OPINI脫N de Ricardo Mascheroni
Este 20 de junio se cumplen 200 a帽os del fallecimiento de Manuel Belgrano, quien fue mucho m谩s que el creador de la bandera y que pese al silenciamiento hist贸rico de muchos, sigue siendo la conciencia moral que deber铆a iluminar el camino de la Argentina y de sus gobernantes.
Si en su memoria, lo honr谩ramos m谩s all谩 de actos formales y abrev谩ramos en sus profundas ense帽anzas, entender铆amos, que mucho de lo que nos est谩 pas贸 y nos est谩 pasando, ya hab铆a sido anticipado por Belgrano, cuyos desvelos se dirig铆an a la protecci贸n de los excluidos y enfrentar al poder de las fortunas de aquellos tiempos, como surge claramente de sus escritos y que sin dudas se han trasladado a 茅stos, como lo vemos a diario.
Belgrano que proven铆a de la familia m谩s rica de Latinoam茅rica, muri贸 en la extrema pobreza, con poco m谩s de lo que ten铆a puesto en ese momento, olvidado, cuando no injuriado o perseguido por esos sectores de poder que odiaban su austeridad y sus utop铆as de un pa铆s sin infelices.
Fue un pr贸cer con todas las letras, que nunca se call贸 ante la injusticia y la desigualdad que padec铆a la mayor铆a de su pueblo y sus pensamientos siempre estuvieron orientados al socorro de los muchos pobres y desvalidos que pululaban por nuestro suelo, producto del aprovechamiento de los poderosos.
En esa direcci贸n fustigaba a: “Aquellos hombres que desprendidos de todo amor hacia sus semejantes, s贸lo aspiran a un inter茅s particular, y nada les importa el que la clase m谩s 煤til del estado, o como dicen los Economistas, la clase productiva de la sociedad, viva en la miseria y desnudez”.
En torno a ellos y su avidez, expresaba: “es preciso confesar que el mal ha estado y est谩 en nosotros, y que los pudientes no han hecho m谩s que el Comercio con Europa sin atender a otros ramos, s贸lo han pensado que el dinero era la verdadera (riqueza); as铆 es que a la Plata y Oro se ha pospuesto infinitos otros medios m谩s 煤tiles a la humanidad.”
Ante los niveles de marginaci贸n y a los fines de mejorar la situaci贸n de los que menos tienen, Belgrano propon铆a crear industrias: “para que trabajasen tantos infelices, y principalmente el Sexo femenino, Sexo en esta Pa铆s, desgraciado, y expuesto a la miseria y la desnudez, a los horrores del hambre, y los estragos de las enfermedades, expuesto a la prostituci贸n , expuesto a tener que andar mendigando de Puerta en Puerta un pedazo de pan para su sustento”, ya que sab铆a “de todos los males que sufre este Sexo por falta de trabajo”. Fue un precursor en la defensa de los derechos de las mujeres.
En las horas fundacionales de la Naci贸n, ya exist铆an los Vicentines y otros, que explotaban a los trabajadores, por lo que en defensa de un salario digno, expresaba: “Es indudable que el hombre se abandona, luego que no halla recompensa en su trabajo, y que no ve el premio de sus fatigas.”
Tampoco ignoraba la impunidad los poderosos, que apelaban, ayer como hoy, a todas las argucias para maximizar ganancias, entre ellas la importaci贸n de distintos elementos de consumo y el contrabando, cuyos efectos provocaban y provocan: recesi贸n, imposibilidad de venta de nuestras propias manufacturas, quebranto de los que producen, y de esta forma los denunciaba: “Est谩n persuadidos a煤n, con un orgullo incre铆ble, que su poder es inmenso, y les parece que no hay autoridad que los juzgue, y por esto mismo se les debe hacer conocer la energ铆a con que nuestros jueces han sostenido las obligaciones de sus cargos,” aunque m谩s no “sea para que conozcan nuestros venideros que hubo hombres de bien en medio de la corrupci贸n,” que “supieron mantener la pureza de las leyes y cumplieron con lo que ellas mandan”.
Conoc铆a los efectos de la extendida fuga de divisas, al decir: “Se帽ores, todos los pagamentos se han hecho con dinero en efectivo” ¿Y cu谩les han sido las ventajas que hemos conseguido? La destrucci贸n, y el aniquilamiento de nuestros fondos”.
Levanta su voz contra una de las lacras que nos afectan, expresando: “Desenga帽茅monos: jam谩s han podido existir los Estados, luego que la corrupci贸n ha llegado a pisar las Leyes y faltar a todos los respetos. Es un principio inconcuso (sin dudas) que en tal situaci贸n todo es ruina y desolaci贸n”.
Sobre uno de los mayores males que padece el mundo y el pa铆s, como es la concentraci贸n de la riqueza, manifestaba: “Si es cierto, como lo aseguran todos los Economistas, que la repartici贸n de las riquezas hace la riqueza real y verdadera de un Pa铆s, de un Estado entero, elev谩ndolo al mayor grado de felicidad, mal podr谩 haberla en nuestras Provincias, cuando se reducen las riquezas a unas cuantas manos que arrancan el jugo de la patria y la reducen a la miseria.”
Seguramente los sospechosos de siempre, han existido en todas las 茅pocas, pero Belgrano los desenmascara crudamente, por lo que en estos momentos de pandemias sanitarias y de riqueza, es necesario revalorizar sus pensamientos y convicciones en beneficio de la Patria, m谩s all谩 de los homenajes formales.
