Jorge Zavaleta Alegre.- Una de las caras m谩s oscura de la relaci贸n Estado-Empresa, que no siempre ocupa amplios espacios digitales y monta帽as de papel, es la corrupci贸n. El caso Odebrecht, ha sacado a luz la crisis generalizada en Latinoam茅rica, con mayores evidencias en una docena de pa铆ses.
Las emergentes democracias sufren acelerada desestabilizaci贸n, con centenas de juicios y prisi贸n para m煤ltiples protagonistas. Presidentes, ministros, parlamentarios, banqueros, empresarios de toda laya junto a c贸mplices menores, escamotean la Justicia y burlan los deseos y esperanzas de pueblos afectados.
Vivimos el resurgimiento de la violencia en calles y plazas, nuevas organizaciones regionales como partidos y asociaciones democr谩ticos lanzan proclamas, entretanto las econom铆as se resienten y el futuro se torna m谩s incierto. Las cifras oficiales sobre crecimiento econ贸mico que proclaman los gobiernos de turno, no incluyen a las mayor铆as. La pir谩mide de ingresos se estrecha cada minuto.
Manuel Romero Caro, economista con larga experiencia, que se atrevi贸 a fundar en el Per煤 de 1990 el primer diario de econom铆a y finanzas, desde su primera edici贸n pudo percibir y revelar el oscuro horizonte que se ven铆a con el remate de las empresas p煤blicas a poderosas firmas extranjeras.
Ese flujo de d贸lares, incluyendo del narcotr谩fico, nunca antes percibido, cre贸 el espacio para ampliar la corrupci贸n que hoy se conoce y se reproduce en Am茅rica, con los mismos m茅todos y argucias. Esta afirmaci贸n se constata en “La negociaci贸n del Acuerdo con Odebrecht, que ha sido un fracaso”, seg煤n s铆ntesis de Romero Caro, que forma parte de un esfuerzo personal y de apoyo de varios especialistas y organizaciones internacionales de periodistas, que han brindado caminos para la intervenci贸n de la Justicia, pero que tampoco avanza como lo exige la ciudadan铆a.
El Caso Odebrecht ya forma parte de una investigaci贸n del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, junto con otros pa铆ses m谩s de Am茅rica Latina, que detalla coimas de dinero y sobornos, a presidentes, expresidentes y funcionarios del gobierno de 12 pa铆ses: Angola, Argentina, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, M茅xico, Mozambique, Panam谩, Per煤, Rep煤blica Dominicana y Venezuela, durante los 煤ltimos 20 a帽os, para obtener beneficios en contrataciones p煤blicas.
Odebrecht, fundada en Brasil en 1944, cre贸 su «Caja B» a finales de los a帽os 2010 con el nombre de «Sector de relaciones estrat茅gicas» para disimular la mara帽a de su delictuosa actuaci贸n, pero la estructura ilegal ven铆a operando desde 1987, seg煤n consta en los registros que guard贸 una funcionaria durante tres d茅cadas, hasta entregarlos a la justicia de su pa铆s y a la Comisi贸n del Congreso que asumi贸 la investigaci贸n.
El Per煤, sobresale entre 2005 y 2014, cuando Odebrecht hace pagos de sobornos a funcionarios que comprenden los Gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan Garc铆a (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016), seg煤n se desprende del acuerdo firmado por la compa帽铆a con el Departamento de Justicia de Estados Unidos. El presidente Pedro Pablo Kuczynski dijo entonces que apoyar铆a en todo lo que sea necesario para la investigaci贸n, y despu茅s tambi茅n PPK, fue descubierto como parte de la telara帽a.
Atalaya Econ贸mica, blog de Gesti贸n, diariio que cre贸 en 1990, permite recordar la feria o remate de empresas que propici贸 Fujimori. Y hoy salen a luz nuevos detalles sobre los pagos secretos vinculados a 5 proyectos “nuevos”, proceso que muestra el fracaso de la negociaci贸n del Acuerdo.
