Colombia b茅lica y una mirada europea
Sergio Ferrari*, desde Suiza.- El anuncio, a fin de agosto, de la vuelta a las armas de un grupo de la ex guerrilla colombiana no solo impact贸 en ese pa铆s sudamericano sino tambi茅n en la comunidad internacional. Suiza, que siempre acompa帽贸 el proceso de paz, expres贸 su preocupaci贸n. Analistas helv茅ticos, sin embargo, no se sorprenden por el nuevo rumbo del posconflicto.
Portavoces del Departamento Federal de Asuntos Extranjeros (DFAE) expresaron “haber recibido con preocupaci贸n el anuncio hecho por el ex jefe de las FARC Iv谩n M谩rquez” de retomar el combate de la guerrilla.
Si esto se confirma, ese “reinicio de la lucha armada constituir铆a, evidentemente, un retroceso”, expresaron. El Ministerio de Exteriores helv茅tico “llama a los protagonistas a renunciar a toda violencia en un contexto donde el reforzamiento de los Acuerdos de Paz y el di谩logo” son m谩s necesarios que nunca.
Las autoridades helv茅ticas, sin embargo, “reconocen la labor realizada hasta el momento en la aplicaci贸n del acuerdo entre todas las partes”, aunque sostienen que la mera aplicaci贸n del mismo “no es suficiente para asegurar una paz duradera”
Un total de 13’000 miembros de las FARC se desarmaron y desmovilizaron. La mayor铆a no ha vuelto a recurrir a las armas. Unos 12’000 ex guerrilleros est谩n en v铆as de reintegrarse a la vida civil, seg煤n cifras contabilizadas por la canciller铆a suiza.
Dinamitar el Acuerdo de Paz
“Lo nuevo en esta coyuntura es la declaraci贸n p煤blica de Iv谩n M谩rquez a trav茅s del video, pero la situaci贸n de fondo ya se percib铆a”, explica el profesor ginebrino Jean-Pierre Gontard, otrora mediador en la negociaci贸n de la paz en ese pa铆s sudamericano.
Gontard, caracteriza a los disidentes de las FARC, como “uno de los grupos de la guerrilla residual que siguen operando en Colombia y no constituye un fen贸meno nuevo en ese pa铆s”.
En tanto que profundo conocedor de la historia y la din谩mica del proceso colombiano, no escatima su cr铆tica al anuncio de M谩rquez, Jes煤s Santrich y una veintena de cuadros rearmados. Coincidiendo con el sector del ex presidente 脕lvaro Uribe, “ambos quieren terminar con los Acuerdos de Paz. Son como dos trenes que van en la misma direcci贸n. Los dos tienen la misma cantidad de vagones que antes, pero ahora est谩n pitando fuerte. La declaraci贸n del 29 de agosto les da una nueva visibilidad, pero no tiene mucha significaci贸n”.
Tal vez, concluye, esta nueva coyuntura permita comprender aun mejor en Colombia que hay gente seria y otra que apuesta a que la guerra contin煤e.
Centenas de l铆deres sociales asesinados
Para los que viven en Colombia, el anuncio del grupo disidente de la actual Fuerza Alternativa Revolucionaria del Com煤n (FARC), “no constituy贸 una sorpresa, ya hab铆a se帽ales de que algo iba a pasar”, enfatiza el pedagogo social suizo Beat Wehrle, responsable de coordinar desde Bogot谩 los proyectos latinoamericanos de la ONG Terres des Hommes de Alemania.
Si bien se habla de un posconflicto, explica, “en realidad se trata de un post-acuerdo entre dos sectores armados, que fue deficiente, y que no incorpor贸 a otros actores importantes de la sociedad colombiana, como las v铆ctimas, las mujeres, los ni帽os”.
Y muchos de esos actores no armados que quedaron fuera, analiza Wehrle, se encuentran hoy entre las principales v铆ctimas de la continuidad del conflicto, en particular los l铆deres sociales que estaban en medio del mismo, sin pertenecer a ninguno de los dos bandos.
Con estad铆sticas en la mano, recuerda que seg煤n un reciente informe de la organizaci贸n local INDEPAZ (Instituto de Estudios para la Paz y el Desarrollo), entre enero del 2016 y mayo del a帽o en curso, fueron asesinados 732 l铆deres sociales, as铆 como 135 ex combatientes de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Si bien luego de firmado el Acuerdo se hubo algunos elementos de construcci贸n de la paz, “se dio sobre todo una reconfiguraci贸n del conflicto”. La que se caracteriza por un cumplimiento positivo de las FARC y un llamativo incumplimiento del actual gobierno que ya se percib铆a en los 煤ltimos meses de la gesti贸n anterior, precisa Wehrle.
Con el agravante que los espacios territoriales dejados por esa organizaci贸n no quedaron vac铆os, sino que fueron ocupados por otros actores – sea bandas criminales paramilitares, denominadas BACRIN, el narcotr谩fico, u otros grupos armados-, ante la ausencia real del Estado y de pol铆ticas p煤blicas.
