OPINI脫N de Sergio Ortiz
Netanyahu pone en marcha otro despojo a Palestina. Su objetivo, compartido por Trump, es apropiarse del 30 por ciento de Cisjordania. Esto es resistido por los palestinos. Adem谩s de ser una gran injusticia alimentar谩 el conflicto. Chau ilusiones de paz.
SERGIO ORTIZ
Seg煤n su cronograma, el ultraderechista Benjamin Netanyahu comenzar铆a ayer la legalizaci贸n del despojo de tierras palestinas en Cisjordania y la zona m谩s explotable econ贸micamente, el valle del Jord谩n.
Dentro de esa regi贸n hay incrustadas colonias jud铆as, in crescendo desde la Guerra de los Seis D铆as (1967). Esos asentamientos y otras zonas que tambi茅n son palestinas van a ser robadas y suponen un 30 por ciento de toda Cisjordania. Y ser铆an apropiadas por el gobierno de alianza del ultraderechista Likud del primer ministro Netanyahu y el centro derecha del movimiento Azul y Blanco liderado por su flamante socio, general Benny Gantz, exjefe del Ej茅rcito.
Es un nuevo arrebato de tierras palestinas, que se suma y agrava los anteriores; fueron muchos desde la fundaci贸n del Estado de Israel en mayo de 1948. Esa partici贸n inicial priv贸 a los palestinos de la mitad de su superficie. Luego hubo nuevas p茅rdidas, tras la guerra de 1967, cuando el este de Jerusal茅n, Cisjordania y Gaza fueron rapi帽adas. Siria perdi贸 las Alturas del Gol谩n, Egipto el desierto del Sina铆 y El L铆bano una franja fronteriza.
Tras muchas protestas e incluso enfrentamientos armados, en algunos de los cuales los militares enviados por Tel Aviv mordieron el polvo de la derrota, debieron devolver esa franja libanesa. A Egipto se le reintegr贸 el Sina铆 en acuerdos con el d贸cil Anwar Al Sadat. Y a Siria no se hizo la menor concesi贸n en el Gol谩n. S铆 recul贸 en la Franja de Gaza, que desde 2007 est谩 gobernada por el Movimiento de Resistencia Isl谩mica Hamas, fracci贸n chi铆ta m谩s radicalizada que la Organizaci贸n para la Liberaci贸n de Palestina (OLP), gobernante de la Autoridad Nacional Palestina en Cisjordania. En rigor s贸lo en una parte porque el grueso de ese territorio sigui贸 bajo control del estado israel铆.
Cabe aclarar que Israel se retir贸 de Gaza sin perjuicio de invadirla y bombardearla en tres ocasiones en los 煤ltimos a帽os, la mayor en 2014 cuando provoc贸 unos 2.300 muertos. Desde 2007 mantiene un bloqueo econ贸mico (adem谩s de militar), por aire, tierra y mar, que hace imposible la vida de ese pueblo, sin alimentos ni medicinas y con apenas 6 horas de luz el茅ctrica por d铆a.
La clave es Trump
Los despojos comenzaron en 1948. Y eso significa que hubo muchos presidentes estadounidenses del bipartidismo aliados mayores y c贸mplices de tales maniobras. A partir de la llegada a la Casa Blanca del neonazi Donald Trump, Netanyahu ha contado con un apoyo yanqui m谩s decidido en sus planes de rapi帽a.
Es un negocio para ambos socios. El mayor, EE UU, porque sigue contando con su mejor “portaaviones” en Medio Oriente, para agredir a pa铆ses vecinos y sobre todo para apuntar contra la Rep煤blica Isl谩mica de Ir谩n. El menor, Israel, porque se cubre las espaldas para expandirse a expensas de los palestinos.
Ya en mayo de 2018, al cumplirse los 70 a帽os de la creaci贸n del Estado, Netanyahu hab铆a logrado que EE UU trasladara su embajada desde Tel Aviv a Jerusal茅n, tratando de legalizar la ocupaci贸n de la Ciudad Santa de 1967 y anexada en 1980, todo sin reconocimiento internacional. Tama帽a violaci贸n de los acuerdos internacionales no pod铆a hacerse sin impulso del Sal贸n Oval y aliados como los monarcas sauditas.
