OPINI脫N de Manuel Acu帽a Asenjo
Atentados culturales
La cultura no es la misma para todo el g茅nero humano; ni siquiera para quienes viven dentro de una misma naci贸n. Sigue el mismo derrotero de seres humanos que, perteneciendo a una misma especie, son por entero diferentes unos a otros. Porque, como lo hemos se帽alado en muchos de nuestros trabajos, la naturaleza no repite sus obras. Somos seres originales; 煤nicos e irrepetibles. Por eso, la defensa de ciertos valores culturales nos reserva, muchas veces, extra帽as sorpresas. Como muchos otros aspectos de la vida. Es la reflexi贸n que se nos viene a la mente a prop贸sito de la destrucci贸n del bell铆simo mosaico, dise帽ado y construido por el colectivo art铆stico ‘Musa Mosaicos’, en homenaje al escritor, actor y multifac茅tico artista, fallecido hace ya algunos a帽os (2015), Pedro Lemebel.
Dos sujetos que, de acuerdo a las informaciones de prensa, estar铆an identificados, acompa帽ados de otras personas que proteg铆an su ruin proceder, en una exhibici贸n de bestial irracionalidad, rompieron el mi茅rcoles 16, en la tarde y a plena luz del d铆a, a martillazos, los ojos y el ment贸n del rostro del artista homenajeado(i). No nos pregunten acerca de la vigilancia policial. Lo hicieron a plena luz del d铆a, con la tranquilidad y certeza de quienes saben que nada les suceder谩 por la realizaci贸n de tan abyecto cometido pues cuentan con la protecci贸n de un sistema.
El d铆a anterior, en la noche del 15 al 16 de septiembre, en pleno toque de queda, el mural dedicado al Negro ‘Matapacos’, otro mosaico colocado en los muros externos del Centro Cultural Gabriela Mistral GAM, muy cercano al lugar en donde se hab铆a levantado el de Pedro Lemebel, tambi茅n fue destruido en id茅ntica forma: a martillazos.
Otros hechos
Los ataques al arte popular no son nuevos. En los 煤ltimos meses, la ‘cruzada’ parece haber comenzado en febrero de este a帽o, cuando un grupo de sujetos, a rostro descubierto y a tempranas horas de la ma帽ana, borr贸 los murales pintados sobre el Centro Arte Alameda y del GAM. Hab铆a all铆 obras que rend铆an homenaje a Gustavo Gatica, a Fabiola Campillai, a Nicole Saavedra, al Negro ‘Matapacos’, de bello contenido art铆stico que, incluso, hizo cavilar al diario La Tercera acerca de qui茅n pudo cometer semejante tropel铆a.
“Durante la ma帽ana del mi茅rcoles, los transe煤ntes del centro de Santiago se encontraron con un cambiado panorama en la llamada «zona cero» de las manifestaciones sociales: la mayor parte de afiches, murales, fotos y grafitis pintados en los muros de las calles de la Alameda, al llegar a Plaza Baquedano, estaban pintadas de gris y de rojo”(ii).
La declaraci贸n del GAM fue desoladora, en aquella oportunidad:
“No recibimos notificaci贸n de ninguna autoridad ni organizaci贸n para ello y desconocemos la procedencia de dicho acto. Como Centro Cultural creemos en la integridad del arte en todas sus formas de manifestaci贸n y condenamos este hecho […]”
Creemos que Chile est谩 en un momento hist贸rico que se revela en sus muros. Nuestra fachada se reescribe diariamente manifestando la historia del movimiento social. Si bien pensamos que nuestros edificios deben ser cuidados y no rayados, hoy no es el momento de repintarlos”(iii).
No fue el borrado un acto secreto. De ello da cuenta el siguiente informe period铆stico:
“La directora del Centro Arte Alameda, Roser Fort, coment贸 a este medio que, al igual que en el GAM, fueron un grupo de cinco o seis personas quienes llegaron en una camioneta a borrar las manifestaciones art铆sticas. Cuando el nochero del recinto les pidi贸 que se identificaran, se negaron a entregar cualquier tipo de informaci贸n”(iv).
‘Piensa mal y acertar谩s’ reza un conocido refr谩n chileno. Por eso, no debe llamar la atenci贸n que las primeras sospechas recayeran sobre la Municipalidad de Santiago que, en repetidas ocasiones, se lament贸 por el aumento exponencial de rayados murales en muchos de los edificios c茅ntricos. Sin embargo, y contra todo pron贸stico, fue dicha corporaci贸n la primera en excusarse a trav茅s de su alcalde:
“Yo soy director del GAM, estamos alineados. Nosotros autorizamos cualquier tipo de rayado siempre que no inciten a la violencia y odio. El municipio no fue el que borr贸, se lo he dicho a la prensa y al director ejecutivo del GAM»(v).
