Por Teodoro Renter铆a Arr贸yave.- En un principio la autoridad hab铆a dispuesto que nuestra primera concesi贸n de radiodifusi贸n se ubicara en Arispe, Sonora. En vista de ello programamos un viaje para conocer el destino de nuestra futura inversi贸n. Sab铆amos de la ciudad de Ramos Arizpe, Coahuila, pero nada sobre esta localidad, que seg煤n nos informaron fue la capital de la regi贸n minera.
Es un municipio que se localiza en el centro del estado, en la regi贸n de la Sierra Madre Occidental, cercano a la afluencia del R铆o Sonora. Desde Hermosillo iniciamos la traves铆a de la monta帽a mi hijo Teodoro Ra煤l, mi sobrino Ricardo, hijo mayor de mi hermano Fortino Ricardo, a quien en su memoria hacemos estas remembranzas y el autor.
Fue toda una aventura, despu茅s de varias horas llegamos a Arizpe, a la cabecera del mismo nombre. Un pueblo fantasma, un pu帽ado de hombres porque la inmensa mayor铆a trabajaba de inmigrantes en Estados Unidos; una maquiladora de ropa donde laboran s贸lo mujeres, una escuela, la iglesia, una tienda de abarrotes con carnicer铆a y botica, un bar con tres parroquianos y las calles desiertas. El drama de nuestros pueblos: sin nada en que ocuparse se provoca el 茅xodo de nuestra fuerza de trabajo para que subsistan sus familias.
Lo tomamos con calma, platicamos con algunas personas que amables nos contestaban todas nuestras dudas. Conclusi贸n, imposible instalar en esa localidad una radiodifusora de Frecuencia Modulada de 50 mil watts de potencia. ¿A qui茅n la 铆bamos a destinar? ¿Qui茅n nos iba a escuchar? ¿C贸mo y Cu谩ndo se iba a recuperar la inversi贸n? Y continuamos la aventura.
Expres茅 una broma: “Aqu铆 s贸lo se puede instalar Radio Lagartija, La Voz de la Piedra”, en verdad admito que me equivoqu茅, despu茅s me ilustre y supe que Arizpe viene de Aritpa del idioma 贸pata y quiere decir “Lugar de hormigas bravas y coloradas”, por tanto deb铆 de haber dicho “Radio Hormiga”. Seguramente los t茅cnicos se fueron “con la finta”, en tiempo de la Colonia, Arizpe como ya dijimos fue la capital de la zona minera del Occidente mexicano.
Nuestro consangu铆neo esperaba ansioso noticias nuestras, no ten铆amos forma de comunicarnos, los amables Arispenses nos aconsejaron que sigui茅ramos camino que no regres谩ramos y que as铆 llegar铆amos a Nogales, qui茅n lo iba a suponer, donde finalmente fue el lugar que se nos asign贸 para nuestra primera radiodifusora.
Otro viaje los hicimos en una avioneta de Hermosillo a Nogales, mi hijo Teodoro, un colega, el piloto y el que esto escribe. Otra vez en plena Sierra el capit谩n, muy avezado, nos platic贸 que precisamente en el claro de la monta帽a que divis谩bamos desde arriba, hac铆a tres meses se hab铆a precipitado precisamente en la nave en la que ahora nos trasladamos, “pude planear -nos relat贸-, y por ello se pudo arreglar, no se preocupen, este cacharro llega a todos lados.
Fortino, entre fascinado y angustiado escuch贸 nuestras aventuras. Su primog茅nito hab铆a participado en una de ellas.
D脡CIMA OCTAVA PARTE
Siempre hemos sido cr铆ticos de los gobiernos, aunque tambi茅n hemos dicho que el periodista, de acuerdo a su trabajo realizado, tiene todo el derecho, en la forma de presentar las noticias o sus an谩lisis, a ser ecu谩nime, reconocer aciertos o a disentir de las obras y decisiones de los funcionarios o mandatarios.
Sin embargo lo cort茅s no quita lo valiente, somos una familia de capitalinos, aunque algunos nos endosa el gentilicio de chilangos, que lleg谩bamos a Nogales a instalar una radiodifusora que hab铆amos ganado en buena lid al cumplir con todos los requisitos de la licitaci贸n.
