La sanidad: IOP de Simple Lógica
Más de dos de cada tres ciudadanos o ciudadanas consideran muy buena (21,5%) o buena (46,1%) la atención sanitaria pública, siendo esa proporción superior a la registrada hace seis años.
Desciende siete puntos el porcentaje de quienes consideran que la privatización de algunos servicios médicos haría que la atención sanitaria fuera peor (46,6%).
Sigue siendo claramente mayoritaria (68,0%) la proporción de ciudadanos partidarios de que la financiación del sistema sanitario sea exclusivamente con los impuestos.
El 52,7% ha utilizado en el último año sólo servicios médicos públicos, el 11,5% sólo servicios privados y el 15,4% de ambos tipos.
La mayoría de ciudadanas y ciudadanos, algo más de dos de cada tres, tienen una opinión positiva de la atención sanitaria pública, según el último IOP (Informes de Opinión Pública) de Simple Lógica, elaborado a partir de la encuesta realizada sobre este tema.
Efectivamente, el 67,6% de los españoles consideran que la atención sanitaria pública en España es buena (46,1%) o muy buena (21,5%), mientras que algo más de uno de cada cinco (22,1%) la califican de regular y no llegan a uno de cada diez los que la consideran mala (5,7%) o muy mala (3,7%).
Estos datos suponen una clara mejoría con respecto a hace seis años, ya que en 2013 el porcentaje de quienes emitían una valoración favorable de la atención sanitaria pública era más de seis puntos inferior, en tanto que el de los que la valoraban como regular era cinco puntos superior y el de los que la calificaban de forma negativa algo menos de un punto también superior.
La valoración de la atención sanitaria pública varía claramente en función del sexo, edad, nivel de estudios y, en menor medida, la orientación política de los ciudadanos.
A este propósito hay que señalar que el porcentaje de quienes la califican como buena o muy buena la atención sanitaria pública es superior entre las mujeres (69,9%) que entre los hombres 65,9%, mientras que atendiendo a la edad se observa una clara asociación, siendo claramente más favorable la valoración de este servicio público a media que se incrementa el número de años de los informantes. Así, mientras entre los más jóvenes, los que tienen de 18 a 24 años, representan sólo algo más de la mitad (52,4%) los que emiten una valoración favorable de la atención, el porcentaje se incrementa a medida que lo hace la edad y llega a situarse en el 76,5% entre los que tienen de 55 a 65 años.
También aparecen con claridad las diferencias de opinión en función del nivel de estudios de los entrevistados. La valoración de la atención sanitaria pública es claramente más favorable entre quienes tienen un nivel de estudios superior. Baste señalar que el porcentaje de quienes emiten una valoración positiva entre quienes tienen estudios universitarios (75,5%) es más de doce puntos superior al de quienes realizan esa misma valoración entre los que tienen estudios primarios o inferiores (63,1%). En sentido inverso se observa que en este último segmento el porcentaje de quienes consideran mala o muy mala la asistencia sanitaria pública (12,0%) es más de cuatro puntos superior al de quienes tienen la misma opinión entre los titulados universitarios (7,5%).
Atendiendo a la orientación política de los informantes las diferencias de opinión son reducidas. A lo sumo se puede señalar que la valoración del servicio público de sanidad es ligeramente más favorable entre los votantes del PSOE y de UP que entre los de PP y Ciudadanos.
A propósito del efecto de la privatización de servicios médicos, la opinión mayoritaria de los ciudadanos es desfavorable, según los resultados de la encuesta de Simple Lógica, aunque menos que hace seis años.
El 46,6% de los entrevistados, porcentaje casi siete puntos inferior al de 2013, opinan que esa privatización haría que la atención sanitaria fuera peor, frente al 19,9% que consideraran que sería igual y el 27,9% que señalan que sería mejor, siendo este último porcentaje diez puntos superior al que se registraba hace seis años.
La proporción de quienes opinan que la privatización de la gestión de algunos servicios médicos empeoraría la atención sanitaria es superior entre los hombres (49,4%), los entrevistados de 55 a 64 años (61,1%), los entrevistados con estudios secundarios (58,4%) o universitarios (56,9%) y los votantes del PSOE (60,2%) y los de Unidos Podemos (81,1%).
Por su parte, la proporción de quienes consideran que la privatización de algunos servicios sanitarios haría que la atención fuera mejor es superior entre los más jóvenes, quienes tienen de 18 a 24 años (34,6%), los que tienen estudios primarios o inferiores (34,8%) y quienes en 2016 votaron al PP (51,6%) y Ciudadanos (36,6%).
