Organizaciones denuncian el uso excesivo de la fuerza: uso injustificado de bastones contra personas, utilización ilegal de pelotas de goma (a corta distancia y en lugares cerrados) y práctica del "carrusell" (furgones policiales hacia una concentración de personas) para dispersar a manifestantes
Periodistas independientes y de diferentes medios de comunicación de España y fuera de España han denunciado la "represión del Estado español en Cataluña" así como las "malas prácticas" de medios de información españoles.
"Muchas de las personas que han participado en las protestas han sido víctimas de una fuerte violencia, con casos que han llegado a la mutilación por el uso de armas antidisturbios prohibidas por el gobierno autonómico catalán".
"Se busca estigmatizar a las organizaciones y partidos que se encuentran organizando las protestas como “terroristas”, negando así los derechos fundamentales a la protesta y la libre expresión."
Por su parte, organizaciones como Amnistía Internacional han denunciado el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía.
Amnistía Internacional ha hecho un llamamiento 2a todas las autoridades a tomar todas las medidas necesarias para facilitar el derecho de reunión pacífica y permitir a todas las personas expresar libremente su opinión al respecto de forma segura". “La naturaleza de las movilizaciones ha sido eminentemente pacífica, y aunque se han producido algunos actos de violencia que han puesto en riesgo a algunas personas, las fuerzas de seguridad deben actuar con moderación. Las autoridades deben hacer todo lo posible por no contribuir a la escalada de tensión en la calle y responder en todo momento de forma proporcionada ante los posibles brotes de violencia”, ha declarado Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.
Amnistía Internacional documenta diversos casos de uso excesivo de la fuerza, "incluyendo un uso inapropiado e injustificado de bastones y otro equipo de defensa contra personas que no suponían ningún riesgo, incluyendo periodistas y personas que ya habían sido inmovilizadas por los agentes de seguridad y que a pesar de ello seguían siendo golpeadas en la cabeza y partes superiores del cuerpo". La organización ha documentado casos en que pelotas de goma o de foam han sido disparadas a muy poca distancia para dispersar multitudes, o bien utilizadas en lugares semicerrados como el parking o las inmediaciones del aeropuerto de Barcelona. Como consecuencia, dos personas resultaron heridas de gravedad el 14 de octubre en el aeropuerto del Prat. Según información proporcionada por el hospital donde fueron atendidos, un chico de 22 años perdió el ojo por el impacto de un artefacto comparable a una pelota de goma o de foam. El segundo habría recibido un impacto en los testículos teniendo que ser intervenido quirúrgicamente. “Es muy preocupante la forma en que el material antidisturbios está siendo utilizado en el marco de estas protestas. Es fundamental que todas las fuerzas de seguridad muestren total apego a los principios de necesidad y proporcionalidad en el uso de la fuerza para responder a los actos de violencia de forma apropiada, y facilitar así que quienes se conducen de forma pacífica puedan continuar la protesta” ha declarado Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa. Según los estándares internacionales sobre uso de la fuerza, las pelotas de goma o de foam nunca deben utilizarse contra manifestantes pacíficos o en situaciones donde también puedan resultar heridas otras personas ajenas a las protestas. Debido al alto riesgo de lesiones graves, estos proyectiles no deben utilizarse para dispersar multitudes sino únicamente para frenar a quienes se conduzcan con violencia cuando sea factible efectuar disparos perfectamente dirigidos contra personas concretas que están teniendo un comportamiento violento. La utilización de estos proyectiles en contra de una multitud o de forma indiscriminada o indirecta, es decir produciendo rebote, debe estar prohibido. Amnistía Internacional ha constatado también sobre el terreno el empleo de una práctica policial coloquialmente conocida como “carrusel”, consistente en hacer avanzar los furgones policiales hacia una concentración de personas, con el objetivo de lograr que estas se dispersen. La organización considera que estas maniobras revisten un elevado nivel de peligrosidad que pueden afectar a personas no involucradas en la manifestación y a quienes se encuentran protestando de forma pacífica. “Las autoridades deben asegurarse que la decisión de dispersar una manifestación sea el último recurso cuando todos los otros medios menos restrictivos han demostrado ser ineficaces. Toda orden de dispersión debe ser explicada claramente dando tiempo suficiente a la gente para retirarse voluntariamente, y la fuerza utilizada debe ser siempre proporcional a la resistencia encontrada. Si el uso de la fuerza es necesario, las fuerzas de seguridad deben evitar causar lesiones a las personas que sólo se resisten pasivamente”, ha recordado Adriana Ribas, coordinadora de Amnistía Internacional en Cataluña.
DECLARACIÓN INTERNACIONAL DE MEDIOS Y PERIODISTAS
Basta de represión. En defensa de los derechos democráticos de Cataluña
La cuestión catalana se trata de un problema político irresuelto por el Estado español, totalmente sordo a las demandas democráticas del pueblo catalán, expresadas durante más de diez años de forma pacífica en las calles y las urnas. La autodeterminación es un derecho que ha encontrado su resolución en otros países como Canadá y el Reino Unido. España, sin embargo, sigue negando la realidad nacional de Cataluña y situando el debate sobre la autodeterminación fuera de la política.
