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Las mentiras de Trump provocan muertes

OPINI脫N de Amy Goodman

“Todos los gobiernos mienten” escribi贸 en 1965 el legendario periodista independiente Isidor Feinstein Stone en una cr铆tica a las declaraciones oficiales del gobierno de Estados Unidos sobre el “progreso” de la guerra de Vietnam. Luego, en alusi贸n al presidente Lyndon Johnson, el periodista a帽adi贸: “Es peligroso confiar en lo que dice”. Medio siglo despu茅s, el presidente Donald Trump est谩 llevando el acto de mentir a un nuevo nivel. El proyecto de verificaci贸n de datos del peri贸dico The Washington Post constat贸 que Trump dijo al menos 22.247 mentiras a lo largo de su primer mandato, hasta finales del mes de agosto. Ante la pregunta de por qu茅 aument贸 el ritmo de las mentiras proferidas por Trump durante el transcurso de su presidencia, el periodista Daniel Dale, cuyo trabajo para la cadena de noticias CNN es corroborar la informaci贸n provista por el presidente, respondi贸: “Est谩 hablando m谩s”.

La pandemia del coronavirus ha dejado al descubierto las consecuencias mortales de las mentiras de Trump. Con menos del 5 % de la poblaci贸n mundial, Estados Unidos representa el 20 % de los contagios y las muertes por COVID-19 de todo el mundo. Al d铆a de hoy, m谩s de 8.300.000 estadounidenses han contra铆do el virus y m谩s de 220.000 han fallecido. ¿C贸mo es posible que el pa铆s m谩s rico del mundo, que cuenta con instituciones de salud p煤blica que hasta hace poco eran una referencia a nivel internacional, pueda haber sufrido un fracaso tan rotundo? Gran parte de la culpa recae directamente sobre Donald Trump, quien ha mentido desde el principio sobre la cada vez m谩s terrible cat谩strofe de la COVID-19.

El 22 de enero, haciendo alarde de su manejo de la inminente emergencia sanitaria, Trump expres贸: “Lo tenemos todo bajo control”. El 7 de febrero, en una entrevista que tom贸 estado p煤blico recientemente, Trump le dijo al periodista Bob Woodward sobre el coronavirus: “Es m谩s mortal incluso que las peores gripes. La gente no se da cuenta, pero aqu铆 perdemos a 25.000, 30.000 personas al a帽o. ¿Qui茅n se lo podr铆a imaginar? ¿Verdad? […] Es bastante asombroso. Y luego dije: ‘Bueno, ¿es lo mismo?’. Esto es m谩s mortal. Es un 5 % contra un 1 %, o menos de un 1 %. As铆 que se trata de algo mortal”. Sin embargo, mientras le dec铆a esto a Bob Woodward en privado, ante la sociedad repet铆a: “[El virus] va a desaparecer. Como un milagro, va a desaparecer”. Trump tambi茅n afirmaba en ese entonces: “Todo aquel que necesite una prueba de diagn贸stico, se hace una prueba. Est谩n all铆. Tienen las pruebas de diagn贸stico”. Una mentira absoluta. En todo el pa铆s ha habido una falta devastadora de acceso a pruebas de diagn贸stico, mascarillas y otros elementos de los equipos de protecci贸n personal debido a la ausencia de una respuesta federal coherente a la pandemia. Un estudio publicado esta semana por la Universidad de Columbia culpa al “rotundo fracaso de las pol铆ticas del Gobierno de Estados Unidos” por las muertes evitables por COVID-19 en el pa铆s, que oscilan entre las 130.000 y las 210.000, en comparaci贸n con otros pa铆ses a los que les ha ido mucho mejor.

En la actualidad, casi todos los estados del pa铆s est谩n experimentando un incremento sostenido de los casos de coronavirus, con un promedio nacional de m谩s de 60.000 nuevos contagios diarios y casi 1.000 muertes por d铆a. Muchos de los estados que ahora se ven m谩s afectados est谩n gobernados por aliados de Trump, que han repetido las mentiras del presidente, se han negado a exigir el uso de tapabocas, han obligado a las escuelas a reanudar las actividades presenciales y han ejercido una fuerte presi贸n para que los bares y restaurantes abran al p煤blico, sin imponer ning煤n tipo de restricciones.