El 20 de febrero se supo que, en diciembre de 2019, la Intendencia de Santiago hab铆a hecho un llamado a licitaci贸n para pintar la fachada de las casas y edificios que se encontraban da帽ados con ocasi贸n de las protestas. Se supo, igualmente que la adjudicaci贸n del proyecto fue hecha a la empresa Servicios y Soluciones Creativas e Innovadoras Limitada por un monto de $242.148.027 quien deb铆a llevar a cabo su tarea, previa consulta al propietario del inmueble que ser铆a intervenido, de acuerdo con las bases de la licitaci贸n. Sin embargo,
“Si bien no se ha confirmado hasta ahora si fue la Intendencia quien mand贸 a pintar los edificios del GAM y el Centro Arte Alameda, lo cierto es que ninguno de sus administradores ha reconocido haber autorizado a alguna entidad p煤blica a pintar los muros que hab铆an sido apropiados por diversos artistas callejeros”(vi).
Iguales procedimientos, iguales formas de actuar e iguales resultados, necesariamente nos conducen a iguales ejecutores. Es un axioma m谩s o menos similar a aquel brocardo jur铆dico seg煤n el cual ‘donde se encuentra la misma raz贸n ha de encontrarse la misma disposici贸n’. La Intendencia no estuvo ajena a esos avatares. Y es que jam谩s tuvo la intenci贸n de pintar fachadas sino, simplemente, borrar las leyendas alusivas a las ‘autoridades’ tanto civiles como de la polic铆a uniformada. De ello da cuenta la descuidada forma de realizar el trabajo, los espantosos colores con los que buscaron tapar los grafitis y rayados ofensivos, el apuro por realizar tal cometido.
En relaci贸n a los da帽os inferidos a los mosaicos, no se necesita ser muy perspicaz para adivinar de d贸nde han procedido los ataques. Sus propios hechores nos ayudan en ese cometido al ufanarse de su acci贸n pues la filmaron e incorporaron a las redes, como lo constata una publicaci贸n:
“[…] un grupo de personas, grab谩ndose con sus celulares para jactarse del hecho, empezaron a sacar los peque帽os mosaicos que formaban la imagen del perro que se transform贸 en el 铆cono del levantamiento popular de octubre”(vii).
De acuerdo con las investigaciones hechas de las fotograf铆as y videos incorporados a las redes, se tratar铆a de elementos vinculados al movimiento ‘Capitalismo Revolucionario’, organizaci贸n liderada y creada por Sebasti谩n Izquierdo, que se hiciera conocido luego de los ataques perpetrados en contra de personas indefensas que protestaron en contra de la marcha en favor del ‘Rechazo’ al plebiscito que deber铆a realizarse el 25 de octubre. Dicho movimiento se encuentra hoy con prohibici贸n absoluta de realizar marchas.
Estos hechos no pueden sino tratarse en estrecha relaci贸n con otros que pasamos de inmediato a consignar.
Contrasentidos
A principios del mes de septiembre, un grupo de militantes del partido Uni贸n Dem贸crata Independiente UDI quiso hacer campa帽a, igualmente, en favor del ‘Rechazo’ para lo cual no encontr贸 nada m谩s l贸gico que apropiarse de la obra de Victor Jara ‘El derecho de vivir en paz’(viii). El acto de apropiaci贸n fue defendido por algunos parlamentarios y figuras p煤blicas de ese partido con el feble argumento de estar haciendo uso de una obra que es patrimonio nacional.
La defensa de tal proceder no vale, siquiera, la pena de discutir. Jam谩s a una persona con ideas contrarias al nazismo se le ocurrir铆a ocupar el himno ‘Lily Marlen’ para combatir esa ideolog铆a. Eso es un contrasentido, y la filosof铆a nos ense帽a evitar la discusi贸n de argumentos que conducen a validar absurdos. O que se formulan en el car谩cter de disparates por sujetos que ni siquiera entienden el significado de lo que es un contrasentido. No es la primera vez que sucede algo semejante. Recordemos otro de estos contrasentidos, tal vez igual de rid铆culo al mencionado m谩s arriba. Fue el 15 de febrero del presente a帽o y en medio de una marcha en favor del ‘Rechazo’ que se realiz贸 frente al frontis de la Escuela Militar para, m谩s tarde, dirigirse hacia el poniente.
“Mientras la manifestaci贸n avanzaba por El Golf, sobre el cami贸n se encontraba Loreto Letelier, quien se hizo conocida en las elecciones parlamentarias de 2017 cuando busc贸 un esca帽o como diputada por la UDI y dijo que las v铆ctimas del Caso Quemados “se quemaron a s铆 mismos”. Letelier tuvo un rol protag贸nico en la marcha, dirigiendo las arengas y entonando una versi贸n por el Rechazo de “Bella Ciao”, el famoso himno italiano de resistencia antifascista”(ix).