¿Las perspectivas pol铆ticas futuras?, preguntamos. “Los disidentes de las FARC env铆an una se帽al muy perjudicial al ya fragilizado proceso de paz”, explica. En una coyuntura pol铆tica muy particular, previa a las elecciones del domingo 27 de octubre, precisa.
Ese d铆a se realizar谩n elecciones regionales con el objetivo de designar gobernadores en 32 departamentos, diputados a las Asambleas Departamentales, alcaldes en m谩s de 1000 municipios, concejales y otros cargos locales.
La decisi贸n de los disidentes “es un duro golpe al partido pol铆tico que conform贸 la antigua guerrilla. Y refuerza al sector m谩s belicista y sus propuestas pol铆ticas”. Adicionalmente, concluye, “la nueva coyuntura habla de la frustraci贸n que atraviesa la sociedad colombiana. No solo porque pareciera que no se va a aprender nunca m谩s, sino porque la extrema izquierda con sus jugadas fortalece a la extrema derecha”.
Apostando a la paz
La Suiza oficial, en el marco de la cooperaci贸n a Colombia 2017-2020, sostiene acciones preventivas que buscan atenuar los riesgos y la vulnerabilidad de la poblaci贸n “en relaci贸n con la persistencia o el riesgo del recrudecimiento de la violencia armada”, afirma el DFAE a este corresponsal.
Ese compromiso por la paz pasa, en particular, por el apoyo a la participaci贸n pol铆tica, el respeto a los derechos humanos, el trabajo de memoria, y la remoci贸n -con fines humanitarios- de las minas.
Adicionalmente, la Ayuda Humanitaria helv茅tica, explica el DFAE, promueve el registro legal de la poblaci贸n vulnerable para hacer avanzar la restituci贸n de sus derechos y el acceso a los servicios b谩sicos. Contribuye tambi茅n a la aplicaci贸n de las decisiones de “restituci贸n de tierras en el territorio en la perspectiva de garantizar los derechos de las v铆ctimas y de contribuir a la consolidaci贸n de la paz”.
En el plano m谩s global, Suiza mantiene un contacto permanente con las ONG y organizaciones internacionales, tanto en Berna, como en Ginebra y tambi茅n en Colombia. Con respecto, espec铆ficamente, a los 732 dirigentes sociales asesinados en los 煤ltimos tres a帽os, las autoridades suizas “son totalmente conscientes de esas cifras y toman esta problem谩tica con toda seriedad”, subraya el portavoz del Ministerio de Exteriores.
*Sergio Ferrari, en colaboraci贸n con swissinfo.ch
Sergio Ferrari*, desde Suiza.- El anuncio, a fin de agosto, de la vuelta a las armas de un grupo de la ex guerrilla colombiana no solo impact贸 en ese pa铆s sudamericano sino tambi茅n en la comunidad internacional. Suiza, que siempre acompa帽贸 el proceso de paz, expres贸 su preocupaci贸n. Analistas helv茅ticos, sin embargo, no se sorprenden por el nuevo rumbo del posconflicto.
![]() |
Colombia. Firma de la Paz. Foto: Fundacion Chasquis |
Portavoces del Departamento Federal de Asuntos Extranjeros (DFAE) expresaron “haber recibido con preocupaci贸n el anuncio hecho por el ex jefe de las FARC Iv谩n M谩rquez” de retomar el combate de la guerrilla.
Si esto se confirma, ese “reinicio de la lucha armada constituir铆a, evidentemente, un retroceso”, expresaron. El Ministerio de Exteriores helv茅tico “llama a los protagonistas a renunciar a toda violencia en un contexto donde el reforzamiento de los Acuerdos de Paz y el di谩logo” son m谩s necesarios que nunca.
Las autoridades helv茅ticas, sin embargo, “reconocen la labor realizada hasta el momento en la aplicaci贸n del acuerdo entre todas las partes”, aunque sostienen que la mera aplicaci贸n del mismo “no es suficiente para asegurar una paz duradera”
Un total de 13’000 miembros de las FARC se desarmaron y desmovilizaron. La mayor铆a no ha vuelto a recurrir a las armas. Unos 12’000 ex guerrilleros est谩n en v铆as de reintegrarse a la vida civil, seg煤n cifras contabilizadas por la canciller铆a suiza.
![]() |
Colombia. Firma de la Paz. Foto: Fundacion Chasquis |
Dinamitar el Acuerdo de Paz
“Lo nuevo en esta coyuntura es la declaraci贸n p煤blica de Iv谩n M谩rquez a trav茅s del video, pero la situaci贸n de fondo ya se percib铆a”, explica el profesor ginebrino Jean-Pierre Gontard, otrora mediador en la negociaci贸n de la paz en ese pa铆s sudamericano.
Gontard, caracteriza a los disidentes de las FARC, como “uno de los grupos de la guerrilla residual que siguen operando en Colombia y no constituye un fen贸meno nuevo en ese pa铆s”.
