
OPINI脫N de Carlos Naranjo*
El pasado 29 de junio el Gobierno de derechas de Nueva Democracia (ND) present贸 un proyecto de ley con el que se endurece la represi贸n y las restricciones para organizar y participar en manifestaciones y protestas.
El pasado 29 de junio el Gobierno de derechas de Nueva Democracia (ND) present贸 un proyecto de ley con el que se endurece la represi贸n y las restricciones para organizar y participar en manifestaciones y protestas.
A un a帽o de que la derecha ganase las elecciones generales y pocos meses despu茅s del fin del confinamiento, las protestas sociales en Grecia comienzan a resurgir y la burgues铆a griega lo tiene claro; para enfrentar la crisis capitalista y mantener sus ganancias, va a intentar seguir machacando los derechos sociales y empeorando las condiciones laborales. El Gobierno de ND, a su servicio, no duda en recuperar medidas legislativas propias de la 茅poca de la dictadura.
El citado proyecto de ley establece sanciones de hasta un a帽o de prisi贸n por participar en una protesta no autorizada, adem谩s, se responsabiliza a los organizadores de los da帽os a la propiedad p煤blica o privada que se puedan producir en las manifestaciones.
Contra esta ley los sindicatos y movimientos sociales convocaron del 7 al 9 de julio manifestaciones contra la llamada “ley de la dictadura” en 40 ciudades. En Atenas participaron en torno a 10.000 personas.
Las protestas fueron duramente reprimidas por la polic铆a que utiliz贸 gases lacrim贸genos y llev贸 a cabo numerosas cargas y multitud de arrestos. La lucha contra esta ley represiva contin煤a impulsada por la juventud y nuevas capas incorporadas despu茅s de la amarga experiencia con el Gobierno de Syriza.
La cat谩strofe econ贸mica y social en Grecia contin煤a
Despu茅s de todos los ataques y recortes sociales de los 煤ltimos a帽os avalados por los capitalistas griegos y dise帽ados por el FMI, el BCE y la UE, que tanto sufrimiento han causado a la mayor铆a de la poblaci贸n, las perspectivas econ贸micas para Grecia son de nuevo muy sombr铆as.
Antes del confinamiento, decretado el 12 de marzo, se esperaba un crecimiento del PIB para el 2020 del 2,4%. Pero tras la llegada de la pandemia, las previsiones estiman una ca铆da del 10% y el desempleo, que actualmente es del 16%, se calcula que crecer谩 hasta el 20%.
Si tenemos en cuenta el grave estado de la econom铆a griega despu茅s de la crisis de 2008 y lo que han supuesto para la clase trabajadora las medidas draconianas de la troika durante estos 煤ltimos diez a帽os, la situaci贸n se encamina a una nueva cat谩strofe social.
La recesi贸n mundial y la crisis sanitaria afectan doblemente a la d茅bil econom铆a griega: el turismo representa el 12% del PIB, sector en el que se prev茅n p茅rdidas de entre 8 mil y 10 mil millones de euros.
De la misma manera que el resto de Gobiernos al servicio del capital, las ayudas de dinero p煤blico para garantizar los beneficios de las empresas durante el tiempo de paralizaci贸n de la econom铆a han supuesto la parte del le贸n de los recursos liberados por el Ejecutivo heleno para paliar los efectos de la pandemia, llegando a los 6.800 millones de euros.
La deuda p煤blica en mayo se encontraba en el 176% del PIB y la previsi贸n de la Comisi贸n Europea es que acabe 2020 en el 196,4%.
El confinamiento estricto contuvo la extensi贸n del virus y con 11 millones de habitantes el covid-19 ha provocado 194 muertos. Esta medida ha hecho posible que el mermado sistema sanitario p煤blico haya podido sortear, de momento, el colapso absoluto.
Durante los primeros cinco a帽os de crisis el presupuesto sanitario se redujo cada a帽o un 8,7%, y el sistema ya se encontraba al borde del desastre antes de la pandemia. Como muestra un bot贸n: Grecia cuenta con la mitad de camas de UCI que la media europea.
La pandemia ha obligado al Gobierno a retrasar los nuevos planes de privatizaci贸n y aportar al sistema p煤blico de salud provisionalmente 70 millones de euros, migajas para tratar de cubrir las necesidades m谩s urgentes.
Un a帽o de blindaje de los beneficios capitalistas, ataques a los trabajadores y escalada represiva
ND gan贸 las elecciones en julio de 2019, desplazando a Syriza tras el desencanto provocado entre la clase obrera y la juventud por la pol铆tica de recortes sociales y de sumisi贸n a la troika aplicada por el Gobierno de Alexis Tsipras.
La participaci贸n en aquellas elecciones fue la segunda m谩s baja en la historia de Grecia, con un 57,92%.
El actual Gobierno est谩 formado por derechistas y ultraliberales. El primer ministro Kyriakos Mitsokakis forma parte de la 茅lite y est谩 vinculado a grandes bancos y financieras.
Las primeras medidas que el Ejecutivo aplic贸 fueron la bajada de impuestos de sociedades, la rebaja de cotizaciones empresariales a la seguridad social, la reducci贸n del gasto social, profundizando en las catastr贸ficas recetas de austeridad.