El 28 de enero de 2020 Trump y Netanyahu anunciaron en Washington el seudo “Acuerdo del Siglo” seg煤n el cual Israel se quedaba con toda Jerusal茅n y una parte de Cisjordania. Sus fuerzas armadas ser铆an las 煤nicas pues el futuro estado palestino, con capital en un barrio alejado de Jerusal茅n, no podr铆a tener fuerzas propias. Y tal criatura inofensiva deb铆a aguardar sin nacer otros cuatro a帽os de penitencia. Los palestinos no fueron consultados ni participaron del “Acuerdo”, limitado a norteamericanos e israel铆es.
Ahora, poniendo en marcha unilateralmente ese plan sionista-imperialista, Netanyahu se quiere embolsar definitivamente el 30 por ciento de Cisjordania y el valle del Jord谩n.
Los tent谩culos para lograrlo son las 140 colonias israel铆es metidas como cu帽a (hay 240 en total en Palestina, seg煤n el sitio Palestina Libre).
Ese plan de saqueo sufri贸 alguna demora porque la regi贸n y el mundo entraron en plena pandemia por el COVID-19. Sigue adelante, demostrando a los palestinos que adem谩s de ese virus nefasto hay otro muy mort铆fero, el sionismo.
Una circunstancia acelera los planes de “Bibi”. Trump atraviesa un momento cr铆tico, por su desastrosa gesti贸n ante el coronavirus y las protestas contra el racismo y la represi贸n policial. El magnate est谩 diez puntos abajo de Joe Biden en las encuestas. ¿Qu茅 ser谩 de la rapi帽a cisjordana si Trump pierde en noviembre? Eso apura a quien funge como primer ministro por quinta vez consecutiva desde 2009, ostentando el r茅cord y dejando a Ben Guri贸n muy atr谩s con tres mandatos.
El 1 de julio las organizaciones palestinas convocaron a un D铆a de la Ira, como protesta. Son d铆as donde los seres humanos sentimos rabia. Como en la poes铆a de Mario Benedetti referida a la muerte del Che: “as铆 estamos consternados, rabiosos, claro que con el tiempo la plomiza consternaci贸n se nos ir谩 pasando, la rabia quedar谩, se har谩 m谩s limpia”.
Sionismo ac谩
El 8 de junio la canciller铆a argentina aprob贸 la Resoluci贸n 114/2020, supuestamente para luchar contra el antisemitismo. Esa discriminaci贸n a las personas de origen semita existe ac谩 y en el mundo. Es repudiable. El problema es que la resoluci贸n define, textual: “El antisemitismo es una cierta percepci贸n de los jud铆os que puede expresarse como el odio a los jud铆os. Las manifestaciones f铆sicas y ret贸ricas del antisemitismo se dirigen a las personas jud铆as o no jud铆as y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades jud铆as y a sus lugares de culto”.
Tal definici贸n no cay贸 del cielo sino de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA) hace cuatro a帽os, bajo la batuta de Israel y otros 34 pa铆ses. Es el c铆rculo del que particip贸 Alberto Fern谩ndez el 23 de enero en Israel, para benepl谩cito de Netanyahu, como antes lo hac铆a Macri.
Tal definici贸n es err贸nea, interesada y peligrosa.
Err贸nea porque los jud铆os no son los 煤nicos semitas: los palestinos tambi茅n lo son. Interesada porque presenta a Israel, que practica el genocidio en Gaza, como una pobre v铆ctima de discriminaciones. Y peligrosa porque con la acusaci贸n de haber sufrido “antisemitismo”, la embajada de Israel, sus colaterales DAIA, AMIA y la Organizaci贸n Sionista Argentina (si viviera, tambi茅n Alberto Nisman, agente del Mossad), o sea el sionismo, podr谩 demandar a quienes cuestionen las violaciones de los derechos humanos y el genocidio cometido por Netanyahu.
