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Tras incitar la insurrecci贸n contra el Congreso, Trump debe ser destituido de inmediato

OPINI脫N de Amy Goodman

El Congreso de Estados Unidos se reuni贸 el mi茅rcoles para certificar formalmente el resultado de la votaci贸n en el Colegio Electoral, el 煤ltimo paso para declarar a Joe Biden como el ganador de las elecciones presidenciales de 2020. Donald Trump contraatac贸 con un mitin que hab铆a estado planeando durante semanas. “Convocamos a una gran manifestaci贸n en Washington D. C. el 6 de enero. S煤mate a ella, ¡ser谩 colosal!”, escribi贸 d铆as atr谩s en su cuenta de Twitter.

Desde el estrado del mitin en el Parque Elipse de la Casa Blanca, Rudy Giuliani, el desprestigiado abogado personal de Trump, vocifer贸: “¡Hagamos un juicio por combate!”. Mientras tanto, Donald Trump Jr., hijo mayor de Trump, cerr贸 su discurso con un encendido llamado a la multitud: “¡Lev谩ntense y peleen!”. Previamente, Donald Trump Jr. hab铆a amenazado a los congresistas republicanos que no estaban dispuestos a apoyar la impugnaci贸n de la victoria de Biden: “¡Nos acordaremos de ustedes por mucho tiempo!”.

Despu茅s de brindar su discurso en el mitin, el propio presidente Trump inst贸 a la multitud enardecida a marchar hacia el edificio del Congreso, donde se estaba llevando a cabo la certificaci贸n de las elecciones. La turba de seguidores de Trump rode贸 r谩pidamente el Capitolio, desbord贸 a la polic铆a que lo custodiaba, rompi贸 ventanas y logr贸 traspasar las pesadas y herm茅ticas puertas del Palacio Legislativo.

Ondeando banderas confederadas y banderas de Trump, los violentos insurrectos invadieron los pasillos del recinto legislativo. La sesi贸n conjunta de la C谩mara de Representantes y el Senado, en la que se debat铆a la impugnaci贸n a la certificaci贸n de los votos electorales del estado de Arizona, se interrumpi贸 en forma abrupta cuando el caos descendi贸 sobre el coraz贸n de la democracia estadounidense. Los congresistas tomaron sus m谩scaras antig谩s de debajo de sus asientos mientras se lanzaba gas lacrim贸geno (no est谩 claro si algunos de los partidarios ac茅rrimos de Trump en la C谩mara de Representantes se neg贸 a ponerse la m谩scara). Poco despu茅s de que los legisladores huyeran, los violentos manifestantes inundaron el hemiciclo del Senado. Mientras tanto, los guardias bloqueaban las puertas de la C谩mara de Representantes en medio de un enfrentamiento armado con los seguidores de Trump.

La polic铆a del Capitolio dispar贸 y provoc贸 la muerte de una de los intrusas, la veterana de la Fuerza A茅rea Ashli Babbitt, originaria de la ciudad San Diego y de 35 a帽os de edad. Las publicaciones de Babbitt en las redes sociales muestran que ella cre铆a firmemente en la extremista teor铆a conspirativa del movimiento QAnon. Seg煤n se informa, otras tres personas murieron en la ciudad de Washington D. C. por “emergencias m茅dicas” no especificadas y otras varias decenas fueron arrestadas.

La m铆nima seguridad del Capitolio, mientras el Congreso en pleno y el vicepresidente de la Naci贸n estaban presentes, sorprende y desconcierta. Circularon varios videos que muestran a un pu帽ado de polic铆as del Capitolio resisti茅ndose t铆midamente a los manifestantes y luego abriendo el per铆metro de seguridad y admitiendo el paso a la multitud enardecida. En el interior del recinto, varios polic铆as se tomaron selfies con los terroristas que estaban tomando el control del edificio.

La violencia era previsible. Ya hab铆a estallado en una manifestaci贸n anterior incitada por Trump, el 12 de diciembre, en la que varias personas fueron apu帽aladas. Cuando el l铆der del grupo violento The Proud Boys fue arrestado en la ciudad de Washington D. C. el lunes, se le incautaron varios cartuchos de munici贸n de alta capacidad para rifles semiautom谩ticos. La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, solicit贸 al Pent谩gono que desplegara la Guardia Nacional esta semana, pero dicha solicitud fue desatendida.