En efecto, la canci贸n ‘Bella ciao’ no fue solamente un himno de la resistencia antifascista, en Italia, sino el canto que los partisanos comunistas italianos entonaban al momento de partir a combatir a las huestes de Hitler y Mussolini.
Estos contrasentidos no son, sin embargo, casuales. Producto de la ignorancia, algunas veces —otras, de la extrema levedad de sus protagonistas—, obedecen a una acci贸n inconsciente de quienes representan una forma de actuar y de proceder propia del sistema dentro del cual viven y al que protegen. Pero representan formas de actuar y de proceder que van inextricablemente unidas: destrucci贸n y apropiaci贸n, no como conceptos copulativos sino, m谩s bien, declaradamente disyuntivos. Es uno o el otro. Uno u otro.
FALTA DE CREATIVIDAD/CONOCIMIENTO
Es un hecho sintom谩tico que la representaci贸n pol铆tica y social de la clase de los compradores de fuerza o capacidad de trabajo enfrenta grandes y graves dificultades para encontrar expresiones art铆sticas que los identifiquen. Expertos en explotar a sus compatriotas, 谩vidos de engullir plusvalor, temerosos de perder los privilegios de los cuales han gozado hasta ahora, su creatividad se agota en esos mezquinos menesteres; tambi茅n sus conocimientos. No hay capacidad mental para creaciones del alma o para el saber sino tan solo para el negocio y la ganancia. Es in煤til pedirles que creen obras art铆sticas o cient铆fico/literarias, porque no se le puede exigir ‘peras al olmo’. Por lo dem谩s, tanto el arte como las ciencias son esencialmente libertarios.
Para quienes vivimos la 茅poca de la dictadura, este fen贸meno no resulta nuevo. Trae a la memoria el recuerdo de la proscripci贸n de los artistas populares y su reemplazo por el artista del ‘schlager’, el canto de la moda. Porque los economistas no producen obras art铆sticas sino experimentan con lo que Friedmann llama ‘las paradojas del dinero’. As铆, privada por su propia mano de valores literarios, art铆sticos y culturales, debi贸 permitir la dictadura pinochetista que solamente los cantantes autorizados pudiesen entonar obras de autores populares. As铆 conocimos ‘El unicornio azul’, de Silvio Rodr铆guez, su bell铆sima ‘Ojal谩’, y muchas otras creaciones de compositores populares cuyo ingreso al pa铆s estaba estrictamente prohibido. Quebrarle las manos a V铆ctor Jara no fue solamente un acto de salvajismo sino una forma de mostrar 铆ntimamente los complejos senderos de la mente de quienes pertenecen, representan o son lacayos de la clase de los compradores de fuerza o capacidad de trabajo. Eliminar a los creadores para apoderarse de su obra, practicar la rapi帽a, tomar para s铆 lo que es de otros. Chile se construy贸 sobre la base de la apropiaci贸n de una tierra que no era de los conquistadores espa帽oles sino de otros pueblos; hubo necesidad de crear el mito de la forma de adquirir el dominio llamada ‘conquista’ para justificar los despojos, materia que a煤n hoy en d铆a se ense帽a en las aulas del Derecho. Por eso la apropiaci贸n del dinero, la apropiaci贸n del agua, la apropiaci贸n de la tierra, la apropiaci贸n del esfuerzo ajeno como forma de vida para esos sectores, se corona con la apropiaci贸n de la obra intelectual del genio popular, de los h茅roes, de los intelectuales, de los artistas, m煤sicos, poetas, escritores. Cuando eso no se logra, ha de recurrirse a la destrucci贸n de la misma, axioma que en poco o nada difiere del que emplea el uxoricida, en su caso. Es una forma de actuar y de proceder que queda de manifiesto en la sentencia seg煤n la cual lo que no es de mi propiedad no puede serlo de nadie. Es la exaltaci贸n y a la vez sublimaci贸n del individualismo. La imposici贸n del lema del femicida: ‘eres m铆a o de nadie’, filosof铆a del horror, propia de quien eleva el m谩s brutal ego铆smo a excelsa forma de vida, sentencia propia del avaro de quien, se dice en Espa帽a, ‘le puedes follar a su mujer y te lo perdona, pero no puedes meterle la mano al bolsillo pues te mata”. ¿Novedad? No. No lo es. Por el contrario. Es el esp铆ritu que gu铆a a las clases y fracciones de clase dominantes que dirigen a Chile y que les hace abominar del ‘comunismo’ en tanto hacen los mejores negocios con la China ‘comunista’; o la misma moral que les hace olvidar las violaciones a los derechos humanos en Chile y mirar horrorizados a Venezuela como el s铆mbolo de la maldad. Porque la honra vale menos que el dinero.
