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El antifascismo que naci贸 para combatir a la nueva ultraderecha

OPINI脫N de Miquel Ramos. La Marea

El historiador Carles Vi帽as publicaba en este mismo especial de La Marea un an谩lisis del antifascismo con perspectiva hist贸rica, tratando de explicar su diversidad y su vigencia a lo largo del tiempo. En su texto, Vi帽as afirmaba que el antifascismo “contin煤a erigi茅ndose como un movimiento poli茅drico y mayoritariamente reactivo que no se circunscribe ni limita a unas caracter铆sticas homog茅neas”. La extrema derecha, por su parte, tambi茅n ha sido muy diversa a lo largo de este 煤ltimo siglo, sabi茅ndose adaptar a los contextos y sobrevivir a lo que se presumi贸 como su derrota tras el final de la II Guerra Mundial
En Espa帽a, la sombra del franquismo que todav铆a hoy perdura, mantuvo durante unos a帽os a la extrema derecha muy vinculada a su nostalgia. Mientras, en el resto de Europa, nuevos grupos ultraderechistas llevaban ya a帽os jugando en otra liga.
Hemos querido hablar con algunos de los colectivos antifascistas que existen o han existido en el Estado espa帽ol y repasar la trayectoria de este movimiento a lo largo de estos 煤ltimos treinta a帽os, cuando las nuevas extremas derechas empezaron a aterrizar en Espa帽a. Conscientes de la gran variedad y n煤mero de organizaciones y plataformas antifascistas que han estado activas durante todos estos a帽os, hemos seleccionado tan solo una peque帽a muestra. Por una cuesti贸n de espacio y tiempo, y para terminar nuestro especial #LMAntifascista que, a lo largo de este mes de junio y parte de julio, ha tratado de dar voz a diferentes expertos sobre todos aquellos temas que atraviesan un movimiento tan plural y transversal como es el antifascismo.
Hoy, sin embargo, cerramos esta secci贸n con aquellos y aquellas que, desde el principio, y a pesar de todo, mantuvieron viva la reivindicaci贸n antifascista en las calles de todo el Estado.

Antifascismo como autodefensa 

El eco de toda la contracultura neofascista no llegar铆a al Estado espa帽ol hasta finales de los ’80, cuando surgieron los primeros grupos neonazis callejeros, alejados ya de la seriedad que pretend铆an infundir organizaciones como CEDADE y del olor a rancio que empezaban a desprender ya los nost谩lgicos del franquismo. Organizaciones neonazis como Bases Aut贸nomas en Madrid, Acci贸n Radical en Val猫ncia o Vanguardia Nacional Revolucionaria en Barcelona empezaron a copiar a sus hom贸logos europeos tanto en est茅tica como en estrategia, usurpando la cultura skinhead (originariamente antirracista), ocupando las gradas de los campos de futbol y saliendo de caza.
Las nuevas generaciones de izquierdistas, que, como estos nuevos nazis, no hab铆an vivido la dictadura ni la sangrienta Transici贸n en la que los postfranquistas se desenvolv铆an con absoluta impunidad, decidieron organizarse tambi茅n para combatir a estas bandas violentas en la calle. As铆 surgir铆an diversas coordinadoras y organizaciones que rescataron por primera vez, desde hac铆a a帽os, la palabra ‘antifascista’ para asumirla como movimiento social con car谩cter autodefensivo.
A lo largo de todo el Estado se multiplicar铆an los colectivos aut贸nomos, heterog茅neos y muy activos, que se dedicar铆an tanto a monitorizar las actividades y a los militantes nazis y fascistas de su zona, as铆 como a neutralizar su propaganda y parar sus agresiones. As铆 es como tanto los medios de comunicaci贸n como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado empezaron a fabricar el relato de ‘los dos extremos’, e incluso a enmarcarlos en las tribus urbanas, tratando de difuminar las reivindicaciones pol铆ticas evidentes y retratar la lucha contra la violencia de la extrema derecha como peleas de bandas o episodios de violencia juvenil.
La Coordinadora Antifascista de Madrid (CAM) es la plataforma m谩s antigua y duradera de todo el Estado, con 31 a帽os de existencia. Una de sus militantes explica a La Marea cu谩ndo naci贸, a ra铆z de m煤ltiples ataques neonazis alrededor de la simb贸lica fecha del 20 de Noviembre (aniversario de la muerte de Franco), en 1988: “En Arg眉elles y Malasa帽a marcaron a la gente cruces gamadas y las iniciales GAL con navajas. Asaltaron un garito gay en Chueca, y asaltaron los puestos de las organizaciones de izquierdas del rastro”. Estos hechos y las reiteradas agresiones de la extrema derecha que ven铆an sucedi茅ndose y que quedaban casi siempre impunes, motivaron la creaci贸n de la Coordinadora.
Manifestaci贸n por el asesinato de Carlos Palomino/COORDINADORA ANTIFASCISTA DE MADRID
Desde entonces, la CAM ha sido un referente para muchas otras coordinadoras, tanto por su por su trabajo incesante como por su permanencia en el tiempo. Uno de los momentos de inflexi贸n y de mayor actividad de la CAM fue lo que sigui贸 al asesinato del joven antifascista vallecano Carlos Palomino por un militar neonazi en el metro de Madrid, el a帽o 2007. El caso se internacionaliz贸 y fue uno de los impulsos para la reactivaci贸n de muchas otras plataformas en el resto del Estado, donde adem谩s la extrema derecha viv铆a unos a帽os de gran actividad y de una notable presencia en las calles.
Desde sus or铆genes, la CAM ha realizado numerosas campa帽as, jornadas de formaci贸n, conciertos y debates que han sabido reunir a personas de muy distintos ambitos de la izquierda radical bajo la misma bandera. Y ha servido tambi茅n, como muchas otras plataformas, como catalizador de nuevos proyectos que traspasaban los m谩rgenes de la izquierda m谩s revolucionaria, como Barrios Sin Odio o Madrid Para Todas, donde tambi茅n participan junto a muchos otros colectivos.