La institucionalidad no es desdoro, es honra. En esas condiciones y no obstante que la radiodifusi贸n es materia de orden federal nos entrevistamos con el entonces gobernador del estado de Sonora, Manlio Fabio Beltrones a quien hab铆amos conocido y estrechado lazos de amistad desde la campa帽a electoral del presidente Miguel de la Madrid Hurtado.
Desde la primera entrevista la cordialidad se hizo presente, a tal grado que, recuerdo nos pregunt贸 qu茅 necesitamos; le dijimos: adquirir una propiedad en un cerro para instalar la torre y todo el sistema radiador. En un asunto de 铆ndole econ贸mico de acuerdo a la altura del terreno te ahorras tramos de torre.
Manlio se empez贸 a re铆r, para luego explicarnos que a Nogales lo que le sobraban eran cerros, el gobernante nos facilit贸 el camino a Nogales, adem谩s le llam贸 a su amigo y compadre Nikita Kyriakis para que nos atendiera; seguro que por ese contacto el empresario de los corredores industriales con fraccionamientos para los trabajadores, empleados y ejecutivos, de inmediato se dio la qu铆mica entre nosotros y accedi贸 a vendernos la cima del Cerro Carlos, donde se ubicaba uno de sus desarrollos.
La inauguraci贸n de la Radiodifusora “La Sonora de Nogales”, fue todo un acontecimiento. Mi hermano Fortino Ricardo, ya director general primigenio, lo plane贸 todo y demostr贸 la fuerza de la convocatoria de la se帽al radiada. Convoc贸 a los habitantes de Nogales y sus alrededores al acontecimiento con el atractivo de que habr铆a baile en el cerro.
Era el 13 de febrero de 1998; la estaci贸n ya estaba al aire desde el 14 de noviembre de 1997. Invit贸 a todos los conjuntos musicales de la regi贸n para que participaran con transmisi贸n en vivo; uno tras otro, participaron en la marat贸n de la inauguraci贸n, convoc贸 a los famosos taqueros, previa negociaci贸n para que ofrecieran sus exquisiteces al pueblo en general y otra negociaci贸n con la cervecera pudieran ofrecer la bebida espirituosa. Aquello fue de antolog铆a, la temperatura bajo cero y el cerro a reventar. No obstante lo g茅lido, las latas heladas despu茅s de consumido su contenido, iban formando una alfombra de hoja de lata. Y a煤n faltan m谩s recuerdos que relatamos en memoria de mi hermano Fortino Ricardo.
D脡CIMA NOVENA PARTE
La inauguraci贸n de la “La Sonora de Nogales”, tuvo un ingrediente m谩s y muy trascendente, resulta que la misma coincidi贸 con la reuni贸n del Consejo Consultivo de la C谩mara de Nacional de la Industria de la Radio y Televisi贸n, CIRT, cuyos socios hab铆an decidido que se llevara a cabo en la ciudad capital, Hermosillo.
El gobernador Manlio Fabio Beltrones Rivera era el anfitri贸n, con esa condici贸n tom贸 la decisi贸n de invitar a los delegados radiodifusores a que visitaran la ciudad Nogales, en vista de que se inauguraba en la comunidad fronteriza una radiodifusora m谩s.
Los consejeros enterados que los concesionarios eran “los Renter铆a”, aceptaron la invitaci贸n. Aqu铆 cabe recordar, que cuando nos fueron otorgadas las concesiones de Nogales, Sonora y Matamoros, Tamaulipas, estaban dispuestos a oponerse a la decisi贸n gubernamental.
Cuando los mismos se enteraron y constaron que los concesionaron a trav茅s de nuestra empresa, eran de los Renter铆a, retiraron las oposiciones y en forma m谩s que l铆mpida nos fueron otorgados los t铆tulos de concesi贸n.
Los radiodifusores, ahora nuestros colegas, llegaron a Nogales a atestiguar la salida de nuestra primera estaci贸n en el 104.3 del cuadrante de FM, nosotros en un acuerdo de intercambio publicitario de 煤ltima hora, firmamos con el multicitado querido empresario Nikita Kyriaquis un intercambio publicitario.
