OPINI脫N de Ricardo Mascheroni
Todos conocen, porque los medios de comunicaci贸n nos lo recuerdan todos los d铆as, en letras de molde, la “terrible epidemia de coronavirus”, originada en China.
Por ello, me puse a recorrer portales de medios de las 煤ltimas dos d茅cadas, en que se “informaba” de la existencia de otras epidemias, como la asi谩tica, la aviar, la porcina y otras, y que grande o no tanto fue mi sorpresa, al ver que los titulares actuales son casi una copia textual de los otros sucesos.
En todos, se hac铆a referencia a los millones de muertos que se producir铆an, la ausencia de camas en hospitales para tratar los afectados, que se estaba trabajando en la elaboraci贸n de los medicamentos y antivirus necesarios para evitar la propagaci贸n de la plaga, sin dejar de mencionar a los responsables de las mismas, que en este caso ha reca铆do en el pr谩cticamente desconocido “PANGOL脥N”.
Sin menoscabar la importancia del caso, pienso que la generaci贸n de miedo entre la poblaci贸n, sobre todo a enfermedades o la muerte, impide a los seres humanos el pensamiento racional y objetivo, lo que los lleva a munirse a cualquier costo de todo lo necesario para enfrentar el peligro.
Los laboratorios farmac茅uticos y fabricantes de elementos sanitarios como barbijos y otros, est谩n de parabienes, ya que el p谩nico multiplica en forma exponencial sus ganancias y reactiva sus negocios, sin importar la gravedad del problema.
La Organizaci贸n Mundial de la Salud (OSM) en forma irresponsable abona el terreno en dicha direcci贸n y contribuye a la pol铆tica del miedo sanitario y nunca se hace cargo de sus yerros, como en las otras oportunidades, sin importar si pierde credibilidad, ya que cuenta con el suficiente blindaje y cors茅 medi谩tico que la hace inmune.
Frente a la parafernalia comunicacional de opinadores varios, funcionarios de toda laya y galenos medi谩ticos, que siguen haciendo hincapi茅 en el tema, omitiendo otros m谩s acuciantes y cuantitativamente m谩s significativos, con un silencio preocupante, cuando no c贸mplice.
Efectuadas estas endechas, quiero abordar una pandemia de la que tenemos pocos titulares, que est谩 provocando graves consecuencias sanitarias, cu谩l es la contaminaci贸n del aire principalmente en los conglomerados urbanos, donde vive la mayor cantidad de personas.
Previo a avanzar en ello, no quiero olvidar lo que pasa en 脕frica, donde el SIDA, las hambrunas y otros males provocados por la mala calidad del agua, ponen a borde del genocidio a la poblaci贸n en muchos pa铆ses, males que en muchos casos son solucionables por unos pocos centavos de d贸lar. Agreguemos Hait铆 y otras zonas del Planeta y el panorama se torna desolador.
En las ciudades se da la mayor densidad de personas y en nuestro pa铆s pr谩cticamente el 90 %, viven en ellas, lo que agrava el problema.
La situaci贸n en el planeta no es halag眉e帽a: la cifra de muertes provocadas por la poluci贸n del aire se eleva a 8,8 millones de personas. La mayor铆a de esas muertes prematuras se producen por enfermedades cardiovasculares. Respirar aire contaminado provoca m谩s muertes que el tabaco.
Estudios indican que caminar media hora en un microcentro atestado de tr谩fico equivale a fumar entre 15 y 40 cigarrillos por d铆a, debido a la concentraci贸n de gases, humos y part铆culas en suspensi贸n, particularmente de veh铆culos diesel, cuyos efectos son probadamente cancer铆genos.
En ese contexto las Cardiopat铆as; Accidentes cerebrovasculares; Enfermedad pulmonar obstructiva cr贸nica (EPOC); Infecciones v铆as respiratorias inferiores; C谩ncer de tr谩quea, bronquios y pulm贸n, Alzheimer, demencia senil y Parkinson est谩n a la orden del d铆a, pero no tienen la repercusi贸n en los medios, salvo en publicaciones especializadas.
Sin menoscabar ninguna desgracia, el porcentaje de muertes por coronavirus sobre los habitantes de la Tierra es de 0,00002 %, mucho menos que los decesos por gripe com煤n, y por contaminaci贸n del aire, el porcentaje es de 0,01%, lo que habla a las claras sobre la letalidad de uno y otro.
ENEMIGO P脷BLICO
El malo de la pel铆cula, es principalmente el transporte automotor, poco juzgado en todos sus impactos, salvo por unas pocas asociaciones en aspectos vinculados a la preservaci贸n de la vida humana.
Este transporte cobra negro protagonismo ante luctuosos incidentes, pero, pasadas las catilinarias period铆sticas y las im谩genes en primera plana de fierros retorcidos, cae nuevamente en letargo, hasta la ocurrencia de nuevos hechos.
Nuestros sentidos se alertan, al o铆r: pasteras, fumigaci贸n o miner铆a a cielo abierto, etc., pero no ocurre lo mismo al hablar dela contaminaci贸n del aire. A qu茅 se debe ello?
