6 de noviembre: D铆a Internacional para la Prevenci贸n de la Explotaci贸n del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados
Mensaje de la directora ejecutiva de UNEP, Inger Andersen, en el D铆a internacional para la prevenci贸n de la explotaci贸n del medio ambiente en la guerra y los conflictos armados.
En las 煤ltimas d茅cadas, dos asuntos fundamentales han cambiado la forma en la que la comunidad internacional entiende los desaf铆os a la paz y la seguridad.
En primer lugar, la gama de actores potenciales del conflicto se ha expandido significativamente y ahora incluye a entidades no estatales. De hecho, la seguridad ya no se define exclusivamente en t茅rminos de amenaza militar. Hoy, el fracaso del Estado y la guerra civil representan algunos de los mayores riesgos para la paz mundial.
En segundo lugar, se entienden mejor las posibles causas de inseguridad. En 2004, el Informe del Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre las amenazas, los desaf铆os y el cambio destac贸 la relaci贸n fundamental entre el medio ambiente, la seguridad y el desarrollo social y econ贸mico en la b煤squeda de la paz mundial en el siglo XXI.
En 2007, en un debate hist贸rico, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas reconoci贸 que “las misiones y operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas desplegadas en pa铆ses ricos en recursos que sufren conflictos armados pueden servir de ayuda a los gobiernos en cuesti贸n, respetando siempre la soberan铆a del Estado sobre sus propios recursos naturales, para impedir que la explotaci贸n il铆cita de esos recursos sea motivo de recrudecimiento de los conflictos".
Los factores ambientales son raramente la 煤nica causa de los conflictos violentos. Sin embargo, la explotaci贸n de los recursos naturales y las tensiones ambientales relacionadas pueden estar implicados en todas las fases del ciclo de los conflictos, desde contribuir al estallido y la perpetuaci贸n de la violencia hasta socavar las perspectivas de paz.
El acceso y la distribuci贸n de agua, la degradaci贸n de la tierra, las inundaciones y la contaminaci贸n, adem谩s de la competencia por los recursos del subsuelo, pueden exacerbar directamente las tensiones y provocar la erupci贸n de conflictos, as铆 como la deforestaci贸n, la erosi贸n del suelo y la desertificaci贸n.
Este panorama de seguridad en evoluci贸n requiere un cambio en la forma en que la comunidad internacional se involucra en la gesti贸n de conflictos. Desde la prevenci贸n de conflictos y la alerta temprana hasta la pacificaci贸n, y la construcci贸n y el mantenimiento de la paz, el papel potencial de los recursos naturales y el medio ambiente debe tenerse en cuenta en todas las etapas.
Desde 1999, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) ha realizado m谩s de 20 evaluaciones postconflicto para determinar los impactos ambientales de la guerra. UNEP tambi茅n ha contribuido a identificar lagunas y debilidades en el derecho internacional y a proteger el medio ambiente.
Mediante resoluciones aprobadas en las sesiones de la Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente de 2016 y 2017, los Estados Miembros demostraron su reconocimiento de la necesidad de mejorar la protecci贸n del medio ambiente en tiempos de conflicto armado.
En particular, acogemos con benepl谩cito la adopci贸n por parte de la Comisi贸n de Derecho Internacional, el 8 de julio de 2019, del borrador de los 28 principios legales para abordar las causas y consecuencias de la guerra y los conflictos armados en el medio ambiente.
Si queremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, debemos actuar con mayor urgencia y coherencia para reducir las amenazas que los conflictos armados representan para el medio ambiente y, en 煤ltima instancia, para nuestra salud y medios de vida.
En este D铆a Internacional para la prevenci贸n de la explotaci贸n del medio ambiente en la guerra y los conflictos armados, tenemos una sola opci贸n: aumentar nuestra ambici贸n de proteger el medio ambiente, incluso en los escenarios m谩s complejos y desafiantes.