OPINIÓN de Ana De Luis Otero.- Leo en Twitter que te has marchado ya y no doy crédito. Tu lucha y el #yomecuro han servido para que muchas miles de personas puedan seguir soñando que el cáncer no les va a arrebatar las pequeñas cosas de la vida; esas que tú magistralmente relatabas cada día en tu Oncolumna.
La escena pasa de estar bien a que un día un oncólogo te diga que tienes el maldito cáncer, la terrible enfermedad, la mala suerte y la falta de certeza. Entonces y no antes, se detiene el mundo ante ti y ya no hay futuro, no hay planes, no hay días y sí muchas noches en donde todo te sugiere un recuerdo, un tiempo pasado que inicialmente era mejor. Y eso nos has ido contando en el lugar en donde los periodistas creemos que salen noticias frescas al igual que hiciera la también fallecida Concha García Campoy. Pero tú optaste por la vida. Decidiste narrar tu historia, las de las esperas, la de la pérdida de tiempo, la de tus jornadas con quimioterapia, la de tu vida en definitiva.
Y EN ESA VITALIDAD DISTE FUERZA A TODOS AMIGOS QUE COMO TÚ, DESCONOCIDOS DE LAS REDES, LUCHABAN COMO TÚ EN OTRO LUGAR DEL PLANETA CON TU #YOMECURO.
Hace días que no te leo, no sabía si era porque en el segundo tiempo necesitabas unos ratos de asueto o porque indefectiblemente la suerte estaba echada. Tu juventud, tu raza y tu radio se van contigo, pero no se van las lecciones de vida que has dejado en tu familia, en los que te leíamos y en los que se están curando, porque inicialmente cuando esto sucede, cuando comienza la verdadera historia de la vida, el #yomecuro es la esperanza que todos tenemos.
El miedo, el dolor, el temor, la incertidumbre, versus el amor, la vida, la realidad, la familia, ¡qué cosas! y es por ello por lo que no quiero despedirte porque las personas que cuentan historias, las que narran o escriben viven para siempre y en tu afán, tu lema, tu forma de vida, tu realidad es y será que te vas a curar.
“Reconozco que esta víspera es dificililla. El #yomecuro es también #avecestengomiedo. Es admitir que el cáncer impone sus reglas, es aprender que no es justo, que no distingue ni tiene piedad y sin embargo… Es vencible”, decías…
Quizá en los cielos sea en donde puedas relatar la mejor crónica porque aquí abajo los que intentamos curarnos de algo, no apreciemos que mirar al cielo, leer una noticia o ver cómo se atisba el otoño, sea un espectáculo que cada día dejamos pasar.
HOY ES TODAVÍA, DECÍAS, PORQUE HOY, TODAVÍA PODEMOS HACER ESO QUE TÚ, YA NO PUEDES.
No te vas Valentín, siempre estarás y tu legado será un afán con el que millones de personas luchen cada mañana. Amabas la radio y la radio te amaba a ti. Ahora te ama medio planeta porque el otro medio está escuchándote ahí arriba porque ya la habrás liado parda.
Hoy es siempre todavía, querido colega, querido compañero, querido Valentín. Sit tibi terra levis. Descansa en paz.
La escena pasa de estar bien a que un día un oncólogo te diga que tienes el maldito cáncer, la terrible enfermedad, la mala suerte y la falta de certeza. Entonces y no antes, se detiene el mundo ante ti y ya no hay futuro, no hay planes, no hay días y sí muchas noches en donde todo te sugiere un recuerdo, un tiempo pasado que inicialmente era mejor. Y eso nos has ido contando en el lugar en donde los periodistas creemos que salen noticias frescas al igual que hiciera la también fallecida Concha García Campoy. Pero tú optaste por la vida. Decidiste narrar tu historia, las de las esperas, la de la pérdida de tiempo, la de tus jornadas con quimioterapia, la de tu vida en definitiva.
Y EN ESA VITALIDAD DISTE FUERZA A TODOS AMIGOS QUE COMO TÚ, DESCONOCIDOS DE LAS REDES, LUCHABAN COMO TÚ EN OTRO LUGAR DEL PLANETA CON TU #YOMECURO.
Hace días que no te leo, no sabía si era porque en el segundo tiempo necesitabas unos ratos de asueto o porque indefectiblemente la suerte estaba echada. Tu juventud, tu raza y tu radio se van contigo, pero no se van las lecciones de vida que has dejado en tu familia, en los que te leíamos y en los que se están curando, porque inicialmente cuando esto sucede, cuando comienza la verdadera historia de la vida, el #yomecuro es la esperanza que todos tenemos.
El miedo, el dolor, el temor, la incertidumbre, versus el amor, la vida, la realidad, la familia, ¡qué cosas! y es por ello por lo que no quiero despedirte porque las personas que cuentan historias, las que narran o escriben viven para siempre y en tu afán, tu lema, tu forma de vida, tu realidad es y será que te vas a curar.
“Reconozco que esta víspera es dificililla. El #yomecuro es también #avecestengomiedo. Es admitir que el cáncer impone sus reglas, es aprender que no es justo, que no distingue ni tiene piedad y sin embargo… Es vencible”, decías…
Quizá en los cielos sea en donde puedas relatar la mejor crónica porque aquí abajo los que intentamos curarnos de algo, no apreciemos que mirar al cielo, leer una noticia o ver cómo se atisba el otoño, sea un espectáculo que cada día dejamos pasar.
HOY ES TODAVÍA, DECÍAS, PORQUE HOY, TODAVÍA PODEMOS HACER ESO QUE TÚ, YA NO PUEDES.
No te vas Valentín, siempre estarás y tu legado será un afán con el que millones de personas luchen cada mañana. Amabas la radio y la radio te amaba a ti. Ahora te ama medio planeta porque el otro medio está escuchándote ahí arriba porque ya la habrás liado parda.
Hoy es siempre todavía, querido colega, querido compañero, querido Valentín. Sit tibi terra levis. Descansa en paz.
Acerca de Valentín García
Mi nombre es Valentín García Sandoval, “Chicho”. Soy periodista, dedicado a la radio, en la que llevo desde 1992, primero en RADIO SEVILLA de la CADENA SER y ahora en CANAL SUR RADIO. Nací en Madrid, pero desde los 24 años vivo en Sevilla. Soy un loco de la radio, disfruto mucho delante de un micrófono y me encanta comunicar: esa es mi obsesión. También me dedico a la presentación de eventos. Y vivo en Triana.
Mi nombre es Valentín García Sandoval, “Chicho”. Soy periodista, dedicado a la radio, en la que llevo desde 1992, primero en RADIO SEVILLA de la CADENA SER y ahora en CANAL SUR RADIO. Nací en Madrid, pero desde los 24 años vivo en Sevilla. Soy un loco de la radio, disfruto mucho delante de un micrófono y me encanta comunicar: esa es mi obsesión. También me dedico a la presentación de eventos. Y vivo en Triana.