OPINI脫N de Ollantay Itzamn谩.- En una coyuntura electoral nacional bastante “at铆pica” y ap谩tica se “filtr贸” informaci贸n sobre la solicitud que hiciese el actual Presidente de la Rep煤blica de Guatemala al gobierno norteamericano para la “ampliaci贸n de la presencia militar humanitaria de los EEUU en el territorio de Guatemala”. S铆, as铆 como lo lee: un gobierno soberano pidiendo intervenci贸n militar extranjera en su peque帽o territorio.
En los hechos, el intervencionismo violento norteamericano en Guatemala, posterior al golpe militar de 1954, jam谩s ces贸. A partir de 1978 la intervenci贸n militar sustituy贸 el uso del camuflaje por el esmoquin. El soberano en Guatemala sigui贸 siendo la Embajada norteamericana.
Esta solicitud vergonzosa resume, en buena medida, la tr谩gica situaci贸n en la que se encuentra el aparente Estado y sociedad guatemalteca. No hay autoridad, no existe sentido de comunidad pol铆tica imagina en la sociedad. La ilegalidad se impuso sobre la deficitaria legalidad en administraci贸n p煤blica y en la vida cotidiana. La macro econom铆a funciona a “control remoto”, oxigenado por frescos y millonarios narcod贸lares que circulan libremente en el pa铆s, mientras 7 de cada 10 guatemaltecos sobrevive en el hilo del empobrecimiento. Guatemala, como pa铆s y como Estado est谩 quebrado. Y esto no se compone con un rito electoral. Lo sabe su Presidente (el mejor pagado de Latinoam茅rica).
Partidos pol铆ticos envejecidos y v铆ctimas de sus miedos
Lo dantesco de esta tr谩gica estampa guatemalteca no es tanto la renovada presencia militar humanitaria gringa, ni la desigualdad socioecon贸mica que asesina a millones de sus ni帽os, sino la “natural” complicidad de los partidos pol铆ticos de derecha e izquierda que se niegan a plantear/debatir abiertamente la urgente necesidad de un proceso de Asamblea Constituyente ampliado para consensuar nuevas reglas de convivencia, y un nuevo proyecto de pa铆s y de Estado.
Los candidatos pol铆ticos de derecha e izquierda saben que el bicentenario Estado naci贸n jam谩s pudo ser, y ahora, padece una enfermedad terminal (fruto de sus contradicciones internas). Tambi茅n saben que la soluci贸n es un nuevo Contrato Social Plurinacional. Pero, presos de sus miedos y s铆ndromes de autoderrota se resisten a suministrar la medicina necesaria que requiere el pa铆s.
En la reciente memoria colectiva de los pueblos de Guatemala a煤n est谩 presente las dolorosas consecuencias de la opci贸n militar. Fueron cerca de 200 mil vidas asesinadas/desaparecidas en 36 a帽os del conflicto armado interno promovido y financiado por el gobierno norteamericano. Terrible historia que convirti贸 a esta Guatemala promisoria y rica en el pa铆s m谩s desnutrido y empobrecido de Am茅rica Latina.
Ind铆genas y campesinos impulsan proceso Constituyente Plurinacional
En esta larga oscuridad radiante en ausencia de ideas, se posiciona un nuevo actor sociopol铆tico popular y plurinacional. Es el Movimiento para la Liberaci贸n de los Pueblos (MLP), uno de los 21 partidos pol铆ticos que participa en la contienda electoral del pr贸ximo 16 de junio para elegir Presidente y Vicepresidente, 160 diputados, 340 corporaciones municipales y 20 diputados al Parlamento Centroamericano.
El MLP, cuya candidata a la presidencia es Thelma Cabrera, ind铆gena maya mam, plantea e impulsa un proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional para debatir y consensuar una nueva Constituci贸n Pol铆tica, un nuevo Estado Plurinacional.
Esta organizaci贸n pol铆tica, que fue creado y se asume como instrumento pol铆tico de los pueblos, recoge y canaliza las postergadas demandas de los cuatro pueblos. No s贸lo expone y propone los contenidos para la nueva Constituci贸n Pol铆tica Plurinacional, resumido en 14 temas, sino tambi茅n plantea la metodolog铆a y modalidad de c贸mo avanzar hacia el proceso constituyente plurinacional.
En la cr铆tica coyuntura electoral de Guatemala, que oficialmente clama por mayor intervenci贸n militar norteamericano, el MLP se constituye en la 煤nica alternativa electoral que puede prevenir a este pa铆s de ra铆ces milenarias de otro ciclo cruento de militarismo sanguinario.
