OPINI脫N de Teodoro Renter铆a Arr贸yave.- Si de novenarios escribimos o hablamos, es de recordarse que este s谩bado se cumplieron los nueve d铆as de que nuestro hermano, Fortino Ricardo emprendi贸 el viaje al 茅ter eterno; hoy a nueve d铆as de sus exequias recordamos emocionados y a la vez constritos, el env铆o de sus hijos Ricardo y Ra煤l de una foto de la urna que guarda sus veneradas cenizas, con una frase amorosa: “Pap谩 regres贸 a casa”.
S铆, siempre lo recordar茅 amoroso y generoso, tend铆a la mano sin que se enterara la otra. Era muy estimado por los hombres de las carretas, en aquellos lares norte帽os de Sonora, precisamente en Nogales, su tierra de adopci贸n, a los puestos de tacos no se les conoce ni como semifijos, ni carritos, sino carretas. Un d铆a me percat茅 que de su casa y de la empresa sal铆an cables.
No dije nada, por la tarde noche supe que eran para darles fluido el茅ctrico a las focos de las carretas de 100 o 150 watts. Los taqueros son muy famosos por sus variedades exquisitas como el “taco caramelo”; y no s贸lo eso, permit铆a adem谩s, que las carretas se guardaran en un lugar de las cocheras.
Aquella etapa de angustia, de persecuci贸n de algunos funcionarios malandrines de capacidades inferiores que no toleraron que alguien fuera capaz de renunciarle al Presidente de la Rep煤blica, no tanto por el temor, sino por la situaci贸n econ贸mica, puesto que me bloqueaban en toda propuesta de trabajo ya sea en el sector privado y social, no se diga en el oficial. Un d铆a estaba feliz Fortino porque 茅l 煤nicamente sab铆a que iba a tomar posesi贸n de un cargo en una oficina correspondiente de la Secretar铆a de Hacienda. Al llegar el que iba a ser mi jefe me enter贸 que hab铆a 贸rdenes superiores de que no se me diera el puesto.
Pero siempre se encuentra uno a seres de honor y llenos de valent铆a. Exacto cuando sal铆a del Monte de Piedad, por las calles de Palma, me encontr茅 con un ex colaborador, quien me puso al tanto de que el Grupo Oro de radiodifusoras se hab铆a dividido en dos: Radio Grupo ACIR y Radio F贸rmula, qui茅n es el due帽o del primero, pregunt茅, la contestaci贸n me gener贸 optimismo, su amigo del N煤cleo Radio Mil, el contador Francisco Ibarra L贸pez.
Ese mismo d铆a fui a ver a Don Paco hasta sus nuevas oficinas, acompa帽ado de mis queridos colaboradores, Luis Lara Ochoa, Roberto P茅rez Hern谩ndez, tambi茅n reci茅n fallecido y Enrique Garay quien tambi茅n emprendi贸 el viaje al 茅ter eterno hace algunos a帽os. Ese mismo d铆a fuimos nombrados por Francisco Ibarra director fundador de los Noticiarios y Comunicaci贸n Humana de su empresa, antes nos mand贸 a comer porque quer铆a tener la atenci贸n de avisar del nombramiento a su Consejo de Administraci贸n. Nadie tra铆a “un clavo”, como dije en tal ocasi贸n para pagar la comida, Enrique que ya se hab铆a colocado en La Jornada, dispar贸 el frugal banquete.
Avis茅 a la familia, toda gozosa, al d铆a siguiente en el cafecito ma帽anero en un local por el rumbo de Palmas, donde se reun铆a Fortino con sus colegas agentes de ventas de equipo de construcci贸n lo celebramos.
Unos d铆as despu茅s se enteraron en Presidencia del nombramiento que me hab铆a dispensado Paco Ibarra y a nombre del Presidente el m谩s alto funcionario de la comunicaci贸n, Fernando Garza, le ”pidi贸 mi cabeza”. El due帽o de Grupo ACIR, EL SE脩OR IBARRA, as铆 con may煤sculas, no obstante que las radiodifusoras son concesionarias, le contest贸: “En mi empresa no manda ni el Presidente de la Rep煤blica, el 煤nico que manda soy yo”. Esa es otra historia, pera tal valent铆a ahora si la celebramos con Fortino, colaboradores y otros amigos con un cantinazo.