Obvio, lo hab铆a logrado mi hermano Fortino Ricardo, buen y seductor vendedor, como siempre fue. Excuso decirles que nos lucimos con esa atenci贸n que se prolong贸 varias horas. Sin embargo, los miembros de la familia nos relev谩bamos para hacerle al don de la ubicuidad.
Unos atendiendo a los invitados en el cerro de San Carlos y otros a los colegas de la radio. Cumplimos con todos. La fiesta en la cima del mont铆culo termin贸 a la 5 de la ma帽ana, aunque todav铆a quedaban varios rezagados que segu铆an en el bailongo.
Como siempre sucede, no faltaron los abusivos, apenas en la apertura de nuestra radiodifusora y a煤n en proyecto la de Matamoros, nos hicieron ofertas tentadoras para compr谩rnoslas. Desde luego que no asistimos.
Ah铆 seguimos, haciendo una radio p煤blica responsable y comprometida con la sociedad a la que servimos. En ello participaron mi hermano Fortino Ricardo y sus hijos Fortino Ricardo y Ra煤l, y no se diga, mi doble cu帽ada Yoland.
VIG脡SIMA PARTE
“La Sonora de Nogales”, fue a renovar la radiodifusi贸n en esa franja fronteriza del noroeste mexicano que hasta esas fechas estaba muy influenciada por las emisiones que se realizaban en las ciudades fronterizas del sur de Estados Unidos, incluyendo la colindante de Nogales, Arizona.
No s贸lo ese era el problema de la programaci贸n de la mayor铆a de las estaciones locales, en verdad hab铆a emisiones degradantes donde el lenguaje era pobre e inclusive soez. Tal parec铆a que compet铆an para obtener la medalla de procacidad.
Cuando iniciamos nuestras emisiones, inclusive los futuros clientes, amigos periodistas y funcionarios, nos advert铆an que con la programaci贸n, para nosotros de renovaci贸n, fracasar铆amos irremisiblemente.
S铆, nos estamos refiriendo a la programaci贸n hablada, pero tambi茅n hab铆a que renovar la programaci贸n musical, en verdad era un lastre. Por principio jam谩s programamos canciones o corridos que hicieran apolog铆a de la violencia y dem谩s temas degradantes de la sociedad.
Impusimos nuestra programaci贸n de noticiarios en vivo, donde inform谩bamos al momento del acontecer local, estatal, nacional y mundial. Invitamos a colaborar a colegas de prestigio.
Mi sobrino Ra煤l Renter铆a Villa, fue nombrado director de Noticiario y conductor de las dos las emisiones diarias. Desde el principio se incorpor贸 el colega Jos茅 Manuel Velarde V谩zquez.
Las noticias al instante; las entrevistas, inclusive con invitados en cabina, los an谩lisis a las mismas; los comentarios o las quejas de los radioescuchas al abrirles los micr贸fonos, nada de primero grabarlos. El “Comentario a Tiempo” del autor, que transmitimos desde la ciudad de M茅xico o de cualquier lugar del mundo donde nos encontremos, sin fallar un solo d铆a, bueno, hasta de mi cuarto de paciente en un hospital donde tuve que someterme a una intervenci贸n quir煤rgica.
Todo esto lo realiz谩bamos, pero sin dejar de atender el gusto musical de la regi贸n, combin谩bamos las melod铆as con las tradicionales de nuestro M茅xico, la audiencia, sobre todo de los adultos mayores, nos la gan谩bamos. A la fecha hacemos todo esto y sigue siendo de corte “grupera”.
El sobrino Ra煤l emigr贸 a otros derroteros con gran 茅xito, Jos茅 Manuel Velarde, fiel a la causa, sigue ahora como titular de los noticiarios.
Y va la an茅cdota, que platicaba actuada mi hermano Fortino Ricardo quien en su memoria dedicamos esta serie. Los bailes fueron punto de referencia de “La Sonora de Nogales”, los promocion谩bamos y los transmit铆amos en vivo.
Se hizo famosa una frase institucional de la radiodifusora: el locutor preguntaba a un radioescucha: ¿Qu茅 suena en la Sonora de Nogales? el entrevistado ten铆a que contestar: “Pura dinamita grupera” y se llevaba un premio. Es el caso, que en una de esas emisiones se le hizo la concebida pregunta a un adolescente, la respuesta nos dej贸 fr铆os, fue: “Sabe”. Al igual que en Yucat谩n, cuando a los oriundos se les pregunta por algo perdido contestan: “Lo busqu茅, lo busqu茅 y no lo busqu茅”, es decir, que no lo encontr贸. CONTINAUR脕.