Trabajando por y para el barrio  

El antifascismo es un movimiento donde confluyen activistas de diversos 谩mbitos y de otras luchas, que se activa sobretodo ante la presencia y la actividad de la extrema derecha. Muchas plataformas y coordinadoras suelen estar en constante reconversi贸n, adapt谩ndose a los contextos de cada momento y participando en otras luchas que consideran importantes.
Madrid, como otras ciudades grandes, tiene adem谩s otras plataformas y colectivos que operan por barrios, como la Asamblea Antifascista de Carabanchel, que se activa en 2015 ante la presencia del grupo neonazi Hogar Social Madrid en el barrio. Se convocaron reuniones de muchos colectivos diferentes del barrio para explorar v铆as para combatir el discurso de odio y las campa帽as xen贸fobas de los neonazis, y desde entonces han organizado numerosas actividades de concienciaci贸n, como festivales de rap contra el racismo o jornadas interculturales para visibilizar y reivindicar la diversidad del popular barrio madrile帽o. En la actualidad, uno de sus activistas quiere destacar a La Marea la participaci贸n de esta coordinadora en otras luchas actuales, como las relacionadas con la defensa de la vivienda o contra las casas de apuestas.
En este sentido, destaca tambi茅n el centro social L’Obrera de Sabadell, un espacio okupado y autogestionado desde 2015 que realiza multitud de actividades y que tiene como una de sus marcas de identidad el antifascismo. Actualmente, es uno de los principales centros de dinamizaci贸n pol铆tica, social y cultural de la ciudad, donde acuden personas de muy diversos perfiles. L’Obrera ofrece clases de idiomas, de baile y hasta un espacio para ni帽os. En su interior, un enorme recinto alberga un ring de artes marciales, y justo detr谩s, en los muros, luce un enorme logotipo antifascista y un grafiti con la imagen de Muhammad Ali. Adem谩s, el gimnasio lleva el nombre de Rukeli, un boxeador alem谩n gitano que fue represaliado por los nazis durante la II Guerra Mundial. Los deportes de contacto y el resto de actividades se ofrecen a un precio simb贸lico, cuya recaudaci贸n se dedica 铆ntegramente a los gastos de acondicionamiento del espacio.
Tambi茅n existen en Vallecas (Madrid) dos proyectos similares que mezclan el deporte con el antifascismo. La Fabrika de Vallekas es una escuela de boxeo que empez贸 en un centro social okupado de Villaba. Hoy es ya un gimnasio con numerosas actividades, pero siempre con la marca del antifascismo. Como la Escuela Deportiva La Atalaya, tambi茅n en Vallecas, que organiza talleres de autodefensa feminista o el torneo Antifa Warriors, en marcha desde 2016 y en el que participan numerosos colectivos similares y amantes de este deporte de todo el Estado espa帽ol.
En Granada, la extrema derecha ten铆a tambi茅n algunas citas clave que reun铆an a militantes cada a帽o, como la Toma de Granada cada 2 de enero. All铆 es donde se visibiliza cada a帽o la presencia de ultraderechistas y la respuesta antifascista, todo bajo un estrecho cerco de las FCSE. M谩s recientemente, los activistas granadinos destacan la importancia que tuvo el 15M y las luchas que se desarrollaron paralelamente, en la que estuvieron implicados sin dejar de lado la reivindicaci贸n antifascista, algo que suceder铆a tambi茅n en otras partes del Estado. Muchos de los militantes antifascistas de Granada han sido muy activos tambi茅n en Stop represi贸n y Stop Desahucios, donde consideran que tambi茅n se hace labor antifascista.
Esta importancia de la diversificaci贸n de las luchas y de reivindicar el car谩cter antifascista de estos colectivos tambi茅n lo reivindican militantes antifascistas de otras ciudades con los que hemos hablado.
“El derecho a la vivienda y la lucha contra la especulaci贸n es imprescindible para afianzar las relaciones de confianza entre vecinos. Los antifascistas hemos estado parando desahucios sin necesidad de llevar la bandera antifa, simplemente por coherencia. Entonces te das cuenta de la vacuna que supone esta lucha contra el racismo y contra las mentiras de la extrema derecha, que siempre est谩 del lado de los poderosos. Cuando ves a tantos vecinos colaborando entre ellos sin importarle su origen, su religi贸n ni su color de piel, te das cuenta de la importancia de estar siempre en todos los frentes”, comenta una activista antifascista valenciana.

