Sally Tallant es directora del Museo de Arte de Queens de Nueva York


Afrontar las nuevas limitaciones en materia de acogida de p煤blico y, al mismo tiempo, redefinir nuestros v铆nculos con el arte y la cultura: como tantas otras instituciones del mundo, el Museo de Arte de Queens de Nueva York trata de reinventarse y reflexiona sobre un modelo de museo integrador que sit煤e a artistas, educadores y ciudadanos en el n煤cleo de sus actividades.
Sally Tallant
Presidenta y Directora del Museo de Arte de Queens de Nueva York (Estados Unidos)
En todos los pa铆ses del mundo, los museos han permanecido cerrados por las repercusiones del COVID-19. Esas instituciones han tenido que adaptarse r谩pidamente para operar a distancia y mantener su pertinencia y notoriedad, mientras sus locales quedaban inaccesibles. La funci贸n de la cultura y de los museos en nuestra sociedad experimenta una r谩pida evoluci贸n. Los contenidos digitales demostraron que eran indispensables para fidelizar al p煤blico que estaba confinado en sus hogares. Las dificultades para adaptarse a la reducci贸n del n煤mero de visitantes y al distanciamiento social en las salas de la entidad, y para garantizar la seguridad tanto del personal como del p煤blico, podr铆an modificar a fondo la experiencia de la cultura. En estos tiempos imprevisibles, es preciso adoptar decisiones en m煤ltiples niveles.
En el plano mundial, los responsables culturales colaboran actualmente para intercambiar informaciones y conocimientos, y entre todos existe un aut茅ntico sentimiento de comunidad, apoyo y colaboraci贸n, pese a las dificultades a las que cada uno de nosotros ha de enfrentarse. En Nueva York se llevan a cabo reuniones peri贸dicas, tanto en grupos reducidos como en asambleas mucho m谩s amplias. M谩s de 200 miembros de organizaciones culturales se re煤nen diariamente para intercambiar informaciones y ejercer una presi贸n mancomunada. Entre todos, hallamos medios novedosos para impedir que nuestras instituciones naufraguen y para movilizar a nuestras comunidades en el plano local y en el internacional.
Mientras nos enfrentamos a las dificultades que plantea un mundo radicalmente transformado por la repercusi贸n del COVID-19, reflexionamos sobre el futuro. Queens, el distrito m谩s heterog茅neo de la ciudad, ha sido el epicentro de la pandemia en Nueva York. Y all铆 se encuentra el museo. Los barrios de Queens figuran entre los m谩s vulnerables de la urbe. En el barrio est谩n muchos de nuestros trabajadores esenciales –conducen taxis, abastecen a los hipermercados, cocinan y distribuyen comida: es una econom铆a de empleos modestos–. Con frecuencia, esos empleos modestos no conllevan seguro m茅dico ni subsidio de desempleo. Los inmigrantes indocumentados son numerosos y no pueden darse el lujo de quedarse en casa sin trabajar.
El fracaso pol铆tico ha sido total en lo tocante a los recursos y la atenci贸n sanitaria equitativa y eso ha generado una sociedad carente de empat铆a, de asistencia y de respeto hacia las personas y la diversidad. Las comunidades obreras de nuestros barrios padecen todo eso de manera m谩s que proporcional.
Desde el brote epid茅mico vivimos en una situaci贸n de evidente precariedad. Estamos confrontados a m煤ltiples interrogantes: ¿C贸mo lograr que el p煤blico vuelva al museo? ¿Qu茅 medidas hay que adoptar para que nuestros locales sean seguros, tanto para nuestro personal como para el p煤blico? Mis colegas del Queens y yo trabajamos con la comunidad para comprender qu茅 es pertinente y necesario. Tenemos que levantarnos, volver a conectarnos y curar nuestras heridas; juntos, debemos aprender a crear espacios productivos y l煤dicos, mientras respondemos a las necesidades de las comunidades.
