CARTA de Leo Heileman, Director Regional para Am茅rica Latina y El Caribe de ONU Medio Ambiente.
El derecho al aire limpio es un derecho humano. Si no podemos respirar aire limpio, no podemos gozar de salud, no podemos vivir a plenitud. As铆 de simple.
La contaminaci贸n atmosf茅rica es el desaf铆o ambiental m谩s acuciante de nuestros tiempos.
Por eso este a帽o el tema del D铆a Mundial del Medio Ambiente es lograr un planeta #SinContaminaci贸nDelAire.
El aire contaminado mata prematuramente a 800 personas cada hora en el planeta. En las Am茅ricas, m谩s de 300.000 personas mueren cada a帽o a causa de la mala calidad del aire. Todo nuestro cuerpo, de la cabeza a los pies, resulta afectado cuando inhalamos gases venenosos que circulan en el aire de nuestras ciudades y campos. No hay regi贸n en la Tierra que se libre de este mal, que causa un cuarto de los casos de embolia, c谩ncer de pulm贸n y enfermedades del coraz贸n.
Los costos de la contaminaci贸n atmosf茅rica exceden $US 5 trillones al a帽o, seg煤n el Banco Mundial.
Las regiones del Mediterr谩neo Oriental y de Asia Sudoriental son las m谩s afectadas en el mundo. En Am茅rica Latina y el Caribe varias capitales o megal贸polis no han cumplido los est谩ndares de calidad del aire de OMS, entre ellas: Santiago de Chile, Lima, Ciudad de M茅xico, La Paz, Buenos Aires o Sao Paulo.
Pero no siempre las capitales son las m谩s afectadas. A menudo son ciudades m谩s peque帽as las que llevan la peor parte. Santa Gertrudis en Brasil, Coyhaique en Chile o Santo Domingo en Ecuador estuvieron en 2018 entre las 10 ciudades de las Am茅ricas que no cumplieron los est谩ndares en material particulado.
Porque la contaminaci贸n atmosf茅rica es tambi茅n un indicador de la tremenda desigualdad imperante: 97 por ciento de las ciudades en pa铆ses de ingresos bajos y medios con m谩s de 100,000 habitantes no cumplen con las pautas de calidad del aire. Ese porcentaje cae a 49 en los pa铆ses de altos ingresos.
Los m谩s vulnerables son siempre los que pagan el precio m谩s alto en t茅rminos de degradaci贸n ambiental. Y es deber de los Estados protegerlos, tal como lo consign贸 en su reporte de marzo de 2019 el Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos y el medio ambiente, David Boyd.
El derecho a un medio ambiente saludable est谩 consagrado en las constituciones de al menos 100 pa铆ses en el mundo. Ha habido avances sustantivos en pol铆ticas p煤blicas por un aire limpio en la 煤ltima d茅cada, pero hay que apretar el acelerador. Ya tenemos las soluciones y ya sabemos qu茅 es lo que hay que hacer: mejorar el monitoreo de la calidad del aire, instaurar controles m谩s estrictos para las emisiones de automotores, promover el transporte p煤blico sostenible y limitar los gases de efecto invernadero de la industria y la agricultura. Asimismo, debemos ampliar los espacios verdes en las urbes, reducir el uso de le帽a en los hogares y la quema de basura, controlar incendios e impulsar la eficiencia energ茅tica y las energ铆as renovables.
La sociedad civil tiene mucho que aportar, inform谩ndose y ejerciendo presi贸n. Pero es deber de los Estados y de las industrias promover las pol铆ticas p煤blicas que son necesarias y urgentes. Y son tan urgentes porque la contaminaci贸n del aire est谩 inextricablemente ligada al cambio clim谩tico. Muchos de los gases que contaminan el aire, son tambi茅n de efecto invernadero. Controlarlos es clave para evitar una crisis clim谩tica de consecuencias catastr贸ficas.
Nadie en el planeta deber铆a tener que escoger entre salir a la calle con una mascarilla o quedarse encerrado en casa. No, nuestro derecho es vivir a plenitud al aire libre en ciudades y 谩reas rurales sostenibles y resilientes. Nuestro derecho es a vivir en un planeta #SinContaminaci贸nDelAire.
