Madrid, AmecoPress.- Virginia Woolf est谩 considerada una de las figuras literarias m谩s importantes del siglo XX. Esta escritora brit谩nica, nacida en Londres en 1882 con el nombre de Adeline Virginia Stephen, tambi茅n es una de las voces m谩s influyentes del feminismo moderno gracias a sus textos. “Las mujeres han vivido todos estos siglos como esposas, con el poder m谩gico y delicioso de reflejar la figura del hombre, el doble de su tama帽o natural”. Destacamos su figura con motivo del aniversario de su nacimiento el 25 de enero.
Woolf no solo destaca por sus aportaciones literarias, sino que, con ellas, promovi贸 el feminismo en pleno Siglo XX, aunque sus obras realmente se promulgaron a partir de los a帽os 70. A d铆a de hoy, sus publicaciones son tan importantes que muchas editoriales siguen haciendo reediciones.

La brit谩nica fue pionera en la reflexi贸n sobre la condici贸n de la mujer y sobre las relaciones de estas con el arte y la literatura. Estos temas est谩n muy reflejados en sus publicaciones ‘Una habitaci贸n propia’ y ‘Orlando’. Ella consideraba que la sociedad ten铆a a las mujeres encorsetadas, puesto que no pod铆an ir a la universidad y eran educadas por un tutor en el hogar.
Otra de sus reivindicaciones fue el papel de las escritoras, que tambi茅n mencion贸 en ‘Una habitaci贸n propia’, plasmando que “una mujer debe tener dinero y una habitaci贸n propia si quiere escribir ficci贸n”. Con ello, volv铆a a criticar a la sociedad, ya que significaba que la mujer ten铆a que ganarse un 谩mbito tanto privado como social para poder desarrollar sus capacidades.
Como cuentan desde la librer铆a ‘Mujeres y Compa帽铆a’, “la obra y vida de Virginia trasciende generaciones, casi cada d铆a hay una lectora que descubre ‘Un cuarto propio’ (la traducci贸n feminista, no la de Borges que resalta el patriarcado) y hace suyas las palabras de Virginia. Es inspiraci贸n para muchas autoras modernas, su libertad y exquisito uso del lenguaje hace que sea una hermana eterna para sus descendientes, sangu铆neas o no”.
Actualmente hay muchos movimientos que incentivan la lectura de escritoras, ya que todav铆a en la mayor铆a de las estanter铆as de la poblaci贸n espa帽ola reinan las publicaciones firmadas por hombres y los medios de comunicaci贸n a煤n no otorgan el mismo espacio a las firmas femeninas que a las masculinas en sus piezas literarias. ‘El esfuerzo cotidiano de las mujeres’ fue el lema en la 煤ltima edici贸n de la V edici贸n del D铆a de las Escritoras, donde recordaron las trabas a las que se enfrentaron muchas autoras.
Entorno
La personalidad de Virginia Woolf estuvo marcada por su vida familiar. Hija de un escritor y una modelo, creci贸 en el seno de una familia de la alta burgues铆a de Londres, en una casa con una gran biblioteca y entre frecuentes visitas de autores a su padre. Woolf no fue a ninguna escuela, pero recibi贸 clases de profesores particulares y de su progenitor. Empez贸 a escribir en un peri贸dico en 1905 y no fue hasta 1915 cuando public贸 su primera novela, ‘Fin de viaje’, a trav茅s de la editorial de su hermano. Los primeros a帽os de su vida y sus
vivencias impregnaron alguna de sus obras, como ‘Al faro’.
En su poderosa narrativa, Woolf sobresali贸 por la introspecci贸n de sus personajes y la descripci贸n de las emociones que subyacen a eventos aparentemente mundanos. Las obras de no ficci贸n como ’Una habitaci贸n propia’ (1929) y ’Tres Guineas’ (1938) muestran la decidida perspectiva feminista de Woolf al documentar la discriminaci贸n intelectual hacia las mujeres y la din谩mica de poder dominada por los hombres de la 茅poca.
Las trabas a las que se enfrent贸 Virginia Woolf, adem谩s de su situaci贸n personal, tuvieron que ver con vivir en medio de una guerra como fue la Segunda Guerra Mundial. Adem谩s, ella y su marido estaban en la lista negra de Hitler por su libro ‘Tres guineas’ (1938), donde expresaba una clara censura al fascismo y expon铆a las dificultades a las que se enfrentan las escritoras e intelectuales, por el poder legal y econ贸mico que tienen los hombres en comparaci贸n con las mujeres, perjudicadas en su educaci贸n y desarrollo en la sociedad.
