Por Carolina V谩squez Araya.- Jugar con ventaja es de tramposos; propio de pol铆ticos a quienes no favorece seguir las reglas.
El panorama mundial es desalentador. Los movimientos populares surgidos en distintos puntos del globo como protesta por los abusos del sistema econ贸mico imperante se han estrellado contra un muro de represi贸n, cuya violencia demuestra que los due帽os del capital est谩n dispuestos a cualquier extremo con tal de impedir una vuelta a sistemas m谩s democr谩ticos y a un reparto justo de la riqueza. Aun cuando el sistema neoliberal ha sido puesto en cruda evidencia ante los pueblos que sufren sus abusos, estos todav铆a carecen de los medios y del espacio para recuperar el protagonismo pol铆tico ante gobiernos totalmente secuestrados por grupos econ贸micos y financieros, locales e internacionales.
El juego, h谩bilmente estructurado desde los despachos de las poderosas multinacionales y los estamentos pol铆ticos del primer mundo, cuenta con la complicidad de otros centros de poder entre los cuales destacan, por su influencia, los grandes consorcios period铆sticos. Sin embargo, las consecuencias de esa voracidad comienzan a golpear con fuerza a los mismos que han apostado por el desequilibrio, el incremento de la pobreza y la sobreexplotaci贸n de los recursos. Esto, debido a pol铆ticas que han desatado una ola indetenible de movimientos migratorios y cuantiosas p茅rdidas humanas y econ贸micas debido a los efectos devastadores de un cambio clim谩tico cuya existencia niegan con gran 茅nfasis.
En Am茅rica Latina, un continente transformado en laboratorio de un sistema neoliberal extremo, el esquema de poderes ha ido consolid谩ndose alrededor de personajes cuyo papel no va m谩s all谩 de agachar la cabeza y aceptar las condiciones impuestas desde la Casa Blanca. Para ello, cuentan con el aval para aprovechar el per铆odo y enriquecerse con los recursos p煤blicos, amarrar lazos con grupos de 茅lite empresarial y buscar la protecci贸n de ej茅rcitos entrenados para mantener el estatus quo, todo ello siempre y cuando repriman toda posibilidad de rebeli贸n popular. As铆 las cosas, la poblaci贸n de los pa铆ses administrados bajo un sistema neoliberal -cuyo objetivo reside en explotar al m谩ximo los privilegios otorgados por gobiernos corruptos- se encuentra imposibilitada de ejercer una ciudadan铆a activa y, mucho menos a煤n, de participar pol铆ticamente en iguales condiciones.
Cuando en alguno de nuestros pa铆ses se les voltea la tortilla –como est谩 sucediendo en la Rep煤blica Argentina- los poderes ocultos del sistema se ponen en “modo emergencia” y comienzan a echar mano de todos los mecanismos posibles para convencer a la ciudadan铆a de las bondades de su estilo de administraci贸n, utilizando t谩cticas populistas –tard铆as y evidentemente falsas- y echando mano al siempre bienvenido apoyo de los consorcios period铆sticos y de las organizaciones gremiales que los apoyan. Ante esa arremetida de los poderes, el riesgo de retroceso est谩 siempre presente.
Otro ejemplo es el resultado del proceso electoral en Guatemala, celebrado el mismo d铆a que en el pa铆s sudamericano, solo que en este caso las cartas ya hab铆an sido convenientemente marcadas para evitar cualquier desviaci贸n de la ruta establecida desde el Departamento de Estado. Por lo tanto, gracias a esos ases bajo la manga del gobierno actual, Guatemala no solo mantiene un estatus de “cero riesgos” para el sistema de explotaci贸n de sus recursos y cooptaci贸n de sus instituciones, sino adem谩s cuenta con la ventaja de un ambiente ciudadano temeroso y psicol贸gicamente preparado para lo que viene: cuatro a帽os m谩s de lo mismo y, posiblemente, en peores condiciones para el ejercicio libre de sus derechos democr谩ticos.