Romero Caro, considera que un factor indispensable para llevar a buen puerto cualquier negociaci贸n es el nivel de credibilidad de las partes involucradas. Sin ese factor, o una m铆nima parte del mismo, las negociaciones fracasar谩n o ser谩n prolongadas y m谩s costosas. Y en el caso del Grupo Odebrecht (Odb) la verdad no ha sido precisamente el sello distintivo de su cultura empresarial.
Si retrocedemos en el tiempo encontraremos muchos ejemplos de esto. Y esta “caracter铆stica “va de rey a paje. Es as铆 que ya se han publicado diversas mentiras e inconsistencias de parte de Marcelo Odebrecht.
Por su parte, otro directivo de la misma organizaci贸n, Jorge Barata, tampoco se queda atr谩s. Solo 2 ejemplos referidos al GSP: 茅l siempre neg贸 que Edgar Ram铆rez, presidente del comit茅 de Pro Inversi贸n que otorg贸 la concesi贸n del GSP a Odebrecht hubiera trabajado para el Grupo Odb. Sin embargo tanto 茅l como el ex ministro de Energ铆a Mayorga trabajaron para dicho grupo. Inclusive por haber mantenido dicha vinculaci贸n hasta un per铆odo menor a dos a帽os de la fecha en que ambos asumieron responsabilidades en ProInversi贸n y el MEM, legalmente debieron de haberse abstenido de participar en asuntos vinculados con dicho Grupo, lo que no hicieron.
Pero las mentiras no son cosa del pasado ni la nueva Odebrecht se ha reconvertido como afirman sus defensores. Por ejemplo, un ex miembrode relaciones p煤blicas, Gustavo Gorriti, ha afirmado que Odebrecht es “una compa帽铆a que se encuentra ahora en profundo proceso de reforma y que hoy colabora plenamente en la tarea de identificar la corrupci贸n y los corruptos” (IDL-R, “Hip贸critas y bribones”, 23.1.19).
¿Ustedes creen que la vieja Odebrecht y la nueva y reconvertida Odebrecht no son pr谩cticamente lo mismo?. Tan es as铆 que hasta hace muy poco diversos representantes de Odb (inclusive en manifestaciones ante la justicia) negaron reiteradamente que en el Gasoducto Sur Peruano (GSP) hubiera habido cualquier tipo de irregularidades. Y ahora conocemos los pagos secretos que efectu贸 “el departamento de coimas” de Odb a diversos destinatarios vinculados con dicho proyecto.
¿Hasta cu谩ndo vamos a seguir bailando al son de la m煤sica que pone Odb?.
Son ellos los que decidieron qu茅 proyectos incluir en el “hist贸rico” Acuerdo (los m谩s antiguos y en los que han recuperado su inversi贸n con creces) y cu谩les vetar su inclusi贸n (principalmente el GSP, que es el 煤nico que tiene cl谩usula anticorrupci贸n). Tambi茅n deciden el ritmo y la secuencia de las investigaciones, programando qu茅 declaraciones dar y el momento de las mismas. Ya que luego de las declaraciones iniciales sobre sobornos en el Metro e Interoce谩nica, que solo incluyeron a funcionarios de segundo y tercer nivel; nos estuvieron entreteniendo con los aportes electorales.
Otro ejemplo. Acaban de manifestar: que la informaci贸n de los servidores Drousy y My Web Day, sobre los que siempre se manifest贸 que inclu铆an toda la informaci贸n referente a los sobornos, ahora mencionan que tambi茅n contiene informaci贸n de “transacciones l铆citas, privadas e internas”.
El problema es que esta nueva interpretaci贸n es un misil a la l铆nea de flotaci贸n del argumento central de la fiscal铆a en el sentido que todos los pagos incluidos en los sistemas anteriormente referidos eran pagos ilegales. Los “corruptos” deben de estar felices con esta nueva interpretaci贸n. ¿Los defensores de Odebrecht tambi茅n est谩n de acuerdo con esta nueva declaraci贸n?; ¿qu茅 tienen que decir de los, por ahora, 6 proyectos con pagos secretos que no est谩n incluidos en el Acuerdo y que han llegado a costo cero?