El derecho al aire limpio es un derecho humano. Si no podemos respirar aire limpio, no podemos gozar de salud, no podemos vivir a plenitud. As铆 de simple.
La contaminaci贸n atmosf茅rica es el desaf铆o ambiental m谩s acuciante de nuestros tiempos.
Por eso este a帽o el tema del D铆a Mundial del Medio Ambiente es lograr un planeta #SinContaminaci贸nDelAire.
El aire contaminado mata prematuramente a 800 personas cada hora en el planeta. En las Am茅ricas, m谩s de 300.000 personas mueren cada a帽o a causa de la mala calidad del aire. Todo nuestro cuerpo, de la cabeza a los pies, resulta afectado cuando inhalamos gases venenosos que circulan en el aire de nuestras ciudades y campos. No hay regi贸n en la Tierra que se libre de este mal, que causa un cuarto de los casos de embolia, c谩ncer de pulm贸n y enfermedades del coraz贸n.
Los costos de la contaminaci贸n atmosf茅rica exceden $US 5 trillones al a帽o, seg煤n el Banco Mundial.
Las regiones del Mediterr谩neo Oriental y de Asia Sudoriental son las m谩s afectadas en el mundo. En Am茅rica Latina y el Caribe varias capitales o megal贸polis no han cumplido los est谩ndares de calidad del aire de OMS, entre ellas: Santiago de Chile, Lima, Ciudad de M茅xico, La Paz, Buenos Aires o Sao Paulo.
Pero no siempre las capitales son las m谩s afectadas. A menudo son ciudades m谩s peque帽as las que llevan la peor parte. Santa Gertrudis en Brasil, Coyhaique en Chile o Santo Domingo en Ecuador estuvieron en 2018 entre las 10 ciudades de las Am茅ricas que no cumplieron los est谩ndares en material particulado.
Porque la contaminaci贸n atmosf茅rica es tambi茅n un indicador de la tremenda desigualdad imperante: 97 por ciento de las ciudades en pa铆ses de ingresos bajos y medios con m谩s de 100,000 habitantes no cumplen con las pautas de calidad del aire. Ese porcentaje cae a 49 en los pa铆ses de altos ingresos.
Los m谩s vulnerables son siempre los que pagan el precio m谩s alto en t茅rminos de degradaci贸n ambiental. Y es deber de los Estados protegerlos, tal como lo consign贸 en su reporte de marzo de 2019 el Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos y el medio ambiente, David Boyd.
El derecho a un medio ambiente saludable est谩 consagrado en las constituciones de al menos 100 pa铆ses en el mundo. Ha habido avances sustantivos en pol铆ticas p煤blicas por un aire limpio en la 煤ltima d茅cada, pero hay que apretar el acelerador. Ya tenemos las soluciones y ya sabemos qu茅 es lo que hay que hacer: mejorar el monitoreo de la calidad del aire, instaurar controles m谩s estrictos para las emisiones de automotores, promover el transporte p煤blico sostenible y limitar los gases de efecto invernadero de la industria y la agricultura. Asimismo, debemos ampliar los espacios verdes en las urbes, reducir el uso de le帽a en los hogares y la quema de basura, controlar incendios e impulsar la eficiencia energ茅tica y las energ铆as renovables.
La sociedad civil tiene mucho que aportar, inform谩ndose y ejerciendo presi贸n. Pero es deber de los Estados y de las industrias promover las pol铆ticas p煤blicas que son necesarias y urgentes. Y son tan urgentes porque la contaminaci贸n del aire est谩 inextricablemente ligada al cambio clim谩tico. Muchos de los gases que contaminan el aire, son tambi茅n de efecto invernadero. Controlarlos es clave para evitar una crisis clim谩tica de consecuencias catastr贸ficas.
Nadie en el planeta deber铆a tener que escoger entre salir a la calle con una mascarilla o quedarse encerrado en casa. No, nuestro derecho es vivir a plenitud al aire libre en ciudades y 谩reas rurales sostenibles y resilientes. Nuestro derecho es a vivir en un planeta #SinContaminaci贸nDelAire.