El presidente de Irán asegura que el asesinato del científico iraní es un “acto terrorista y desesperado” y demuestra la incapacidad de los enemigos.
En un comunicado publicado este sábado tras el asesinato del científico nuclear iraní, Mohsen Fajrizade, Hasan Rohani ha expresado que una vez más, las manos sucias de la arrogancia global con la complicidad del régimen usurpador sionista se tiñeron con la sangre de otro hijo del pueblo iraní y sumieron a la nación en el dolor de perder a su científico.
“Sin duda, este horrible acto terrorista y desesperado se debe a la incapacidad de los enemigos jurados de la nación iraní ante el movimiento científico y los honores y capacidades de la gran nación de Irán y sus sucesivas derrotas en la región y en otros escenarios políticos”, ha recalcado.
El mandatario iraní ha condenado este “acto inhumano” y ha aseverado que este crimen demuestra la “profundidad de la malicia y resentimiento” de los enemigos contra la nación iraní.
Sin embargo, Rohani ha subrayado que los enemigos del pueblo iraní deben saber que el martirio de personas como el doctor Fajrizade no solo no interrumpirá la voluntad de los jóvenes y científicos de Irán de seguir el camino del crecimiento científico acelerado, sino también fortalecerá su determinación para continuar el camino de este mártir.
Rohani ha concluido su mensaje expresando su más sentido pésame a la familia de Fajrizade y a la comunidad científica y al pueblo iraní por esta desgracia.
El viernes, el prominente físico Fajrizade, quien dirigía la Organización de Investigación e Innovación del Ministerio de Defensa de Irán, fue asesinado a tiros en una emboscada cuando viajaba en un vehículo en la localidad de Absard, ubicada en la provincia de Teherán (capital).
Las autoridades iraníes han prometido “una dura venganza” a los autores de este crimen del que atribuyen a EE.UU. e Israel.
Fajrizade no es el primer científico nuclear iraní que es víctima de la hostilidad estadounidense-israelí contra el programa nuclear iraní con fines pacíficos. El servicio de inteligencia de Israel (el Mossad) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos han estado detrás de varios ataques terroristas contra los más destacados especialistas iraníes en la ciencia nuclear.
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