El museo, que se fund贸 en 1972, tiene su sede en el New York City Building, edificio construido para acoger el pabell贸n de la ciudad de Nueva York durante la Exposici贸n Universal de 1939-1940. La Exposici贸n hab铆a sido organizada durante la Gran Depresi贸n (1929-1939) y fue concebida como un proyecto inspirador. Su tema, “El mundo de ma帽ana”, expresaba el optimismo y la esperanza en el porvenir. De 1946 a 1950 el inmueble acogi贸 a la reci茅n constituida Asamblea General de las Naciones Unidas, que sesion贸 all铆 hasta que concluy贸 la construcci贸n de su sede actual, en el distrito de Manhattan.
En ese periodo se adoptaron all铆 muchas decisiones importantes, entre otras las que hicieron posible la creaci贸n del UNICEF. A fin de honrar esta historia, hemos concebido un museo infantil que se inspira en la historia de los juegos y entretenimientos, y que est谩 situado en un edificio anexo, en medio de un jard铆n, donde antes hubo una pista de patinaje.
Las estrategias del pasado –que consist铆an en convocar a los artistas para que trabajaran con las comunidades y en el marco de las organizaciones– pueden ayudarnos a reafirmar en qu茅 medida la cultura y las artes son actividades indispensables para la sociedad y su revitalizaci贸n. Para contribuir a este cometido, necesitaremos nuevos modelos de financiaci贸n y nuevas medidas fiscales.
Hoy nos enfrentamos a la perspectiva del desempleo masivo y la recesi贸n econ贸mica, a una creciente crisis migratoria y una crisis sanitaria mundial. Debemos comprender c贸mo vivir y trabajar en un mundo que evoluciona constantemente y c贸mo podremos afrontar juntos el duelo colectivo –el duelo de nuestros seres queridos y de la destrucci贸n del h谩bitat a causa del cambio clim谩tico y el duelo de determinado modo de vida.
¿Qu茅 hemos aprendido, qu茅 significa reinventar un museo y qu茅 instrumentos necesitamos para crear organizaciones 煤tiles y pertinentes? En el Museo de Arte de Queens aceptamos la incertidumbre aneja a este momento y esperamos que los artistas, escritores, dise帽adores, poetas y arquitectos nos ayuden a transformarnos. Estamos trabajando para crear un modelo de museo que coloque a los artistas, educadores y organizadores en el n煤cleo de sus actividades. Vamos a colaborar con nuestros asociados culturales, educativos y comunitarios de la zona para crear las condiciones que permitan sostener la producci贸n de obras de arte, ideas e iniciativas conjuntas. Convocaremos a los artistas de la comunidad y les proporcionaremos talleres, apoyos, recursos, asistencia t茅cnica y animadores para establecer un di谩logo intergeneracional e internacional. Vamos a reinventar el modo de funcionamiento del museo y a concentrarnos en la producci贸n local y en nuestros barrios.
La educaci贸n est谩 en el n煤cleo mismo de nuestra labor; seguiremos concibiendo contenidos digitales que se difundir谩n desde el museo y, al mismo tiempo, organizaremos los momentos de encuentro y convivialidad que tanto necesitamos. Nuestro 谩mbito de acci贸n ser谩 a la vez muy local e internacional.
“Lo 煤nico que hace posible la vida es esta incertidumbre permanente e intolerable de no saber lo que nos espera”, escribi贸 en 1969 la estadounidense 脷rsula K. Le Guin, en su novela de ciencia ficci贸n La mano izquierda de la oscuridad.
¿Vivimos ya en el futuro dist贸pico que tem铆amos y que con tanta elocuencia describi贸 Le Guin? Albergo la esperanza de que lograremos recuperar nuestras comunidades. Espero que podamos restablecer, reinventar nuestros espacios culturales y, una vez m谩s, crear v铆nculos mediante el arte y la cultura. Espero que esta experiencia nos haya ense帽ado a trascender las distancias encontrando nuevas modalidades de comunicar, de colaborar y de forjar la proximidad y la vida comunitaria.