La burgues铆a griega exige recortes m谩s profundos y para poder llevarlos a cabo considera imprescindible imponer medidas represivas y antidemocr谩ticas que asfixien al movimiento obrero.
La bater铆a de medidas antidemocr谩ticas no ha cesado. Una de las primeras iniciativas fue el endurecimiento del C贸digo Penal y la 煤ltima es el proyecto de ley que establece controles m谩s estrictos a las manifestaciones.
El Ministerio de Protecci贸n Ciudadana, dirigido por Mijalis Jrisojoidis, ministro de Interior con el PASOK, ha creado un nuevo cuerpo policial fuertemente armado llamado “Panteras Negras”. Este se encuentra desplegado en las estaciones m谩s concurridas. Tambi茅n ha reactivado la unidad especial Drassi (antes Delta), conocidos como los “hooligans de la polic铆a” y que fue desmantelada por Syriza.
Los cuerpos policiales fueron el principal mecanismo de represi贸n despu茅s de la guerra civil y durante la dictadura de los coroneles. El aparato del Estado que qued贸 intacto y sin depurar tras la llegada de la “democracia” refuerza una vez m谩s esta herramienta represiva contra la lucha social.
Desde finales de 2019 se han incrementado las denuncias por actuaciones violentas y arbitrarias de la polic铆a, que han pasado a ser muy habituales. Estas pr谩cticas responden a la estrategia del Gobierno de infundir miedo garantizando la impunidad a la brutalidad policial.
En el c茅ntrico barrio de Atenas de Exarchia, donde existe una gran participaci贸n social, hay desplegados de manera casi permanente cuerpos de antidisturbios que acosan arbitrariamente a los vecinos. En los 煤ltimos meses han realizado desalojos de espacios ocupados desde hace a帽os por refugiados y migrantes. Tambi茅n son muchos los casos de j贸venes humillados por la polic铆a al ser obligados a desnudarse en parkings p煤blicos o restaurantes.
En el mes de noviembre tuvieron lugar protestas estudiantiles para exigir la retirada de cargos a dos estudiantes y contra la supresi贸n de la ley de asilo universitario.
Dicha ley se instaur贸 tras la ca铆da de la dictadura con el objetivo de evitar los sucesos de 1973, cuando grupos de militares entraron con un tanque en la Universidad Polit茅cnica de Atenas contra un encierro de estudiantes en protesta contra la dictadura y provocaron cerca de 40 muertos.
Tras esta supresi贸n la polic铆a entr贸 por primera vez desde 1974 en una universidad y reprimi贸 una protesta estudiantil.
La juventud y el movimiento obrero retornan al camino de la lucha
Siguiendo esta estrategia represiva, el Gobierno present贸 en septiembre de 2019 un proyecto de ley que supuso un salto cualitativo en la dificultad para convocar las huelgas. Seg煤n este proyecto estas tienen que aprobarse mediante votaci贸n electr贸nica.
Con ello se busca acabar con la convocatoria de asambleas generales, impedir que las plantillas participen directa y colectivamente en las luchas, poder localizar mejor a las y los trabajadores m谩s combativos y fortalecer el control policial y burocr谩tico del movimiento.
Adem谩s esta ley tambi茅n ataca a los convenios colectivos, dando prioridad a los acuerdos de empresa frente a los sectoriales o estatales, atacando al coraz贸n de la fuerza de los sindicatos como herramienta de la clase obrera en su conjunto.
El movimiento obrero inmediatamente respondi贸 antes estas medidas y se convocaron huelga general el 24 de septiembre y 2 de octubre de 2019. Las dos huelgas generales contaron con una alta participaci贸n de m茅dicos, profesores, transporte mar铆timo y armadores de los principales puertos del pa铆s y significaron el primer paso en el rearme de la clase trabajadora y de todos los movimientos sociales contra la derecha.
La estrategia represiva del Gobierno est谩 impulsando de nuevo la movilizaci贸n y la toma de conciencia de nuevas capas de j贸venes y obreros. Muchos de los movimientos sociales fueron paralizados por el desencanto con Syriza, que tras cinco a帽os de gobierno merm贸 la confianza y 谩nimos de cientos de miles de activistas.
Las movilizaciones de estos 煤ltimos meses comienzan a ser protagonizadas por numerosas capas de j贸venes que no han experimentado el duro fiasco de Syriza. El Gobierno de la derecha intenta frenarlo mediante la criminalizaci贸n de los estudiantes e intentando generar miedo con la represi贸n arbitraria.
La clase obrera griega est谩 recuperando el pulso de la lucha y para esta nueva etapa cuenta con la valiosa experiencia de estos a帽os y la inspiraci贸n de los enormes movimientos de masas que recorren los cinco continentes.
La tarea fundamental, una vez m谩s, se encuentra en la necesidad de construir un aut茅ntico partido revolucionario que dotado del programa de la revoluci贸n socialista acabe de una vez por todas con la barbarie social que imponen la burgues铆a y el caduco y podrido sistema capitalista.
*Esquerra Revolucion脿ria Pa铆s Valenci脿
https://izquierdarevolucionaria.net/index.php/internacional/europa/12237-grecia-el-gobierno-de-la-derecha-incrementa-los-instrumentos-de-represion-frente-a-la-lucha-social