La represi贸n contra el antifascismo y la legislaci贸n de delitos de odio que protege a neonazis 

En Catalunya existen numerosos colectivos y plataformas antifascistas, casi una por cada ciudad o comarca. En Barcelona, ya desde finales de los a帽os 80 existen numerosos ejemplos de luchas antifascistas contra las bandas neonazis o los locales de la extrema derecha, que han tenido siempre una importante presencia. Barcelona es muy a menudo la ciudad elegida por grupos de extrema derecha para reivindicar la espa帽olidad de Catalunya, y eventos como el 12 de Octubre son ya una tradicional exhibici贸n de estos grupos. Sin embargo, siempre ha existido una respuesta masiva a cada convocatoria antifascista. El 12 de Octubre de 1999 supuso un punto de inflexi贸n, cuando la Polic铆a carg贸 duramente contra la marcha antifascista y detuvo a m谩s de una veintena de activistas, para los que posteriormente se pidieron varios a帽os de prisi贸n.
Tambi茅n en esta misma efem茅ride, catorce a帽os m谩s tarde, un enfrentamiento entre neonazis y antifascistas terminar铆a con el encarcelamiento de algunos de los segundos, y con una operaci贸n policial contra el movimiento, que terminar铆a con un pol茅mico juicio en el que se acus贸 a los antifascistas de delito de odio contra los neonazis y se les ped铆a hasta 17 a帽os de prisi贸n. El documental 12 d’Octubre: cultura de l’odi i leg铆tima defensa (Metromunster, 2017) entrevistar铆a a varios de los activistas encausados, a expertos en derecho y movimientos sociales, y plantear铆a la controversia de esta legislaci贸n, que hab铆a empezado ya a utilizarse contra los movimientos sociales antifascistas y para proteger a la extrema derecha.
La Plataforma Antifascista de Zaragoza (PAZ), por su parte, empez贸 su andadura en 1993. “Se repasaba el mapa de agresiones y se denunciaban p煤blicamente, con ayuda de gente de todos los barrios”, explica un militante del colectivo. La plataforma cont贸 siempre con la complicidad de pr谩cticamente la totalidad del tejido asociativo de la ciudad, hasta el punto de organizar sus reuniones en el local de la Federaci贸n de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ). Zaragoza fue tambi茅n durante a帽os una ciudad donde la extrema derecha tuvo cierta presencia, incluso como sitio elegido para organizar varios conciertos neonazis clandestinos. “Era una 茅poca en la que la polic铆a no los controlaba. M谩s bien andaban de la mano, llegando a darse m谩s de una batalla campal de nazis y polic铆a de un lado, contra antifascistas por el otro”, explica este militante.
Tras conseguir que los neonazis abandonaran progresivamente las actividades p煤blicas y limitaran su exhibici贸n en las calles, hacia el a帽o 2001, la PAZ se reconvirti贸 en la Coordinadora Antifascista de Zaragoza (CAZ), que tom贸 el relevo de la anterior plataforma. Tras disolverse esta, volvi贸 a ponerse en marcha la PAZ, sobre todo a ra铆z del aterrizaje de los neonazis de Hogar Social. Una de las protestas contra este grupo neonazi terminar铆a con la detenci贸n de diez activistas antifascistas.
Algunas personas que militaban en movimientos antifascistas en M谩laga hace cerca de 15 a帽os explican a La Marea la dureza de aquellos tiempos, cuando la presencia de grupos neonazis era habitual “e incluso peligrosa”. En Andaluc铆a, M谩laga fue la ciudad donde m谩s se notaba en las calles la actividad y la presencia ultraderechista. La Coordinadora Antifascista de M谩laga, que aglutinaba desde 2005 a varias asociaciones, sindicatos e incluso partidos, ten铆a como objetivo crear conciencia y generar tejido social para hacerles frente. Tambi茅n denunciaron numerosas agresiones de la extrema derecha. En 2009, 16 activistas fueron detenidos y acusados de asociaci贸n il铆cita, para los que pidieron hasta 154 a帽os de prisi贸n. Finalmente resultar铆an absueltos.
