Jorge Zavaleta Alegre
Pues este di谩logo, sin intermediarios, lleva a evaluar con prudencia la decisi贸n p煤blica, frente a la crisis absoluta de la gran urbe, rodeada de cinturones de miseria, caracter铆stica geopol铆tica de toda Am茅rica.
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Ayacucho. Visita presidencial |
Luca Di Raffaele, investigador italiano, en una aproximaci贸n al concepto de “buena alimentaci贸n”, revela que en el caso de las regiones m谩s pobres de Per煤, los niveles de desnutrici贸n cr贸nica infantil son los m谩s altos del pa铆s, mientras que la anemia golpea a cerca del 50% de los ni帽os y ni帽as.
A pesar de contar con “ingentes cantidades de recursos h铆dricos” incluyendo grandes hidroel茅ctricas tienen severas limitaciones para que los campesinos puedan disponer de agua para su consumo, para el riego y para producir m谩s alimentos.
En la puna las condiciones de vida son m谩s duras: el clima es m谩s r铆gido y los cultivos son muy limitados; la actividad productiva principal es representada por la crianza de cam茅lidos. En torno al 90% del suelo disponible es destinado al pastoreo de animales. La agricultura es de secano: es decir, depende de las lluvias.
La “falta de educaci贸n” de los campesinos y, sobre todo, de las campesinas, quienes no sabr铆an “balancear” los platos que diariamente preparan y consumen; es decir, no sabr铆an integrar en la dieta alimentos de los tres tipos: constructores, protectores y energ茅ticos, necesarios para una “buena alimentaci贸n”.
Los profesionales sanitarios aducen que la alimentaci贸n en el pueblo es deficiente, pobre de nutrientes e inadecuada para el desarrollo de los ni帽os y las ni帽as. Los pobladores se exceden en el consumo de tub茅rculos y de alimentos l铆quidos como las sopas: ello hace que “llenen el est贸mago” pero sin el aporte nutricional indispensable que se encuentra en las prote铆nas c谩rneas, en las frutas y en las verduras.
Los productos de la chacra son bonitos y buenos: tienen un buen aspecto y un buen sabor, a diferencia de los productos que proceden del mercado urbano tienen categor铆a de “qu铆mico”. Se comprueba que una de las principales razones por la que los campesinos y las campesinas del pueblo recurren a las tiendas para conseguir alimentos es suplir la falta de productos en cierta 茅poca del a帽o. Pero si bien los comuneros integran a su dieta tanto los productos “de la tienda” como los “de la chacra”, declaran preferir estos 煤ltimos porque son m谩s sanos.
Los productos que se compran en las tiendas, que vienen “de afuera”, de la ciudad, no alimentan adecuadamente, ya que no proporcionan las energ铆as necesarias para poder afrontar las faenas del d铆a a d铆a sostiene la madre de familia.
El historiador Massimo Montanari -especialista en temas de alimentaci贸n- nos aclara c贸mo la idea y la pr谩ctica de una comida que llena es t铆pica del mundo popular, de una “cocina pobre, caracterizada sobre todo por la necesidad de llenar el est贸mago para alejar el fantasma del hambre y asegurar la supervivencia diaria”.
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Per煤. Campesinos en Cusco |
El soci贸logo Bourdieu argumenta c贸mo la predilecci贸n, en el desayuno, por platos abundantes y salados -como las sopas-, la importancia de ingerir grandes cantidades de comida y de tener, a ra铆z de ello, mucha fuerza f铆sica est谩 relacionado con las pr谩cticas alimentarias de las clases campesinas y obreras de diferentes partes del mundo, que tienen en com煤n “el depender de una fuerza de trabajo que las leyes de la reproducci贸n cultural y del mercado de trabajo reducen, m谩s que para ninguna otra clase, a la fuerza muscular”
El pasado y el presente. En los recuerdos de los comuneros, el pasado se configura como un tiempo de extrema escasez. El elevado n煤mero de hijos que se ten铆an, la imposibilidad de generar ingresos monetarios, la ausencia de ayuda por parte del Estado, hac铆an que la situaci贸n econ贸mica fuera realmente dura, y que el hambre se experimentara a diario.