Tengo la convicci贸n de que los museos y la cultura deben desempe帽ar una funci贸n importante en la convalecencia y la reconstrucci贸n que todos necesitaremos en los meses y a帽os venideros, y estoy impaciente por reencontrarme con nuestras comunidades -con las de Queens y las de otros lugares.
Descubra ResiliArt, un movimiento mundial iniciado por la UNESCO, cuyo objetivo es aumentar la resistencia y la sostenibilidad de las industrias creativas y las instituciones culturales, las cuales se han visto duramente afectadas por la crisis.
Sally Tallant
Presidenta y Directora del Museo de Arte de Queens de Nueva York (Estados Unidos)
En todos los pa铆ses del mundo, los museos han permanecido cerrados por las repercusiones del COVID-19. Esas instituciones han tenido que adaptarse r谩pidamente para operar a distancia y mantener su pertinencia y notoriedad, mientras sus locales quedaban inaccesibles. La funci贸n de la cultura y de los museos en nuestra sociedad experimenta una r谩pida evoluci贸n. Los contenidos digitales demostraron que eran indispensables para fidelizar al p煤blico que estaba confinado en sus hogares. Las dificultades para adaptarse a la reducci贸n del n煤mero de visitantes y al distanciamiento social en las salas de la entidad, y para garantizar la seguridad tanto del personal como del p煤blico, podr铆an modificar a fondo la experiencia de la cultura. En estos tiempos imprevisibles, es preciso adoptar decisiones en m煤ltiples niveles.
En el plano mundial, los responsables culturales colaboran actualmente para intercambiar informaciones y conocimientos, y entre todos existe un aut茅ntico sentimiento de comunidad, apoyo y colaboraci贸n, pese a las dificultades a las que cada uno de nosotros ha de enfrentarse. En Nueva York se llevan a cabo reuniones peri贸dicas, tanto en grupos reducidos como en asambleas mucho m谩s amplias. M谩s de 200 miembros de organizaciones culturales se re煤nen diariamente para intercambiar informaciones y ejercer una presi贸n mancomunada. Entre todos, hallamos medios novedosos para impedir que nuestras instituciones naufraguen y para movilizar a nuestras comunidades en el plano local y en el internacional.
Cambio de paradigma
Hasta que no se produzca la vuelta a la normalidad, los museos que disponen de dotaciones importantes y de grandes colecciones de reserva estar谩n en posici贸n favorable, en comparaci贸n con los m谩s peque帽os, que dependen de contribuciones de entidades y personas que probablemente sufrir谩n a su vez p茅rdidas severas. Todos los museos tendr谩n que reexaminar atentamente sus fuentes de ingresos. Los grandes museos, que dependen del turismo y de los billetes de admisi贸n, tendr谩n que cambiar su modelo de funcionamiento. Por su parte, los museos peque帽os estar谩n en una situaci贸n m谩s ventajosa; somos m谩s 谩giles y estamos acostumbrados a operar con presupuestos modestos y a prestar m谩s atenci贸n a las necesidades de la poblaci贸n local y los grupos comunitarios.Mientras nos enfrentamos a las dificultades que plantea un mundo radicalmente transformado por la repercusi贸n del COVID-19, reflexionamos sobre el futuro. Queens, el distrito m谩s heterog茅neo de la ciudad, ha sido el epicentro de la pandemia en Nueva York. Y all铆 se encuentra el museo. Los barrios de Queens figuran entre los m谩s vulnerables de la urbe. En el barrio est谩n muchos de nuestros trabajadores esenciales –conducen taxis, abastecen a los hipermercados, cocinan y distribuyen comida: es una econom铆a de empleos modestos–. Con frecuencia, esos empleos modestos no conllevan seguro m茅dico ni subsidio de desempleo. Los inmigrantes indocumentados son numerosos y no pueden darse el lujo de quedarse en casa sin trabajar.
