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¿Franco está en el cielo? Preguntadle al nuncio Fratini

OPINIÓN de Joan del Alcàzar.- Sí, amable lector, estoy cansado o, aún más, estoy agotado por mi tozudez al intentar entender cómo está rodando el mundo desde hace un tiempo. La que me faltaba para acabarme de rematar ha sido la entrevista al embajador del Vaticano Renzo Fratini en la agencia EFE. Me ha provocado no sólo irritación y desazón, sino también una serie de preguntas que bordean el absurdo. O son directamente absurdas. Está claro que necesito vacaciones con urgencia.

Ya era duro para mí comprobar día tras día cuán grande es el segmento de ciudadanos occidentales con los que no sintonizo en casi nada. Estoy muy lejos, más o menos como a la distancia a la que está Saturno, de aquellos -hombres y mujeres- que apoyan a los Orban, los Salvini, los Trump, los Bolsonaro, los Johnson (Boris); provengo, parece, de una galaxia distinta a la de los que votan por ellos y por sus políticas perversas, insolidarias, mezquinas y, también, inhumanas. Ved el trato que dan a los inmigrantes, si pensáis que me excedo en los calificativos.

En la vieja Hispania, los compañeros de armas de este grupo de agresores son el Trío de Colón. Como las urnas no les dieron el poder total que siempre ansían, han adoptado el método de embarrar el campo de juego político al máximo para mantener activados a sus partidarios y desgastar al máximo a los que no lo somos. El caso es enturbiar las aguas de la cosa pública, marear al personal, asustarlo con amenazas ficticias o reales con el fin de excitar las pulsiones más bajas del ser humano. Y rentabilizarlo todo en beneficio propio, claro.

Lo más preocupante, con todo, es que los que votan por ellos parece que no les importa ni siquiera asfixiarse con la contaminación de Madrid, ni la amenaza a los derechos fundamentales que son bandera de la fracción más extrema de esa derecha tricéfala. Que quieren acabar con las pensiones, que quieren acabar con los avances de la lucha de las mujeres durante las últimas décadas, que quieren acabar con la sanidad y la educación pública ... No pasa nada. Todo lo bendicen sus votantes. Detrás de una inmensa, verdaderamente inmensa bandera española, esconden ahora las banderas autoritarias que la derecha hispana no se atrevía a ondear más que en privado, mientras que ahora la existencia de Vox se lo permite en público sin complejos ni problemas.

Pues bien, la derecha tricéfala, nacionalista a más no poder, no ha dicho ni pío sobre la injerencia en asuntos internos españoles del ahora ya ex Nuncio de la Santa Sede en Madrid, Renzo Fratini. El recientemente despedido embajador del Vaticano declaró, a propósito de Franco y Cuelgamuros, lo siguiente: "Sinceramente, hay tantos problemas en el mundo y en España. ¿Por qué resucitarlo? Yo digo que han resucitado a Franco. Dejarlo en paz era mejor, la mayoría de la gente, de los políticos, tiene esta idea porque han pasado 40 años de la muerte, ha hecho lo que ha hecho, Dios juzgará. No ayuda a vivir mejor recordar algo que ha provocado una guerra civil". El señor Fratini ha añadido que "la resurrección" de Franco la ha ordenado el Gobierno por "motivos ideológicos".

Ha ignorado el dignatario papal que no estamos ante una decisión unilateral del gobierno de Pedro Sánchez, sino ante una resolución del Parlamento español, aprobada sin ningún voto en contra. Ante esto, la derecha tricéfala, tan excitable como es ante cualquier ofensa a la soberanía española, no ha dicho ni palabra. Les han parecido de lo más oportunas las palabras del tal Fratini.

Con todo, más allá del terremoto diplomático, sorprende que una voz tan autorizada de la Iglesia de Roma afirme que Dios juzgará a Franco. ¿Juzgará?

¿Tan atascada está la justicia divina que tiene pendiente el caso desde 1975? Ciertamente no había pensado en el asunto, pero ahora que el ex Nuncio Fratini lo dice, me sorprende que Franco no se esté chamuscándose en la zona más caliente del infierno desde el día siguiente del 20N de 1975, y que esté muy cerca de otros criminales de lesa humanidad.

No sé si el retraso será tanto, pero... ¿estarán Hitler o Stalin, que murieron en los cuarenta y los cincuenta del siglo pasado, también a la espera de juicio? ¿Estarán Pinochet o Videla, que abandonaron la vida terrenal más recientemente, aún sin juzgar? ¿Pueden prescribir los crímenes contra la Humanidad en el ámbito divino?

Con todo, con prescripción o sin, me pregunto ¿dónde estará Franco mientras espera el juicio divino. ¿Estará en prisión preventiva en el infierno o estará en libertad vigilada en el cielo? ¿Se harán estas preguntas los votantes de la derecha tricéfala española? Quizás el ex Nuncio Fratini podría aclararnos esto a todos, a ellos y al resto.

Me cansa y hastía mucho hacerme estas preguntas para las que no tengo respuesta. Tomaré vacaciones mientras espero las aclaraciones de Fratini, amable lector. A ver si, además, cuando llegue septiembre tenemos mejor tiempo, la polución ha bajado en Madrid Central, la pertinaz sequía ha finalizado y tenemos los pantanos a rebosar, y el panorama político se ha aclarado de una buena vez y ya hay un gobierno efectivo en el Reino de España.

Buen verano a todos, y hasta la vista. Descanse quien pueda.




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