S铆, siempre lo recordar茅 amoroso y generoso, tend铆a la mano sin que se enterara la otra. Era muy estimado por los hombres de las carretas, en aquellos lares norte帽os de Sonora, precisamente en Nogales, su tierra de adopci贸n, a los puestos de tacos no se les conoce ni como semifijos, ni carritos, sino carretas. Un d铆a me percat茅 que de su casa y de la empresa sal铆an cables.
No dije nada, por la tarde noche supe que eran para darles fluido el茅ctrico a las focos de las carretas de 100 o 150 watts. Los taqueros son muy famosos por sus variedades exquisitas como el “taco caramelo”; y no s贸lo eso, permit铆a adem谩s, que las carretas se guardaran en un lugar de las cocheras.
Aquella etapa de angustia, de persecuci贸n de algunos funcionarios malandrines de capacidades inferiores que no toleraron que alguien fuera capaz de renunciarle al Presidente de la Rep煤blica, no tanto por el temor, sino por la situaci贸n econ贸mica, puesto que me bloqueaban en toda propuesta de trabajo ya sea en el sector privado y social, no se diga en el oficial. Un d铆a estaba feliz Fortino porque 茅l 煤nicamente sab铆a que iba a tomar posesi贸n de un cargo en una oficina correspondiente de la Secretar铆a de Hacienda. Al llegar el que iba a ser mi jefe me enter贸 que hab铆a 贸rdenes superiores de que no se me diera el puesto.
Pero siempre se encuentra uno a seres de honor y llenos de valent铆a. Exacto cuando sal铆a del Monte de Piedad, por las calles de Palma, me encontr茅 con un ex colaborador, quien me puso al tanto de que el Grupo Oro de radiodifusoras se hab铆a dividido en dos: Radio Grupo ACIR y Radio F贸rmula, qui茅n es el due帽o del primero, pregunt茅, la contestaci贸n me gener贸 optimismo, su amigo del N煤cleo Radio Mil, el contador Francisco Ibarra L贸pez.
Ese mismo d铆a fui a ver a Don Paco hasta sus nuevas oficinas, acompa帽ado de mis queridos colaboradores, Luis Lara Ochoa, Roberto P茅rez Hern谩ndez, tambi茅n reci茅n fallecido y Enrique Garay quien tambi茅n emprendi贸 el viaje al 茅ter eterno hace algunos a帽os. Ese mismo d铆a fuimos nombrados por Francisco Ibarra director fundador de los Noticiarios y Comunicaci贸n Humana de su empresa, antes nos mand贸 a comer porque quer铆a tener la atenci贸n de avisar del nombramiento a su Consejo de Administraci贸n. Nadie tra铆a “un clavo”, como dije en tal ocasi贸n para pagar la comida, Enrique que ya se hab铆a colocado en La Jornada, dispar贸 el frugal banquete.
Avis茅 a la familia, toda gozosa, al d铆a siguiente en el cafecito ma帽anero en un local por el rumbo de Palmas, donde se reun铆a Fortino con sus colegas agentes de ventas de equipo de construcci贸n lo celebramos.
Unos d铆as despu茅s se enteraron en Presidencia del nombramiento que me hab铆a dispensado Paco Ibarra y a nombre del Presidente el m谩s alto funcionario de la comunicaci贸n, Fernando Garza, le ”pidi贸 mi cabeza”. El due帽o de Grupo ACIR, EL SE脩OR IBARRA, as铆 con may煤sculas, no obstante que las radiodifusoras son concesionarias, le contest贸: “En mi empresa no manda ni el Presidente de la Rep煤blica, el 煤nico que manda soy yo”. Esa es otra historia, pera tal valent铆a ahora si la celebramos con Fortino, colaboradores y otros amigos con un cantinazo.