Un aspecto a destacar es que las cr铆ticas de diversos medios sobre este esc谩ndalo de las planillas secretas son excesivamente generosas con el equipo especial, el que evidentemente es responsables de las “negociaciones “con Odebrecht. Y la explicaci贸n debe encontrarse en el temor que los negociadores les cierren el ca帽o de las informaciones privilegiadas y se las entreguen a la competencia. Estos aprendices de Sergio Moro y Deltan Dallagnol (juez federal y jefe de los fiscales del caso Lava Jato de Brasil, siendo el primero el actual Ministro de Justicia) deben analizar la trayectoria de Moro, el que est谩 siendo investigado por las numerosas conversaciones confidenciales que mantuvo con Dallagnol y que violan el ordenamiento legal vigente de su pa铆s.
En realidad el tratamiento selectivo de la informaci贸n privilegiada de parte de la Fiscal铆a es inaceptable y debe de terminar. En cualquier pa铆s civilizado las fiscal铆as tienen un vocero oficial, el que da la misma informaci贸n a todos los medios.
Romero Caro expresa su satisfacci贸n de constatar que despu茅s de casi 5 a帽os en que empez贸 a criticar las graves irregularidades del contrato del GSP y el desempe帽o de Odebrecht, el tiempo le est谩 dando la raz贸n. “Lo mismo sucede con las alertas que emiti贸 hace tiempo y reiteradamente sobre el progresivo deterioro de la situaci贸n financiera de Odebrecht, el muy reducido monto de la reparaci贸n civil y la falta de respaldo de la misma”,
El resto de los proyectos otorgados a Odb iba a quedar sin conocerse, ya que la capacidad de la fiscal铆a de generar investigaciones propias sin estar alimentadas fundamentalmente por las delaciones premiadas y documentos proporcionados por los ex ejecutivos de Odb hasta el momento (y nada indica que esto cambiar铆a en el futuro) ha sido nula.
Un factor indispensable para llevar a buen puerto cualquier negociaci贸n es el nivel de credibilidad de las partes involucradas. Sin ese factor, o una m铆nima parte del mismo, las negociaciones fracasar谩n o ser谩n prolongadas y m谩s costosas. Y en el caso del Grupo Odebrecht (Odb) la verdad no ha sido precisamente el sello distintivo de su cultura empresarial.
Finalmente solo cabe mencionar que cuando el equipo LJ expon铆a sus argumentos para justificar el Acuerdo que se iba a suscribir con Odb su principal idea fuerza era que a trav茅s del mismo 铆bamos a conocer toda la verdad. Y repet铆a este argumento constantemente hasta que agarr贸 fuerza el argumento que en el mejor de los casos con el Acuerdo 铆bamos a conocer la verdad de solo los 4 proyectos comprendidos en el Acuerdo.
Y la verdad sobre el resto de los proyectos otorgados a Odb iba a quedar sin conocerse, ya que la capacidad de la fiscal铆a de generar investigaciones propias sin estar alimentadas fundamentalmente por las delaciones premiadas y documentos proporcionados por los ex ejecutivos de Odb hasta el momento (y nada indica que esto cambiar铆a en el futuro) ha sido nula.
Y la noticia que el equipo especial investigar谩 el caso de las planillas secretas, debe ser una broma de mal gusto porque es inconcebible que ellos se “autoinculpen”. Es as铆 que, como ya hemos explicado, en el Acuerdo hemos dado mucho para recibir muy poco. Y de otro lado hemos recibido mucho m谩s que lo recibido en el Acuerdo con Odb de parte del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci贸n y de las autoridades suizas.
Romero Caro destaca que toda esa valios铆sima informaci贸n nos ha sido otorgada sin costo alguno. Por lo que es evidente que los resultados de la negociaci贸n efectuada por el publicitado equipo LJ sobre el Acuerdo con Odebrecht ha distado much铆simo de maximizar los beneficios para la ciudadan铆a. Esa comparaci贸n muestra el fracaso de la “negociaci贸n” del Acuerdo. Y los fracasos se pagan.