elquintopatio@gmail.com
El panorama mundial es desalentador. Los movimientos populares surgidos en distintos puntos del globo como protesta por los abusos del sistema econ贸mico imperante se han estrellado contra un muro de represi贸n, cuya violencia demuestra que los due帽os del capital est谩n dispuestos a cualquier extremo con tal de impedir una vuelta a sistemas m谩s democr谩ticos y a un reparto justo de la riqueza. Aun cuando el sistema neoliberal ha sido puesto en cruda evidencia ante los pueblos que sufren sus abusos, estos todav铆a carecen de los medios y del espacio para recuperar el protagonismo pol铆tico ante gobiernos totalmente secuestrados por grupos econ贸micos y financieros, locales e internacionales.
El juego, h谩bilmente estructurado desde los despachos de las poderosas multinacionales y los estamentos pol铆ticos del primer mundo, cuenta con la complicidad de otros centros de poder entre los cuales destacan, por su influencia, los grandes consorcios period铆sticos. Sin embargo, las consecuencias de esa voracidad comienzan a golpear con fuerza a los mismos que han apostado por el desequilibrio, el incremento de la pobreza y la sobreexplotaci贸n de los recursos. Esto, debido a pol铆ticas que han desatado una ola indetenible de movimientos migratorios y cuantiosas p茅rdidas humanas y econ贸micas debido a los efectos devastadores de un cambio clim谩tico cuya existencia niegan con gran 茅nfasis.
En Am茅rica Latina, un continente transformado en laboratorio de un sistema neoliberal extremo, el esquema de poderes ha ido consolid谩ndose alrededor de personajes cuyo papel no va m谩s all谩 de agachar la cabeza y aceptar las condiciones impuestas desde la Casa Blanca. Para ello, cuentan con el aval para aprovechar el per铆odo y enriquecerse con los recursos p煤blicos, amarrar lazos con grupos de 茅lite empresarial y buscar la protecci贸n de ej茅rcitos entrenados para mantener el estatus quo, todo ello siempre y cuando repriman toda posibilidad de rebeli贸n popular. As铆 las cosas, la poblaci贸n de los pa铆ses administrados bajo un sistema neoliberal -cuyo objetivo reside en explotar al m谩ximo los privilegios otorgados por gobiernos corruptos- se encuentra imposibilitada de ejercer una ciudadan铆a activa y, mucho menos a煤n, de participar pol铆ticamente en iguales condiciones.
Cuando en alguno de nuestros pa铆ses se les voltea la tortilla –como est谩 sucediendo en la Rep煤blica Argentina- los poderes ocultos del sistema se ponen en “modo emergencia” y comienzan a echar mano de todos los mecanismos posibles para convencer a la ciudadan铆a de las bondades de su estilo de administraci贸n, utilizando t谩cticas populistas –tard铆as y evidentemente falsas- y echando mano al siempre bienvenido apoyo de los consorcios period铆sticos y de las organizaciones gremiales que los apoyan. Ante esa arremetida de los poderes, el riesgo de retroceso est谩 siempre presente.
Otro ejemplo es el resultado del proceso electoral en Guatemala, celebrado el mismo d铆a que en el pa铆s sudamericano, solo que en este caso las cartas ya hab铆an sido convenientemente marcadas para evitar cualquier desviaci贸n de la ruta establecida desde el Departamento de Estado. Por lo tanto, gracias a esos ases bajo la manga del gobierno actual, Guatemala no solo mantiene un estatus de “cero riesgos” para el sistema de explotaci贸n de sus recursos y cooptaci贸n de sus instituciones, sino adem谩s cuenta con la ventaja de un ambiente ciudadano temeroso y psicol贸gicamente preparado para lo que viene: cuatro a帽os m谩s de lo mismo y, posiblemente, en peores condiciones para el ejercicio libre de sus derechos democr谩ticos.
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http://barometrolatinoamericano.blogspot.com/