En el caso de Val猫ncia, las primeras asambleas antifascistas nacieron y se articularon desde los centros sociales a principios de los ’90, ante la constante violencia de grupos neonazis como Acci贸n Radical o los grupos de la ultraderecha regionalista, muy violenta, muy activa e impune desde la transici贸n. Tras el asesinato del joven antifascista Guillem Agull贸 en 1993 y de Davide, dos de los destacados miembros de la asamblea antifascista, los activistas combinaron la autodefensa contra los grup煤sculos nazis y fascistas que segu铆an activos y muy violentos, con la denuncia p煤blica de la impunidad y de la criminalizaci贸n de la que fueron objeto por parte de la polic铆a y de algunos medios de comunicaci贸n.
M谩s tarde, las plataformas surgidas adoptaron diferentes nombres y se activaron a remolque de las actividades de los grupos de extrema derecha que exist铆an en la ciudad, muy activos y muy bien relacionados tanto con el gobierno del PP como con las FCSE. A finales de los ’90 y durante los primeros a帽os de este siglo, la dura represi贸n contra el movimiento okupa salpic贸 tambi茅n al antifascismo, que tuvo que dedicarse, adem谩s de a defenderse de los neonazis, a realizar campa帽as para afrontar los numerosos juicios contra decenas de activistas, algo que tambi茅n se ha vivido en muchas otras ciudades donde ambas luchas han estado muy relacionadas.
M谩s tarde, de nuevo, el antifascismo volver铆a a tomar forma de manera mucho m谩s organizada y a lo largo de todo el Pa铆s Valenciano, articulando la acci贸n de varios colectivos que conformaron la Coordinador Antifeixista Intercomarcal (CAI), la web Antifeixistes.org o en plataformas locales como Val猫ncia Entre Totes, Alacant Antifa o m谩s recientemente Acci贸 Antifeixista Val猫ncia.
El 9 de octubre de 2018, tras las violentas agresiones de grupos de extrema derecha a la tradicional manifestaci贸n de la izquierda valencianista del a帽o anterior, todos los colectivos antifascistas del territorio valenciano se coordinaron y se organizaron para acudir ese a帽o a la manifestaci贸n, logrando reunir a m谩s de 15.000 personas en Val猫ncia, una de las convocatorias antifascistas m谩s numerosas de estos 煤ltimos 30 a帽os.
Manifestaci贸n en Val猫ncia el 9 de octubre de 2018/ACAMPADA VAL脠NCIA
Destaca tambi茅n la labor de colectivos como La Cosa Nostra (LCN) de Castell贸 de la Plana, una de las formaciones m谩s activas y m谩s contundentes del Estado. A lo largo de sus 12 a帽os de existencia, y tras otras plataformas similares que estuvieron antes activas en la ciudad, LCN ha conseguido borrar pr谩cticamente cualquier propaganda ultraderechista de la ciudad, as铆 como mantener a los grup煤sculos neonazis que sobreviven, con un perfil muy bajo, temerosos siempre de tener una respuesta antifascista en cualquiera de sus actos. LCN participa, como tantos otros colectivos antifascistas, de numerosos proyectos sociales de la ciudad, a pesar de ser constantemente controlados y boicoteados tanto por las autoridades como por las FCSE. Esta pasada semana, por ejemplo, cocinaron una gran paella para dar la bienvenida a los tripulantes del Sea Watch, del Open Arms y del Alan Kurdi, tres barcos de rescate que patrullan el mediterr谩neo y que atracaron en el puerto de Borriana.

