OPINI脫N de Leandro Albani
En medio del caos por la pandemia mundial de coronavirus, el 1 de junio pasado se realiz贸 una nueva Cumbre de Astana (capital de Kazajist谩n) en la que participaron los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de Ir谩n, Hassan Rohani, y de Turqu铆a, Recep Tayyip Erdogan. Por videoconferencia, los mandatarios volvieron a hablar sobre la situaci贸n cr铆tica en Siria.
Entre los puntos que definieron los mandatarios es no permitir que en el pa铆s se consolide un “autogobierno”. En el comunicado final de la cumbre, coincidieron que “todo intento para crear nuevas realidades sobre el terreno bajo el pretexto de combatir el terrorismo, entre ellas las ileg铆timas iniciativas de autogobierno”, ser谩n rechazadas. Esto es un golpe directo contra la Administraci贸n Aut贸noma del Norte y el Este de Siria (AANES), impulsada por los kurdos y que nuclea a los diferentes pueblos que conviven en el Kurdist谩n sirio (Rojava). Con esta postura, queda en claro -otra vez- que a Mosc煤, Teher谩n y Ankara no les importa el futuro de los componentes de esa regi贸n. Desde el inicio de la denominada “Revoluci贸n de Rojava”, en 2012, los kurdos reiteraron que siempre respetar铆an la unidad territorial de Siria. Las fuerzas de autodefensas creadas en Rojava (YPG, YPJ y las Fuerzas Democr谩ticas de Siria –FDS-) fueron fundamentales para derrotar al Estado Isl谩mico (ISIS), con la colaboraci贸n de la Coalici贸n Internacional, conformada por m谩s de 150 pa铆ses.
Por otro lado, la AANES ha declarado infinidades de veces su predisposici贸n a mantener di谩logos con el gobierno del presidente Bashar Al Assad, y a participar en las instancias impulsadas por la Organizaci贸n de Naciones Unidas (ONU) para resolver el conflicto interno sirio. En el primer caso, las conversaciones con Damasco nunca dieron frutos, sobre todo ante la negativa del Ejecutivo sirio a reconocer la autonom铆a desarrollada por la AANES, adem谩s de rechazar la propuesta de los kurdos de una profunda reforma constitucional que democratice al pa铆s.
La negativa de Rusia, Ir谩n y Teher谩n a reconocer el autogobierno de la AANES se debe a los temores que despierta el proyecto social, econ贸mico y pol铆tico que crece en el norte y el este de Siria, a pesar de los ataques militares turcos. La organizaci贸n comunal, el respeto a las diferentes etnias y religiones, la liberaci贸n de las mujeres, y la protecci贸n del medio ambiente, son iniciativas que no cierran en las mentalidades de los mandatarios reunidos en Astana.
Pero lo m谩s sorprendente en la declaraci贸n final de la cumbre es que los presidentes reafirmaron “la determinaci贸n de continuar la cooperaci贸n para eliminar” a ISIS, al Frente Al Nusra y a “todos los dem谩s individuos, grupos, empresas y entidades asociadas” con Al Qaeda o el Estado Isl谩mico.
Es de imaginar que Putin y Rohani saben que el presidente turco es el financista e ide贸logo de los grupos terroristas que hoy ocupan pedazos de territorio sirio en Afrin, Serekaniye, Gire Spi y en la provincia de Idlib. Y tambi茅n deben conocer que Erdogan orden贸 el 15 de junio pasado el bombardeo masivo del Kurdist谩n iraqu铆 (Bashur) y redobl贸 sus ataques militares contra el Kurdist谩n sirio (Rojava).
Las pruebas de los estrechos v铆nculos entre Ankara y los grupos terroristas en Siria es irrefutable. Denuncias ante la ONU, declaraciones de dirigentes, investigaciones period铆sticas en medio internacional y hasta las cr铆ticas a Erdogan de varios gobiernos, incluido el de Al Assad, son las evidencias que Turqu铆a es el principal promotor del terrorismo en Siria.
En las regiones ocupadas ilegalmente por Ankara las pol铆ticas aplicadas son calcadas: desplazamiento forzado de la poblaci贸n originaria, cambio demogr谩fico, reducci贸n dr谩stica de derechos ciudadanos, violaciones sistem谩ticas a los derechos humanos, robo de bienes personales y saqueo de reliquias hist贸ricas, y un plan de secuestros de civiles por parte de los grupos mercenarios para luego pedir rescates millonarios.
Como si fuera poco, desde hace meses Ankara est谩 trasladando armamento y mercenarios a Libia, sosteniendo a un gobierno islamista que nadie eligi贸, y afilando los cuchillos para cortar el territorio por la mitad y quedarse con un trozo de ese pa铆s que, alguna vez, fue un ejemplo de desarrollo para 脕frica.
Erdogan y su gobierno no le ocultan a nadie lo que desean: revivir el imperio otomano, y para eso necesitan ocupar y anexar territorios. Quienes no quieran ver esto, es porque niegan la realidad, o simplemente son c贸mplices del gobierno turco.
Esta 煤ltima reuni贸n de Astana deja muy claro –por en茅sima vez- que el futuro de los pueblos de Rojava le importa muy poco a Rusia, Ir谩n y Turqu铆a. Es m谩s, si fuera por los gobiernos de Teher谩n y Ankara a los kurdos habr铆a que barrerlos de la faz de la tierra. Cuando Turqu铆a lanz贸 los bombardeos contra Bashur, al mismo tiempo el gobierno de Teher谩n orden贸 ataques en las zonas monta帽osas del Kurdist谩n iran铆 (Rojhilat), con el objetivo de destruir las bases de las Unidades de Defensa del Kurdist谩n Oriental (YRK, Yek卯ney锚n Parastina Rojhilata Kurdistan).
El “patriotismo” de Putin, Rohani y Erodgan no es tal. Los presidentes de Rusia, Ir谩n y Turqu铆a buscan mantener un cierto status quo en Siria y repartirse franjas territoriales, adem谩s de sostener las relaciones trilaterales, en las que abundan buenos negocios, como por ejemplo la venta de armamento.
La postura de “rechazo radical” de los tres mandatarios contra la presencia estadounidense en Siria es cada vez m谩s endeble: lo que m谩s desean es hacer negocios con Washington y, al igual que Estados Unidos, derrotar cualquier proyecto que impulse la liberaci贸n de los pueblos.
En Rojava, ese proyecto de liberaci贸n est谩 en marcha, m谩s all谩 de los bombardeos masivos, los asesinatos y violaciones cometidas por los yihadistas respaldados por Erdogan, y la complicidad de casi todo el mundo.
Los kurdos, 谩rabes, turcomanos, armenios, asirios, musulmanes, cristianos y yezid铆es del Kurdist谩n sirio est谩n dispuestos a dejar sus vidas para defender su libertad. Y saben que el respaldo real y la solidaridad se encienden entre ellos mismos y los pueblos de otras partes del mundo que levantan la voz en su defensa.
leandroalbani@gmail.com