Sigue siendo mayoritaria, con un ligero incremento con respecto a 2013, la proporción de ciudadanos partidarios de un modelo de financiación del sistema sanitario que descanse exclusivamente sobre las aportaciones vía impuestos.
El 68,0% de los ciudadanos, casi dos puntos más que hace seis años, se muestran partidarios de que la asistencia sanitaria se pague exclusivamente con los impuestos, mientras que menos de uno de cada cinco (17,8%) está a favor de un pago simbólico, cuando se utilice el servicio, y es totalmente minoritaria la proporción de quienes se inclinan por el pago de una parte de los gastos (6,3%) o de que cada paciente se pague su propia asistencia directamente o mediante un seguro médico (4,5%). Los porcentajes de quienes aluden a estas dos últimas opciones son ligeramente superiores a los que se registraban en 2013.
La proporción de quienes se muestran partidarios de la financiación de la sanidad vía impuestos exclusivamente es significativamente superior entre las mujeres (72,8%), los de 55 a 64 años (74,2%), quienes tienen estudios primarios o inferiores (78,5%) y los votantes del PSOE (76,1%) y UP (80,5%).
Sin embargo, la proporción de quienes sostienen esa misma opinión es significativamente inferior entre los hombres (63,0%), quienes tienen entre 18 y 24 años (61,3%), quienes tienen estudios universitarios (59,4%) y los votantes de PP (57,6%) y Ciudadanos (58,4%).
Representan más de dos de cada tres ciudadanos los que manifiestan haber utilizado en el último año los servicios médicos públicos.
Más de la mitad de los entrevistados (52,7%) manifiestan haber acudido sólo a un médico o centro sanitario público en el último año, frente a un 11,5% que representan quienes sólo han utilizado un servicio sanitario privado y un 15,4% que suponen los que han utilizado tanto un servicio público como privado.
Las variaciones con respecto a 2013 son muy reducidas: se incrementa ligeramente la proporción de quienes utilizan algún servicio médico y específicamente la proporción de quienes utilizan sólo un servicio privado o compatibilizan este con el público, en tanto que desciende también sólo ligeramente el porcentaje de quienes han utilizado solo la sanidad pública.
El porcentaje de quienes han utilizado solo los servicios médicos públicos es significativamente superior entre las mujeres (55,7%), los mayores de 55 años (≥58,4%), entrevistados con estudios universitarios (18,6%), quienes tienen estudios primarios o inferiores (62,9%) y los votantes del PSOE (61,7%) y UP (61,9%).
Por su parte, la proporción de quienes declaran haber utilizado solo servicios médicos privados es significativamente superior entre los hombres (13,9%) y quienes tienen estudios universitarios (18,6%).
Efectivamente, el 67,6% de los españoles consideran que la atención sanitaria pública en España es buena (46,1%) o muy buena (21,5%), mientras que algo más de uno de cada cinco (22,1%) la califican de regular y no llegan a uno de cada diez los que la consideran mala (5,7%) o muy mala (3,7%).
Estos datos suponen una clara mejoría con respecto a hace seis años, ya que en 2013 el porcentaje de quienes emitían una valoración favorable de la atención sanitaria pública era más de seis puntos inferior, en tanto que el de los que la valoraban como regular era cinco puntos superior y el de los que la calificaban de forma negativa algo menos de un punto también superior.
La valoración de la atención sanitaria pública varía claramente en función del sexo, edad, nivel de estudios y, en menor medida, la orientación política de los ciudadanos.
A este propósito hay que señalar que el porcentaje de quienes la califican como buena o muy buena la atención sanitaria pública es superior entre las mujeres (69,9%) que entre los hombres 65,9%, mientras que atendiendo a la edad se observa una clara asociación, siendo claramente más favorable la valoración de este servicio público a media que se incrementa el número de años de los informantes. Así, mientras entre los más jóvenes, los que tienen de 18 a 24 años, representan sólo algo más de la mitad (52,4%) los que emiten una valoración favorable de la atención, el porcentaje se incrementa a medida que lo hace la edad y llega a situarse en el 76,5% entre los que tienen de 55 a 65 años.