El fracaso pol铆tico ha sido total en lo tocante a los recursos y la atenci贸n sanitaria equitativa y eso ha generado una sociedad carente de empat铆a, de asistencia y de respeto hacia las personas y la diversidad. Las comunidades obreras de nuestros barrios padecen todo eso de manera m谩s que proporcional.
Desde el brote epid茅mico vivimos en una situaci贸n de evidente precariedad. Estamos confrontados a m煤ltiples interrogantes: ¿C贸mo lograr que el p煤blico vuelva al museo? ¿Qu茅 medidas hay que adoptar para que nuestros locales sean seguros, tanto para nuestro personal como para el p煤blico? Mis colegas del Queens y yo trabajamos con la comunidad para comprender qu茅 es pertinente y necesario. Tenemos que levantarnos, volver a conectarnos y curar nuestras heridas; juntos, debemos aprender a crear espacios productivos y l煤dicos, mientras respondemos a las necesidades de las comunidades.
Revitalizar las colecciones
La historia del Museo de Arte de Queens y su ubicaci贸n pueden ayudarnos a inventar un modelo de museo pertinente para el porvenir, y a crear dispositivos de apoyo a los artistas, los educadores y las comunidades. Nuestra colecci贸n, compuesta por m谩s de 13.000 piezas, nos permite presentar relatos que nos ayudar谩n a esclarecer el futuro con los fragmentos del pasado. Vamos a invitar a artistas, curadores y p煤blico en general para que revitalicen las colecciones del museo y las transformen en nuevas exposiciones y presentaciones.El museo, que se fund贸 en 1972, tiene su sede en el New York City Building, edificio construido para acoger el pabell贸n de la ciudad de Nueva York durante la Exposici贸n Universal de 1939-1940. La Exposici贸n hab铆a sido organizada durante la Gran Depresi贸n (1929-1939) y fue concebida como un proyecto inspirador. Su tema, “El mundo de ma帽ana”, expresaba el optimismo y la esperanza en el porvenir. De 1946 a 1950 el inmueble acogi贸 a la reci茅n constituida Asamblea General de las Naciones Unidas, que sesion贸 all铆 hasta que concluy贸 la construcci贸n de su sede actual, en el distrito de Manhattan.
En ese periodo se adoptaron all铆 muchas decisiones importantes, entre otras las que hicieron posible la creaci贸n del UNICEF. A fin de honrar esta historia, hemos concebido un museo infantil que se inspira en la historia de los juegos y entretenimientos, y que est谩 situado en un edificio anexo, en medio de un jard铆n, donde antes hubo una pista de patinaje.
Las estrategias del pasado –que consist铆an en convocar a los artistas para que trabajaran con las comunidades y en el marco de las organizaciones– pueden ayudarnos a reafirmar en qu茅 medida la cultura y las artes son actividades indispensables para la sociedad y su revitalizaci贸n. Para contribuir a este cometido, necesitaremos nuevos modelos de financiaci贸n y nuevas medidas fiscales.
Escritores, arquitectos y dise帽adores est谩n convocados a contribuir
Con motivo de la Exposici贸n Universal de 1939, m煤ltiples proyectos se llevaron a cabo en el marco de los programas de fomento del trabajo que compon铆an el New Deal del presidente Franklin D. Roosevelt, y que permitieron crear empleos al t茅rmino de la Gran Depresi贸n, fundamentalmente en el 谩mbito de la creaci贸n art铆stica. Los artistas recibieron encargos para ornar los edificios gubernamentales, los centros comunitarios y las instituciones, por conducto de diversos programas, que dieron trabajo a millares de creadores a lo largo de varios a帽os. Esas iniciativas y esos relatos sirven todav铆a de inspiraci贸n a generaciones de artistas y responsables pol铆ticos en Estados Unidos.Hoy nos enfrentamos a la perspectiva del desempleo masivo y la recesi贸n econ贸mica, a una creciente crisis migratoria y una crisis sanitaria mundial. Debemos comprender c贸mo vivir y trabajar en un mundo que evoluciona constantemente y c贸mo podremos afrontar juntos el duelo colectivo –el duelo de nuestros seres queridos y de la destrucci贸n del h谩bitat a causa del cambio clim谩tico y el duelo de determinado modo de vida.