Palabras finales. Romero Caro a lo largo de un gran esfuerzo ha logrado crear un inter茅s para la prensa especializada y para la academia. La lenta justicia y las argucias de los acusados, han creado un historia confusa y con lenguaje lleno de esoterismos, que los lectores van perdiendo inter茅s, porqu茅 ya dej贸 de ser una larga novela por entregas.
Es un caso que posiblemente en a帽os venideros se sepa que ese dinero ha sido para fundar nuevos grupos con gran experiencia, como ocurri贸 con Mariano Ignacio Prado. quien desert贸 de sus funciones como presidente de la Rep煤blica del Per煤 el jueves 18 de diciembre de 1879. Escap贸 del Per煤 con rumbo a Estados Unidos. Evadi贸 con el nombre de John Christian, perteneciente a un familiar suyo. Huy贸 en una nave inglesa Pacific Steam Navigation Company, seg煤n documentos diversos que pueden ser consultados en cualquier librer铆a o biblioteca municipal. No se trata de ser pesimista sino de advertir y continuar en el camino de la justicia por el bien de nuestras futuras generaciones.
Manuel Romero Caro: Economista por la Universidad del Pac铆fico. Master en econom铆a (Virginia Polytechnic Institute and State University) y Bachiller en Administraci贸n de Empresas, adem谩s de diversos cursos de post grado en BID, ESAN, University of Notre Dame, etc. Ha sido gerente general y Presidente de la Corporaci贸n Financiera de Desarrollo (Cofide), Decano del Colegio de Economistas del Per煤 y ministro de Industria, Comercio, Turismo e Integraci贸n. Luego fund贸 y dirigi贸 la consultora Servicios para la Gesti贸n Empresarial y en 1989 cre贸 la revista Gesti贸n que luego se convertir铆a en el Diario Gesti贸n.
Director Ejecutivo de la Uni贸n de Cervecer铆as Peruanas Backus y Johnston S.A.A. e integrante del Directorio en diversas compa帽铆as y gremios como la C谩mara de Comercio de Lima; la American Chamber of Commerce of Per煤 y la Corporaci贸n Andina de Fomento (CAF). En la actualidad, se desempe帽a como director independiente en diversas empresas.
Las emergentes democracias sufren acelerada desestabilizaci贸n, con centenas de juicios y prisi贸n para m煤ltiples protagonistas. Presidentes, ministros, parlamentarios, banqueros, empresarios de toda laya junto a c贸mplices menores, escamotean la Justicia y burlan los deseos y esperanzas de pueblos afectados.
Vivimos el resurgimiento de la violencia en calles y plazas, nuevas organizaciones regionales como partidos y asociaciones democr谩ticos lanzan proclamas, entretanto las econom铆as se resienten y el futuro se torna m谩s incierto. Las cifras oficiales sobre crecimiento econ贸mico que proclaman los gobiernos de turno, no incluyen a las mayor铆as. La pir谩mide de ingresos se estrecha cada minuto.
Manuel Romero Caro, economista con larga experiencia, que se atrevi贸 a fundar en el Per煤 de 1990 el primer diario de econom铆a y finanzas, desde su primera edici贸n pudo percibir y revelar el oscuro horizonte que se ven铆a con el remate de las empresas p煤blicas a poderosas firmas extranjeras.
Ese flujo de d贸lares, incluyendo del narcotr谩fico, nunca antes percibido, cre贸 el espacio para ampliar la corrupci贸n que hoy se conoce y se reproduce en Am茅rica, con los mismos m茅todos y argucias. Esta afirmaci贸n se constata en “La negociaci贸n del Acuerdo con Odebrecht, que ha sido un fracaso”, seg煤n s铆ntesis de Romero Caro, que forma parte de un esfuerzo personal y de apoyo de varios especialistas y organizaciones internacionales de periodistas, que han brindado caminos para la intervenci贸n de la Justicia, pero que tampoco avanza como lo exige la ciudadan铆a.
