DECLARACI脫N conjunta de FAO, FIDA, PMA y BM

21 de abril de 2020, Roma/Washington DC - Con motivo de la reuni贸n extraordinaria de Ministros de Agricultura del G20 de hoy, la Organizaci贸n de las Naciones Unidas para la Alimentaci贸n y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional para el Desarrollo Agr铆cola (FIDA), el Banco Mundial y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) han emitido la siguiente declaraci贸n conjunta sobre el impacto de la COVID-19 en la seguridad alimentaria y la nutrici贸n: "La pandemia de COVID-19 ha provocado una dr谩stica p茅rdida de vidas humanas en todo el mundo y supone un desaf铆o sin precedentes con profundas consecuencias sociales y econ贸micas, que ponen incluso en peligro la seguridad alimentaria y la nutrici贸n. Es necesario que las respuestas est茅n bien coordinadas en todo el mundo, incluyendo por parte del G20 y de otros pa铆ses, para limitar el impacto, poner fin a la pandemia y evitar su reaparici贸n. La pandemia est谩 ya afectando a todo el sistema alimentario. Las restricciones a los desplazamientos -dentro de los pa铆ses y entre ellos- pueden obstaculizar los servicios de log铆stica relacionados con los alimentos, perturbar toda la cadena de suministro de alimentos y afectar a su disponibilidad. El impacto en el desplazamiento de la mano de obra agr铆cola y en el suministro de insumos plantear谩n pronto problemas graves para la producci贸n, poniendo as铆 en peligro la seguridad alimentaria de toda la poblaci贸n, golpeando con especial intensidad a aquellos que viven en los pa铆ses m谩s pobres. La agricultura y sus servicios de log铆stica correspondientes a los alimentos deben considerarse esenciales. Es necesario redoblar los esfuerzos para garantizar el buen funcionamiento de las cadenas de valor alimentarias y promover la producci贸n y disponibilidad de alimentos diversificados, inocuos y nutritivos para toda la poblaci贸n. Al hacerlo, es necesario dar prioridad a la salud de los consumidores y trabajadores, respetando las medidas de seguridad, como la realizaci贸n de pruebas, el distanciamiento f铆sico y otras pr谩cticas higi茅nicas. En la actualidad, el mercado mundial de alimentos est谩 bien abastecido y todos los pa铆ses -en especial los que tienen una participaci贸n destacada en el comercio-, deben garantizar que siga siendo una fuente estable, transparente y fiable de alimentos. Durante la crisis de los precios alimentarios de 2007-2008, las respuestas pol铆ticas impulsadas por el p谩nico -como las prohibiciones de exportaci贸n y el r谩pido aumento de la compra de existencias alimentarias mediante importaciones-, agravaron las perturbaciones en los mercados. Mientras que el suministro de alimentos se vio restringido por las adversas condiciones meteorol贸gicas que se registraron en todo el mundo en 2007-2008, este comportamiento hace m谩s dif铆cil el equilibrio entre la oferta y la demanda mundiales de alimentos, aumentando la volatilidad de los precios y, en 煤ltima instancia, contribuyendo a ella. Estas consecuencias inmediatas resultaron muy perjudiciales para los pa铆ses de bajos ingresos dependientes de la importaci贸n de alimentos y para los esfuerzos de las organizaciones humanitarias por adquirir suministros. Es necesario que los pa铆ses colaboren para fortalecer la cooperaci贸n durante esta pandemia que afecta a todas las regiones del mundo. Es importante asegurar que las pol铆ticas -como las medidas a corto plazo para restringir el comercio-, no distorsionen los mercados globales. Se necesitan medidas colectivas para garantizar que los mercados funcionen correctamente y que todos dispongan de informaci贸n oportuna y fiable sobre sus condiciones. Ello reducir谩 la incertidumbre y permitir谩 a productores, consumidores, comerciantes y elaboradores tomar decisiones informadas en materia de producci贸n y comercio y limitar el comportamiento de p谩nico en los mercados mundiales. El Sistema de Informaci贸n sobre el Mercado Agr铆cola (AMIS, por sus siglas en ingl茅s) -una iniciativa del G20 que combina los conocimientos especializados de diez organizaciones internacionales con la informaci贸n proporcionada por los pa铆ses con una elevada participaci贸n en el comercio mundial de alimentos- est谩 vigilando la evoluci贸n de la oferta y los precios mundiales. Las devastadoras repercusiones econ贸micas de la COVID-19 refuerzan la necesidad de inversiones que eviten futuros brotes de esas enfermedades infecciosas, reconociendo las interconexiones entre las personas, los animales, las plantas y su entorno compartido: el enfoque de "Una Salud". Es