Hay que denunciar, entonces, desde todos los ámbitos la negativa de España a reconocer el derecho inalienable del pueblo catalán a autodeterminarse, de la misma manera que hay que denunciar que hasta ahora la única respuesta que se ha dado es la de la represión, con una condena de más de 100 años para los líderes políticos y sociales catalanes, conocida esta semana, y la brutal represión con la que han querido sofocar las protestas de rechazo a esta sentencia. El saldo de personas detenidas por participar en las protestas no cesa de incrementarse, llegando ya a más de 20 desde que el lunes se iniciaron las movilizaciones, sin contar las 9 personas detenidas hace un mes en el marco de un operativo orquestado para vincular independentismo con “terrorismo”. Muchas de las personas que han participado en las protestas han sido víctimas de una fuerte violencia, con casos que han llegado a la mutilación por el uso de armas antidisturbios prohibidas por el gobierno autonómico catalán.
Queremos también denunciar el papel de los medios españoles, comprometidos con la difusión del relato oficial del Estado y de las fuerzas policiales que desde hace dos semanas se encuentran en plena razzia represiva. La estrategia de criminalización del movimiento político por la autodeterminación tiene como una de sus patas fundamentales la creación de un relato interesado en ofrecer una imagen distorsionada del pueblo catalán y del masivo movimiento político independentista, al que se tacha de identitario y anti-español.
A lo largo de esta semana se ha evidenciado su connivencia en difundir, exclusivamente, las versiones de los cuerpos policiales encargados de reprimir la protesta y en obviar la actuación de grupos violentos de extrema derecha que han dejado varios heridos. El objetivo es vender una imagen que permita justificar posteriores actuaciones de supresión de la autonomía como también las condenas por sedición -uno de los tipos penales más graves- a los líderes políticos y sociales encarcelados desde el otoño de 2017. Se busca estigmatizar a las organizaciones y partidos que se encuentran organizando las protestas como “terroristas”, negando así los derechos fundamentales a la protesta y la libre expresión.
Es una grave falta deontológica la de manipular imágenes, declaraciones y hechos para construir un relato falso sobre la situación en Cataluña a la que debemos responder de forma contundente. Compartimos pues este comunicado para contribuir con una aproximación al conflicto catalán, combatiendo las versiones oficiales que los medios españoles están difundiendo para intoxicar a la opinión pública en España y a nivel internacional.
Periodistas independientes y de diferentes medios de comunicación de España y fuera de España han denunciado la "represión del Estado español en Cataluña" así como las "malas prácticas" de medios de información españoles.
"Muchas de las personas que han participado en las protestas han sido víctimas de una fuerte violencia, con casos que han llegado a la mutilación por el uso de armas antidisturbios prohibidas por el gobierno autonómico catalán".
"Se busca estigmatizar a las organizaciones y partidos que se encuentran organizando las protestas como “terroristas”, negando así los derechos fundamentales a la protesta y la libre expresión."
EFE/Enric Fontcuberta |
Por su parte, organizaciones como Amnistía Internacional han denunciado el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía.
Amnistía Internacional ha hecho un llamamiento 2a todas las autoridades a tomar todas las medidas necesarias para facilitar el derecho de reunión pacífica y permitir a todas las personas expresar libremente su opinión al respecto de forma segura". “La naturaleza de las movilizaciones ha sido eminentemente pacífica, y aunque se han producido algunos actos de violencia que han puesto en riesgo a algunas personas, las fuerzas de seguridad deben actuar con moderación. Las autoridades deben hacer todo lo posible por no contribuir a la escalada de tensión en la calle y responder en todo momento de forma proporcionada ante los posibles brotes de violencia”, ha declarado Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.