¿Locura? ¿Perversi贸n? S铆. Algo hay de eso. Pero, adem谩s, profunda ignorancia(x). A pesar que m谩s nos parece una forma de proceder propia de la naturaleza, de esas leyes eternas e inmutables que, en los segmentos inferiores de la especie animal, se da como forma de supervivencia y que, en especies con alg煤n grado de desarrollo, se transforma en forma de vida: el axioma seg煤n el cual resulta m谩s exitoso robar o esquilmar que producir. La frase extrema de un Cristo agonizante ‘Padre, perd贸nalos porque no saben lo que hacen’ retrata con extrema fidelidad la mente de los compardores de fuerza o capacidad de dinero y de quiees representan sus intereses.
Podemos entender de la misma manera que no existan pistas para dar con los autores de esas barbaries intelectuales, podemos entender que la propia Intendencia de Santiago —e, incluso, la Municipalidad— se apresure a explicar que no ha tenido culpa ni participaci贸n en esos hechos; podemos entender, incluso, que los carabineros, en vez de cuidar los recintos art铆sticos se encuentren persiguiendo a pobladores y estudiantes. Lo cierto es que no existe creatividad sino incapacidad en los sectores dominantes para producir obras imperecederas o elaboraciones intelectuales de cierto valer. Una castraci贸n intelectual que los obliga a destruir o a apropiarse de las obras que otros producen ante la propia impotencia de realizarlas. Y esa actitud no es nueva. La historia es pr贸diga en ejemplos de esa naturaleza.
(i) Redacci贸n: “Nuevo atentado a la cultura: Desconocidos destruyen mosaico de homenaje a Pedro Lemebel”, ‘El Desconcierto’, 17 de septiembre de 2020.
(ii) Castillo, Viviana: “¿Qui茅n pint贸 las paredes del GAM y borr贸 los grafitis en la ‘zona cero?’”, ‘La Tercera’, 19 de febrero de 2020.
(iii) Jerez Pinto, Christopher: “¿Qui茅n borr贸 los murales del GAM y Centro Arte Alameda? Espacios culturales descartan censura y defienden manifestaciones art铆sticas”, ‘El Desconcierto’, 19 de febrero de 2020. Con negrita en el original.
(iv) Jerez Pinto, Christopher: Art, citado en (3). Con negrita en el original.
(v) Redacci贸n: “Alcalde de Santiago por borrado de pinturas de la fachada del GAM: ‘Nosotros no fuimos’”, ‘Soy Chile’, 21 de febrero de 2020.
(vi) Redacci贸n: “Orden de compra para pintar fachadas en Santiago fue emitida por Intendencia y exige autorizaci贸n de due帽os o administradores de inmuebles”, ‘El desconcierto’, 21 de febrero de 2020.
(vii) Redacci贸n: “Desconocidos destruyen mosaico art铆stico del ‘Negro Matapacos’ en el frontis del GAM”, ‘El Desconcierto’, 16 de septiembre de 2020. Con negrita en el original.
(viii) Redacci贸n: “’El derecho a vivir en paz’. UDI usa emblem谩tica frase de V铆ctor Jara para hacer campa帽a por el ‘Rechazo’”, ‘El Mostrador’, 07 de septiembre de 2020.
(ix) Pfennings, Edgar y Rivera, Paula: “Los ‘infiltrados comunistas’ en Escuela Militar”, Litoralpress, 27 de febrero de 2020.
(x) No nos remontemos en la historia. Citemos 煤nicamente casos actuales de septiembre, para darnos cuenta de estos hechos. Como ejemplo de ignorancia, en la franja televisiva de propaganda para el Plebiscito de 25 de octubre, la UDI present贸 al ‘poblador’ Luis Daniel Rosa C谩rdenas, quien manifest贸 vivir en la ‘Pablo Roca’ (sic!) de la comuna de La Pintana, posiblemente tratando de se帽alar que se trataba del sector ‘Pablo de Rokha’. D铆as antes, el presidente Pi帽era, en el discurso de 19 de septiembre, hab铆a declarado muerto al coronel Pedro Lagos en el asalto al morro de Arica. La falta de cultura es un hecho sintom谩tico de los sectores dominantes. Y como falta de creatividad, el conflicto suscitado entre ChileVisi贸n y la franja de Chile Vamos en donde este sector pol铆tico tom贸 como idea para su propaganda algunos pasajes del programa ‘Pasapalabra’ del canal televisivo.