La vida de Virginia Woolf estuvo marcada por la tragedia. Cuando ten铆a 13 a帽os, el 5 de mayo de 1895 su madre muri贸 a causa de una fiebre reum谩tica. El fallecimiento le caus贸 su primera crisis depresiva. Dos a帽os despu茅s muri贸 su hermana Stella, que adem谩s estaba embarazada, a causa de una peritonitis. Estos sucesos le llevaron a la inestabilidad y a varios intentos de suicidio.

La escritora sufri贸 bajo el propio techo de su casa abusos sexuales por parte de dos de sus hermanastros. A partir de aquellos sucesos, empez贸 a sentir desconfianza hacia los hombres y su salud mental se resinti贸.
Aunque son muchos los factores que golpearon el psiquismo de Virginia Woolf conviene recordar que la somatizaci贸n de la violencia machista, incluyendo la violencia sexual, se manifiesta como ansiedad, depresi贸n, insomnio, trastornos de la alimentaci贸n, dolor cr贸nico de partes del cuerpo, aparici贸n de tumores, entre muchas otras dolencias.
El c铆rculo de Bloomsbury
Despu茅s de la muerte de su padre a causa de un c谩ncer en 1905 cambi贸 su residencia a Bloomsbury (zona oeste de Londres). Su casa se convirti贸 en un centro de reuni贸n para un grupo elitista de intelectuales brit谩nicas y brit谩nicos, como: Emmeline Pankhurst, l铆der del movimiento sufragista, la pintora Dora Carrington o los fil贸sofos Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein, entre otros.
Con las reuniones recibi贸 ideas sobre igualdad, feminismo, aceptaci贸n de la homosexualidad y la bisexualidad, el amor por el arte, el pacifismo y el ecologismo. Adem谩s, compart铆an en el c铆rculo criterios est茅ticos y mostraban cierto rechazo hacia la clase media-alta a la que pertenec铆an.
En 1912, a los treinta a帽os, se cas贸 con el escritor y economista Leonard Woolf, miembro del grupo de Bloomsbury y fundaron juntos la editorial Hogarth Press en 1917. En 1922 Virginia mantuvo un romance con la escritora y jardinera Sackville-West, esposa de Harold Nicolson. Continuaron siendo amigas hasta la muerte de Virginia.
Problemas psicol贸gicos
La vida de la escritora estuvo marcada por las depresiones - a los 13 a帽os tuvo la primera de ellas tras la muerte de su madre- y el trastorno bipolar que sufri贸. Esto no alter贸 su productividad literaria, pero s铆 dej贸 huella en su obra. Algunos de sus personajes hablaban sobre la ansiedad o el delirio que sufr铆a. Las crisis que padec铆a hac铆an que las ideas y las palabras fluyesen dentro de ella. Un ejemplo de ello aparece en las obras ‘La se帽ora Dalloway’ y ‘Los a帽os’, donde la protagonista afirma que ha escuchado cantar a los p谩jaros en griego. En sus publicaciones tambi茅n aparece la idea del suicidio, la soledad y el miedo.
El 28 de marzo de 1941, Woolf se suicid贸 llenando de piedras sus bolsillos del abrigo y adentr谩ndose en el r铆o Ouse (Sussex). Antes de decidir acabar con su vida, dej贸 dos cartas: una a su hermana y otra a su marido.
Las 煤ltimas palabras que dedic贸 a su marido, el periodista y editor Leonard Woolf, expresaban el motivo por el que decidi贸 irse del mundo que conoc铆a: "Siento que voy a enloquecer de nuevo. Creo que no podemos pasar otra vez por una de esas 茅pocas terribles. Y no puedo recuperarme esta vez. Comienzo a o铆r voces, y no puedo concentrarme. As铆 que voy a hacer lo que me parece lo mejor que puedo hacer. T煤 me has dado la m谩xima felicidad posible. Has sido en todos los sentidos todo lo que cualquiera podr铆a ser. No creo que dos personas puedan haber sido m谩s felices, hasta que vino esta terrible enfermedad. No puedo luchar m谩s.
