Jorge Zavaleta Alegre
Los anocheceres en los pueblos del Ande son melanc贸licos, a diferencia de las ma帽anas luminosas. Los j贸venes para mitigar su soledad se re煤nen, por lo general, en la esquina del barrio para contarse historias o que hacer para salir de la soledad y sin dinero. En Socota, Cajamarca, en la frontera peruano/ecuatoriana, no es la excepci贸n, mas aun cuando acaba la tarde taurina bufa, en honor a San Lorenzo, el patrono espanol Alvarazo en 1545.
Patricia Jeowell, con sus 30 a帽os, natural de un caser铆o socotino, es la mayor de once hermanos. Ha retornado de Europa a su tierra. Su encuentro con la turista romana Susanna Blanca Rosa, la convierten en el centro de atracci贸n de los lugare帽os. Un grupo de chicas intercambian impresiones. Ellas hablan de la ilusi贸n del matrimonio con europeos. La italiana dice que en su pa铆s tambi茅n se sufre desempleo, que los muchachos demoran en independizarse y prefieren la solter铆a. "Por eso yo estoy aqui", sonr铆e y comenta Susana, en su lengua cantarina.
Patricia, con la claridad del cielo de su cuna, y su experiencia en Mil谩n, cuenta que su padre hizo alg煤n dinero con la crianza de ganado y venta de carne y leche. Cuando construyeron la hidroel茅ctrica local, el negocio mejoro, y as铆 pudo construir uno de los dos hoteles de su pueblo. Paso el tiempo, y los hijos salieron en busca de educaci贸n superior o trabajo. La familia se disgrego y poco se sabe uno de otro
Hace cinco anos que Patricia partio a Mil谩n, la capital europea de los emigrantes peruanos. All谩 se gradu贸 de enfermera t茅cnica, con dos anos de estudio. Cuida dos ni帽os diabetos insulinodependientes, gana mil euros mensuales, ha comprado un peque帽o departamento para ser pagado en 20 anos, y dentro de un ano conseguir铆a la residencia. Un triunfo.
Socota, la fiesta religiosa convoca a multitudes. El lconvoca a un almuerzo comunal en el mercado de abastos. Desde las alturas y caser铆os vecinos llegan los comensales. Hay abundancia de viandas para unas dos mil personas, y sones musicales de una banda de la ciudad Chiclayo, (en la costa del Pacifico) con un coro de adolescentes en trajes ligeros.
Patricia al igual que otras socotinas que se encuentran de visita, aparentan divertirse. Pero confiesan sentirse extra帽as, como Garcilaso de la Vega, en Los Comentarios Reales: "No soy de aqu铆 ni de aa".
No siempre retornar al terruno es grato. El tiempo y la escasez son enemigos implacables. Los vecinos no son los mismos. Los pueblos expulsan pronto y sin piedad a sus hijos a conocer los efectos de la globalizaci贸n. Y en esa aventura aparecen "los convenios de hermanamiento" como Spolento en Cajamarca, cuyos alcaldes, Maximo Bruninini y Emilio Horna, han suscrito.
Los emigrantes de decadas pasadas eran escritores, cient铆ficos e hijos de familias ricas o de militares. Ahora son pobladores rurales y de las barriadas latinoamericanas. Mas de tres millones de peruanos, el 10.5% de la poblaci贸n, ha dejado el pa铆s. En los 80 solo se habian ido 500 mil peruanos.
En 1984 hab铆a 270 peruanos en Mil谩n y un c贸nsul honorario. Hoy bordean el mill贸n y medio (80 % mujeres, y el consulado tiene un amplio local y 15 ventanillas para atender al publico. En el 2003, el 20% de los 850 lde dolares de las remesas lleg贸 de Italia. La controversial "Sanatoria o Ley Bossi-fini", probablemente permitir谩 que unos pocos peruanos puedan regularizar su situaci贸n migratoria, accediendo a los servicios sociales.
Esta poblaci贸n for谩nea obliga a variar la accion de la Canciller铆a. Los consulados tienen que ser ampliados y con empleados que cultiven alt铆sima sensibilidad. Adios torpes posturas de arist贸cratas aldeanos, porque valgan verdades, nuestros diplom谩ticos en el exterior tambi茅n sufren la condici贸n de marginales.