La cultura no es la misma para todo el g茅nero humano; ni siquiera para quienes viven dentro de una misma naci贸n. Sigue el mismo derrotero de seres humanos que, perteneciendo a una misma especie, son por entero diferentes unos a otros. Porque, como lo hemos se帽alado en muchos de nuestros trabajos, la naturaleza no repite sus obras. Somos seres originales; 煤nicos e irrepetibles. Por eso, la defensa de ciertos valores culturales nos reserva, muchas veces, extra帽as sorpresas. Como muchos otros aspectos de la vida. Es la reflexi贸n que se nos viene a la mente a prop贸sito de la destrucci贸n del bell铆simo mosaico, dise帽ado y construido por el colectivo art铆stico ‘Musa Mosaicos’, en homenaje al escritor, actor y multifac茅tico artista, fallecido hace ya algunos a帽os (2015), Pedro Lemebel.
Dos sujetos que, de acuerdo a las informaciones de prensa, estar铆an identificados, acompa帽ados de otras personas que proteg铆an su ruin proceder, en una exhibici贸n de bestial irracionalidad, rompieron el mi茅rcoles 16, en la tarde y a plena luz del d铆a, a martillazos, los ojos y el ment贸n del rostro del artista homenajeado(i). No nos pregunten acerca de la vigilancia policial. Lo hicieron a plena luz del d铆a, con la tranquilidad y certeza de quienes saben que nada les suceder谩 por la realizaci贸n de tan abyecto cometido pues cuentan con la protecci贸n de un sistema.
El d铆a anterior, en la noche del 15 al 16 de septiembre, en pleno toque de queda, el mural dedicado al Negro ‘Matapacos’, otro mosaico colocado en los muros externos del Centro Cultural Gabriela Mistral GAM, muy cercano al lugar en donde se hab铆a levantado el de Pedro Lemebel, tambi茅n fue destruido en id茅ntica forma: a martillazos.
Otros hechos
Los ataques al arte popular no son nuevos. En los 煤ltimos meses, la ‘cruzada’ parece haber comenzado en febrero de este a帽o, cuando un grupo de sujetos, a rostro descubierto y a tempranas horas de la ma帽ana, borr贸 los murales pintados sobre el Centro Arte Alameda y del GAM. Hab铆a all铆 obras que rend铆an homenaje a Gustavo Gatica, a Fabiola Campillai, a Nicole Saavedra, al Negro ‘Matapacos’, de bello contenido art铆stico que, incluso, hizo cavilar al diario La Tercera acerca de qui茅n pudo cometer semejante tropel铆a.
“Durante la ma帽ana del mi茅rcoles, los transe煤ntes del centro de Santiago se encontraron con un cambiado panorama en la llamada «zona cero» de las manifestaciones sociales: la mayor parte de afiches, murales, fotos y grafitis pintados en los muros de las calles de la Alameda, al llegar a Plaza Baquedano, estaban pintadas de gris y de rojo”(ii).
La declaraci贸n del GAM fue desoladora, en aquella oportunidad:
“No recibimos notificaci贸n de ninguna autoridad ni organizaci贸n para ello y desconocemos la procedencia de dicho acto. Como Centro Cultural creemos en la integridad del arte en todas sus formas de manifestaci贸n y condenamos este hecho […]”
Creemos que Chile est谩 en un momento hist贸rico que se revela en sus muros. Nuestra fachada se reescribe diariamente manifestando la historia del movimiento social. Si bien pensamos que nuestros edificios deben ser cuidados y no rayados, hoy no es el momento de repintarlos”(iii).
No fue el borrado un acto secreto. De ello da cuenta el siguiente informe period铆stico:
“La directora del Centro Arte Alameda, Roser Fort, coment贸 a este medio que, al igual que en el GAM, fueron un grupo de cinco o seis personas quienes llegaron en una camioneta a borrar las manifestaciones art铆sticas. Cuando el nochero del recinto les pidi贸 que se identificaran, se negaron a entregar cualquier tipo de informaci贸n”(iv).
‘Piensa mal y acertar谩s’ reza un conocido refr谩n chileno. Por eso, no debe llamar la atenci贸n que las primeras sospechas recayeran sobre la Municipalidad de Santiago que, en repetidas ocasiones, se lament贸 por el aumento exponencial de rayados murales en muchos de los edificios c茅ntricos. Sin embargo, y contra todo pron贸stico, fue dicha corporaci贸n la primera en excusarse a trav茅s de su alcalde:
“Yo soy director del GAM, estamos alineados. Nosotros autorizamos cualquier tipo de rayado siempre que no inciten a la violencia y odio. El municipio no fue el que borr贸, se lo he dicho a la prensa y al director ejecutivo del GAM»(v).
