Ir al contenido principal

Si vis pacem, para bellum

OPINI脫N de Adrian Mac Liman.- La Rep煤blica Francesa o, mejor dicho, la “Francia imperial” del napole贸nico Emmanuel Macron, conmemora esta semana el centenario del final de la Primera Guerra Mundial, la gran deflagraci贸n continental que sacudi贸 los cimientos de los imperios que pretend铆an regir los destinos de lo que anta帽o se conoc铆a bajo el nombre de “civilizaci贸n occidental”. De hecho, el mundo iba a cambiar.

La ca铆da de las monarqu铆as trajo consigo una remodelaci贸n del mapa geopol铆tico del Viejo Continente; un cambio acompa帽ado por una gran dosis de ingenuidad y optimismo.

En efecto, en aqu茅l entonces, muchos europeos esperaban el advenimiento de una era de paz duradera, la edificaci贸n de un mundo mejor, un mundo de concordia, bienestar y fraternidad. Un sue帽o para despu茅s de una guerra… ¿Acaso no se pueden tener sue帽os ut贸picos despu茅s de un cataclismo?

La 煤ltima guerra… Recuerdo el di谩logo de La Gran Ilusi贸n, la famosa pel铆cula del cineasta franc茅s Jean Renoir, rodada en 1937, en el umbral de otro conflicto, que finalizaba con las palabras: “Esta guerra tiene que terminar; espero que sea la 煤ltima”.

Apenas dos a帽os despu茅s del estreno de la pel铆cula, estall贸 la Segunda Guerra Mundial, un enfrentamiento a煤n m谩s mort铆fero, que opon铆a dos ideolog铆as totalitarias: el nazismo y el comunismo. Ambas doctrinas se hab铆an adue帽ado del vocablo socialismo, desvirtuando su significado y vaci谩ndolo de contenido. Pero resultar铆a sumamente peligroso tratar de comparar la estructura criminal de los reg铆menes de terror instaurados por Adolf Hitler y Jos茅 Stalin. Una vez desaparecidas las causas, nosotros, los europeos, nos precipitamos en minimizar los posibles efectos. No cont谩bamos con la aparici贸n de nost谩lgicos de las dictaduras de todo signo…

Sin embargo, durante el per铆odo de aparente paz que acompa帽贸 la Guerra Fr铆a empezaron a gestarse respuestas radicales. Al nacionalismo, dif铆cil de erradicar, pese a los esfuerzos de los “padres” de la Europa Unida, se sumaron los extremismos y los mal llamados populismos de todo signo, que algunos no dudaron en calificar, hace m谩s de una d茅cada, de… neofascismos. Pero la palabra “fascismo” queda vedada en el lenguaje “pol铆ticamente correcto” de la sociedad occidental.

En Rusia o, mejor dicho, en la antigua URSS, el nacionalismo ha sido la baza utilizada por los gobernantes para mantener el miedo a Occidente, fomentando as铆 los antagonismos.

Sin bien los argumentos esgrimidos por los populismos var铆an – encontramos al alim贸n consideraciones tan dispares como crisis econ贸mica, paro, xenofobia, terrorismo, guerra mundial o invasi贸n del sagrado territorio de la Patria–, las respuestas desembocan forzosamente en la misma soluci贸n: totalitarismo. Es el objetivo que los populistas, tanto de derechas como de izquierdas, procuran ocultar.

El Occidente tiene la desventaja de haber descubierto, en este desconcertante ambiente de crisis y/o transici贸n hacia un nuevo modelo de sociedad, un corrosivo mal com煤n: la corrupci贸n. No es una lacra reciente, pero al parecer los esc谩ndalos brotan con mayor facilidad en periodos de cambio.

Quo vadis, Europa? A esta pregunta, m谩s que l铆cita, no hallamos una respuesta coherente. El fen贸meno de la globalizaci贸n deber铆a obligarnos a contemplar argumentos globales. Sin embargo, la pol铆tica del Viejo Continente sigue empleando los par谩metros posb茅licos: Estados Unidos, Alianza Atl谩ntica, Rusia, enemigos.

Si bien parece que la nueva pol铆tica exterior del presidente Donald Trump incita a los europeos a dirigir sus miradas hacia el coloso ruso, posible (aunque por ahora poco probable) “socio y vecino”, la Alianza Atl谩ntica no duda en recordar a sus miembros, tanto occidentales como orientales, que Rusia sigue siendo el “peligro potencial, el enemigo que no se dej贸 doblegar”.
MAR DE BEAUFORT (9 de marzo de 2018) El submarino de ataque r谩pido USS Hartford (SSN 768) de la clase de Los Angeles sale a la superficie en el Mar de Beaufort durante el Ejercicio de Hielo (ICEX) 2018.

En ese contexto, las recientes maniobras de la OTAN en el 脕rtico y en Escandinavia, donde se pretende proteger a las democracias occidentales contra una hipot茅tica invasi贸n de tropas procedentes del Este, tratan de poner los puntos sobre las “铆es”.

Comentando la nutrida presencia de tropas y material b茅lico de la Alianza Atl谩ntica en el 脕rtico – el mayor ejercicio militar organizado desde el final de la Segunda Guerra Mundial – un importante rotativo espa帽ol titulaba: La OTAN se prepara. ¿Para qu茅? ¿Qui茅n es el enemigo?

Record茅moslo: Europa conmemora esta semana el centenario del final de la Primera Guerra Mundial. Los comentarios sobran.

ARCHIVOS

Mostrar m谩s


OTRA INFORMACI脫N ES POSIBLE

Informaci贸n internacional, derechos humanos, cultura, minor铆as, mujer, infancia, ecolog铆a, ciencia y comunicaci贸n

El Mercurio (elmercuriodigital.es), editado por mercurioPress/El Mercurio de Espa帽a bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra informaci贸n es posible