OPINI脫N de Eduardo Madro帽al
Obviamente acerca de los a帽os 1936-39 hay muchas posiciones, muchos an谩lisis y muchas conclusiones. En este art铆culo nos vamos a centrar exclusivamente en el hecho fundamental de que el PCE de entonces se quita la venda en los ojos, de que el PCE de entonces pone la lucha por la independencia nacional como la clave democr谩tica y revolucionaria.
El movimiento obrero espa帽ol ha tenido desde su nacimiento como fuerza organizada en el 煤ltimo tercio del siglo XIX, una extraordinaria combatividad, radicalizaci贸n y una enorme capacidad para desplegar su energ铆a revolucionaria. Pero toda esa energ铆a no se ha dirigido, como era el camino natural, contra los principales opresores y explotadores, las potencias imperialistas. Solamente el PCE de Jos茅 D铆az y Pasionaria supo salvar este obst谩culo hist贸rico, se帽alando que la guerra contra el franquismo era tambi茅n, y sobre todo, un combate contra los intentos del imperialismo alem谩n e italiano por dominar Espa帽a.
Si a lo largo de los dos 煤ltimos siglos la izquierda espa帽ola ha estado ciega ante la intervenci贸n del imperialismo, ha habido, sin embargo, un per铆odo excepcional, la Guerra Nacional Revolucionaria de 1936-1939, en el que la comprensi贸n profunda -por parte del PCE de Jos茅 D铆az y Pasionaria- del car谩cter y el contenido democr谩tico y nacional de la revoluci贸n en Espa帽a permiti贸, no s贸lo resistir durante tres a帽os al fascismo y escribir una de las p谩ginas m谩s gloriosas de nuestra historia, sino que, adem谩s, cre贸 las condiciones en que nuestro pueblo m谩s cerca ha estado nunca de derrotar a sus enemigos, tomar el poder e iniciar un camino de transformaciones revolucionarias.
Pero esta comprensi贸n del car谩cter de la lucha no hubiera sido posible si, previamente, el PCE no hubiera partido de una firme posici贸n patri贸tica. Ya en las elecciones que dieron el triunfo al Frente Popular, el PCE hace del patriotismo una de las banderas que es necesario arrebatar a la reacci贸n, situando en sus justos t茅rminos en qu茅 consiste el patriotismo, quienes son los aut茅nticos y los falsos patriotas.
Las siguientes son palabras de Jos茅 D铆az -de rabiosa actualidad- en un mitin electoral sobre quienes son los verdaderos patriotas y cuales los falsos: Camaradas: Hay una bandera que est谩 en manos de nuestros enemigos, que ellos tratan de utilizar contra nosotros y que es preciso arrebatarles de las manos: la de que votando por ellos se vota por Espa帽a. ¿Qu茅 Espa帽a representan ellos? () la reacci贸n (), de una manera abstracta, para cazar incautos, dice, grita en los carteles, en los m铆tines: votando por nosotros, vot谩is por Espa帽a, vot谩is por la patria () hay que demostrar que quienes aman verdaderamente a su pa铆s somos nosotros () pues no es posible que contin煤en enga帽ando a estas masas, utilizando la bandera del patriotismo, los que prostituyen nuestro pa铆s, los que condenan al hambre al pueblo, los que someten al yugo de la opresi贸n al noventa por cien de la poblaci贸n () ¿Patriotas ellos? ¡No! Las masas populares, vosotros, obreros y antifascistas en general, sois los patriotas, los que quer茅is a vuestro pa铆s libre de par谩sitos y opresores; pero los que os explotan, no, ni son espa帽oles ni son defensores de los intereses del pa铆s. (Jos茅 D铆az, secretario general del PCE. Discurso pronunciado en el Sal贸n Guerrero de Madrid en febrero de 1936).
Sin la direcci贸n del PCE de Jos茅 D铆az y Pasionaria, la Rep煤blica dif铆cilmente hubiera sido capaz de resistir al golpe combinado de las fuerzas reaccionarias internas con la intervenci贸n nazifascista de los imperialistas alemanes e italianos. De haber tenido la direcci贸n las fuerzas republicanas burguesas, posiblemente todo el pa铆s se hubiera convertido en una enorme Santo帽a -el lugar donde las tropas del PNV pactaron a principios de 1937 la rendici贸n y la entrega de Euskadi a los fascistas italianos- ante las primeras derrotas militares.
