Yokohama - La agricultura es crucial para el desarrollo de África, pero necesita un mayor nivel de mecanización para impulsar la productividad económica, reducir las pérdidas durante y después de la cosecha y satisfacer la creciente demanda de alimentos. Este es uno de los mensajes lanzados en la 7ª Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África (TICAD7) que ha tenido lugar en Yokohama, Japón.
“Tenemos que liberar a los agricultores de las duras tareas manuales, en particular a las mujeres, que tienen la doble carga de trabajar en el campo y de cuidar de sus hogares” afirmó el Director General de la FAO, Qu Dongyu.
África subsahariana tiene la mayor superficie de tierras cultivables sin aprovechar en el mundo, pero su productividad es muy inferior a la de otras regiones en desarrollo. Los rendimientos son tan sólo de cerca de la mitad del promedio internacional, muy por debajo de los niveles de crecimiento necesarios para atender la demanda de alimentos impulsada por el crecimiento demográfico. La mecanización puede eliminar de forma sustancial esta brecha de rendimientos.
En un evento paralelo a la TICAD7 organizado por la Coalición para el Desarrollo del Arroz en África (CARD, por sus siglas en inglés), la Comisión de la Unión Africana y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han presentado un Marco para la mecanización agrícola sostenible en África.
"Mediante una mecanización adecuada, la agricultura en pequeña escala puede transformarse en una actividad más orientada al mercado, mejorando la productividad de la mano de obra y ayudando a los agricultores a salir de la pobreza. Para lograrlo, necesitamos mejorar el acceso a los servicios de mecanización", afirmó el Director General de la FAO, Qu Dongyu, al intervenir en el evento.
"Tenemos que liberar a los agricultores de las duras tareas manuales -añadió-, en particular a las mujeres, que tienen la doble carga de trabajar en el campo y de cuidar de sus hogares".
El marco, que se puso en marcha el año pasado y está ganando fuerza en la región, tiene por objeto ayudar a los países a sustituir las herramientas obsoletas por sistemas modernos de mecanización para lograr la seguridad alimentaria, el desarrollo agrícola y el crecimiento económico general.
Para ello se establecen los elementos prioritarios de las estrategias nacionales de mecanización, incluyendo el aprender de otras partes del mundo que ya han experimentado una transformación significativa del sector agrícola en un plazo de tres a cuatro decenios. También se apoya la elaboración de políticas y programas para alcanzar los objetivos de África.
Fuerza sin aprovechar
La mecanización en el siglo XXI puede proporcionar un apoyo muy necesario a toda la cadena de valor agrícola. Impulsada por el sector privado, debe ser competitiva desde el punto de vista ambiental, climáticamente inteligente, económicamente viable y asequible, sobre todo para los pequeños campesinos, que constituyen el grueso de los agricultores africanos. La mecanización debería dirigirse de forma específica a los jóvenes, para que la agricultura resulte más atractiva y fomente el empleo y el espíritu empresarial.
La mecanización completa a lo largo de la cadena de valor incluye mejorar el acceso a los servicios de mecanización, a insumos asequibles y de calidad -como semillas y fertilizantes-, ofrecer sistemas eficientes de gestión de los recursos hídricos -incluyendo el riego- y reducir las pérdidas durante la cosecha y post-cosecha mediante la trilla, secado y almacenamiento. También se logra añadir valor a través de la molienda, procesado y empaquetado, y mejorar el acceso a los mercados gracias al transporte.
La FAO organiza talleres de capacitación regionales y nacionales para apoyar la mecanización en pequeña escala en África, y apoya a los gobiernos nacionales para desarrollar estrategias basadas en el Marco de la FAO y la Comisión de la Unión Africana para la mecanización agrícola sostenible en África.
“Tenemos que liberar a los agricultores de las duras tareas manuales, en particular a las mujeres, que tienen la doble carga de trabajar en el campo y de cuidar de sus hogares” afirmó el Director General de la FAO, Qu Dongyu.
África subsahariana tiene la mayor superficie de tierras cultivables sin aprovechar en el mundo, pero su productividad es muy inferior a la de otras regiones en desarrollo. Los rendimientos son tan sólo de cerca de la mitad del promedio internacional, muy por debajo de los niveles de crecimiento necesarios para atender la demanda de alimentos impulsada por el crecimiento demográfico. La mecanización puede eliminar de forma sustancial esta brecha de rendimientos.
En un evento paralelo a la TICAD7 organizado por la Coalición para el Desarrollo del Arroz en África (CARD, por sus siglas en inglés), la Comisión de la Unión Africana y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han presentado un Marco para la mecanización agrícola sostenible en África.
"Mediante una mecanización adecuada, la agricultura en pequeña escala puede transformarse en una actividad más orientada al mercado, mejorando la productividad de la mano de obra y ayudando a los agricultores a salir de la pobreza. Para lograrlo, necesitamos mejorar el acceso a los servicios de mecanización", afirmó el Director General de la FAO, Qu Dongyu, al intervenir en el evento.
"Tenemos que liberar a los agricultores de las duras tareas manuales -añadió-, en particular a las mujeres, que tienen la doble carga de trabajar en el campo y de cuidar de sus hogares".
El marco, que se puso en marcha el año pasado y está ganando fuerza en la región, tiene por objeto ayudar a los países a sustituir las herramientas obsoletas por sistemas modernos de mecanización para lograr la seguridad alimentaria, el desarrollo agrícola y el crecimiento económico general.
Para ello se establecen los elementos prioritarios de las estrategias nacionales de mecanización, incluyendo el aprender de otras partes del mundo que ya han experimentado una transformación significativa del sector agrícola en un plazo de tres a cuatro decenios. También se apoya la elaboración de políticas y programas para alcanzar los objetivos de África.
Fuerza sin aprovechar
La mecanización en el siglo XXI puede proporcionar un apoyo muy necesario a toda la cadena de valor agrícola. Impulsada por el sector privado, debe ser competitiva desde el punto de vista ambiental, climáticamente inteligente, económicamente viable y asequible, sobre todo para los pequeños campesinos, que constituyen el grueso de los agricultores africanos. La mecanización debería dirigirse de forma específica a los jóvenes, para que la agricultura resulte más atractiva y fomente el empleo y el espíritu empresarial.
La mecanización completa a lo largo de la cadena de valor incluye mejorar el acceso a los servicios de mecanización, a insumos asequibles y de calidad -como semillas y fertilizantes-, ofrecer sistemas eficientes de gestión de los recursos hídricos -incluyendo el riego- y reducir las pérdidas durante la cosecha y post-cosecha mediante la trilla, secado y almacenamiento. También se logra añadir valor a través de la molienda, procesado y empaquetado, y mejorar el acceso a los mercados gracias al transporte.
La FAO organiza talleres de capacitación regionales y nacionales para apoyar la mecanización en pequeña escala en África, y apoya a los gobiernos nacionales para desarrollar estrategias basadas en el Marco de la FAO y la Comisión de la Unión Africana para la mecanización agrícola sostenible en África.