La incertidumbre de vivir persiste y se amplia a otras latitudes mas cercanas que Latinoam茅rica. El trabajo de atenci贸n a ancianos, al haberse reducido el numero de monjas benditas por el Vaticano, persisten situaciones graves contra el derecho a la vida. La informaci贸n reciente procedente de Roma, habla de la incertidumbre de de 629 migrantes a bordo del “Aquarius”, rescatados frente a Libia por una ONG francesa. Malta e Italia, se niegan a abrir sus puertos a esta embarcaci贸n.
La ONG SOS M茅diterran茅e, “el #Aquarius recibi贸 la instrucci贸n del Centro de Coordinaci贸n de Rescates Mar铆timos Italiano de mantenerse en stand by en su posici贸n actual, a 35 millas n谩uticas de #Italia y a 27 millas n谩uticas de #Malta”. Entre los migrantes se encuentran siete mujeres embarazadas, 11 ni帽os peque帽os y 123 menores solos. La agencia de la ONU para los refugiados pidi贸 a Italia y Malta que permitan el desembarco de inmediato de los migrantes en sus puertos, porque las personas en la embarcaci贸n “se est谩n quedando sin provisiones”. El ministro del Interior y jefe del partido de extrema derecha la Liga, Matteo Salvini, confirm贸 que no ten铆a intenci贸n de dar marcha atr谩s: “Salvar vidas es un deber, convertir a Italia en un gran campo de refugiados, no, Italia ha dejado de agachar la cabeza y obedecer, esta vez" Italia, que desde 2013 vio desembarcar en sus costas a unos 700.000 migrantes, siente que durante la crisis migratoria la dejaron sola en el manejo de esta situaci贸n sin ninguna ayuda de sus socios de la Uni贸n Europea.
Hoy en el discurso soterrado de la diplomacia se escucha que los migrantes latinos han creado este clima insalubre. Pero solo la lectura correcta de la Historia revela que los italianos desde el siglo XV fueron aliados en la conquista de Am茅rica, donde lograron establecerse para siempre como grandes agricultores, mineros y de la Banca y los diferentes Seguros. Revisar solo la Historia republicana de Peru, nos lleva a concluir que las mujeres de este pa铆s latinoamericano en Mil谩n, son parte de esa franja de emigrantes del Sur, que siguen siendo los marginados de siempre.
Los anocheceres en los pueblos del Ande son melanc贸licos, a diferencia de las ma帽anas luminosas. Los j贸venes para mitigar su soledad se re煤nen, por lo general, en la esquina del barrio para contarse historias o que hacer para salir de la soledad y sin dinero. En Socota, Cajamarca, en la frontera peruano/ecuatoriana, no es la excepci贸n, mas aun cuando acaba la tarde taurina bufa, en honor a San Lorenzo, el patrono espanol Alvarazo en 1545.
Peruanas en Mil谩n
Patricia Jeowell, con sus 30 a帽os, natural de un caser铆o socotino, es la mayor de once hermanos. Ha retornado de Europa a su tierra. Su encuentro con la turista romana Susanna Blanca Rosa, la convierten en el centro de atracci贸n de los lugare帽os. Un grupo de chicas intercambian impresiones. Ellas hablan de la ilusi贸n del matrimonio con europeos. La italiana dice que en su pa铆s tambi茅n se sufre desempleo, que los muchachos demoran en independizarse y prefieren la solter铆a. "Por eso yo estoy aqui", sonr铆e y comenta Susana, en su lengua cantarina.
Patricia, con la claridad del cielo de su cuna, y su experiencia en Mil谩n, cuenta que su padre hizo alg煤n dinero con la crianza de ganado y venta de carne y leche. Cuando construyeron la hidroel茅ctrica local, el negocio mejoro, y as铆 pudo construir uno de los dos hoteles de su pueblo. Paso el tiempo, y los hijos salieron en busca de educaci贸n superior o trabajo. La familia se disgrego y poco se sabe uno de otro
Hace cinco anos que Patricia partio a Mil谩n, la capital europea de los emigrantes peruanos. All谩 se gradu贸 de enfermera t茅cnica, con dos anos de estudio. Cuida dos ni帽os diabetos insulinodependientes, gana mil euros mensuales, ha comprado un peque帽o departamento para ser pagado en 20 anos, y dentro de un ano conseguir铆a la residencia. Un triunfo.