En un mundo petr贸leo dependiente, en el que los intereses son inconmensurables, hablar del coronavirus est谩 bien, pero cuestionar esa matriz energ茅tica no es pol铆ticamente correcto para muchos.
¿Se imagina a fundaciones, como Ford, YPF, Rockefeller, Avina, o embajadas de Gran Breta帽a y EE.UU, o empresas como Repsol, Oxy Petroleum, American Express, entre tantas, aportando fondos para campa帽as contra el automotor? Seguro que no.
Es una paradoja decir que estamos del deterioro ambiental, cuando la verdadera causa del problema es, aceptada por todos.
Mahatma Gandhi en 1908, dec铆a: “Los m茅dicos honestos le dir谩n a Ud. que el estado de salud general empeora en proporci贸n al aumento de los medios de locomoci贸n artificiales.”
Los motores contin煤an emitiendo gases y el peligroso aire que respiramos nos est谩 matando.
Un estudio reciente publicado en la revista 'The Lancet Planetary Health', reclama como “urgente” que se mejore la calidad del aire, ya que es un asunto global y que: “m谩s del 93% de los ni帽os del mundo est谩n respirando aire completamente t贸xico y esto est谩 afectando de una manera dram谩tica su salud”, se dijo en Ginebra.
Los casos extremos de poluci贸n, pueden llegar a ser mortales: 600.000 ni帽os menores de quince a帽os murieron a causa de infecciones agudas de las v铆as respiratorias inferiores causadas por el aire contaminado el a帽o 2016.
Otra de las graves consecuencias de la contaminaci贸n se da en mujeres embarazadas, ya que sufren un mayor riesgo de dar a luz prematuramente y tener hijos con tallas y peso inferiores a los normales.
“Adem谩s, la exposici贸n al aire contaminado en la gestaci贸n o despu茅s, provoca que el cerebro del ni帽o no se desarrolle de la manera que hubiera debido desarrollarse, pero adem谩s puede generar asma y c谩ncer infantil, aumentando el riesgo de enfermedades cr贸nicas como las cardiovasculares.
Del estudio se desprende que los ni帽os son especialmente vulnerables a los efectos de la poluci贸n ya que su ritmo respiratorio es m谩s acelerado que el de los adultos y, por tanto, absorben m谩s agentes contaminantes y a edad m谩s temprana.
M谩s all谩 del coronavirus, es mucho m谩s necesario y urgente es hablar de esta pandemia mortal.
Ricardo Luis Mascheroni - docente
Todos conocen, porque los medios de comunicaci贸n nos lo recuerdan todos los d铆as, en letras de molde, la “terrible epidemia de coronavirus”, originada en China.
Por ello, me puse a recorrer portales de medios de las 煤ltimas dos d茅cadas, en que se “informaba” de la existencia de otras epidemias, como la asi谩tica, la aviar, la porcina y otras, y que grande o no tanto fue mi sorpresa, al ver que los titulares actuales son casi una copia textual de los otros sucesos.
En todos, se hac铆a referencia a los millones de muertos que se producir铆an, la ausencia de camas en hospitales para tratar los afectados, que se estaba trabajando en la elaboraci贸n de los medicamentos y antivirus necesarios para evitar la propagaci贸n de la plaga, sin dejar de mencionar a los responsables de las mismas, que en este caso ha reca铆do en el pr谩cticamente desconocido “PANGOL脥N”.
Sin menoscabar la importancia del caso, pienso que la generaci贸n de miedo entre la poblaci贸n, sobre todo a enfermedades o la muerte, impide a los seres humanos el pensamiento racional y objetivo, lo que los lleva a munirse a cualquier costo de todo lo necesario para enfrentar el peligro.
Los laboratorios farmac茅uticos y fabricantes de elementos sanitarios como barbijos y otros, est谩n de parabienes, ya que el p谩nico multiplica en forma exponencial sus ganancias y reactiva sus negocios, sin importar la gravedad del problema.
La Organizaci贸n Mundial de la Salud (OSM) en forma irresponsable abona el terreno en dicha direcci贸n y contribuye a la pol铆tica del miedo sanitario y nunca se hace cargo de sus yerros, como en las otras oportunidades, sin importar si pierde credibilidad, ya que cuenta con el suficiente blindaje y cors茅 medi谩tico que la hace inmune.
Frente a la parafernalia comunicacional de opinadores varios, funcionarios de toda laya y galenos medi谩ticos, que siguen haciendo hincapi茅 en el tema, omitiendo otros m谩s acuciantes y cuantitativamente m谩s significativos, con un silencio preocupante, cuando no c贸mplice.
Efectuadas estas endechas, quiero abordar una pandemia de la que tenemos pocos titulares, que est谩 provocando graves consecuencias sanitarias, cu谩l es la contaminaci贸n del aire principalmente en los conglomerados urbanos, donde vive la mayor cantidad de personas.