necesario seguir prestando atenci贸n a reforzar la resiliencia de los sistemas alimentarios ante esos brotes de enfermedades, pero tambi茅n ante otras crisis. A medida que la pandemia ralentice las econom铆as, el acceso a los alimentos se ver谩 afectado negativamente por la reducci贸n de ingresos y la p茅rdida de empleo, as铆 como por la falta de disponibilidad de alimentos en los mercados locales. Los esfuerzos deben centrarse en apoyar el acceso a los alimentos de los pobres y los vulnerables y de las personas cuyos ingresos se ven m谩s afectados. Implementar medidas adecuadas de protecci贸n social, como las transferencias de efectivo y la inversi贸n en actividades de recuperaci贸n temprana en respuesta a la COVID-19 es fundamental para salvar tanto vidas como medios de subsistencia. Asegurar que esas medidas lleguen a todos ser谩 fundamental para evitar una mayor propagaci贸n de la pobreza y el hambre. Los pa铆ses con crisis humanitarias en curso est谩n particularmente expuestos a los efectos de la pandemia. 脡stos podr铆an ser a煤n m谩s acusados en los pa铆ses que ya se enfrentan a emergencias excepcionales con consecuencias directas para la agricultura, incluyendo las derivadas de conflictos en curso o emergentes y las crisis clim谩ticas o los brotes de langosta del desierto. Es probable que la pandemia tenga repercusiones importantes en la prestaci贸n de ayuda humanitaria y para la recuperaci贸n. Es fundamental mantener la asistencia humanitaria en curso para los grupos vulnerables y adaptarse a los posibles efectos de la COVID-19. Se necesitan inversiones para acelerar los esfuerzos de recuperaci贸n y aumentar la resiliencia de las poblaciones vulnerables, coordinando nuestros esfuerzos con todos los asociados, incluso con el marco de las Naciones Unidas, para la respuesta socioecon贸mica inmediata a la COVID-19.
Se hace ahora necesaria una acci贸n colectiva decisiva para garantizar que esta pandemia no amenace la seguridad alimentaria y la nutrici贸n, y para mejorar la resiliencia ante futuras crisis. A este respecto, cabe destacar la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de 2021 como una oportunidad para impulsar iniciativas transformadoras y contribuir al Decenio de Acci贸n de las Naciones Unidas para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030."

21 de abril de 2020, Roma/Washington DC - Con motivo de la reuni贸n extraordinaria de Ministros de Agricultura del G20 de hoy, la Organizaci贸n de las Naciones Unidas para la Alimentaci贸n y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional para el Desarrollo Agr铆cola (FIDA), el Banco Mundial y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) han emitido la siguiente declaraci贸n conjunta sobre el impacto de la COVID-19 en la seguridad alimentaria y la nutrici贸n: "La pandemia de COVID-19 ha provocado una dr谩stica p茅rdida de vidas humanas en todo el mundo y supone un desaf铆o sin precedentes con profundas consecuencias sociales y econ贸micas, que ponen incluso en peligro la seguridad alimentaria y la nutrici贸n. Es necesario que las respuestas est茅n bien coordinadas en todo el mundo, incluyendo por parte del G20 y de otros pa铆ses, para limitar el impacto, poner fin a la pandemia y evitar su reaparici贸n. La pandemia est谩 ya afectando a todo el sistema alimentario. Las restricciones a los desplazamientos -dentro de los pa铆ses y entre ellos- pueden obstaculizar los servicios de log铆stica relacionados con los alimentos, perturbar toda la cadena de suministro de alimentos y afectar a su disponibilidad. El impacto en el desplazamiento de la mano de obra agr铆cola y en el suministro de insumos plantear谩n pronto problemas graves para la producci贸n, poniendo as铆 en peligro la seguridad alimentaria de toda la poblaci贸n, golpeando con especial intensidad a aquellos que viven en los pa铆ses m谩s pobres. La agricultura y sus servicios de log铆stica correspondientes a los alimentos deben considerarse esenciales. Es necesario redoblar los esfuerzos para garantizar el buen funcionamiento de las cadenas de valor alimentarias y promover la producci贸n y disponibilidad de alimentos diversificados, inocuos y nutritivos para toda la poblaci贸n. Al hacerlo, es necesario dar prioridad a la salud de los consumidores y trabajadores, respetando las medidas de seguridad, como la realizaci贸n de pruebas, el distanciamiento f铆sico y otras pr谩cticas higi茅nicas. En la actualidad, el mercado mundial de alimentos est谩 bien abastecido y todos los pa铆ses -en especial los que tienen una participaci贸n destacada en el comercio-, deben garantizar que