La publicaci贸n de la Segunda Parte del Quijote no tuvo en el reino de Castilla –ni de lejos-, el mismo 茅xito editorial que la Primera.
Alc谩zar de San Juan, 22-07-2019.- El Quijote de Cervantes es el libro m谩s traducido despu茅s de la Biblia, consta de dos partes, la primera publicada en 1605, titulada El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, fue un 茅xito de ventas y de aceptaci贸n por parte del p煤blico y que s贸lo en su primer a帽o de vida tuvieron que estamparse seis ediciones en castellano. Tambi茅n a nivel europeo alcanz贸 gran repercusi贸n traduci茅ndose de forma inmediata al ingl茅s en 1612 (Edici贸n de Thomas Shelton) y al franc茅s en 1614 (edici贸n de Cesar Oudin). De todas formas, en nuestro pa铆s sus seis ediciones supusieron un 茅xito relativo, no siendo el best seller de la 茅poca, gozando de ese honor El Guzm谩n de Alfarache, obra publicada en 1599, escrita por Mateo Alem谩n y de la que se imprimieron nada menos que veinte reediciones en sus primeros cinco a帽os de vida.
Hubo que esperar diez a帽os para que el p煤blico pudiese leer la segunda parte del Quijote de Cervantes, titulada El ingenioso Caballero Don Quijote de Mancha, fue impresa en 1615 y nadie esperaba ya una continuaci贸n por parte del autor, as铆 lo reconoci贸 el bi贸grafo cervantino Jos茅 Manuel Luc铆a Meg铆as en una conferencia titulada “Cervantes, una vida por narrar” en la programaci贸n del #Querote19, hasta el punto que seg煤n el experto estudioso de la obra de Cervantes al fallecimiento de Francisco de Robles (ocurrida en 1623, ocho a帽os despu茅s de la edici贸n de la obra), a煤n quedaban sin vender en sus almacenes 366 ejemplares de una 煤nica tirada (que en la edici贸n Pr铆nceps de la Primera Parte sabemos que fue de entre 1.500 y 1.750 ejemplares).
Como es sabido antes de la publicaci贸n de la segunda parte de Cervantes en 1615, fue publicada en 1614 una continuaci贸n de las aventuras de don Quijote, la segunda parte ap贸crifa de un desconocido que utiliz贸 el seud贸nimo de Alonso Fern谩ndez de Avellaneda, de la cual, sabemos que hubo al menos dos ediciones, gracias al investigador cervantino Enrique Su谩rez Figaredo -toda una autoridad en el tema-, que se percat贸 que de los cuatro ejemplares que dispon铆a la Biblioteca Nacional de Espa帽a del Quijote de Avellaneda, uno de ellos era diferente trat谩ndose de un ejemplar de la primera edici贸n y correspondiendo los otros tres a la segunda. Es decir, que de la segunda parte del Quijote conocido como de Avellaneda, hubo m谩s ediciones que de la del propio Cervantes.
Resulta una verdadera paradoja que siendo la segunda parte de Cervantes muy superior en estilo y en recursos literarios a la primera y en la que realmente verti贸 el autor su experiencia y su sabidur铆a, al final resultase un fiasco en las ventas y no obtuviera el esperado 茅xito. Al final el tal Avellaneda pareci贸 salirse con la suya, cuando ya en el pr贸logo de su obra le comunicaba a Cervantes que con su continuaci贸n de la primera parte iba a dejar en un segundo plano a la segunda de Cervantes (de la que 茅ste ya hab铆a anunciado su salida a la luz en el pr贸logo de sus Novelas ejemplarespublicadas en 1613) y poniendo negro sobre blanco que le iba a quitar la ganancia de la novela de Cervantes anticip谩ndose as铆 a su publicaci贸n.
Otras obras de Cervantes que tuvieron gran 茅xito, m谩s incluso que la primera parte del Quijote, fueron las ya mencionadas Novelas ejemplares publicadas en 1613, de estas hubo 8 reediciones entre 1613 y 1622 (sin ejemplares en inventario fechado en 1623 de Francisco de Robles ) y por la que pensaba Cervantes que iba a pasar a la posteridad (no fue as铆), pero que en su momento fue la que m谩s prestigio le dio, titulada Los trabajos de Persiles y Sigismunda, con sus 5 reediciones en 1617 en 5 ciudades diferentes, Paris, Barcelona, Valencia, Pamplona y Lisboa.
En el momento de su impresi贸n el Quijote se valor贸 por los lectores de la 茅poca especialmente por su car谩cter humor铆stico y no trascendente, no alcanzando otro nivel de lectura, que el c贸mico.
Los lectores ingleses y alemanes del siglo XVIII, fueron los que otorgaron la relevancia mundial que hoy tiene, especialmente el romanticismo alem谩n, que seg煤n expone Francisco Rico en su trabajo Tiempos del Quijote, quisieron ver en don Quijote una exaltaci贸n del idealismo.
La segunda parte de Cervantes es sin duda la m谩s genial de todas sus obras, pero ni los lectores de la 茅poca, ni los de dentro de nuestras fronteras lo valoraron as铆, sino que tuvieron que ser los extranjeros quienes pusieran en valor las virtudes que la obra atesora.