Previo a avanzar en ello, no quiero olvidar lo que pasa en 脕frica, donde el SIDA, las hambrunas y otros males provocados por la mala calidad del agua, ponen a borde del genocidio a la poblaci贸n en muchos pa铆ses, males que en muchos casos son solucionables por unos pocos centavos de d贸lar. Agreguemos Hait铆 y otras zonas del Planeta y el panorama se torna desolador.
En las ciudades se da la mayor densidad de personas y en nuestro pa铆s pr谩cticamente el 90 %, viven en ellas, lo que agrava el problema.
La situaci贸n en el planeta no es halag眉e帽a: la cifra de muertes provocadas por la poluci贸n del aire se eleva a 8,8 millones de personas. La mayor铆a de esas muertes prematuras se producen por enfermedades cardiovasculares. Respirar aire contaminado provoca m谩s muertes que el tabaco.
Estudios indican que caminar media hora en un microcentro atestado de tr谩fico equivale a fumar entre 15 y 40 cigarrillos por d铆a, debido a la concentraci贸n de gases, humos y part铆culas en suspensi贸n, particularmente de veh铆culos diesel, cuyos efectos son probadamente cancer铆genos.
En ese contexto las Cardiopat铆as; Accidentes cerebrovasculares; Enfermedad pulmonar obstructiva cr贸nica (EPOC); Infecciones v铆as respiratorias inferiores; C谩ncer de tr谩quea, bronquios y pulm贸n, Alzheimer, demencia senil y Parkinson est谩n a la orden del d铆a, pero no tienen la repercusi贸n en los medios, salvo en publicaciones especializadas.
Sin menoscabar ninguna desgracia, el porcentaje de muertes por coronavirus sobre los habitantes de la Tierra es de 0,00002 %, mucho menos que los decesos por gripe com煤n, y por contaminaci贸n del aire, el porcentaje es de 0,01%, lo que habla a las claras sobre la letalidad de uno y otro.
ENEMIGO P脷BLICO
El malo de la pel铆cula, es principalmente el transporte automotor, poco juzgado en todos sus impactos, salvo por unas pocas asociaciones en aspectos vinculados a la preservaci贸n de la vida humana.
Este transporte cobra negro protagonismo ante luctuosos incidentes, pero, pasadas las catilinarias period铆sticas y las im谩genes en primera plana de fierros retorcidos, cae nuevamente en letargo, hasta la ocurrencia de nuevos hechos.
Nuestros sentidos se alertan, al o铆r: pasteras, fumigaci贸n o miner铆a a cielo abierto, etc., pero no ocurre lo mismo al hablar dela contaminaci贸n del aire. A qu茅 se debe ello?
En un mundo petr贸leo dependiente, en el que los intereses son inconmensurables, hablar del coronavirus est谩 bien, pero cuestionar esa matriz energ茅tica no es pol铆ticamente correcto para muchos.
¿Se imagina a fundaciones, como Ford, YPF, Rockefeller, Avina, o embajadas de Gran Breta帽a y EE.UU, o empresas como Repsol, Oxy Petroleum, American Express, entre tantas, aportando fondos para campa帽as contra el automotor? Seguro que no.
Es una paradoja decir que estamos del deterioro ambiental, cuando la verdadera causa del problema es, aceptada por todos.
Mahatma Gandhi en 1908, dec铆a: “Los m茅dicos honestos le dir谩n a Ud. que el estado de salud general empeora en proporci贸n al aumento de los medios de locomoci贸n artificiales.”
Los motores contin煤an emitiendo gases y el peligroso aire que respiramos nos est谩 matando.
Un estudio reciente publicado en la revista 'The Lancet Planetary Health', reclama como “urgente” que se mejore la calidad del aire, ya que es un asunto global y que: “m谩s del 93% de los ni帽os del mundo est谩n respirando aire completamente t贸xico y esto est谩 afectando de una manera dram谩tica su salud”, se dijo en Ginebra.
Los casos extremos de poluci贸n, pueden llegar a ser mortales: 600.000 ni帽os menores de quince a帽os murieron a causa de infecciones agudas de las v铆as respiratorias inferiores causadas por el aire contaminado el a帽o 2016.
Otra de las graves consecuencias de la contaminaci贸n se da en mujeres embarazadas, ya que sufren un mayor riesgo de dar a luz prematuramente y tener hijos con tallas y peso inferiores a los normales.
“Adem谩s, la exposici贸n al aire contaminado en la gestaci贸n o despu茅s, provoca que el cerebro del ni帽o no se desarrolle de la manera que hubiera debido desarrollarse, pero adem谩s puede generar asma y c谩ncer infantil, aumentando el riesgo de enfermedades cr贸nicas como las cardiovasculares.
Del estudio se desprende que los ni帽os son especialmente vulnerables a los efectos de la poluci贸n ya que su ritmo respiratorio es m谩s acelerado que el de los adultos y, por tanto, absorben m谩s agentes contaminantes y a edad m谩s temprana.
M谩s all谩 del coronavirus, es mucho m谩s necesario y urgente es hablar de esta pandemia mortal.
Ricardo Luis Mascheroni - docente