El coronavirus no solo golpea a la poblaci贸n en t茅rminos geogr谩ficos, impacta a diferentes comunidades de manera distinta, y as铆 expone la desigualdad y el racismo. M谩s de dos millones de reclusos estadounidenses est谩n atrapados en instalaciones cerradas, por lo general sin acceso a las protecciones b谩sicas contra la COVID-19, como el uso de mascarillas, el lavado de manos, el distanciamiento social y la adecuada ventilaci贸n de los espacios interiores. El peri贸dico The New York Times informa que al menos 242.000 personas, incluidos reclusos, guardias y dem谩s personal, se han contagiado de coronavirus en prisiones y c谩rceles de Estados Unidos, y al menos 1.400 han muerto a causa de la enfermedad. El martes, un tribunal del estado de California orden贸 al estado que redujera a la mitad la poblaci贸n de presos de su tristemente c茅lebre prisi贸n de m谩xima seguridad de San Quentin, transfiri茅ndolos a otras instalaciones o concedi茅ndoles la libertad condicional. Tres cuartos de los presos alojados en San Quentin han dado positivo por coronavirus hasta el momento, y 28 de ellos han muerto.

No obstante, a pesar de que el presidente Trump desestima o minimiza estas terribles estad铆sticas, s铆 le importan otras cifras. Por ejemplo, los 铆ndices de audiencia de la televisi贸n; aunque el mandatario perdi贸 esa batalla contra el candidato dem贸crata a la presidencia, Joe Biden, en los recientes debates p煤blicos con ciudadanos que se transmitieron de forma simult谩nea en diferentes canales. A Trump tambi茅n le interesa el tama帽o de las multitudes, lo que lo ha llevado a obligar a su secretario de Prensa a mentir sobre la multitud que acompa帽贸 su ceremonia de investidura en su primer d铆a entero como presidente, hasta exagerar el tama帽o de los grupos de partidarios reunidos en sus m铆tines de campa帽a actuales, en los que se ve a sus fan谩ticos api帽ados y, en gran medida, sin mascarilla.

Una cifra que Trump debe odiar es el n煤mero r茅cord de personas que han votado por anticipado en estas elecciones presidenciales. Muchas personas prefieren evitar los centros de votaci贸n abarrotados durante la pandemia o est谩n preocupadas por los intentos de los republicanos de obstruir el derecho al voto y quieren asegurarse de que se reciba y se cuente su papeleta electoral sin que la impugnen o la descarten a 煤ltimo momento. Se cree que la mayor铆a de estos votos anticipados son favorables a Joe Biden, en detrimento de Trump. Las 煤ltimas cifras indican que ya han votado m谩s de 43 millones de personas.

En las 煤ltimas semanas, al tiempo que la pandemia de COVID-19 contin煤a azotando a Estados Unidos y a todo el mundo, Trump ha repetido otra mentira: “Lo peor ya pas贸”. Sus palabras se asemejan a las del general William Westmoreland, comandante de las fuerzas estadounidenses en Vietnam durante el gobierno de Johnson, que minti贸 cuando afirm贸 que se ve铆a “la luz al final del t煤nel”. El periodista Isidor Feinstein Stone desarticulaba con frecuencia las mentiras de Westmoreland y otros art铆fices de esa desastrosa guerra y documentaba los enga帽os en su famoso bolet铆n semanal de noticias.

Mientras Trump contin煤a mintiendo sobre el fraude electoral, argumentando que las elecciones est谩n “ama帽adas” en su contra, una amplia diversidad bipartidaria de sectores sociales y pol铆ticos de la sociedad estadounidense, desde los movimientos populares hasta el establishment pol铆tico, ha confluido para derrotarlo y enviarle un mensaje claro: la verdad duele.





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