En tanto que profundo conocedor de la historia y la din谩mica del proceso colombiano, no escatima su cr铆tica al anuncio de M谩rquez, Jes煤s Santrich y una veintena de cuadros rearmados. Coincidiendo con el sector del ex presidente 脕lvaro Uribe, “ambos quieren terminar con los Acuerdos de Paz. Son como dos trenes que van en la misma direcci贸n. Los dos tienen la misma cantidad de vagones que antes, pero ahora est谩n pitando fuerte. La declaraci贸n del 29 de agosto les da una nueva visibilidad, pero no tiene mucha significaci贸n”.
Tal vez, concluye, esta nueva coyuntura permita comprender aun mejor en Colombia que hay gente seria y otra que apuesta a que la guerra contin煤e.
Centenas de l铆deres sociales asesinados
Para los que viven en Colombia, el anuncio del grupo disidente de la actual Fuerza Alternativa Revolucionaria del Com煤n (FARC), “no constituy贸 una sorpresa, ya hab铆a se帽ales de que algo iba a pasar”, enfatiza el pedagogo social suizo Beat Wehrle, responsable de coordinar desde Bogot谩 los proyectos latinoamericanos de la ONG Terres des Hommes de Alemania.
Si bien se habla de un posconflicto, explica, “en realidad se trata de un post-acuerdo entre dos sectores armados, que fue deficiente, y que no incorpor贸 a otros actores importantes de la sociedad colombiana, como las v铆ctimas, las mujeres, los ni帽os”.
Y muchos de esos actores no armados que quedaron fuera, analiza Wehrle, se encuentran hoy entre las principales v铆ctimas de la continuidad del conflicto, en particular los l铆deres sociales que estaban en medio del mismo, sin pertenecer a ninguno de los dos bandos.
Con estad铆sticas en la mano, recuerda que seg煤n un reciente informe de la organizaci贸n local INDEPAZ (Instituto de Estudios para la Paz y el Desarrollo), entre enero del 2016 y mayo del a帽o en curso, fueron asesinados 732 l铆deres sociales, as铆 como 135 ex combatientes de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Si bien luego de firmado el Acuerdo se hubo algunos elementos de construcci贸n de la paz, “se dio sobre todo una reconfiguraci贸n del conflicto”. La que se caracteriza por un cumplimiento positivo de las FARC y un llamativo incumplimiento del actual gobierno que ya se percib铆a en los 煤ltimos meses de la gesti贸n anterior, precisa Wehrle.
Con el agravante que los espacios territoriales dejados por esa organizaci贸n no quedaron vac铆os, sino que fueron ocupados por otros actores – sea bandas criminales paramilitares, denominadas BACRIN, el narcotr谩fico, u otros grupos armados-, ante la ausencia real del Estado y de pol铆ticas p煤blicas.
¿Las perspectivas pol铆ticas futuras?, preguntamos. “Los disidentes de las FARC env铆an una se帽al muy perjudicial al ya fragilizado proceso de paz”, explica. En una coyuntura pol铆tica muy particular, previa a las elecciones del domingo 27 de octubre, precisa.
Ese d铆a se realizar谩n elecciones regionales con el objetivo de designar gobernadores en 32 departamentos, diputados a las Asambleas Departamentales, alcaldes en m谩s de 1000 municipios, concejales y otros cargos locales.
La decisi贸n de los disidentes “es un duro golpe al partido pol铆tico que conform贸 la antigua guerrilla. Y refuerza al sector m谩s belicista y sus propuestas pol铆ticas”. Adicionalmente, concluye, “la nueva coyuntura habla de la frustraci贸n que atraviesa la sociedad colombiana. No solo porque pareciera que no se va a aprender nunca m谩s, sino porque la extrema izquierda con sus jugadas fortalece a la extrema derecha”.
Apostando a la paz
La Suiza oficial, en el marco de la cooperaci贸n a Colombia 2017-2020, sostiene acciones preventivas que buscan atenuar los riesgos y la vulnerabilidad de la poblaci贸n “en relaci贸n con la persistencia o el riesgo del recrudecimiento de la violencia armada”, afirma el DFAE a este corresponsal.
Ese compromiso por la paz pasa, en particular, por el apoyo a la participaci贸n pol铆tica, el respeto a los derechos humanos, el trabajo de memoria, y la remoci贸n -con fines humanitarios- de las minas.
Adicionalmente, la Ayuda Humanitaria helv茅tica, explica el DFAE, promueve el registro legal de la poblaci贸n vulnerable para hacer avanzar la restituci贸n de sus derechos y el acceso a los servicios b谩sicos. Contribuye tambi茅n a la aplicaci贸n de las decisiones de “restituci贸n de tierras en el territorio en la perspectiva de garantizar los derechos de las v铆ctimas y de contribuir a la consolidaci贸n de la paz”.
En el plano m谩s global, Suiza mantiene un contacto permanente con las ONG y organizaciones internacionales, tanto en Berna, como en Ginebra y tambi茅n en Colombia. Con respecto, espec铆ficamente, a los 732 dirigentes sociales asesinados en los 煤ltimos tres a帽os, las autoridades suizas “son totalmente conscientes de esas cifras y toman esta problem谩tica con toda seriedad”, subraya el portavoz del Ministerio de Exteriores.
*Sergio Ferrari, en colaboraci贸n con swissinfo.ch