siga siendo una fuente estable, transparente y fiable de alimentos. Durante la crisis de los precios alimentarios de 2007-2008, las respuestas pol铆ticas impulsadas por el p谩nico -como las prohibiciones de exportaci贸n y el r谩pido aumento de la compra de existencias alimentarias mediante importaciones-, agravaron las perturbaciones en los mercados. Mientras que el suministro de alimentos se vio restringido por las adversas condiciones meteorol贸gicas que se registraron en todo el mundo en 2007-2008, este comportamiento hace m谩s dif铆cil el equilibrio entre la oferta y la demanda mundiales de alimentos, aumentando la volatilidad de los precios y, en 煤ltima instancia, contribuyendo a ella. Estas consecuencias inmediatas resultaron muy perjudiciales para los pa铆ses de bajos ingresos dependientes de la importaci贸n de alimentos y para los esfuerzos de las organizaciones humanitarias por adquirir suministros. Es necesario que los pa铆ses colaboren para fortalecer la cooperaci贸n durante esta pandemia que afecta a todas las regiones del mundo. Es importante asegurar que las pol铆ticas -como las medidas a corto plazo para restringir el comercio-, no distorsionen los mercados globales. Se necesitan medidas colectivas para garantizar que los mercados funcionen correctamente y que todos dispongan de informaci贸n oportuna y fiable sobre sus condiciones. Ello reducir谩 la incertidumbre y permitir谩 a productores, consumidores, comerciantes y elaboradores tomar decisiones informadas en materia de producci贸n y comercio y limitar el comportamiento de p谩nico en los mercados mundiales. El Sistema de Informaci贸n sobre el Mercado Agr铆cola (AMIS, por sus siglas en ingl茅s) -una iniciativa del G20 que combina los conocimientos especializados de diez organizaciones internacionales con la informaci贸n proporcionada por los pa铆ses con una elevada participaci贸n en el comercio mundial de alimentos- est谩 vigilando la evoluci贸n de la oferta y los precios mundiales. Las devastadoras repercusiones econ贸micas de la COVID-19 refuerzan la necesidad de inversiones que eviten futuros brotes de esas enfermedades infecciosas, reconociendo las interconexiones entre las personas, los animales, las plantas y su entorno compartido: el enfoque de "Una Salud". Es necesario seguir prestando atenci贸n a reforzar la resiliencia de los sistemas alimentarios ante esos brotes de enfermedades, pero tambi茅n ante otras crisis. A medida que la pandemia ralentice las econom铆as, el acceso a los alimentos se ver谩 afectado negativamente por la reducci贸n de ingresos y la p茅rdida de empleo, as铆 como por la falta de disponibilidad de alimentos en los mercados locales. Los esfuerzos deben centrarse en apoyar el acceso a los alimentos de los pobres y los vulnerables y de las personas cuyos ingresos se ven m谩s afectados. Implementar medidas adecuadas de protecci贸n social, como las transferencias de efectivo y la inversi贸n en actividades de recuperaci贸n temprana en respuesta a la COVID-19 es fundamental para salvar tanto vidas como medios de subsistencia. Asegurar que esas medidas lleguen a todos ser谩 fundamental para evitar una mayor propagaci贸n de la pobreza y el hambre. Los pa铆ses con crisis humanitarias en curso est谩n particularmente expuestos a los efectos de la pandemia. 脡stos podr铆an ser a煤n m谩s acusados en los pa铆ses que ya se enfrentan a emergencias excepcionales con consecuencias directas para la agricultura, incluyendo las derivadas de conflictos en curso o emergentes y las crisis clim谩ticas o los brotes de langosta del desierto. Es probable que la pandemia tenga repercusiones importantes en la prestaci贸n de ayuda humanitaria y para la recuperaci贸n. Es fundamental mantener la asistencia humanitaria en curso para los grupos vulnerables y adaptarse a los posibles efectos de la COVID-19. Se necesitan inversiones para acelerar los esfuerzos de recuperaci贸n y aumentar la resiliencia de las poblaciones vulnerables, coordinando nuestros esfuerzos con todos los asociados, incluso con el marco de las Naciones Unidas, para la respuesta socioecon贸mica inmediata a la COVID-19.
Se hace ahora necesaria una acci贸n colectiva decisiva para garantizar que esta pandemia no amenace la seguridad alimentaria y la nutrici贸n, y para mejorar la resiliencia ante futuras crisis. A este respecto, cabe destacar la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de 2021 como una oportunidad para impulsar iniciativas transformadoras y contribuir al Decenio de Acci贸n de las Naciones Unidas para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030."