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Veo, veo

OPINI脫N de Carola Ch谩vez, Venezuela.- Mediod铆a, salen los ni帽os del cole. Como bandadas de periquitos llenan las calles del tricolor con sus morrales, de la alharaca de sus vocecitas repasando los cuentos del d铆a. Me detengo cada d铆a a verlos. Ellos me centran, me impiden ceder al desgaste que la guerra impone.

Hay cuatro liceos en un cruce de cuatro esquinas. Montones de muchachos salen y la calle se vuelve un bulul煤 de empujones y risas, y no hay sem谩foro que valga, siempre sale un atolondrado que cruza corriendo, mirando al amigo que se queda en la otra acera, al que le grita el 煤ltimo cuento que no le pudo contar en clases. Una se帽ora los espera cerca del sem谩foro, a la sombra de un roble enorme, con su mesita port谩til llena de dulces caseros. A su lado el chichero, y m谩s all谩 un se帽or que vende jobitos, ciruelas y mamones; cuando hay. Cuando no, siempre hay cocos para vender.

Dos ni帽as con mo帽os de colores van dando brinquitos de la mano de su pap谩. M谩s all谩, dos varoncitos de franela amarilla, con unas gorras de b茅isbol que les quedan enormes y les bailan en la cabeza. Siempre hay abuelas y abuelos haci茅ndole el quite a sus hijos ocupados, ni帽os sortarios que salen del cole al delicioso abrazo de una abuela que huele a aj铆 margarite帽o y cilantro, a sopita que espera en una casa donde si comen dos, comen tres y cuatro… Andando, pasan de largo por la parada llena de gente. Desde hace tiempo decidieron caminar las cuadras que antes recorr铆an en autob煤s. Los autobuses ahora son para los que van lejos.

En la parada, profes y estudiantes esperan cruzando los dedos para que llegue primero un Yutong. Nada le gana a uno de esos autobusotes rojos que dan un buen servicio y son m谩s baratos, pero antes del Yutong lleg贸 un cami贸n y dio la cola a un grupo de profes que se mor铆an de risa cuando sus alumnos les hicieron la pata gallina para sus profes pudieran subir y al m谩s gordo de ellos lo tuvieron que ayudar entre tres.

Una se帽ora que miraba lo mismo que yo, me coment贸 indignada: “¡Qu茅 desastre, a d贸nde hemos llegado! No s茅 de qu茅 se r铆e esa gente… conformistas… por eso estamos como estamos”. Yo, en cambio, en ese bulul煤 veo vida, fortaleza, resistencia, inventiva, solidaridad. Veo un pueblo venciendo dificultades, pueblo que no se deja robar su esencia, que no se deja doblegar… Por eso estamos como estamos.

*https://carolachavez.wordpress.com/

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