También aparecen con claridad las diferencias de opinión en función del nivel de estudios de los entrevistados. La valoración de la atención sanitaria pública es claramente más favorable entre quienes tienen un nivel de estudios superior. Baste señalar que el porcentaje de quienes emiten una valoración positiva entre quienes tienen estudios universitarios (75,5%) es más de doce puntos superior al de quienes realizan esa misma valoración entre los que tienen estudios primarios o inferiores (63,1%). En sentido inverso se observa que en este último segmento el porcentaje de quienes consideran mala o muy mala la asistencia sanitaria pública (12,0%) es más de cuatro puntos superior al de quienes tienen la misma opinión entre los titulados universitarios (7,5%).
Atendiendo a la orientación política de los informantes las diferencias de opinión son reducidas. A lo sumo se puede señalar que la valoración del servicio público de sanidad es ligeramente más favorable entre los votantes del PSOE y de UP que entre los de PP y Ciudadanos.
A propósito del efecto de la privatización de servicios médicos, la opinión mayoritaria de los ciudadanos es desfavorable, según los resultados de la encuesta de Simple Lógica, aunque menos que hace seis años.
El 46,6% de los entrevistados, porcentaje casi siete puntos inferior al de 2013, opinan que esa privatización haría que la atención sanitaria fuera peor, frente al 19,9% que consideraran que sería igual y el 27,9% que señalan que sería mejor, siendo este último porcentaje diez puntos superior al que se registraba hace seis años.
La proporción de quienes opinan que la privatización de la gestión de algunos servicios médicos empeoraría la atención sanitaria es superior entre los hombres (49,4%), los entrevistados de 55 a 64 años (61,1%), los entrevistados con estudios secundarios (58,4%) o universitarios (56,9%) y los votantes del PSOE (60,2%) y los de Unidos Podemos (81,1%).
Por su parte, la proporción de quienes consideran que la privatización de algunos servicios sanitarios haría que la atención fuera mejor es superior entre los más jóvenes, quienes tienen de 18 a 24 años (34,6%), los que tienen estudios primarios o inferiores (34,8%) y quienes en 2016 votaron al PP (51,6%) y Ciudadanos (36,6%).
Sigue siendo mayoritaria, con un ligero incremento con respecto a 2013, la proporción de ciudadanos partidarios de un modelo de financiación del sistema sanitario que descanse exclusivamente sobre las aportaciones vía impuestos.
El 68,0% de los ciudadanos, casi dos puntos más que hace seis años, se muestran partidarios de que la asistencia sanitaria se pague exclusivamente con los impuestos, mientras que menos de uno de cada cinco (17,8%) está a favor de un pago simbólico, cuando se utilice el servicio, y es totalmente minoritaria la proporción de quienes se inclinan por el pago de una parte de los gastos (6,3%) o de que cada paciente se pague su propia asistencia directamente o mediante un seguro médico (4,5%). Los porcentajes de quienes aluden a estas dos últimas opciones son ligeramente superiores a los que se registraban en 2013.
La proporción de quienes se muestran partidarios de la financiación de la sanidad vía impuestos exclusivamente es significativamente superior entre las mujeres (72,8%), los de 55 a 64 años (74,2%), quienes tienen estudios primarios o inferiores (78,5%) y los votantes del PSOE (76,1%) y UP (80,5%).
Sin embargo, la proporción de quienes sostienen esa misma opinión es significativamente inferior entre los hombres (63,0%), quienes tienen entre 18 y 24 años (61,3%), quienes tienen estudios universitarios (59,4%) y los votantes de PP (57,6%) y Ciudadanos (58,4%).
Representan más de dos de cada tres ciudadanos los que manifiestan haber utilizado en el último año los servicios médicos públicos.
Más de la mitad de los entrevistados (52,7%) manifiestan haber acudido sólo a un médico o centro sanitario público en el último año, frente a un 11,5% que representan quienes sólo han utilizado un servicio sanitario privado y un 15,4% que suponen los que han utilizado tanto un servicio público como privado.
Las variaciones con respecto a 2013 son muy reducidas: se incrementa ligeramente la proporción de quienes utilizan algún servicio médico y específicamente la proporción de quienes utilizan sólo un servicio privado o compatibilizan este con el público, en tanto que desciende también sólo ligeramente el porcentaje de quienes han utilizado solo la sanidad pública.
El porcentaje de quienes han utilizado solo los servicios médicos públicos es significativamente superior entre las mujeres (55,7%), los mayores de 55 años (≥58,4%), entrevistados con estudios universitarios (18,6%), quienes tienen estudios primarios o inferiores (62,9%) y los votantes del PSOE (61,7%) y UP (61,9%).
Por su parte, la proporción de quienes declaran haber utilizado solo servicios médicos privados es significativamente superior entre los hombres (13,9%) y quienes tienen estudios universitarios (18,6%).