De haberla tenido las tendencias obreristas de CNT o los largocaballeristas del PSOE, la divisi贸n y los enfrentamientos en la misma zona republicana la hubieran hecho estallar en mil pedazos en los primeros meses. S贸lo la direcci贸n del PCE estableciendo el car谩cter de la lucha como una batalla por la defensa de la patria y de las conquistas democr谩ticas y populares permiti贸 movilizar todas las energ铆as del pueblo y mantener hasta el final la m谩s s贸lida unidad de la clase obrera, de las masas populares, de las fuerzas antifascistas y de todas las nacionalidades y regiones de Espa帽a.
La lucha contra el fascismo, en defensa de la legalidad republicana y el inicio de profundas transformaciones democr谩ticas y populares jam谩s habr铆a sido posible sin la direcci贸n pol铆tica y pr谩ctica del PCE sobre el Frente Popular. Estableciendo sin vacilaciones el car谩cter de la guerra como una guerra nacional -por dirigirse contra la intervenci贸n imperialista- y revolucionaria -por dirigirse contra la oligarqu铆a financiera y terrateniente-, y, de acuerdo con ello, desarrollando una pol铆tica que permiti贸 unir a todos los sectores patri贸ticos y democr谩ticos en defensa de la independencia nacional de Espa帽a y su libertad.
Con el t铆tulo El camino de la victoria, a mediados de enero de 1937, el Comit茅 Central del PCE hace p煤blica una declaraci贸n -que es a la vez un llamamiento a “todos los pueblos de Espa帽a y a cuantos aman la paz, el progreso y la libertad- en que se establece ya con toda claridad el contenido nacional y democr谩tico de la guerra. “Seis meses van a cumplirse desde que estall贸 la sublevaci贸n militar fascista. En estos seis meses, la guerra se ha transformado profundamente. Se ha convertido en una guerra nacional, en una guerra de ej茅rcitos organizados, en una guerra en la que intervienen en contra de nuestro pueblo, del brazo de los facciosos, fuerzas armadas extranjeras ()”.
Y sigue: La lucha del Poder leg铆timamente constituido contra un grupo de traidores, lucha que pudo terminarse, que pudo haberse liquidado r谩pidamente, se ha transformado en una guerra por la independencia de Espa帽a, gracias al apoyo descarado que los fascistas alemanes, italianos y portugueses han prestado a los facciosos. Este apoyo del fascismo internacional a los sublevados contra el gobierno leg铆timo de Espa帽a, ha ahondado y extendido la lucha y nos obliga hoy a combatir no s贸lo contra los rebeldes nacionales, sino tambi茅n contra los verdugos fascistas extranjeros”.
Y precisa: Hoy el pueblo espa帽ol no se bate solamente contra los mon谩rquicos, los moros, los bandidos del Tercio y las pandillas de fascistas y requet茅s, armados por el fascismo internacional. Hoy, nos batimos contra fuerzas de mayor volumen y de m谩s grande significaci贸n. Merced a la ayuda extranjera pudieron los primitivos grupos de sublevados lograr incluso algunos avances, pero fueron paulatinamente liquidados en combates gloriosos por nuestras bravas tropas leales y milicias”.
Y acaba: La guerra iba acort谩ndose y se ve铆a ya cercana la gran derrota de los facciosos, cuando 茅stos, al ver agotadas sus fuerzas, acudieron a Hitler y Mussolini para que 茅stos les enviasen, adem谩s de nuevos materiales de guerra, contingentes armados de sus respectivos ej茅rcitos. Los Gobiernos de Italia y Alemania, sol铆citos a las llamadas de auxilio de los generales traidores a nuestro pa铆s, han enviado ya a Espa帽a los primeros destacamentos de tropas fascistas y se proponen desembarcar nuevos contingentes en nuestra Pen铆nsula () Que sepan en el extranjero que todo el pueblo espa帽ol, que todo lo que hay de sano y progresivo en nuestro pa铆s, est谩 luchando para defenderse de una agresi贸n cobarde perpetrada a mansalva por espa帽oles traidores a su patria y contra las fuerzas invasoras del fascismo alem谩n, italiano y portugu茅s, que sue帽an con convertir a Espa帽a en un pueblo de esclavos. (El camino hacia la victoria. Declaraci贸n del Comit茅 Central del Partido Comunista de Espa帽a. Enero de 1937).
Eduardo Madro帽al Pedraza