Es un municipio que se localiza en el centro del estado, en la regi贸n de la Sierra Madre Occidental, cercano a la afluencia del R铆o Sonora. Desde Hermosillo iniciamos la traves铆a de la monta帽a mi hijo Teodoro Ra煤l, mi sobrino Ricardo, hijo mayor de mi hermano Fortino Ricardo, a quien en su memoria hacemos estas remembranzas y el autor.
Fue toda una aventura, despu茅s de varias horas llegamos a Arizpe, a la cabecera del mismo nombre. Un pueblo fantasma, un pu帽ado de hombres porque la inmensa mayor铆a trabajaba de inmigrantes en Estados Unidos; una maquiladora de ropa donde laboran s贸lo mujeres, una escuela, la iglesia, una tienda de abarrotes con carnicer铆a y botica, un bar con tres parroquianos y las calles desiertas. El drama de nuestros pueblos: sin nada en que ocuparse se provoca el 茅xodo de nuestra fuerza de trabajo para que subsistan sus familias.
Lo tomamos con calma, platicamos con algunas personas que amables nos contestaban todas nuestras dudas. Conclusi贸n, imposible instalar en esa localidad una radiodifusora de Frecuencia Modulada de 50 mil watts de potencia. ¿A qui茅n la 铆bamos a destinar? ¿Qui茅n nos iba a escuchar? ¿C贸mo y Cu谩ndo se iba a recuperar la inversi贸n? Y continuamos la aventura.
Expres茅 una broma: “Aqu铆 s贸lo se puede instalar Radio Lagartija, La Voz de la Piedra”, en verdad admito que me equivoqu茅, despu茅s me ilustre y supe que Arizpe viene de Aritpa del idioma 贸pata y quiere decir “Lugar de hormigas bravas y coloradas”, por tanto deb铆 de haber dicho “Radio Hormiga”. Seguramente los t茅cnicos se fueron “con la finta”, en tiempo de la Colonia, Arizpe como ya dijimos fue la capital de la zona minera del Occidente mexicano.
Nuestro consangu铆neo esperaba ansioso noticias nuestras, no ten铆amos forma de comunicarnos, los amables Arispenses nos aconsejaron que sigui茅ramos camino que no regres谩ramos y que as铆 llegar铆amos a Nogales, qui茅n lo iba a suponer, donde finalmente fue el lugar que se nos asign贸 para nuestra primera radiodifusora.
Otro viaje los hicimos en una avioneta de Hermosillo a Nogales, mi hijo Teodoro, un colega, el piloto y el que esto escribe. Otra vez en plena Sierra el capit谩n, muy avezado, nos platic贸 que precisamente en el claro de la monta帽a que divis谩bamos desde arriba, hac铆a tres meses se hab铆a precipitado precisamente en la nave en la que ahora nos trasladamos, “pude planear -nos relat贸-, y por ello se pudo arreglar, no se preocupen, este cacharro llega a todos lados.
Fortino, entre fascinado y angustiado escuch贸 nuestras aventuras. Su primog茅nito hab铆a participado en una de ellas.
D脡CIMA OCTAVA PARTE
Siempre hemos sido cr铆ticos de los gobiernos, aunque tambi茅n hemos dicho que el periodista, de acuerdo a su trabajo realizado, tiene todo el derecho, en la forma de presentar las noticias o sus an谩lisis, a ser ecu谩nime, reconocer aciertos o a disentir de las obras y decisiones de los funcionarios o mandatarios.
Sin embargo lo cort茅s no quita lo valiente, somos una familia de capitalinos, aunque algunos nos endosa el gentilicio de chilangos, que lleg谩bamos a Nogales a instalar una radiodifusora que hab铆amos ganado en buena lid al cumplir con todos los requisitos de la licitaci贸n.
La institucionalidad no es desdoro, es honra. En esas condiciones y no obstante que la radiodifusi贸n es materia de orden federal nos entrevistamos con el entonces gobernador del estado de Sonora, Manlio Fabio Beltrones a quien hab铆amos conocido y estrechado lazos de amistad desde la campa帽a electoral del presidente Miguel de la Madrid Hurtado.
