"Con una sonrisa y mucha, mucha, ilusión. En los más de 70 países en los que trabajamos -dice Médicos Sin Fronteras-, los niños y niñas son fuertes, inocentes y curiosos. Por muy poco que tengan y por mucho sufrimiento que atraviesen, siempre hay un momento para construir un juguete y reír.
© Zacharias Abubeker
Un joven muestra su camión de juguete casero hecho con latas de aceite de cocina en el campo de refugiados de Kule, en Gambella (Etiopía).
© Anna Surinyach
Los niños muestran una gran habilidad para construir juguetes de arcilla. Por lo general, son vehículos a los que luego atan una cuerda para que puedan arrastrarlos. Su durabilidad es sorprendente.
© Anna Surinyach
El tiktar es un clásico. El borde de una rueda de bicicleta, un palo de madera y un rollo, un rollo, un rollo. El objetivo, mantener el equilibrio del borde abollado mientras rueda sobre piedras, barro y vidrio.
© Anna Surinyach
¿Y cómo no conocer el universal juego de cuerdas? En Sudán del Sur, lo llaman ‘boya’.
© Anna Surinyach
¡A volar pompas de jabón!
© Anna Surinyach
El 'wading' causa furor entre los niños. Similar al cricket, se fabrica a partir de dos piezas de goma (la suela de las chanclas, en general) cortadas y cosidas, a partir de las cuales se crear un disco flexible. Con palos y ramas, un jugador de bolos lanza dicho disco, que rueda por el suelo hacia un bateador que intenta golpearlo.
© Abraham Oghobase
Bagada Modu vive en Nigeria y presume de su helicóptero de juguete hecho a mano.
© Mohammad Ghannam/MSF
Las condiciones de vida para los refugiados rohingya que viven en los campamentos en Bangladesh son muy precarias. No obstante, siempre hay un momento para jugar.
© Anna Surinyach
¿Qué se puede hacer con las latas vacías de zumos? Los niños de Sudán del Sur lo saben bien: construyen coches y camiones de estaño. Rápidamente, cobran ‘vida’ por las calles de los campos de desplazados.
© Caterina Schneider-King/MSF
Un niño juega con pompas de jabón en el hospital Carnot, en República Centroafricana.
© Rorandelli Rocco/Terraproject
Varios niños sirios se han inventado un tren improvisado en un campo de refugiados en Evzoni, en Grecia.
© Vincenzo Livieri
En el gigantesco campo de Cox’s Bazar, en Bangladesh, un niño juega alegre con su cometa hecha a mano.
© Zacharias Abubeker
Dos niñas juegan al makala, un juego de mesa improvisado. Campo de refugiados de Kule, en la región de Gambella, en Etiopía.
© Zacharias Abubeker
Un joven muestra su camión de juguete casero hecho con latas de aceite de cocina en el campo de refugiados de Kule, en Gambella (Etiopía).
© Anna Surinyach
Los niños muestran una gran habilidad para construir juguetes de arcilla. Por lo general, son vehículos a los que luego atan una cuerda para que puedan arrastrarlos. Su durabilidad es sorprendente.
© Anna Surinyach
El tiktar es un clásico. El borde de una rueda de bicicleta, un palo de madera y un rollo, un rollo, un rollo. El objetivo, mantener el equilibrio del borde abollado mientras rueda sobre piedras, barro y vidrio.
© Anna Surinyach
¿Y cómo no conocer el universal juego de cuerdas? En Sudán del Sur, lo llaman ‘boya’.
© Anna Surinyach
¡A volar pompas de jabón!
© Anna Surinyach
El 'wading' causa furor entre los niños. Similar al cricket, se fabrica a partir de dos piezas de goma (la suela de las chanclas, en general) cortadas y cosidas, a partir de las cuales se crear un disco flexible. Con palos y ramas, un jugador de bolos lanza dicho disco, que rueda por el suelo hacia un bateador que intenta golpearlo.
© Abraham Oghobase
Bagada Modu vive en Nigeria y presume de su helicóptero de juguete hecho a mano.
© Mohammad Ghannam/MSF
Las condiciones de vida para los refugiados rohingya que viven en los campamentos en Bangladesh son muy precarias. No obstante, siempre hay un momento para jugar.
© Anna Surinyach
¿Qué se puede hacer con las latas vacías de zumos? Los niños de Sudán del Sur lo saben bien: construyen coches y camiones de estaño. Rápidamente, cobran ‘vida’ por las calles de los campos de desplazados.
© Caterina Schneider-King/MSF
Un niño juega con pompas de jabón en el hospital Carnot, en República Centroafricana.
© Rorandelli Rocco/Terraproject
Varios niños sirios se han inventado un tren improvisado en un campo de refugiados en Evzoni, en Grecia.
© Vincenzo Livieri
En el gigantesco campo de Cox’s Bazar, en Bangladesh, un niño juega alegre con su cometa hecha a mano.
© Zacharias Abubeker
Dos niñas juegan al makala, un juego de mesa improvisado. Campo de refugiados de Kule, en la región de Gambella, en Etiopía.