Socota, la fiesta religiosa convoca a multitudes. El lconvoca a un almuerzo comunal en el mercado de abastos. Desde las alturas y caser铆os vecinos llegan los comensales. Hay abundancia de viandas para unas dos mil personas, y sones musicales de una banda de la ciudad Chiclayo, (en la costa del Pacifico) con un coro de adolescentes en trajes ligeros.
Patricia al igual que otras socotinas que se encuentran de visita, aparentan divertirse. Pero confiesan sentirse extra帽as, como Garcilaso de la Vega, en Los Comentarios Reales: "No soy de aqu铆 ni de aa".
No siempre retornar al terruno es grato. El tiempo y la escasez son enemigos implacables. Los vecinos no son los mismos. Los pueblos expulsan pronto y sin piedad a sus hijos a conocer los efectos de la globalizaci贸n. Y en esa aventura aparecen "los convenios de hermanamiento" como Spolento en Cajamarca, cuyos alcaldes, Maximo Bruninini y Emilio Horna, han suscrito.
Los emigrantes de decadas pasadas eran escritores, cient铆ficos e hijos de familias ricas o de militares. Ahora son pobladores rurales y de las barriadas latinoamericanas. Mas de tres millones de peruanos, el 10.5% de la poblaci贸n, ha dejado el pa铆s. En los 80 solo se habian ido 500 mil peruanos.
En 1984 hab铆a 270 peruanos en Mil谩n y un c贸nsul honorario. Hoy bordean el mill贸n y medio (80 % mujeres, y el consulado tiene un amplio local y 15 ventanillas para atender al publico. En el 2003, el 20% de los 850 lde dolares de las remesas lleg贸 de Italia. La controversial "Sanatoria o Ley Bossi-fini", probablemente permitir谩 que unos pocos peruanos puedan regularizar su situaci贸n migratoria, accediendo a los servicios sociales.
Esta poblaci贸n for谩nea obliga a variar la accion de la Canciller铆a. Los consulados tienen que ser ampliados y con empleados que cultiven alt铆sima sensibilidad. Adios torpes posturas de arist贸cratas aldeanos, porque valgan verdades, nuestros diplom谩ticos en el exterior tambi茅n sufren la condici贸n de marginales.
La incertidumbre de vivir persiste y se amplia a otras latitudes mas cercanas que Latinoam茅rica. El trabajo de atenci贸n a ancianos, al haberse reducido el numero de monjas benditas por el Vaticano, persisten situaciones graves contra el derecho a la vida. La informaci贸n reciente procedente de Roma, habla de la incertidumbre de de 629 migrantes a bordo del “Aquarius”, rescatados frente a Libia por una ONG francesa. Malta e Italia, se niegan a abrir sus puertos a esta embarcaci贸n.
La ONG SOS M茅diterran茅e, “el #Aquarius recibi贸 la instrucci贸n del Centro de Coordinaci贸n de Rescates Mar铆timos Italiano de mantenerse en stand by en su posici贸n actual, a 35 millas n谩uticas de #Italia y a 27 millas n谩uticas de #Malta”. Entre los migrantes se encuentran siete mujeres embarazadas, 11 ni帽os peque帽os y 123 menores solos. La agencia de la ONU para los refugiados pidi贸 a Italia y Malta que permitan el desembarco de inmediato de los migrantes en sus puertos, porque las personas en la embarcaci贸n “se est谩n quedando sin provisiones”. El ministro del Interior y jefe del partido de extrema derecha la Liga, Matteo Salvini, confirm贸 que no ten铆a intenci贸n de dar marcha atr谩s: “Salvar vidas es un deber, convertir a Italia en un gran campo de refugiados, no, Italia ha dejado de agachar la cabeza y obedecer, esta vez" Italia, que desde 2013 vio desembarcar en sus costas a unos 700.000 migrantes, siente que durante la crisis migratoria la dejaron sola en el manejo de esta situaci贸n sin ninguna ayuda de sus socios de la Uni贸n Europea.
Hoy en el discurso soterrado de la diplomacia se escucha que los migrantes latinos han creado este clima insalubre. Pero solo la lectura correcta de la Historia revela que los italianos desde el siglo XV fueron aliados en la conquista de Am茅rica, donde lograron establecerse para siempre como grandes agricultores, mineros y de la Banca y los diferentes Seguros. Revisar solo la Historia republicana de Peru, nos lleva a concluir que las mujeres de este pa铆s latinoamericano en Mil谩n, son parte de esa franja de emigrantes del Sur, que siguen siendo los marginados de siempre.