El 20 de febrero se supo que, en diciembre de 2019, la Intendencia de Santiago hab铆a hecho un llamado a licitaci贸n para pintar la fachada de las casas y edificios que se encontraban da帽ados con ocasi贸n de las protestas. Se supo, igualmente que la adjudicaci贸n del proyecto fue hecha a la empresa Servicios y Soluciones Creativas e Innovadoras Limitada por un monto de $242.148.027 quien deb铆a llevar a cabo su tarea, previa consulta al propietario del inmueble que ser铆a intervenido, de acuerdo con las bases de la licitaci贸n. Sin embargo,
“Si bien no se ha confirmado hasta ahora si fue la Intendencia quien mand贸 a pintar los edificios del GAM y el Centro Arte Alameda, lo cierto es que ninguno de sus administradores ha reconocido haber autorizado a alguna entidad p煤blica a pintar los muros que hab铆an sido apropiados por diversos artistas callejeros”(vi).
Iguales procedimientos, iguales formas de actuar e iguales resultados, necesariamente nos conducen a iguales ejecutores. Es un axioma m谩s o menos similar a aquel brocardo jur铆dico seg煤n el cual ‘donde se encuentra la misma raz贸n ha de encontrarse la misma disposici贸n’. La Intendencia no estuvo ajena a esos avatares. Y es que jam谩s tuvo la intenci贸n de pintar fachadas sino, simplemente, borrar las leyendas alusivas a las ‘autoridades’ tanto civiles como de la polic铆a uniformada. De ello da cuenta la descuidada forma de realizar el trabajo, los espantosos colores con los que buscaron tapar los grafitis y rayados ofensivos, el apuro por realizar tal cometido.
En relaci贸n a los da帽os inferidos a los mosaicos, no se necesita ser muy perspicaz para adivinar de d贸nde han procedido los ataques. Sus propios hechores nos ayudan en ese cometido al ufanarse de su acci贸n pues la filmaron e incorporaron a las redes, como lo constata una publicaci贸n:
“[…] un grupo de personas, grab谩ndose con sus celulares para jactarse del hecho, empezaron a sacar los peque帽os mosaicos que formaban la imagen del perro que se transform贸 en el 铆cono del levantamiento popular de octubre”(vii).
De acuerdo con las investigaciones hechas de las fotograf铆as y videos incorporados a las redes, se tratar铆a de elementos vinculados al movimiento ‘Capitalismo Revolucionario’, organizaci贸n liderada y creada por Sebasti谩n Izquierdo, que se hiciera conocido luego de los ataques perpetrados en contra de personas indefensas que protestaron en contra de la marcha en favor del ‘Rechazo’ al plebiscito que deber铆a realizarse el 25 de octubre. Dicho movimiento se encuentra hoy con prohibici贸n absoluta de realizar marchas.
Estos hechos no pueden sino tratarse en estrecha relaci贸n con otros que pasamos de inmediato a consignar.
Contrasentidos
A principios del mes de septiembre, un grupo de militantes del partido Uni贸n Dem贸crata Independiente UDI quiso hacer campa帽a, igualmente, en favor del ‘Rechazo’ para lo cual no encontr贸 nada m谩s l贸gico que apropiarse de la obra de Victor Jara ‘El derecho de vivir en paz’(viii). El acto de apropiaci贸n fue defendido por algunos parlamentarios y figuras p煤blicas de ese partido con el feble argumento de estar haciendo uso de una obra que es patrimonio nacional.
La defensa de tal proceder no vale, siquiera, la pena de discutir. Jam谩s a una persona con ideas contrarias al nazismo se le ocurrir铆a ocupar el himno ‘Lily Marlen’ para combatir esa ideolog铆a. Eso es un contrasentido, y la filosof铆a nos ense帽a evitar la discusi贸n de argumentos que conducen a validar absurdos. O que se formulan en el car谩cter de disparates por sujetos que ni siquiera entienden el significado de lo que es un contrasentido. No es la primera vez que sucede algo semejante. Recordemos otro de estos contrasentidos, tal vez igual de rid铆culo al mencionado m谩s arriba. Fue el 15 de febrero del presente a帽o y en medio de una marcha en favor del ‘Rechazo’ que se realiz贸 frente al frontis de la Escuela Militar para, m谩s tarde, dirigirse hacia el poniente.
“Mientras la manifestaci贸n avanzaba por El Golf, sobre el cami贸n se encontraba Loreto Letelier, quien se hizo conocida en las elecciones parlamentarias de 2017 cuando busc贸 un esca帽o como diputada por la UDI y dijo que las v铆ctimas del Caso Quemados “se quemaron a s铆 mismos”. Letelier tuvo un rol protag贸nico en la marcha, dirigiendo las arengas y entonando una versi贸n por el Rechazo de “Bella Ciao”, el famoso himno italiano de resistencia antifascista”(ix).