Alonso M. Cobo. Sociedad Cervantina de Alc谩zar de San Juan
Alc谩zar de San Juan, 22-07-2019.- El Quijote de Cervantes es el libro m谩s traducido despu茅s de la Biblia, consta de dos partes, la primera publicada en 1605, titulada El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, fue un 茅xito de ventas y de aceptaci贸n por parte del p煤blico y que s贸lo en su primer a帽o de vida tuvieron que estamparse seis ediciones en castellano. Tambi茅n a nivel europeo alcanz贸 gran repercusi贸n traduci茅ndose de forma inmediata al ingl茅s en 1612 (Edici贸n de Thomas Shelton) y al franc茅s en 1614 (edici贸n de Cesar Oudin). De todas formas, en nuestro pa铆s sus seis ediciones supusieron un 茅xito relativo, no siendo el best seller de la 茅poca, gozando de ese honor El Guzm谩n de Alfarache, obra publicada en 1599, escrita por Mateo Alem谩n y de la que se imprimieron nada menos que veinte reediciones en sus primeros cinco a帽os de vida.
Hubo que esperar diez a帽os para que el p煤blico pudiese leer la segunda parte del Quijote de Cervantes, titulada El ingenioso Caballero Don Quijote de Mancha, fue impresa en 1615 y nadie esperaba ya una continuaci贸n por parte del autor, as铆 lo reconoci贸 el bi贸grafo cervantino Jos茅 Manuel Luc铆a Meg铆as en una conferencia titulada “Cervantes, una vida por narrar” en la programaci贸n del #Querote19, hasta el punto que seg煤n el experto estudioso de la obra de Cervantes al fallecimiento de Francisco de Robles (ocurrida en 1623, ocho a帽os despu茅s de la edici贸n de la obra), a煤n quedaban sin vender en sus almacenes 366 ejemplares de una 煤nica tirada (que en la edici贸n Pr铆nceps de la Primera Parte sabemos que fue de entre 1.500 y 1.750 ejemplares).
Como es sabido antes de la publicaci贸n de la segunda parte de Cervantes en 1615, fue publicada en 1614 una continuaci贸n de las aventuras de don Quijote, la segunda parte ap贸crifa de un desconocido que utiliz贸 el seud贸nimo de Alonso Fern谩ndez de Avellaneda, de la cual, sabemos que hubo al menos dos ediciones, gracias al investigador cervantino Enrique Su谩rez Figaredo -toda una autoridad en el tema-, que se percat贸 que de los cuatro ejemplares que dispon铆a la Biblioteca Nacional de Espa帽a del Quijote de Avellaneda, uno de ellos era diferente trat谩ndose de un ejemplar de la primera edici贸n y correspondiendo los otros tres a la segunda. Es decir, que de la segunda parte del Quijote conocido como de Avellaneda, hubo m谩s ediciones que de la del propio Cervantes.
Resulta una verdadera paradoja que siendo la segunda parte de Cervantes muy superior en estilo y en recursos literarios a la primera y en la que realmente verti贸 el autor su experiencia y su sabidur铆a, al final resultase un fiasco en las ventas y no obtuviera el esperado 茅xito. Al final el tal Avellaneda pareci贸 salirse con la suya, cuando ya en el pr贸logo de su obra le comunicaba a Cervantes que con su continuaci贸n de la primera parte iba a dejar en un segundo plano a la segunda de Cervantes (de la que 茅ste ya hab铆a anunciado su salida a la luz en el pr贸logo de sus Novelas ejemplarespublicadas en 1613) y poniendo negro sobre blanco que le iba a quitar la ganancia de la novela de Cervantes anticip谩ndose as铆 a su publicaci贸n.
Otras obras de Cervantes que tuvieron gran 茅xito, m谩s incluso que la primera parte del Quijote, fueron las ya mencionadas Novelas ejemplares publicadas en 1613, de estas hubo 8 reediciones entre 1613 y 1622 (sin ejemplares en inventario fechado en 1623 de Francisco de Robles ) y por la que pensaba Cervantes que iba a pasar a la posteridad (no fue as铆), pero que en su momento fue la que m谩s prestigio le dio, titulada Los trabajos de Persiles y Sigismunda, con sus 5 reediciones en 1617 en 5 ciudades diferentes, Paris, Barcelona, Valencia, Pamplona y Lisboa.
En el momento de su impresi贸n el Quijote se valor贸 por los lectores de la 茅poca especialmente por su car谩cter humor铆stico y no trascendente, no alcanzando otro nivel de lectura, que el c贸mico.
Los lectores ingleses y alemanes del siglo XVIII, fueron los que otorgaron la relevancia mundial que hoy tiene, especialmente el romanticismo alem谩n, que seg煤n expone Francisco Rico en su trabajo Tiempos del Quijote, quisieron ver en don Quijote una exaltaci贸n del idealismo.
La segunda parte de Cervantes es sin duda la m谩s genial de todas sus obras, pero ni los lectores de la 茅poca, ni los de dentro de nuestras fronteras lo valoraron as铆, sino que tuvieron que ser los extranjeros quienes pusieran en valor las virtudes que la obra atesora.
Alonso M. Cobo. Sociedad Cervantina de Alc谩zar de San Juan