Sergio Ortiz
facebook.com/sergio.ortiz.906
twitter: @Sergioortizpl
Netanyahu pone en marcha otro despojo a Palestina. Su objetivo, compartido por Trump, es apropiarse del 30 por ciento de Cisjordania. Esto es resistido por los palestinos. Adem谩s de ser una gran injusticia alimentar谩 el conflicto. Chau ilusiones de paz.
SERGIO ORTIZ
Seg煤n su cronograma, el ultraderechista Benjamin Netanyahu comenzar铆a ayer la legalizaci贸n del despojo de tierras palestinas en Cisjordania y la zona m谩s explotable econ贸micamente, el valle del Jord谩n.
Dentro de esa regi贸n hay incrustadas colonias jud铆as, in crescendo desde la Guerra de los Seis D铆as (1967). Esos asentamientos y otras zonas que tambi茅n son palestinas van a ser robadas y suponen un 30 por ciento de toda Cisjordania. Y ser铆an apropiadas por el gobierno de alianza del ultraderechista Likud del primer ministro Netanyahu y el centro derecha del movimiento Azul y Blanco liderado por su flamante socio, general Benny Gantz, exjefe del Ej茅rcito.
Es un nuevo arrebato de tierras palestinas, que se suma y agrava los anteriores; fueron muchos desde la fundaci贸n del Estado de Israel en mayo de 1948. Esa partici贸n inicial priv贸 a los palestinos de la mitad de su superficie. Luego hubo nuevas p茅rdidas, tras la guerra de 1967, cuando el este de Jerusal茅n, Cisjordania y Gaza fueron rapi帽adas. Siria perdi贸 las Alturas del Gol谩n, Egipto el desierto del Sina铆 y El L铆bano una franja fronteriza.
Tras muchas protestas e incluso enfrentamientos armados, en algunos de los cuales los militares enviados por Tel Aviv mordieron el polvo de la derrota, debieron devolver esa franja libanesa. A Egipto se le reintegr贸 el Sina铆 en acuerdos con el d贸cil Anwar Al Sadat. Y a Siria no se hizo la menor concesi贸n en el Gol谩n. S铆 recul贸 en la Franja de Gaza, que desde 2007 est谩 gobernada por el Movimiento de Resistencia Isl谩mica Hamas, fracci贸n chi铆ta m谩s radicalizada que la Organizaci贸n para la Liberaci贸n de Palestina (OLP), gobernante de la Autoridad Nacional Palestina en Cisjordania. En rigor s贸lo en una parte porque el grueso de ese territorio sigui贸 bajo control del estado israel铆.
Cabe aclarar que Israel se retir贸 de Gaza sin perjuicio de invadirla y bombardearla en tres ocasiones en los 煤ltimos a帽os, la mayor en 2014 cuando provoc贸 unos 2.300 muertos. Desde 2007 mantiene un bloqueo econ贸mico (adem谩s de militar), por aire, tierra y mar, que hace imposible la vida de ese pueblo, sin alimentos ni medicinas y con apenas 6 horas de luz el茅ctrica por d铆a.
La clave es Trump
Los despojos comenzaron en 1948. Y eso significa que hubo muchos presidentes estadounidenses del bipartidismo aliados mayores y c贸mplices de tales maniobras. A partir de la llegada a la Casa Blanca del neonazi Donald Trump, Netanyahu ha contado con un apoyo yanqui m谩s decidido en sus planes de rapi帽a.
Es un negocio para ambos socios. El mayor, EE UU, porque sigue contando con su mejor “portaaviones” en Medio Oriente, para agredir a pa铆ses vecinos y sobre todo para apuntar contra la Rep煤blica Isl谩mica de Ir谩n. El menor, Israel, porque se cubre las espaldas para expandirse a expensas de los palestinos.
Ya en mayo de 2018, al cumplirse los 70 a帽os de la creaci贸n del Estado, Netanyahu hab铆a logrado que EE UU trasladara su embajada desde Tel Aviv a Jerusal茅n, tratando de legalizar la ocupaci贸n de la Ciudad Santa de 1967 y anexada en 1980, todo sin reconocimiento internacional. Tama帽a violaci贸n de los acuerdos internacionales no pod铆a hacerse sin impulso del Sal贸n Oval y aliados como los monarcas sauditas.