El MLP plantea que su objetivo final “no es ganar las elecciones”, sino acelerar y posibilitar un proceso de Asamblea Constituyente y revisar los contratos de privatizaci贸n de los bienes y servicios. Adem谩s, con su novedosa modalidad de hacer campa帽a electoral austera, su programa de gobierno de cambios estructurales, y con su narrativa 茅tica sin precedentes ya est谩 aportando a la democratizaci贸n de la democracia guatemalteca tan af铆n al camuflaje y bayonetas militares .
En los hechos, el intervencionismo violento norteamericano en Guatemala, posterior al golpe militar de 1954, jam谩s ces贸. A partir de 1978 la intervenci贸n militar sustituy贸 el uso del camuflaje por el esmoquin. El soberano en Guatemala sigui贸 siendo la Embajada norteamericana.
Esta solicitud vergonzosa resume, en buena medida, la tr谩gica situaci贸n en la que se encuentra el aparente Estado y sociedad guatemalteca. No hay autoridad, no existe sentido de comunidad pol铆tica imagina en la sociedad. La ilegalidad se impuso sobre la deficitaria legalidad en administraci贸n p煤blica y en la vida cotidiana. La macro econom铆a funciona a “control remoto”, oxigenado por frescos y millonarios narcod贸lares que circulan libremente en el pa铆s, mientras 7 de cada 10 guatemaltecos sobrevive en el hilo del empobrecimiento. Guatemala, como pa铆s y como Estado est谩 quebrado. Y esto no se compone con un rito electoral. Lo sabe su Presidente (el mejor pagado de Latinoam茅rica).
Partidos pol铆ticos envejecidos y v铆ctimas de sus miedos
Lo dantesco de esta tr谩gica estampa guatemalteca no es tanto la renovada presencia militar humanitaria gringa, ni la desigualdad socioecon贸mica que asesina a millones de sus ni帽os, sino la “natural” complicidad de los partidos pol铆ticos de derecha e izquierda que se niegan a plantear/debatir abiertamente la urgente necesidad de un proceso de Asamblea Constituyente ampliado para consensuar nuevas reglas de convivencia, y un nuevo proyecto de pa铆s y de Estado.
Los candidatos pol铆ticos de derecha e izquierda saben que el bicentenario Estado naci贸n jam谩s pudo ser, y ahora, padece una enfermedad terminal (fruto de sus contradicciones internas). Tambi茅n saben que la soluci贸n es un nuevo Contrato Social Plurinacional. Pero, presos de sus miedos y s铆ndromes de autoderrota se resisten a suministrar la medicina necesaria que requiere el pa铆s.
En la reciente memoria colectiva de los pueblos de Guatemala a煤n est谩 presente las dolorosas consecuencias de la opci贸n militar. Fueron cerca de 200 mil vidas asesinadas/desaparecidas en 36 a帽os del conflicto armado interno promovido y financiado por el gobierno norteamericano. Terrible historia que convirti贸 a esta Guatemala promisoria y rica en el pa铆s m谩s desnutrido y empobrecido de Am茅rica Latina.
Ind铆genas y campesinos impulsan proceso Constituyente Plurinacional
En esta larga oscuridad radiante en ausencia de ideas, se posiciona un nuevo actor sociopol铆tico popular y plurinacional. Es el Movimiento para la Liberaci贸n de los Pueblos (MLP), uno de los 21 partidos pol铆ticos que participa en la contienda electoral del pr贸ximo 16 de junio para elegir Presidente y Vicepresidente, 160 diputados, 340 corporaciones municipales y 20 diputados al Parlamento Centroamericano.
El MLP, cuya candidata a la presidencia es Thelma Cabrera, ind铆gena maya mam, plantea e impulsa un proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional para debatir y consensuar una nueva Constituci贸n Pol铆tica, un nuevo Estado Plurinacional.
Esta organizaci贸n pol铆tica, que fue creado y se asume como instrumento pol铆tico de los pueblos, recoge y canaliza las postergadas demandas de los cuatro pueblos. No s贸lo expone y propone los contenidos para la nueva Constituci贸n Pol铆tica Plurinacional, resumido en 14 temas, sino tambi茅n plantea la metodolog铆a y modalidad de c贸mo avanzar hacia el proceso constituyente plurinacional.
En la cr铆tica coyuntura electoral de Guatemala, que oficialmente clama por mayor intervenci贸n militar norteamericano, el MLP se constituye en la 煤nica alternativa electoral que puede prevenir a este pa铆s de ra铆ces milenarias de otro ciclo cruento de militarismo sanguinario.
El MLP plantea que su objetivo final “no es ganar las elecciones”, sino acelerar y posibilitar un proceso de Asamblea Constituyente y revisar los contratos de privatizaci贸n de los bienes y servicios. Adem谩s, con su novedosa modalidad de hacer campa帽a electoral austera, su programa de gobierno de cambios estructurales, y con su narrativa 茅tica sin precedentes ya est谩 aportando a la democratizaci贸n de la democracia guatemalteca tan af铆n al camuflaje y bayonetas militares .