Antes, cuando lo que se com铆a eran principalmente productos de la chacra, argumentan los comuneros, la gente era fuerte: no se sufr铆a de gastritis, de dolor de muelas o de desnutrici贸n. Los productos industriales, de hecho, no nutren adecuadamente, seg煤n los campesinos.
Comer los alimentos de las tiendas, que no son producidos localmente, es tambi茅n una manera de variar la dieta, de “matizarla” con sabores diferentes. De esa manera, los comuneros asumen -desde el discurso de los profesionales sanitarios- la noci贸n de “balanceo” de los alimentos y la reinterpretan, entendi茅ndola como la pr谩ctica de comer “de todo”, es decir, comer de la chacra y comer de la tienda.
La aparici贸n del fen贸meno de la desnutrici贸n. Una de las principales razones de su surgimiento es la falta de agua. Se requiere, seg煤n los campesinos, de m谩s agua para regar los campos y as铆 producir m谩s alimentos. Ello se debe a que la agricultura local es principalmente de secano.
La temporada de lluvias va desde diciembre a abril, y el periodo de mayor precipitaci贸n se da entre enero y marzo. En las 茅pocas en las que las lluvias escasean, “no crece nada”. Esta situaci贸n hace que se pueda sembrar y cosechar solamente una vez al a帽o. El agua es considerada como una de las causas de la desnutrici贸n, no solamente porque falta, sino tambi茅n porque est谩 contaminada; concretamente, por los desechos que se vierten en el r铆o que pasa por el pueblo.
A eso hay que agregar, refieren los pobladores, su falta de cloraci贸n, que no la vuelve apta para el consumo. La consecuente presencia de par谩sitos en el agua provoca as铆 que la poblaci贸n m谩s vulnerable se enferme: “¡Por eso los ni帽os est谩n desnutridos!”.
En los barrios marginales de la Costa y en los Andes hay bastante desnutrici贸n: “no comemos todos iguales. Si es que encontramos [dinero], comemos bien; si no encontramos, no comemos bien [.] Si no hay plata, no compramos carne.: lo que hay en la casa, nom谩s. Los productos que sembramos.: eso nom谩s consumimos"
La anemia, entendida por la biomedicina como “la concentraci贸n de hemoglobina por debajo de los valores l铆mite establecidos indicador de una pobre nutrici贸n” (Organizaci贸n Mundial de la Salud, resulta dif铆cil, para las comuneras y los comuneros del pueblo, definir exactamente en qu茅 consiste; la relacionan, a grandes rasgos, tanto en los efectos que provoca -una debilidad general en el estado de salud- como en la causa que la produce -una mala alimentaci贸n, basada en productos que no proceden del campo.
Adem谩s, un distrito de extrema pobreza un poblador, en promedio, gana mil cien nuevos soles (US$300) al a帽o, por la venta de sus cosechas, que son fruto de su esfuerzo y del clima.
Los ni帽os est谩n desnutridos. Ellos comienzan a realizar labores- de apoyo dom茅stico- a los cinco a帽os de edad. La mayor铆a de la poblaci贸n apenas ha concluido primaria. Es com煤n ver madres de trece a帽os. Y las familias, mayormente, tienen por lo menos seis hijos.
A manera de conclusi贸n. Coronavirus es una apocal铆ptica plaga que exacerba: El Individualismo y el colectivismo est谩n en La Historia de los Andes, remarcaba el Instituto Nacional de Cultura, en tiempos del gobierno nacionalista (1968-75), es una permanente b煤squeda de libertad, de Justicia, emprendida mayormente por los comuneros, qui茅nes se mantienen firmes, frente a las agresiones m谩s brutales durante siglos. Las influencias externas no pudieron borrar su rostro, eterno como los Andes y puros como las cristalinas aguas de sus r铆os. ¿Esta pandemia cambiar谩 el rumbo de la Historia?
*Asesor铆a de Gustavo Stuart Alegre, Huaylas 194i), especialista en ciencias contables por la Universidad Mayor de San Marcos, Lima.
**Informaci贸n previa: https://www.elmercuriodigital.net/2020/05/el-retorno-la-tierra-prometida.html El Mercurio Digital 16.07.2020.