El 28 de enero de 2020 Trump y Netanyahu anunciaron en Washington el seudo “Acuerdo del Siglo” seg煤n el cual Israel se quedaba con toda Jerusal茅n y una parte de Cisjordania. Sus fuerzas armadas ser铆an las 煤nicas pues el futuro estado palestino, con capital en un barrio alejado de Jerusal茅n, no podr铆a tener fuerzas propias. Y tal criatura inofensiva deb铆a aguardar sin nacer otros cuatro a帽os de penitencia. Los palestinos no fueron consultados ni participaron del “Acuerdo”, limitado a norteamericanos e israel铆es.
Ahora, poniendo en marcha unilateralmente ese plan sionista-imperialista, Netanyahu se quiere embolsar definitivamente el 30 por ciento de Cisjordania y el valle del Jord谩n.
Los tent谩culos para lograrlo son las 140 colonias israel铆es metidas como cu帽a (hay 240 en total en Palestina, seg煤n el sitio Palestina Libre).
Ese plan de saqueo sufri贸 alguna demora porque la regi贸n y el mundo entraron en plena pandemia por el COVID-19. Sigue adelante, demostrando a los palestinos que adem谩s de ese virus nefasto hay otro muy mort铆fero, el sionismo.
Una circunstancia acelera los planes de “Bibi”. Trump atraviesa un momento cr铆tico, por su desastrosa gesti贸n ante el coronavirus y las protestas contra el racismo y la represi贸n policial. El magnate est谩 diez puntos abajo de Joe Biden en las encuestas. ¿Qu茅 ser谩 de la rapi帽a cisjordana si Trump pierde en noviembre? Eso apura a quien funge como primer ministro por quinta vez consecutiva desde 2009, ostentando el r茅cord y dejando a Ben Guri贸n muy atr谩s con tres mandatos.
El 1 de julio las organizaciones palestinas convocaron a un D铆a de la Ira, como protesta. Son d铆as donde los seres humanos sentimos rabia. Como en la poes铆a de Mario Benedetti referida a la muerte del Che: “as铆 estamos consternados, rabiosos, claro que con el tiempo la plomiza consternaci贸n se nos ir谩 pasando, la rabia quedar谩, se har谩 m谩s limpia”.
Sionismo ac谩
El 8 de junio la canciller铆a argentina aprob贸 la Resoluci贸n 114/2020, supuestamente para luchar contra el antisemitismo. Esa discriminaci贸n a las personas de origen semita existe ac谩 y en el mundo. Es repudiable. El problema es que la resoluci贸n define, textual: “El antisemitismo es una cierta percepci贸n de los jud铆os que puede expresarse como el odio a los jud铆os. Las manifestaciones f铆sicas y ret贸ricas del antisemitismo se dirigen a las personas jud铆as o no jud铆as y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades jud铆as y a sus lugares de culto”.
Tal definici贸n no cay贸 del cielo sino de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA) hace cuatro a帽os, bajo la batuta de Israel y otros 34 pa铆ses. Es el c铆rculo del que particip贸 Alberto Fern谩ndez el 23 de enero en Israel, para benepl谩cito de Netanyahu, como antes lo hac铆a Macri.
Tal definici贸n es err贸nea, interesada y peligrosa.
Err贸nea porque los jud铆os no son los 煤nicos semitas: los palestinos tambi茅n lo son. Interesada porque presenta a Israel, que practica el genocidio en Gaza, como una pobre v铆ctima de discriminaciones. Y peligrosa porque con la acusaci贸n de haber sufrido “antisemitismo”, la embajada de Israel, sus colaterales DAIA, AMIA y la Organizaci贸n Sionista Argentina (si viviera, tambi茅n Alberto Nisman, agente del Mossad), o sea el sionismo, podr谩 demandar a quienes cuestionen las violaciones de los derechos humanos y el genocidio cometido por Netanyahu.
Sergio Ortiz
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