Amnistía Internacional documenta diversos casos de uso excesivo de la fuerza, "incluyendo un uso inapropiado e injustificado de bastones y otro equipo de defensa contra personas que no suponían ningún riesgo, incluyendo periodistas y personas que ya habían sido inmovilizadas por los agentes de seguridad y que a pesar de ello seguían siendo golpeadas en la cabeza y partes superiores del cuerpo". La organización ha documentado casos en que pelotas de goma o de foam han sido disparadas a muy poca distancia para dispersar multitudes, o bien utilizadas en lugares semicerrados como el parking o las inmediaciones del aeropuerto de Barcelona. Como consecuencia, dos personas resultaron heridas de gravedad el 14 de octubre en el aeropuerto del Prat. Según información proporcionada por el hospital donde fueron atendidos, un chico de 22 años perdió el ojo por el impacto de un artefacto comparable a una pelota de goma o de foam. El segundo habría recibido un impacto en los testículos teniendo que ser intervenido quirúrgicamente. “Es muy preocupante la forma en que el material antidisturbios está siendo utilizado en el marco de estas protestas. Es fundamental que todas las fuerzas de seguridad muestren total apego a los principios de necesidad y proporcionalidad en el uso de la fuerza para responder a los actos de violencia de forma apropiada, y facilitar así que quienes se conducen de forma pacífica puedan continuar la protesta” ha declarado Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa. Según los estándares internacionales sobre uso de la fuerza, las pelotas de goma o de foam nunca deben utilizarse contra manifestantes pacíficos o en situaciones donde también puedan resultar heridas otras personas ajenas a las protestas. Debido al alto riesgo de lesiones graves, estos proyectiles no deben utilizarse para dispersar multitudes sino únicamente para frenar a quienes se conduzcan con violencia cuando sea factible efectuar disparos perfectamente dirigidos contra personas concretas que están teniendo un comportamiento violento. La utilización de estos proyectiles en contra de una multitud o de forma indiscriminada o indirecta, es decir produciendo rebote, debe estar prohibido. Amnistía Internacional ha constatado también sobre el terreno el empleo de una práctica policial coloquialmente conocida como “carrusel”, consistente en hacer avanzar los furgones policiales hacia una concentración de personas, con el objetivo de lograr que estas se dispersen. La organización considera que estas maniobras revisten un elevado nivel de peligrosidad que pueden afectar a personas no involucradas en la manifestación y a quienes se encuentran protestando de forma pacífica. “Las autoridades deben asegurarse que la decisión de dispersar una manifestación sea el último recurso cuando todos los otros medios menos restrictivos han demostrado ser ineficaces. Toda orden de dispersión debe ser explicada claramente dando tiempo suficiente a la gente para retirarse voluntariamente, y la fuerza utilizada debe ser siempre proporcional a la resistencia encontrada. Si el uso de la fuerza es necesario, las fuerzas de seguridad deben evitar causar lesiones a las personas que sólo se resisten pasivamente”, ha recordado Adriana Ribas, coordinadora de Amnistía Internacional en Cataluña.
DECLARACIÓN INTERNACIONAL DE MEDIOS Y PERIODISTAS
Basta de represión. En defensa de los derechos democráticos de Cataluña
La cuestión catalana se trata de un problema político irresuelto por el Estado español, totalmente sordo a las demandas democráticas del pueblo catalán, expresadas durante más de diez años de forma pacífica en las calles y las urnas. La autodeterminación es un derecho que ha encontrado su resolución en otros países como Canadá y el Reino Unido. España, sin embargo, sigue negando la realidad nacional de Cataluña y situando el debate sobre la autodeterminación fuera de la política.
Hay que denunciar, entonces, desde todos los ámbitos la negativa de España a reconocer el derecho inalienable del pueblo catalán a autodeterminarse, de la misma manera que hay que denunciar que hasta ahora la única respuesta que se ha dado es la de la represión, con una condena de más de 100 años para los líderes políticos y sociales catalanes, conocida esta semana, y la brutal represión con la que han querido sofocar las protestas de rechazo a esta sentencia. El saldo de personas detenidas por participar en las protestas no cesa de incrementarse, llegando ya a más de 20 desde que el lunes se iniciaron las movilizaciones, sin contar las 9 personas detenidas hace un mes en el marco de un operativo orquestado para vincular independentismo con “terrorismo”. Muchas de las personas que han participado en las protestas han sido víctimas de una fuerte violencia, con casos que han llegado a la mutilación por el uso de armas antidisturbios prohibidas por el gobierno autonómico catalán.
Queremos también denunciar el papel de los medios españoles, comprometidos con la difusión del relato oficial del Estado y de las fuerzas policiales que desde hace dos semanas se encuentran en plena razzia represiva. La estrategia de criminalización del movimiento político por la autodeterminación tiene como una de sus patas fundamentales la creación de un relato interesado en ofrecer una imagen distorsionada del pueblo catalán y del masivo movimiento político independentista, al que se tacha de identitario y anti-español.
A lo largo de esta semana se ha evidenciado su connivencia en difundir, exclusivamente, las versiones de los cuerpos policiales encargados de reprimir la protesta y en obviar la actuación de grupos violentos de extrema derecha que han dejado varios heridos. El objetivo es vender una imagen que permita justificar posteriores actuaciones de supresión de la autonomía como también las condenas por sedición -uno de los tipos penales más graves- a los líderes políticos y sociales encarcelados desde el otoño de 2017. Se busca estigmatizar a las organizaciones y partidos que se encuentran organizando las protestas como “terroristas”, negando así los derechos fundamentales a la protesta y la libre expresión.
Es una grave falta deontológica la de manipular imágenes, declaraciones y hechos para construir un relato falso sobre la situación en Cataluña a la que debemos responder de forma contundente. Compartimos pues este comunicado para contribuir con una aproximación al conflicto catalán, combatiendo las versiones oficiales que los medios españoles están difundiendo para intoxicar a la opinión pública en España y a nivel internacional.