Diferentes escenarios y nuevas estrategias

El Euskadi, sin embargo, a pesar de la casi nula presencia de activismo ultraderechista en las calles, “desde los a帽os 80 hasta hoy, la forma en la que los grupos nazi-fascistas se han organizado y se han dejado notar ha sido muy variado, en busca de hacerse un hueco”, explica Amaia Nikolas, portavoz de Sare Antifaxista. “Todo muy supeditado al contexto pol铆tico que tenemos aqu铆, el conflicto vasco:  se mezclan grupos ultras, con parapoliciales, terrorismo estado, con organizaciones de ra铆z franquista y las actuales m谩s nacionalsocialistas”. Sare Antifaxista colabora desde su fundaci贸n, hace 15 a帽os, con muchos otros colectivos sociales, trabajando tanto la denuncia pol铆tica y social como la memoria hist贸rica.
En Catalunya, el colectivo Som Antifeixistes nacer铆a en 2018 fruto de la reflexi贸n de varios colectivos aut贸nomos antifascistas a ra铆z de un incremento de las agresiones de extrema derecha, as铆 como la ofensiva de grupos espa帽olistas de extrema derecha muy activos y pr谩cticamente impunes tras el refer茅ndum de 2017. Esta red antifascista, entre otras cosas, se dedica a investigar y desvelar la identidad de los principales l铆deres y activistas neonazis en redes sociales, a trav茅s de la que se conoce como Nazipedia.
Esta es una pr谩ctica habitual en otros pa铆ses como EEUU o Alemania, donde los antifascistas realizan un intenso monitoreo de los neonazis m谩s peligrosos y los exponen p煤blicamente. Y es que los colectivos antifascistas suelen ser los que m谩s informaci贸n tienen y m谩s conocen a la extrema derecha y a sus militantes, no solo en el Estado espa帽ol. Y mucho m谩s que cualquier acad茅mico, que cualquier Brigada de Informaci贸n de la Polic铆a o que cualquier periodista.
Las coordinadoras y plataformas antifascistas tambi茅n se nutren de activistas de muchos otros 谩mbitos, a veces m谩s plurales y otras veces m谩s marcadamente revolucionarias. Uno de los proyectos m谩s transversales y duraderos hasta hoy ha sido la experiencia de Unitat Contra el Racisme i el Feixisme (UCRF) en Catalunya, que re煤ne a todo tipo de colectivos, partidos y sindicatos comprometidos en la lucha contra la extrema derecha. Formada en 2010, sobretodo ante el auge del partido ultraderechista de Plataforma per Catalunya (PxC) que consigui贸 67 concejales s贸lo en Catalunya en 2011.
El modelo de lucha unitaria UCRF viene de Inglaterra, de experiencias muy anteriores como la Anti Nazi League o Unite Against Fascism o Stand Up To Racism. Actualmente, existen proyectos similares en varios pa铆ses del mundo, coordinados a trav茅s de A World Witouth Racism o United For Intercultural Action de las que participan varios colectivos antifascistas del Estado. Hoy existen plataformas similares en varios pa铆ses, y tambi茅n en el Estado espa帽ol. UCRF ha realizado numerosas campa帽as de concienciaci贸n en varias localidades catalanas contra locales de la extrema derecha y durante las elecciones, alertando sobre los partidos ultraderechistas que presentaban candidaturas. Un dato que David Karvala, activista de esta organizaci贸n, quiere destacar, es que el movimiento est谩 formado mayoritariamente por mujeres, muchas de ellas de origen migrante.
El modelo de UCRF se extender谩 bajo diversos nombres y de distintas formas a varias localidades del Estado, como Andaluc铆a o Madrid. Tambi茅n en el Pa铆s Valenci脿, desde Alcoi, Elda-Petrer o Carcaixent, hasta Val猫ncia ciudad hace justo un a帽o, con Crida Contra el Racisme. Vecinos y vecinas que se organizan para borrar pintadas nazis, para realizar campa帽as contra el racismo, la homofobia o las agresiones machistas, o que realizan actividades culturales con el cada vez m谩s habitual sello del antifascismo.
Estas nuevas plataformas unitarias conviven y act煤an casi siempre coordinadas con otros colectivos antifascistas, que, aunque cambien de nombre, est茅n un tiempo inactivos para volver despu茅s, o afronten numerosos debates internos, siempre est谩n. Mientras siga habiendo fascismo, no solo existir谩n e insistir谩n, sino que ser谩n imprescindibles.
*Nos hubiera encantado poder explicar muchas m谩s historias, haber hablado con muchas m谩s personas y organizaciones y haber citado a todas y cada una de las plataformas y organizaciones que han existido y existen en el Estado. Sirva esta pieza final de nuestro especial #LMAntifascista para reconocer la labor de todas ellas. Esperamos poder contar alg煤n d铆a la historia completa.
La entrada El antifascismo que naci贸 para combatir a la nueva ultraderecha se public贸 primero en lamarea.com.

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