Ricardo Luis Mascheroni
Si en su memoria, lo honr谩ramos m谩s all谩 de actos formales y abrev谩ramos en sus profundas ense帽anzas, entender铆amos, que mucho de lo que nos est谩 pas贸 y nos est谩 pasando, ya hab铆a sido anticipado por Belgrano, cuyos desvelos se dirig铆an a la protecci贸n de los excluidos y enfrentar al poder de las fortunas de aquellos tiempos, como surge claramente de sus escritos y que sin dudas se han trasladado a 茅stos, como lo vemos a diario.
Belgrano que proven铆a de la familia m谩s rica de Latinoam茅rica, muri贸 en la extrema pobreza, con poco m谩s de lo que ten铆a puesto en ese momento, olvidado, cuando no injuriado o perseguido por esos sectores de poder que odiaban su austeridad y sus utop铆as de un pa铆s sin infelices.
Fue un pr贸cer con todas las letras, que nunca se call贸 ante la injusticia y la desigualdad que padec铆a la mayor铆a de su pueblo y sus pensamientos siempre estuvieron orientados al socorro de los muchos pobres y desvalidos que pululaban por nuestro suelo, producto del aprovechamiento de los poderosos.
En esa direcci贸n fustigaba a: “Aquellos hombres que desprendidos de todo amor hacia sus semejantes, s贸lo aspiran a un inter茅s particular, y nada les importa el que la clase m谩s 煤til del estado, o como dicen los Economistas, la clase productiva de la sociedad, viva en la miseria y desnudez”.
En torno a ellos y su avidez, expresaba: “es preciso confesar que el mal ha estado y est谩 en nosotros, y que los pudientes no han hecho m谩s que el Comercio con Europa sin atender a otros ramos, s贸lo han pensado que el dinero era la verdadera (riqueza); as铆 es que a la Plata y Oro se ha pospuesto infinitos otros medios m谩s 煤tiles a la humanidad.”
Ante los niveles de marginaci贸n y a los fines de mejorar la situaci贸n de los que menos tienen, Belgrano propon铆a crear industrias: “para que trabajasen tantos infelices, y principalmente el Sexo femenino, Sexo en esta Pa铆s, desgraciado, y expuesto a la miseria y la desnudez, a los horrores del hambre, y los estragos de las enfermedades, expuesto a la prostituci贸n , expuesto a tener que andar mendigando de Puerta en Puerta un pedazo de pan para su sustento”, ya que sab铆a “de todos los males que sufre este Sexo por falta de trabajo”. Fue un precursor en la defensa de los derechos de las mujeres.
En las horas fundacionales de la Naci贸n, ya exist铆an los Vicentines y otros, que explotaban a los trabajadores, por lo que en defensa de un salario digno, expresaba: “Es indudable que el hombre se abandona, luego que no halla recompensa en su trabajo, y que no ve el premio de sus fatigas.”
Tampoco ignoraba la impunidad los poderosos, que apelaban, ayer como hoy, a todas las argucias para maximizar ganancias, entre ellas la importaci贸n de distintos elementos de consumo y el contrabando, cuyos efectos provocaban y provocan: recesi贸n, imposibilidad de venta de nuestras propias manufacturas, quebranto de los que producen, y de esta forma los denunciaba: “Est谩n persuadidos a煤n, con un orgullo incre铆ble, que su poder es inmenso, y les parece que no hay autoridad que los juzgue, y por esto mismo se les debe hacer conocer la energ铆a con que nuestros jueces han sostenido las obligaciones de sus cargos,” aunque m谩s no “sea para que conozcan nuestros venideros que hubo hombres de bien en medio de la corrupci贸n,” que “supieron mantener la pureza de las leyes y cumplieron con lo que ellas mandan”.
Conoc铆a los efectos de la extendida fuga de divisas, al decir: “Se帽ores, todos los pagamentos se han hecho con dinero en efectivo” ¿Y cu谩les han sido las ventajas que hemos conseguido? La destrucci贸n, y el aniquilamiento de nuestros fondos”.
Levanta su voz contra una de las lacras que nos afectan, expresando: “Desenga帽茅monos: jam谩s han podido existir los Estados, luego que la corrupci贸n ha llegado a pisar las Leyes y faltar a todos los respetos. Es un principio inconcuso (sin dudas) que en tal situaci贸n todo es ruina y desolaci贸n”.
Sobre uno de los mayores males que padece el mundo y el pa铆s, como es la concentraci贸n de la riqueza, manifestaba: “Si es cierto, como lo aseguran todos los Economistas, que la repartici贸n de las riquezas hace la riqueza real y verdadera de un Pa铆s, de un Estado entero, elev谩ndolo al mayor grado de felicidad, mal podr谩 haberla en nuestras Provincias, cuando se reducen las riquezas a unas cuantas manos que arrancan el jugo de la patria y la reducen a la miseria.”
Seguramente los sospechosos de siempre, han existido en todas las 茅pocas, pero Belgrano los desenmascara crudamente, por lo que en estos momentos de pandemias sanitarias y de riqueza, es necesario revalorizar sus pensamientos y convicciones en beneficio de la Patria, m谩s all谩 de los homenajes formales.
Ricardo Luis Mascheroni