Desde la primera entrevista la cordialidad se hizo presente, a tal grado que, recuerdo nos pregunt贸 qu茅 necesitamos; le dijimos: adquirir una propiedad en un cerro para instalar la torre y todo el sistema radiador. En un asunto de 铆ndole econ贸mico de acuerdo a la altura del terreno te ahorras tramos de torre.
Manlio se empez贸 a re铆r, para luego explicarnos que a Nogales lo que le sobraban eran cerros, el gobernante nos facilit贸 el camino a Nogales, adem谩s le llam贸 a su amigo y compadre Nikita Kyriakis para que nos atendiera; seguro que por ese contacto el empresario de los corredores industriales con fraccionamientos para los trabajadores, empleados y ejecutivos, de inmediato se dio la qu铆mica entre nosotros y accedi贸 a vendernos la cima del Cerro Carlos, donde se ubicaba uno de sus desarrollos.
La inauguraci贸n de la Radiodifusora “La Sonora de Nogales”, fue todo un acontecimiento. Mi hermano Fortino Ricardo, ya director general primigenio, lo plane贸 todo y demostr贸 la fuerza de la convocatoria de la se帽al radiada. Convoc贸 a los habitantes de Nogales y sus alrededores al acontecimiento con el atractivo de que habr铆a baile en el cerro.
Era el 13 de febrero de 1998; la estaci贸n ya estaba al aire desde el 14 de noviembre de 1997. Invit贸 a todos los conjuntos musicales de la regi贸n para que participaran con transmisi贸n en vivo; uno tras otro, participaron en la marat贸n de la inauguraci贸n, convoc贸 a los famosos taqueros, previa negociaci贸n para que ofrecieran sus exquisiteces al pueblo en general y otra negociaci贸n con la cervecera pudieran ofrecer la bebida espirituosa. Aquello fue de antolog铆a, la temperatura bajo cero y el cerro a reventar. No obstante lo g茅lido, las latas heladas despu茅s de consumido su contenido, iban formando una alfombra de hoja de lata. Y a煤n faltan m谩s recuerdos que relatamos en memoria de mi hermano Fortino Ricardo.
D脡CIMA NOVENA PARTE
La inauguraci贸n de la “La Sonora de Nogales”, tuvo un ingrediente m谩s y muy trascendente, resulta que la misma coincidi贸 con la reuni贸n del Consejo Consultivo de la C谩mara de Nacional de la Industria de la Radio y Televisi贸n, CIRT, cuyos socios hab铆an decidido que se llevara a cabo en la ciudad capital, Hermosillo.
El gobernador Manlio Fabio Beltrones Rivera era el anfitri贸n, con esa condici贸n tom贸 la decisi贸n de invitar a los delegados radiodifusores a que visitaran la ciudad Nogales, en vista de que se inauguraba en la comunidad fronteriza una radiodifusora m谩s.
Los consejeros enterados que los concesionarios eran “los Renter铆a”, aceptaron la invitaci贸n. Aqu铆 cabe recordar, que cuando nos fueron otorgadas las concesiones de Nogales, Sonora y Matamoros, Tamaulipas, estaban dispuestos a oponerse a la decisi贸n gubernamental.
Cuando los mismos se enteraron y constaron que los concesionaron a trav茅s de nuestra empresa, eran de los Renter铆a, retiraron las oposiciones y en forma m谩s que l铆mpida nos fueron otorgados los t铆tulos de concesi贸n.
Los radiodifusores, ahora nuestros colegas, llegaron a Nogales a atestiguar la salida de nuestra primera estaci贸n en el 104.3 del cuadrante de FM, nosotros en un acuerdo de intercambio publicitario de 煤ltima hora, firmamos con el multicitado querido empresario Nikita Kyriaquis un intercambio publicitario.
Obvio, lo hab铆a logrado mi hermano Fortino Ricardo, buen y seductor vendedor, como siempre fue. Excuso decirles que nos lucimos con esa atenci贸n que se prolong贸 varias horas. Sin embargo, los miembros de la familia nos relev谩bamos para hacerle al don de la ubicuidad.
