierra o en el espacio pone en serio riesgo la existencia de toda la humanidad. Por eso es muy importante que los organismos internacionales den pasos decisivos para que, por un lado, las potencias nucleares respeten los acuerdos que han firmado, que limitan y restringen el arsenal nuclear, y por otro lado, avancen en negociaciones para el desarme total de armas nucleares y un buen d铆a la amenaza de una guerra nuclear desaparezca.
Olga B茅nario es integrante de la Liga Latinoamericana Los Irredentos y Pablo Ruiz es del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Am茅ricas
Es evidente, por lo mismo, que muchos pa铆ses se someten a las pretensiones del imperio estadounidense, en desmedro de los propios intereses nacionales. Incluso, con tristeza lo decimos, en muchas embajadas estadounidenses se toman decisiones de pa铆ses ajenos, se ponen y sacan hasta presidentes.
Por eso para EEUU es muy importante estar en el primer lugar como “potencia militar”. El pa铆s que m谩s gasta en defensa. El pa铆s que m谩s intervenciones y guerras ha promovido en la historia de la humanidad.
De acuerdo al diario Excelsior de M茅xico, para el a帽o 2019, el presidente estadounidense Donald Trump firm贸 un presupuesto militar ascendente a 716 mil millones de d贸lares.
Dijo Trump, sin un atisbo de verg眉enza, que “despu茅s de a帽os de recortes devastadores, ahora estamos reconstruyendo nuestros ej茅rcitos como nunca antes”, a帽adiendo que ahora “nuestro pa铆s es respetado nuevamente”.
Con esto se sigue incrementando el gasto militar en EEUU. El 2017 ya represent贸 un gasto mucho mayor que el presupuesto combinado de los siete pa铆ses que le siguen en el “ranking”.
Lo m谩s grave de todo es que, incluso, el Presupuesto Militar de EEUU para el 2019 planea militarizar el espacio c贸smico lo que ir铆a en contra de acuerdos internacionales que proh铆ben el uso de armas en el espacio.
Trump anunci贸 ya que crear铆a la “sexta rama” de las fuerzas armadas de su pa铆s, la que denomin贸 “Space Force” y con esto lograr铆a asegurar el dominio de los Estados Unidos en el espacio. Sin embargo, este plan va en contra de los tratados internacionales que ha promovido Naciones Unidas para la “utilizaci贸n del espacio ultraterrestre con fines pac铆ficos”.
Recordemos que existe el “Tratado sobre los Principios que Deben Regir las Actividades de los Estados en la Exploraci贸n y Utilizaci贸n del Espacio Ultraterrestre, incluso la Luna y otros Cuerpos Celestes (“Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre”)”, y que entr贸 en vigor en 1967, “proh铆be el emplazamiento de armas nucleares o de cualquier tipo de armas de destrucci贸n en masa en el espacio ultraterrestre y el estacionamiento de dichas armas en cuerpos celestes”. Estados Unidos ratific贸 este tratado el 10 de octubre de 1967.
Ya se sabe que la Fuerza A茅rea de EEUU ha contratado formalmente a Lockheed Martin, por 2.9 billones de d贸lares, para construir tres sat茅lites militares de advertencia de misiles como parte del programa del Sistema Infrarrojo Basado en el Espacio (SBIRS) que desarrolla EEUU.
El subsecretario de Defensa para Investigaci贸n e Ingenier铆a, Michael Griffin, quien trabaj贸 en el programa de defensa de misiles en el gobierno de Ronald Reagan, en la d茅cada de 1980, “ha insistido repetidamente en que tanto los sensores espaciales como los sistemas anti-misiles, como los interceptores cin茅ticos o las armas de energ铆a dirigida, son pr谩cticos y no es tan caro como dicen los cr铆ticos. Sin embargo, a煤n no ha presentado p煤blicamente una estimaci贸n de costos formal para ninguno de los conjuntos de sistemas”, se帽al贸 el portal Thedrive.com.