En efecto, la canci贸n ‘Bella ciao’ no fue solamente un himno de la resistencia antifascista, en Italia, sino el canto que los partisanos comunistas italianos entonaban al momento de partir a combatir a las huestes de Hitler y Mussolini.
Estos contrasentidos no son, sin embargo, casuales. Producto de la ignorancia, algunas veces —otras, de la extrema levedad de sus protagonistas—, obedecen a una acci贸n inconsciente de quienes representan una forma de actuar y de proceder propia del sistema dentro del cual viven y al que protegen. Pero representan formas de actuar y de proceder que van inextricablemente unidas: destrucci贸n y apropiaci贸n, no como conceptos copulativos sino, m谩s bien, declaradamente disyuntivos. Es uno o el otro. Uno u otro.
FALTA DE CREATIVIDAD/CONOCIMIENTO
Es un hecho sintom谩tico que la representaci贸n pol铆tica y social de la clase de los compradores de fuerza o capacidad de trabajo enfrenta grandes y graves dificultades para encontrar expresiones art铆sticas que los identifiquen. Expertos en explotar a sus compatriotas, 谩vidos de engullir plusvalor, temerosos de perder los privilegios de los cuales han gozado hasta ahora, su creatividad se agota en esos mezquinos menesteres; tambi茅n sus conocimientos. No hay capacidad mental para creaciones del alma o para el saber sino tan solo para el negocio y la ganancia. Es in煤til pedirles que creen obras art铆sticas o cient铆fico/literarias, porque no se le puede exigir ‘peras al olmo’. Por lo dem谩s, tanto el arte como las ciencias son esencialmente libertarios.
Para quienes vivimos la 茅poca de la dictadura, este fen贸meno no resulta nuevo. Trae a la memoria el recuerdo de la proscripci贸n de los artistas populares y su reemplazo por el artista del ‘schlager’, el canto de la moda. Porque los economistas no producen obras art铆sticas sino experimentan con lo que Friedmann llama ‘las paradojas del dinero’. As铆, privada por su propia mano de valores literarios, art铆sticos y culturales, debi贸 permitir la dictadura pinochetista que solamente los cantantes autorizados pudiesen entonar obras de autores populares. As铆 conocimos ‘El unicornio azul’, de Silvio Rodr铆guez, su bell铆sima ‘Ojal谩’, y muchas otras creaciones de compositores populares cuyo ingreso al pa铆s estaba estrictamente prohibido. Quebrarle las manos a V铆ctor Jara no fue solamente un acto de salvajismo sino una forma de mostrar 铆ntimamente los complejos senderos de la mente de quienes pertenecen, representan o son lacayos de la clase de los compradores de fuerza o capacidad de trabajo. Eliminar a los creadores para apoderarse de su obra, practicar la rapi帽a, tomar para s铆 lo que es de otros. Chile se construy贸 sobre la base de la apropiaci贸n de una tierra que no era de los conquistadores espa帽oles sino de otros pueblos; hubo necesidad de crear el mito de la forma de adquirir el dominio llamada ‘conquista’ para justificar los despojos, materia que a煤n hoy en d铆a se ense帽a en las aulas del Derecho. Por eso la apropiaci贸n del dinero, la apropiaci贸n del agua, la apropiaci贸n de la tierra, la apropiaci贸n del esfuerzo ajeno como forma de vida para esos sectores, se corona con la apropiaci贸n de la obra intelectual del genio popular, de los h茅roes, de los intelectuales, de los artistas, m煤sicos, poetas, escritores. Cuando eso no se logra, ha de recurrirse a la destrucci贸n de la misma, axioma que en poco o nada difiere del que emplea el uxoricida, en su caso. Es una forma de actuar y de proceder que queda de manifiesto en la sentencia seg煤n la cual lo que no es de mi propiedad no puede serlo de nadie. Es la exaltaci贸n y a la vez sublimaci贸n del individualismo. La imposici贸n del lema del femicida: ‘eres m铆a o de nadie’, filosof铆a del horror, propia de quien eleva el m谩s brutal ego铆smo a excelsa forma de vida, sentencia propia del avaro de quien, se dice en Espa帽a, ‘le puedes follar a su mujer y te lo perdona, pero no puedes meterle la mano al bolsillo pues te mata”. ¿Novedad? No. No lo es. Por el contrario. Es el esp铆ritu que gu铆a a las clases y fracciones de clase dominantes que dirigen a Chile y que les hace abominar del ‘comunismo’ en tanto hacen los mejores negocios con la China ‘comunista’; o la misma moral que les hace olvidar las violaciones a los derechos humanos en Chile y mirar horrorizados a Venezuela como el s铆mbolo de la maldad. Porque la honra vale menos que el dinero.