El Caso Odebrecht ya forma parte de una investigaci贸n del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, junto con otros pa铆ses m谩s de Am茅rica Latina, que detalla coimas de dinero y sobornos, a presidentes, expresidentes y funcionarios del gobierno de 12 pa铆ses: Angola, Argentina, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, M茅xico, Mozambique, Panam谩, Per煤, Rep煤blica Dominicana y Venezuela, durante los 煤ltimos 20 a帽os, para obtener beneficios en contrataciones p煤blicas.
Odebrecht, fundada en Brasil en 1944, cre贸 su «Caja B» a finales de los a帽os 2010 con el nombre de «Sector de relaciones estrat茅gicas» para disimular la mara帽a de su delictuosa actuaci贸n, pero la estructura ilegal ven铆a operando desde 1987, seg煤n consta en los registros que guard贸 una funcionaria durante tres d茅cadas, hasta entregarlos a la justicia de su pa铆s y a la Comisi贸n del Congreso que asumi贸 la investigaci贸n.
El Per煤, sobresale entre 2005 y 2014, cuando Odebrecht hace pagos de sobornos a funcionarios que comprenden los Gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan Garc铆a (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016), seg煤n se desprende del acuerdo firmado por la compa帽铆a con el Departamento de Justicia de Estados Unidos. El presidente Pedro Pablo Kuczynski dijo entonces que apoyar铆a en todo lo que sea necesario para la investigaci贸n, y despu茅s tambi茅n PPK, fue descubierto como parte de la telara帽a.
Atalaya Econ贸mica, blog de Gesti贸n, diariio que cre贸 en 1990, permite recordar la feria o remate de empresas que propici贸 Fujimori. Y hoy salen a luz nuevos detalles sobre los pagos secretos vinculados a 5 proyectos “nuevos”, proceso que muestra el fracaso de la negociaci贸n del Acuerdo.
Romero Caro, considera que un factor indispensable para llevar a buen puerto cualquier negociaci贸n es el nivel de credibilidad de las partes involucradas. Sin ese factor, o una m铆nima parte del mismo, las negociaciones fracasar谩n o ser谩n prolongadas y m谩s costosas. Y en el caso del Grupo Odebrecht (Odb) la verdad no ha sido precisamente el sello distintivo de su cultura empresarial.
Si retrocedemos en el tiempo encontraremos muchos ejemplos de esto. Y esta “caracter铆stica “va de rey a paje. Es as铆 que ya se han publicado diversas mentiras e inconsistencias de parte de Marcelo Odebrecht.
Por su parte, otro directivo de la misma organizaci贸n, Jorge Barata, tampoco se queda atr谩s. Solo 2 ejemplos referidos al GSP: 茅l siempre neg贸 que Edgar Ram铆rez, presidente del comit茅 de Pro Inversi贸n que otorg贸 la concesi贸n del GSP a Odebrecht hubiera trabajado para el Grupo Odb. Sin embargo tanto 茅l como el ex ministro de Energ铆a Mayorga trabajaron para dicho grupo. Inclusive por haber mantenido dicha vinculaci贸n hasta un per铆odo menor a dos a帽os de la fecha en que ambos asumieron responsabilidades en ProInversi贸n y el MEM, legalmente debieron de haberse abstenido de participar en asuntos vinculados con dicho Grupo, lo que no hicieron.
Pero las mentiras no son cosa del pasado ni la nueva Odebrecht se ha reconvertido como afirman sus defensores. Por ejemplo, un ex miembrode relaciones p煤blicas, Gustavo Gorriti, ha afirmado que Odebrecht es “una compa帽铆a que se encuentra ahora en profundo proceso de reforma y que hoy colabora plenamente en la tarea de identificar la corrupci贸n y los corruptos” (IDL-R, “Hip贸critas y bribones”, 23.1.19).
¿Ustedes creen que la vieja Odebrecht y la nueva y reconvertida Odebrecht no son pr谩cticamente lo mismo?. Tan es as铆 que hasta hace muy poco diversos representantes de Odb (inclusive en manifestaciones ante la justicia) negaron reiteradamente que en el Gasoducto Sur Peruano (GSP) hubiera habido cualquier tipo de irregularidades. Y ahora conocemos los pagos secretos que efectu贸 “el departamento de coimas” de Odb a diversos destinatarios vinculados con dicho proyecto.
