OPINI脫N de Eduardo Madro帽al Pedraza
“Cuando yo uso una
palabra –insisti贸 Humpty Dumpty con un tono de voz m谩s bien desde帽oso- quiere
decir lo que yo quiero que diga…, ni m谩s ni menos. La cuesti贸n es -insisti贸
Alicia- si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
La cuesti贸n es –zanj贸 Humpty Dumpty- saber qui茅n es el que manda…, eso es
todo.” (Lewis Carroll, Alicia a trav茅s del espejo)
No es la primera vez que
Donald Trump se presenta como candidato al Premio Nobel de la Paz. Es la
segunda. La primera fue en febrero de 2019. La excusa de entonces fue “por los
avances en la pen铆nsula de Corea”. La actual excusa es por la consecuci贸n del
acuerdo entre Israel y Emiratos 脕rabes Unidos.
Trump est谩 tan envidioso
de que Obama recibiera el Premio Nobel de la Paz en 2009 -durante el mandato de
Obama no hubo ni un solo d铆a en que Estados Unidos no estuviera manteniendo
alguna guerra o agresi贸n militar a lo largo y ancho del planeta- que est谩
seguro de que tiene tantos m茅ritos de “paz” como Obama para proponerse al
Premio.
Sus m茅ritos desde luego
son comparables o quiz谩 m谩s destacables que los de Obama. Sigue manteniendo,
sin descanso, guerras y agresiones militares por todo el mundo, con m谩s de
200.000 militares distribuidos en el extranjero -en 180 pa铆ses y territorios de
la Tierra- y ha dado continuidad a las intervenciones armadas en Afganist谩n e
Irak, tambi茅n ha iniciado la guerra en Siria, adem谩s de sostener activamente
las de Yemen, Somalia, Libia y N铆ger.
Pero lo que desborda su
copa de la “paz” es su agresiva actuaci贸n contra China, azuzando a todos los
pa铆ses vecinos para generar conflictos fronterizos o de aguas territoriales,
como con India, Filipinas, Jap贸n, Corea del Sur, Indonesia, Malasia y Vietnam.
Y en plena pandemia ha desplegado tres portaaviones en maniobras militares por
los mares circundantes de China, favoreciendo adem谩s la extensi贸n del virus
entre sus bases navales instaladas en varios de esos pa铆ses.
Trump se ha convertido de esta manera en el adalid de la “paz” en Asia Pac铆fico… y en el resto del mundo.
Mil muertos haciendo
se帽ales de humo
y un iroqu茅s reclamando
el imperio en su ocaso
Eduardo Madro帽al Pedraza