OPINI脫N de Teodoro Renter铆a Arr贸yave.- El homenaje a mi querido y amado hermano Fortino Ricardo, quien emprendiera el viaje al 茅ter eterno el triste jueves 21 de febrero, lo hemos venido perge帽ando en varias entregas; los amigos nos han dado la idea de publicarlos reunidos en un volumen, es m谩s, el hermano amigo Carlos Fernando Ravelo y Galindo, nos ha hecho llegar su fina aportaci贸n que 茅l califica. “A manera de pr贸logo”, como todo va por adelantado hoy lo entregamos a los amables lectores y radioescuchas:
No hay que conformarnos con solo ser aspirantes a algo grande. As铆 nos los hace saber Teodoro Renter铆a Arr贸yave. Y en una v铆vida exposici贸n, como pel铆cula, nos invita a conocer muchos vericuetos de su vida.
El novenario, como lo llama en recuerdo a su hermano Fortino, reci茅n fallecido, nos rememora que en toda vida humana hay d铆as que deb铆an marcarse.
Son fechas en las que de repente, como un rel谩mpago quieren oscurecer la luz de nuestra existencia.
Le铆mos, emocionados, un relato lleno de esplendor. Confiesa con ayuda de su gran memoria la historia familiar. Los problemas inesperados. Las crisis impensables. Las piedras en el camino. Sufrimiento y dolor.
C贸mo su familia, toda, los vence con la unidad y el esfuerzo. Y obtiene satisfacci贸n y alegr铆a. Desde el pr贸logo hasta el ep铆logo, en su narraci贸n clara, precisa, deja claro que hoy dar铆a todo cuanto tiene y ha conseguido, tan solo por tener una vez m谩s a sus padres. A este hermano que tuvo.
En su cr贸nica nos advierte que de ellos aprendi贸 qui茅n era. Y qui茅n es. Lo ayudaron a aceptar el dolor que es parte del juego de la vida. Confiar en un ma帽ana mejor.
Escribe que la integridad de Fortino fue el mejor pago en su vida. No ser铆a exagerar, luego de concluir la lectura de los nueve cap铆tulos -茅l los nombr贸 novenario-, que nos deja saber que ha tenido demasiada suerte.
Nosotros no nos extendemos m谩s. Mejor que se los explique el hombre que nos permiti贸 este proemio.
Gracias hermano amigo Carlos Fernando Ravelo y Galindo, somos pares en la gran familia de la vida y, desde luego, en la hermosa por complicada profesi贸n del periodismo, valga la redundancia, por la que nacimos y vivimos.
D脡CIMA SEGUNDA PARTE
Como ya lo dejamos expuesto, est谩bamos inmersos en la consolidaci贸n del “Grupo Nueva Radio”, mi hermano Fortino Ricardo, a quien en su memoria dedicamos estas entregas, viajaba de Pachuca, Hidalgo, a Mazatl谩n, Sinaloa, y viceversa. Tambi茅n como ya dijimos las radiodifusoras de esas plazas en tres meses eran autosuficientes.
Nosotros desde el corporativo en la Ciudad de M茅xico, creamos el “Sistema de Noticiarios” y la “Comercializadora” de “Grupo Nueva Radio”, por cierto los hijos Teodoro Ra煤l y Gustavo, que ya hab铆an tenido experiencias radiof贸nicos en programas universitarios, se iniciaron en los Noticiarios que difund铆amos diariamente desde la capital del pa铆s.
Adem谩s, est谩bamos en la responsabilidad de instalar las otras tres radiodifusoras que se nos hab铆an concesionado: Toluca, Malinalco y Coacalco, Estado de M茅xico.
Con la experiencia de nuestros ingenieros, nos propusieron que la de Toluca, por su potencia -50 mil watts-, la convirti茅ramos en regional. Una buena altura y magn铆fico equipo har铆a el milagro t茅cnico.
Subimos y bajamos cerros, que estuvieran en la zona del Valle de Toluca. Mi consangu铆neo no fue ajeno a esa b煤squeda. Todo es de una emoci贸n indescriptible, los t茅cnicos con sus equipos realizaban sus mediciones, nosotros en silencio los observamos y cuando nos dec铆an que el punto escogido era bueno estall谩bamos en hurras y aplausos.
La radiodifusora de Coacalco, desde un principio la calificamos como “la gallina de los huevos de oro”, por el gran auditorio que iba a abarcar. Solamente cubrir Ecatepec nos daba una audiencia posible de m谩s de un mill贸n de habitantes.
En fin, todo era alegr铆a cuando un d铆a el socio mayoritario, Francisco Rojas Guti茅rrez o quien nos hab铆a invitado a participar en el proyecto, nos llam贸 a junta. En la puerta uno de sus principales colaboradores nos advirti贸: “te van a proponer a Arturo Gonz谩lez de Arag贸n, como tu jefe inmediato, no lo aceptes, te va a fregar”.
Siempre he cre铆do en la buena voluntad de las personas, adem谩s como socio minoritario no ten铆a la fuerza suficiente para negar que a dicha persona se le diera ese cargo.