¿Hasta cu谩ndo vamos a seguir bailando al son de la m煤sica que pone Odb?.
Son ellos los que decidieron qu茅 proyectos incluir en el “hist贸rico” Acuerdo (los m谩s antiguos y en los que han recuperado su inversi贸n con creces) y cu谩les vetar su inclusi贸n (principalmente el GSP, que es el 煤nico que tiene cl谩usula anticorrupci贸n). Tambi茅n deciden el ritmo y la secuencia de las investigaciones, programando qu茅 declaraciones dar y el momento de las mismas. Ya que luego de las declaraciones iniciales sobre sobornos en el Metro e Interoce谩nica, que solo incluyeron a funcionarios de segundo y tercer nivel; nos estuvieron entreteniendo con los aportes electorales.
Otro ejemplo. Acaban de manifestar: que la informaci贸n de los servidores Drousy y My Web Day, sobre los que siempre se manifest贸 que inclu铆an toda la informaci贸n referente a los sobornos, ahora mencionan que tambi茅n contiene informaci贸n de “transacciones l铆citas, privadas e internas”.
El problema es que esta nueva interpretaci贸n es un misil a la l铆nea de flotaci贸n del argumento central de la fiscal铆a en el sentido que todos los pagos incluidos en los sistemas anteriormente referidos eran pagos ilegales. Los “corruptos” deben de estar felices con esta nueva interpretaci贸n. ¿Los defensores de Odebrecht tambi茅n est谩n de acuerdo con esta nueva declaraci贸n?; ¿qu茅 tienen que decir de los, por ahora, 6 proyectos con pagos secretos que no est谩n incluidos en el Acuerdo y que han llegado a costo cero?
Un aspecto a destacar es que las cr铆ticas de diversos medios sobre este esc谩ndalo de las planillas secretas son excesivamente generosas con el equipo especial, el que evidentemente es responsables de las “negociaciones “con Odebrecht. Y la explicaci贸n debe encontrarse en el temor que los negociadores les cierren el ca帽o de las informaciones privilegiadas y se las entreguen a la competencia. Estos aprendices de Sergio Moro y Deltan Dallagnol (juez federal y jefe de los fiscales del caso Lava Jato de Brasil, siendo el primero el actual Ministro de Justicia) deben analizar la trayectoria de Moro, el que est谩 siendo investigado por las numerosas conversaciones confidenciales que mantuvo con Dallagnol y que violan el ordenamiento legal vigente de su pa铆s.
En realidad el tratamiento selectivo de la informaci贸n privilegiada de parte de la Fiscal铆a es inaceptable y debe de terminar. En cualquier pa铆s civilizado las fiscal铆as tienen un vocero oficial, el que da la misma informaci贸n a todos los medios.
Romero Caro expresa su satisfacci贸n de constatar que despu茅s de casi 5 a帽os en que empez贸 a criticar las graves irregularidades del contrato del GSP y el desempe帽o de Odebrecht, el tiempo le est谩 dando la raz贸n. “Lo mismo sucede con las alertas que emiti贸 hace tiempo y reiteradamente sobre el progresivo deterioro de la situaci贸n financiera de Odebrecht, el muy reducido monto de la reparaci贸n civil y la falta de respaldo de la misma”,
El resto de los proyectos otorgados a Odb iba a quedar sin conocerse, ya que la capacidad de la fiscal铆a de generar investigaciones propias sin estar alimentadas fundamentalmente por las delaciones premiadas y documentos proporcionados por los ex ejecutivos de Odb hasta el momento (y nada indica que esto cambiar铆a en el futuro) ha sido nula.
Un factor indispensable para llevar a buen puerto cualquier negociaci贸n es el nivel de credibilidad de las partes involucradas. Sin ese factor, o una m铆nima parte del mismo, las negociaciones fracasar谩n o ser谩n prolongadas y m谩s costosas. Y en el caso del Grupo Odebrecht (Odb) la verdad no ha sido precisamente el sello distintivo de su cultura empresarial.