¿Locura? ¿Perversi贸n? S铆. Algo hay de eso. Pero, adem谩s, profunda ignorancia(x). A pesar que m谩s nos parece una forma de proceder propia de la naturaleza, de esas leyes eternas e inmutables que, en los segmentos inferiores de la especie animal, se da como forma de supervivencia y que, en especies con alg煤n grado de desarrollo, se transforma en forma de vida: el axioma seg煤n el cual resulta m谩s exitoso robar o esquilmar que producir. La frase extrema de un Cristo agonizante ‘Padre, perd贸nalos porque no saben lo que hacen’ retrata con extrema fidelidad la mente de los compardores de fuerza o capacidad de dinero y de quiees representan sus intereses.
Podemos entender de la misma manera que no existan pistas para dar con los autores de esas barbaries intelectuales, podemos entender que la propia Intendencia de Santiago —e, incluso, la Municipalidad— se apresure a explicar que no ha tenido culpa ni participaci贸n en esos hechos; podemos entender, incluso, que los carabineros, en vez de cuidar los recintos art铆sticos se encuentren persiguiendo a pobladores y estudiantes. Lo cierto es que no existe creatividad sino incapacidad en los sectores dominantes para producir obras imperecederas o elaboraciones intelectuales de cierto valer. Una castraci贸n intelectual que los obliga a destruir o a apropiarse de las obras que otros producen ante la propia impotencia de realizarlas. Y esa actitud no es nueva. La historia es pr贸diga en ejemplos de esa naturaleza.
(i) Redacci贸n: “Nuevo atentado a la cultura: Desconocidos destruyen mosaico de homenaje a Pedro Lemebel”, ‘El Desconcierto’, 17 de septiembre de 2020.
(ii) Castillo, Viviana: “¿Qui茅n pint贸 las paredes del GAM y borr贸 los grafitis en la ‘zona cero?’”, ‘La Tercera’, 19 de febrero de 2020.
(iii) Jerez Pinto, Christopher: “¿Qui茅n borr贸 los murales del GAM y Centro Arte Alameda? Espacios culturales descartan censura y defienden manifestaciones art铆sticas”, ‘El Desconcierto’, 19 de febrero de 2020. Con negrita en el original.
(iv) Jerez Pinto, Christopher: Art, citado en (3). Con negrita en el original.
(v) Redacci贸n: “Alcalde de Santiago por borrado de pinturas de la fachada del GAM: ‘Nosotros no fuimos’”, ‘Soy Chile’, 21 de febrero de 2020.
(vi) Redacci贸n: “Orden de compra para pintar fachadas en Santiago fue emitida por Intendencia y exige autorizaci贸n de due帽os o administradores de inmuebles”, ‘El desconcierto’, 21 de febrero de 2020.
(vii) Redacci贸n: “Desconocidos destruyen mosaico art铆stico del ‘Negro Matapacos’ en el frontis del GAM”, ‘El Desconcierto’, 16 de septiembre de 2020. Con negrita en el original.
(viii) Redacci贸n: “’El derecho a vivir en paz’. UDI usa emblem谩tica frase de V铆ctor Jara para hacer campa帽a por el ‘Rechazo’”, ‘El Mostrador’, 07 de septiembre de 2020.
(ix) Pfennings, Edgar y Rivera, Paula: “Los ‘infiltrados comunistas’ en Escuela Militar”, Litoralpress, 27 de febrero de 2020.
(x) No nos remontemos en la historia. Citemos 煤nicamente casos actuales de septiembre, para darnos cuenta de estos hechos. Como ejemplo de ignorancia, en la franja televisiva de propaganda para el Plebiscito de 25 de octubre, la UDI present贸 al ‘poblador’ Luis Daniel Rosa C谩rdenas, quien manifest贸 vivir en la ‘Pablo Roca’ (sic!) de la comuna de La Pintana, posiblemente tratando de se帽alar que se trataba del sector ‘Pablo de Rokha’. D铆as antes, el presidente Pi帽era, en el discurso de 19 de septiembre, hab铆a declarado muerto al coronel Pedro Lagos en el asalto al morro de Arica. La falta de cultura es un hecho sintom谩tico de los sectores dominantes. Y como falta de creatividad, el conflicto suscitado entre ChileVisi贸n y la franja de Chile Vamos en donde este sector pol铆tico tom贸 como idea para su propaganda algunos pasajes del programa ‘Pasapalabra’ del canal televisivo.
https://www.pressenza.com/es/2020/09/reflexiones-en-torno-a-la-cultura/