Unos atendiendo a los invitados en el cerro de San Carlos y otros a los colegas de la radio. Cumplimos con todos. La fiesta en la cima del mont铆culo termin贸 a la 5 de la ma帽ana, aunque todav铆a quedaban varios rezagados que segu铆an en el bailongo.
Como siempre sucede, no faltaron los abusivos, apenas en la apertura de nuestra radiodifusora y a煤n en proyecto la de Matamoros, nos hicieron ofertas tentadoras para compr谩rnoslas. Desde luego que no asistimos.
Ah铆 seguimos, haciendo una radio p煤blica responsable y comprometida con la sociedad a la que servimos. En ello participaron mi hermano Fortino Ricardo y sus hijos Fortino Ricardo y Ra煤l, y no se diga, mi doble cu帽ada Yoland.
VIG脡SIMA PARTE
“La Sonora de Nogales”, fue a renovar la radiodifusi贸n en esa franja fronteriza del noroeste mexicano que hasta esas fechas estaba muy influenciada por las emisiones que se realizaban en las ciudades fronterizas del sur de Estados Unidos, incluyendo la colindante de Nogales, Arizona.
No s贸lo ese era el problema de la programaci贸n de la mayor铆a de las estaciones locales, en verdad hab铆a emisiones degradantes donde el lenguaje era pobre e inclusive soez. Tal parec铆a que compet铆an para obtener la medalla de procacidad.
Cuando iniciamos nuestras emisiones, inclusive los futuros clientes, amigos periodistas y funcionarios, nos advert铆an que con la programaci贸n, para nosotros de renovaci贸n, fracasar铆amos irremisiblemente.
S铆, nos estamos refiriendo a la programaci贸n hablada, pero tambi茅n hab铆a que renovar la programaci贸n musical, en verdad era un lastre. Por principio jam谩s programamos canciones o corridos que hicieran apolog铆a de la violencia y dem谩s temas degradantes de la sociedad.
Impusimos nuestra programaci贸n de noticiarios en vivo, donde inform谩bamos al momento del acontecer local, estatal, nacional y mundial. Invitamos a colaborar a colegas de prestigio.
Mi sobrino Ra煤l Renter铆a Villa, fue nombrado director de Noticiario y conductor de las dos las emisiones diarias. Desde el principio se incorpor贸 el colega Jos茅 Manuel Velarde V谩zquez.
Las noticias al instante; las entrevistas, inclusive con invitados en cabina, los an谩lisis a las mismas; los comentarios o las quejas de los radioescuchas al abrirles los micr贸fonos, nada de primero grabarlos. El “Comentario a Tiempo” del autor, que transmitimos desde la ciudad de M茅xico o de cualquier lugar del mundo donde nos encontremos, sin fallar un solo d铆a, bueno, hasta de mi cuarto de paciente en un hospital donde tuve que someterme a una intervenci贸n quir煤rgica.
Todo esto lo realiz谩bamos, pero sin dejar de atender el gusto musical de la regi贸n, combin谩bamos las melod铆as con las tradicionales de nuestro M茅xico, la audiencia, sobre todo de los adultos mayores, nos la gan谩bamos. A la fecha hacemos todo esto y sigue siendo de corte “grupera”.
El sobrino Ra煤l emigr贸 a otros derroteros con gran 茅xito, Jos茅 Manuel Velarde, fiel a la causa, sigue ahora como titular de los noticiarios.
Y va la an茅cdota, que platicaba actuada mi hermano Fortino Ricardo quien en su memoria dedicamos esta serie. Los bailes fueron punto de referencia de “La Sonora de Nogales”, los promocion谩bamos y los transmit铆amos en vivo.
Se hizo famosa una frase institucional de la radiodifusora: el locutor preguntaba a un radioescucha: ¿Qu茅 suena en la Sonora de Nogales? el entrevistado ten铆a que contestar: “Pura dinamita grupera” y se llevaba un premio. Es el caso, que en una de esas emisiones se le hizo la concebida pregunta a un adolescente, la respuesta nos dej贸 fr铆os, fue: “Sabe”. Al igual que en Yucat谩n, cuando a los oriundos se les pregunta por algo perdido contestan: “Lo busqu茅, lo busqu茅 y no lo busqu茅”, es decir, que no lo encontr贸. CONTINAUR脕.