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El Open Arms "se hunde"

Pide dinero a la ciudadan铆a.

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En poco m谩s de dos a帽os ha dado dos vueltas al mundo y ha salvado m谩s de 6.000 vidas del mar pero, con casi medio siglo de vida, el Open Arms no puede m谩s, as铆 que el fundador de la ONG, 脫scar Camps, ha decidido lanzar el “Mayday” para que ahora sea la ciudadan铆a la que acuda en su rescate.
"Si en un mes y medio no conseguimos dinero, tendremos que plantearnos paralizar las operaciones en el Mediterr谩neo", avisa Camps en una entrevista telef贸nica con Efe desde Sicilia (Italia), pa铆s que hasta hace pocos meses le cerraba sus puertos, pero en el que hoy puede hablar y reunirse con normalidad con miembros de su Ejecutivo.
"A煤n espero el caf茅 con Pedro S谩nchez que me prometi贸 cuando cumpli贸 los 100 d铆as de Gobierno. Supongo que las cosas cambiar谩n", vaticina.
Y, por qu茅 no, podr铆a hacer lo propio con su vicepresidente segundo. "Con Pablo Iglesias no tengo ning煤n problema en tomarme un caf茅. Me lo tomo con David Sassoli (presidente del Parlamento Europeo), con Luciana Lamorgese (ministra italiana del Interior). Con el Gobierno italiano hablo tranquilamente por tel茅fono, Merkel me contesta emails… ¿Por qu茅 no puedo hacerlo con el Gobierno espa帽ol?", se pregunta.
De momento, lo m谩s urgente para el director de Open Arms es conseguir dinero. Para ello ha emprendido una campa帽a que, como primer objetivo, se ha marcado llegar a los 600.000 euros para dejar el buque en condiciones de continuar con su tarea en el Mediterr谩neo, donde han muerto ya 63 personas en estos primeros d铆as de enero.
Pero "lo ideal" ser铆a poder llegar a los dos millones de euros para sustituir este barco por otro que est茅 en condiciones, porque el Open Arms es ya como "un coche viejo" al que cada vez que sale se le estropea algo: las reparaciones son continuas, y sus piezas son antiguas y cada vez m谩s dif铆ciles de encontrar, lo que dispara los costes.
Hoy est谩 parado en Siracusa, donde se le est谩 sometiendo a un arreglo de emergencia provisional que le permita hacer alguna misi贸n m谩s, pero con las condiciones en las que est谩 "no se puede dar garant铆a de seguridad ni de continuidad". Solo hacerlo funcionar y moverlo cuesta cada d铆a 7.540 euros.
"Si en un mes y medio no conseguimos el dinero, tendremos que plantearnos paralizar las operaciones en el Mediterr谩neo". Es lo que augura que le queda de vida a este antiguo remolcador de Salvamento Mar铆timo construido en 1974 y donado por la naviera Grupo Ibaizabal a su organizaci贸n en febrero de 2017.
"Era un barco en el fin de sus d铆as que iba a ir al desguace, pero decidimos darle una segunda oportunidad", relata. Y era lo que hab铆a: "Es como hacer una campa帽a de juguetes y darlos rotos o viejos. No ten铆amos otra opci贸n y nos ten铆amos que acoger a ella. Lo agradezco y lo agradeceremos eternamente. Le hicimos una inversi贸n importante y ha funcionado dos a帽os y medio, pero ahora necesita otra que no podemos asumir".
La voz de alarma la dio el pasado lunes, cuando de forma improvisada decidi贸 lanzar el 'mayday' despu茅s de que en la sala de m谩quinas empezara a "sudar tinta por una aver铆a" justo cuando iban en auxilio de dos pateras. Tras unas horas de reparaci贸n en mitad del mar, lograron alcanzar una de las embarcaciones, pero de la otra no supieron m谩s.
Aunque podr铆a disponer de "grandes mecenas" y la ayuda puntual de "alg煤n ayuntamiento", quiere que sea la sociedad civil la que le d茅 el empuj贸n que ahora tanto necesitan. "M谩s del 90 % de nuestros donantes son ciudadanos, y queremos mantener esa independencia", argumenta.
"Necesitamos a 100.000 personas que nos puedan dar 20 euros, no nos parece tan descabellado teniendo en cuenta que, a un partido de primera divisi贸n, por ejemplo, van cada semana 80 o 90.000 espectadores". Desde el martes, han reunido ya m谩s de 108.000 euros a trav茅s de la p谩gina www.openarms.es/salvaopenarms/es.
脫scar Camps se muestra optimista con el resultado de su petici贸n, aunque reconoce que los seis meses que estuvieron bloqueados el a帽o pasado en Barcelona, las campa帽as de descr茅dito que se han difundido en su contra y los costes de las innumerables acciones jur铆dicas abiertas en este tiempo han pasado factura a la ONG catalana.
Una ONG que, cada d铆a, nota de cerca "el aliento" de deportistas, periodistas, artistas pero, sobre todo, de la sociedad civil, de la que recibe incontables mensajes de apoyo a trav茅s de las redes.
Por eso es tan importante que sea la propia ciudadan铆a la que reflote Open Arms, porque demuestra que "la gente est谩 conforme con lo que estamos haciendo y que tenemos su apoyo incondicional".Lejos de querer compararse con las personas que rescatan, “estar all铆 lejos tiene un coste emocional, f铆sico y moral que asumen los voluntarios, y es importante que el equipo sepa que detr谩s tiene a much铆sima gente”.Al fin y el cabo, Camps no vive "de esto" ni le toca a 茅l "salvar el mundo", dice. Pero s铆 considera que "ser铆a muy triste tener que dejarlo porque no hay conciencia humana", remata.
Por Adaya Gonz谩lez

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