Finalmente solo cabe mencionar que cuando el equipo LJ expon铆a sus argumentos para justificar el Acuerdo que se iba a suscribir con Odb su principal idea fuerza era que a trav茅s del mismo 铆bamos a conocer toda la verdad. Y repet铆a este argumento constantemente hasta que agarr贸 fuerza el argumento que en el mejor de los casos con el Acuerdo 铆bamos a conocer la verdad de solo los 4 proyectos comprendidos en el Acuerdo.
Y la verdad sobre el resto de los proyectos otorgados a Odb iba a quedar sin conocerse, ya que la capacidad de la fiscal铆a de generar investigaciones propias sin estar alimentadas fundamentalmente por las delaciones premiadas y documentos proporcionados por los ex ejecutivos de Odb hasta el momento (y nada indica que esto cambiar铆a en el futuro) ha sido nula.
Y la noticia que el equipo especial investigar谩 el caso de las planillas secretas, debe ser una broma de mal gusto porque es inconcebible que ellos se “autoinculpen”. Es as铆 que, como ya hemos explicado, en el Acuerdo hemos dado mucho para recibir muy poco. Y de otro lado hemos recibido mucho m谩s que lo recibido en el Acuerdo con Odb de parte del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci贸n y de las autoridades suizas.
Romero Caro destaca que toda esa valios铆sima informaci贸n nos ha sido otorgada sin costo alguno. Por lo que es evidente que los resultados de la negociaci贸n efectuada por el publicitado equipo LJ sobre el Acuerdo con Odebrecht ha distado much铆simo de maximizar los beneficios para la ciudadan铆a. Esa comparaci贸n muestra el fracaso de la “negociaci贸n” del Acuerdo. Y los fracasos se pagan.
Palabras finales. Romero Caro a lo largo de un gran esfuerzo ha logrado crear un inter茅s para la prensa especializada y para la academia. La lenta justicia y las argucias de los acusados, han creado un historia confusa y con lenguaje lleno de esoterismos, que los lectores van perdiendo inter茅s, porqu茅 ya dej贸 de ser una larga novela por entregas.
Es un caso que posiblemente en a帽os venideros se sepa que ese dinero ha sido para fundar nuevos grupos con gran experiencia, como ocurri贸 con Mariano Ignacio Prado. quien desert贸 de sus funciones como presidente de la Rep煤blica del Per煤 el jueves 18 de diciembre de 1879. Escap贸 del Per煤 con rumbo a Estados Unidos. Evadi贸 con el nombre de John Christian, perteneciente a un familiar suyo. Huy贸 en una nave inglesa Pacific Steam Navigation Company, seg煤n documentos diversos que pueden ser consultados en cualquier librer铆a o biblioteca municipal. No se trata de ser pesimista sino de advertir y continuar en el camino de la justicia por el bien de nuestras futuras generaciones.
Manuel Romero Caro: Economista por la Universidad del Pac铆fico. Master en econom铆a (Virginia Polytechnic Institute and State University) y Bachiller en Administraci贸n de Empresas, adem谩s de diversos cursos de post grado en BID, ESAN, University of Notre Dame, etc. Ha sido gerente general y Presidente de la Corporaci贸n Financiera de Desarrollo (Cofide), Decano del Colegio de Economistas del Per煤 y ministro de Industria, Comercio, Turismo e Integraci贸n. Luego fund贸 y dirigi贸 la consultora Servicios para la Gesti贸n Empresarial y en 1989 cre贸 la revista Gesti贸n que luego se convertir铆a en el Diario Gesti贸n.
Director Ejecutivo de la Uni贸n de Cervecer铆as Peruanas Backus y Johnston S.A.A. e integrante del Directorio en diversas compa帽铆as y gremios como la C谩mara de Comercio de Lima; la American Chamber of Commerce of Per煤 y la Corporaci贸n Andina de Fomento (CAF). En la actualidad, se desempe帽a como director independiente en diversas empresas.