¿Qu茅 hemos aprendido, qu茅 significa reinventar un museo y qu茅 instrumentos necesitamos para crear organizaciones 煤tiles y pertinentes? En el Museo de Arte de Queens aceptamos la incertidumbre aneja a este momento y esperamos que los artistas, escritores, dise帽adores, poetas y arquitectos nos ayuden a transformarnos. Estamos trabajando para crear un modelo de museo que coloque a los artistas, educadores y organizadores en el n煤cleo de sus actividades. Vamos a colaborar con nuestros asociados culturales, educativos y comunitarios de la zona para crear las condiciones que permitan sostener la producci贸n de obras de arte, ideas e iniciativas conjuntas. Convocaremos a los artistas de la comunidad y les proporcionaremos talleres, apoyos, recursos, asistencia t茅cnica y animadores para establecer un di谩logo intergeneracional e internacional. Vamos a reinventar el modo de funcionamiento del museo y a concentrarnos en la producci贸n local y en nuestros barrios.
La educaci贸n est谩 en el n煤cleo mismo de nuestra labor; seguiremos concibiendo contenidos digitales que se difundir谩n desde el museo y, al mismo tiempo, organizaremos los momentos de encuentro y convivialidad que tanto necesitamos. Nuestro 谩mbito de acci贸n ser谩 a la vez muy local e internacional.
Unidos por el arte
Queens es un distrito multifac茅tico por sus tradiciones y en sus calles se hablan m谩s de 160 lenguas. Esta diversidad estar谩 representada en el arte que all铆 se genere y en la educaci贸n y las pr谩cticas sociales que se lleven a cabo. Al mismo tiempo, la difusi贸n de las obras producidas y la descripci贸n de los eventos del distrito se transmitir谩n mediante sistemas digitales a un p煤blico mundial, a la vez hacia los lugares de origen de las comunidades de Queens y en di谩logo con otros barrios y ciudades del mundo caracterizados por su diversidad cultural.“Lo 煤nico que hace posible la vida es esta incertidumbre permanente e intolerable de no saber lo que nos espera”, escribi贸 en 1969 la estadounidense 脷rsula K. Le Guin, en su novela de ciencia ficci贸n La mano izquierda de la oscuridad.
¿Vivimos ya en el futuro dist贸pico que tem铆amos y que con tanta elocuencia describi贸 Le Guin? Albergo la esperanza de que lograremos recuperar nuestras comunidades. Espero que podamos restablecer, reinventar nuestros espacios culturales y, una vez m谩s, crear v铆nculos mediante el arte y la cultura. Espero que esta experiencia nos haya ense帽ado a trascender las distancias encontrando nuevas modalidades de comunicar, de colaborar y de forjar la proximidad y la vida comunitaria.
Tengo la convicci贸n de que los museos y la cultura deben desempe帽ar una funci贸n importante en la convalecencia y la reconstrucci贸n que todos necesitaremos en los meses y a帽os venideros, y estoy impaciente por reencontrarme con nuestras comunidades -con las de Queens y las de otros lugares.
Descubra ResiliArt, un movimiento mundial iniciado por la UNESCO, cuyo objetivo es aumentar la resistencia y la sostenibilidad de las industrias creativas y las instituciones culturales, las cuales se han visto duramente afectadas por la crisis.