La laxa presencia policial del mi茅rcoles contrasta con la gran movilizaci贸n de fuerzas policiales y militares en respuesta a las manifestaciones que ocurrieron a mediados de 2020 contra el racismo sist茅mico, la brutalidad policial y en defensa de las vidas de las personas negras. En ese entonces no se escatim贸 en gastos para guarnecer el Capitolio con polic铆as completamente armados, unidades SWAT de las fuerzas de elite de la polic铆a y tropas de la Guardia Nacional. El ex fiscal general de Trump, Bill Barr, orden贸 un asalto coordinado por el Pent谩gono contra manifestantes pac铆ficos para despejar las calles y para que Donald Trump pudiera posar frente a una iglesia con una biblia. No queremos ni imaginar lo que hubiera sucedido si miles de personas de color y simpatizantes de Black Lives Matter hubieran invadido el Capitolio durante una sesi贸n conjunta del Congreso.

Bree Newsome Bass estuvo muy activa en Twitter durante la insurrecci贸n. El jueves la entrevistamos en Democracy Now!: “Varias personas como yo, que hemos participado en varias manifestaciones y que en su mayor铆a somos personas negras, notamos durante todo el d铆a de ayer la gran diferencia en la respuesta coordinada y abiertamente militarizada que tiene la polic铆a ante cualquier tipo de protesta que desaf铆e el racismo por parte de la polic铆a o el racismo en el gobierno en comparaci贸n con la respuesta que presenciamos ayer, que fue obviamente diferente. Y creo que lo que vimos ayer es uno m谩s de esos momentos cr铆ticos en la historia que representa la culminaci贸n de todo lo que sucedi贸 antes y que realmente esclarece e identifica todo lo que est谩 intr铆nsecamente mal. Y una de esas cosas es claramente la forma en la que act煤a la polic铆a”.

La ley que dispone que el Congreso debe certificar los votos del Colegio Electoral fue aprobada en 1887, luego de la controvertida elecci贸n de 1876 que enfrent贸 al republicano Rutherford Hayes con el dem贸crata Samuel Tilden. Tilden gan贸 el voto popular, pero Hayes tram贸 una victoria en el Colegio Electoral que incluy贸 aceptar retirar las tropas federales de los estados del sur. En el pleno del Senado, despu茅s de que la violenta turba de seguidores de Trump fuera retirada del recinto parlamentario y se reanudara la sesi贸n, el senador dem贸crata en representaci贸n del estado de Illinois Dick Durbin invoc贸 el recuerdo de ese devastador pacto conocido como el Compromiso de 1877: “El senador de Texas dice que solo quieren crear una peque帽a comisi贸n. Que en diez d铆as van a auditar todos los estados, particularmente los que est谩n en disputa aqu铆 […], y que se averiguar谩 qu茅 ocurri贸 realmente. Es similar a lo que pas贸 en 1876, en la contienda electoral entre Hayes y Tilden. No olviden lo que logr贸 esa comisi贸n, ese llamado 'compromiso pol铆tico'. No era solo una comisi贸n gubernamental ordinaria. Fue una comisi贸n que dinamit贸 el proceso de la Reconstrucci贸n, que estableci贸 las leyes segregacionistas de la 茅poca de Jim Crow. Incluso despu茅s de la guerra civil que destroz贸 a esta naci贸n, esa comisi贸n gener贸 que se volviera a esclavizar a los afroestadounidenses y se restringiera la participaci贸n de votantes en los comicios electorales, algo contra lo que estamos luchando a煤n hoy en Estados Unidos”.

A lo largo de toda su vida, Trump ha avivado las llamas de la supremac铆a blanca. Su per铆odo presidencial se debe en gran parte a su c铆nica explotaci贸n del racismo y el miedo. Sin embargo, mientras los seguidores de Trump atacaban el Capitolio, el dem贸crata del estado de Georgia Jon Ossoff era proclamado ganador de la 煤ltima contienda electoral por el Senado. El otro candidato dem贸crata al Senado por el estado de Georgia, el reverendo Raphael Warnock, hab铆a ganado su contienda horas antes, convirti茅ndose en el primer dem贸crata afroestadounidense en ser elegido para representar en el Senado a un estado del sur. Estas dos victorias, que devuelven el control del Senado al Partido Dem贸crata, son el resultado de a帽os de organizaci贸n de base y de un exhaustivo trabajo para registrar en los padrones a los votantes de Georgia, que lograron superar a帽os de violencia, las restricciones a la participaci贸n electoral promovidas por las leyes segregacionistas de la 茅poca de Jim Crow y las purgas masivas de votantes.

Trump pronto se ir谩, pero el c谩ncer del trumpismo podr铆a permanecer. Lo que pas贸 en Georgia es una luz de esperanza, nos hace confiar en que el poder de la organizaci贸n popular puede vencer al racismo y al odio.

© 2021 Amy Goodman




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