Tras el mismo objetivo, de dominar el espacio, el Secretario de Defensa de EEUU, Jim Mattis, dio un paso importante al visitar Brasil: logr贸 que el Comando Estrat茅gico de los EEUU y el Ministerio de Defensa de Brasil firmaran un acuerdo que, seg煤n el portavoz del Pent谩gono, Johnny Michaelde, "nos permitir谩 compartir informaci贸n sobre m谩s de 23,000 objetos en 贸rbita, incluidos los sat茅lites de Brasil". Tambi茅n Mattis avanz贸 para un acuerdo del uso de la base de lanzamientos espacial de Alc谩ntara, en Maranh茫o, Brasil.
Un posible escudo anti-misiles en el mismo espacio c贸smico no s贸lo viola el derecho internacional, los tratados firmados, sino que romper谩 a煤n m谩s la estabilidad estrat茅gica y la seguridad mundial.
La Guerra de las Galaxias
El Diario Universal de M茅xico record贸 que “La b煤squeda por militarizar el espacio no es algo nuevo, sin embargo, las tecnolog铆as de la actualidad brindan m谩s posibilidades para que se geste una nueva versi贸n de la Guerra de las Galaxias, un h铆brido entre el imaginario f铆lmico del cineasta George Lucas y las ambiciones ochenteras de defensa estrat茅gica del expresidente Ronald Reagan”.
Trump al afirmar que “el espacio es un campo de guerra” pone en serio riesgo a煤n m谩s la existencia de la humanidad. Como emperador quiere convertir el espacio c贸smico en un coliseo donde sus escudos anti-misiles ser谩n los nuevos gladiadores de estos tiempos donde la humanidad corre ya serio peligro, por las armas nucleares, de desaparecer.
Todo esto, la creaci贸n de una “Fuerza Espacial”, remonta a los peores a帽os de la exaltaci贸n armamentista promovida por Ronald Reagan. Son incalculables los a帽os luz de irracionalidad y retroceso pol铆tico que esa medida significa.
Hace 34 a帽os, Carl Sagan, c茅lebre astrof铆sico estadounidense, ganador del premio Pulitzer, ya alertaba para los peligros de la militarizaci贸n del espacio en el libro “The Cold and the Dark: The World after Nuclear War” (Fr铆o y Oscuro: El mundo despu茅s de la guerra at贸mica).
Sagan se convirti贸 en claro activista por la paz. En 1986 fue arrestado en una protesta, en la zona cero, un centro de pruebas de armas nucleares, ubicado en Nevada, EEUU.
Sagan junto con otros expertos desarrollaron la teor铆a del invierno nuclear, donde explica sobre el impacto clim谩tico de un intercambio de misiles. Una guerra nuclear, incluso limitada, podr铆a producir un devastador invierno nuclear que helar铆a la superficie del planeta
El cient铆fico se帽alaba en sus estudios que el humo y las cenizas expulsadas a la atm贸sfera, por las explosiones y tormentas de fuego, pueden provocar un bloqueo del paso de la luz solar y las temperaturas de la superficie terrestre, en verano, bajar铆an una media de 25 grados cent铆grados, acarreando terribles desequilibrios y p茅rdidas en los procesos biol贸gicos y, finalmente, desencadenando una hambruna planetaria.
Ya lo hemos dicho, una guerra nuclear en la tierra o en el espacio pone en serio riesgo la existencia de toda la humanidad. Por eso es muy importante que los organismos internacionales den pasos decisivos para que, por un lado, las potencias nucleares respeten los acuerdos que han firmado, que limitan y restringen el arsenal nuclear, y por otro lado, avancen en negociaciones para el desarme total de armas nucleares y un buen d铆a la amenaza de una guerra nuclear desaparezca.
Olga B茅nario es integrante de la Liga Latinoamericana Los Irredentos y Pablo Ruiz es del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Am茅ricas