En efecto, tal como me lo advirtieron, en la cuarta reuni贸n este individuo que posteriormente fue nombrado durante el foxismo como Auditor Superior de la Federaci贸n me espet贸: “Se acab贸 el jueguito, endosa tus acciones, te daremos una indemnizaci贸n”. Me negu茅 a ello y para amedrentarme vino la amenaza de muerte. Eso lo recordaremos en la pr贸xima entrega.
No hay que conformarnos con solo ser aspirantes a algo grande. As铆 nos los hace saber Teodoro Renter铆a Arr贸yave. Y en una v铆vida exposici贸n, como pel铆cula, nos invita a conocer muchos vericuetos de su vida.
El novenario, como lo llama en recuerdo a su hermano Fortino, reci茅n fallecido, nos rememora que en toda vida humana hay d铆as que deb铆an marcarse.
Son fechas en las que de repente, como un rel谩mpago quieren oscurecer la luz de nuestra existencia.
Le铆mos, emocionados, un relato lleno de esplendor. Confiesa con ayuda de su gran memoria la historia familiar. Los problemas inesperados. Las crisis impensables. Las piedras en el camino. Sufrimiento y dolor.
C贸mo su familia, toda, los vence con la unidad y el esfuerzo. Y obtiene satisfacci贸n y alegr铆a. Desde el pr贸logo hasta el ep铆logo, en su narraci贸n clara, precisa, deja claro que hoy dar铆a todo cuanto tiene y ha conseguido, tan solo por tener una vez m谩s a sus padres. A este hermano que tuvo.
En su cr贸nica nos advierte que de ellos aprendi贸 qui茅n era. Y qui茅n es. Lo ayudaron a aceptar el dolor que es parte del juego de la vida. Confiar en un ma帽ana mejor.
Escribe que la integridad de Fortino fue el mejor pago en su vida. No ser铆a exagerar, luego de concluir la lectura de los nueve cap铆tulos -茅l los nombr贸 novenario-, que nos deja saber que ha tenido demasiada suerte.
Nosotros no nos extendemos m谩s. Mejor que se los explique el hombre que nos permiti贸 este proemio.
Gracias hermano amigo Carlos Fernando Ravelo y Galindo, somos pares en la gran familia de la vida y, desde luego, en la hermosa por complicada profesi贸n del periodismo, valga la redundancia, por la que nacimos y vivimos.
D脡CIMA SEGUNDA PARTE
Como ya lo dejamos expuesto, est谩bamos inmersos en la consolidaci贸n del “Grupo Nueva Radio”, mi hermano Fortino Ricardo, a quien en su memoria dedicamos estas entregas, viajaba de Pachuca, Hidalgo, a Mazatl谩n, Sinaloa, y viceversa. Tambi茅n como ya dijimos las radiodifusoras de esas plazas en tres meses eran autosuficientes.
Nosotros desde el corporativo en la Ciudad de M茅xico, creamos el “Sistema de Noticiarios” y la “Comercializadora” de “Grupo Nueva Radio”, por cierto los hijos Teodoro Ra煤l y Gustavo, que ya hab铆an tenido experiencias radiof贸nicos en programas universitarios, se iniciaron en los Noticiarios que difund铆amos diariamente desde la capital del pa铆s.
Adem谩s, est谩bamos en la responsabilidad de instalar las otras tres radiodifusoras que se nos hab铆an concesionado: Toluca, Malinalco y Coacalco, Estado de M茅xico.
Con la experiencia de nuestros ingenieros, nos propusieron que la de Toluca, por su potencia -50 mil watts-, la convirti茅ramos en regional. Una buena altura y magn铆fico equipo har铆a el milagro t茅cnico.
Subimos y bajamos cerros, que estuvieran en la zona del Valle de Toluca. Mi consangu铆neo no fue ajeno a esa b煤squeda. Todo es de una emoci贸n indescriptible, los t茅cnicos con sus equipos realizaban sus mediciones, nosotros en silencio los observamos y cuando nos dec铆an que el punto escogido era bueno estall谩bamos en hurras y aplausos.
La radiodifusora de Coacalco, desde un principio la calificamos como “la gallina de los huevos de oro”, por el gran auditorio que iba a abarcar. Solamente cubrir Ecatepec nos daba una audiencia posible de m谩s de un mill贸n de habitantes.
En fin, todo era alegr铆a cuando un d铆a el socio mayoritario, Francisco Rojas Guti茅rrez o quien nos hab铆a invitado a participar en el proyecto, nos llam贸 a junta. En la puerta uno de sus principales colaboradores nos advirti贸: “te van a proponer a Arturo Gonz谩lez de Arag贸n, como tu jefe inmediato, no lo aceptes, te va a fregar”.
Siempre he cre铆do en la buena voluntad de las personas, adem谩s como socio minoritario no ten铆a la fuerza suficiente para negar que a dicha persona se le diera ese cargo.
En efecto, tal como me lo advirtieron, en la cuarta reuni贸n este individuo que posteriormente fue nombrado durante el foxismo como Auditor Superior de la Federaci贸n me espet贸: “Se acab贸 el jueguito, endosa tus acciones, te daremos una indemnizaci贸n”. Me negu茅 a ello y para amedrentarme vino la amenaza de muerte. Eso lo recordaremos en la pr贸xima entrega.