S茅 que estoy arruinando tu vida, que sin m铆 t煤 podr谩s trabajar. Lo har谩s, lo s茅. Ya ves que no puedo ni siquiera escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que debo toda la felicidad de mi vida a ti. Has sido totalmente paciente conmigo e incre铆blemente bueno. Quiero decir que todo el mundo lo sabe. Si alguien podr铆a haberme salvado habr铆as sido t煤. Todo lo he perdido excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida durante m谩s tiempo. No creo que dos personas puedan haber sido m谩s felices de lo que hemos sido t煤 y yo”.
Su legado m谩s sobresaliente
Las obras de Virginia Woolf se han representado en teatros, filmado en pel铆culas y debatido en ensayos. Y su influencia es tal que ha inspirado a generaciones posteriores de autoras, as铆 como muchos otros libros y filmes.
‘Fin de viaje’ (1915); ‘Noche y d铆a’ (1919); ‘El cuarto de Jacob’ (1922); ‘La se帽ora Dalloway’ (1925); ‘Al faro’ (1927); ‘Orlando’ (1928); ‘Las Olas’ (1931); ‘Los a帽os’ (1937); ‘Entre actos’ (1941); y, sobre manera, su largo ensayo ‘Una habitaci贸n propia’ (1929).
Foto: archivo AmecoPress
Woolf no solo destaca por sus aportaciones literarias, sino que, con ellas, promovi贸 el feminismo en pleno Siglo XX, aunque sus obras realmente se promulgaron a partir de los a帽os 70. A d铆a de hoy, sus publicaciones son tan importantes que muchas editoriales siguen haciendo reediciones.

La brit谩nica fue pionera en la reflexi贸n sobre la condici贸n de la mujer y sobre las relaciones de estas con el arte y la literatura. Estos temas est谩n muy reflejados en sus publicaciones ‘Una habitaci贸n propia’ y ‘Orlando’. Ella consideraba que la sociedad ten铆a a las mujeres encorsetadas, puesto que no pod铆an ir a la universidad y eran educadas por un tutor en el hogar.
Otra de sus reivindicaciones fue el papel de las escritoras, que tambi茅n mencion贸 en ‘Una habitaci贸n propia’, plasmando que “una mujer debe tener dinero y una habitaci贸n propia si quiere escribir ficci贸n”. Con ello, volv铆a a criticar a la sociedad, ya que significaba que la mujer ten铆a que ganarse un 谩mbito tanto privado como social para poder desarrollar sus capacidades.
Como cuentan desde la librer铆a ‘Mujeres y Compa帽铆a’, “la obra y vida de Virginia trasciende generaciones, casi cada d铆a hay una lectora que descubre ‘Un cuarto propio’ (la traducci贸n feminista, no la de Borges que resalta el patriarcado) y hace suyas las palabras de Virginia. Es inspiraci贸n para muchas autoras modernas, su libertad y exquisito uso del lenguaje hace que sea una hermana eterna para sus descendientes, sangu铆neas o no”.
Actualmente hay muchos movimientos que incentivan la lectura de escritoras, ya que todav铆a en la mayor铆a de las estanter铆as de la poblaci贸n espa帽ola reinan las publicaciones firmadas por hombres y los medios de comunicaci贸n a煤n no otorgan el mismo espacio a las firmas femeninas que a las masculinas en sus piezas literarias. ‘El esfuerzo cotidiano de las mujeres’ fue el lema en la 煤ltima edici贸n de la V edici贸n del D铆a de las Escritoras, donde recordaron las trabas a las que se enfrentaron muchas autoras.
Entorno

vivencias impregnaron alguna de sus obras, como ‘Al faro’.
En su poderosa narrativa, Woolf sobresali贸 por la introspecci贸n de sus personajes y la descripci贸n de las emociones que subyacen a eventos aparentemente mundanos. Las obras de no ficci贸n como ’Una habitaci贸n propia’ (1929) y ’Tres Guineas’ (1938) muestran la decidida perspectiva feminista de Woolf al documentar la discriminaci贸n intelectual hacia las mujeres y la din谩mica de poder dominada por los hombres de la 茅poca.
Las trabas a las que se enfrent贸 Virginia Woolf, adem谩s de su situaci贸n personal, tuvieron que ver con vivir en medio de una guerra como fue la Segunda Guerra Mundial. Adem谩s, ella y su marido estaban en la lista negra de Hitler por su libro ‘Tres guineas’ (1938), donde expresaba una clara censura al fascismo y expon铆a las dificultades a las que se enfrentan las escritoras e intelectuales, por el poder legal y econ贸mico que tienen los hombres en comparaci贸n con las mujeres, perjudicadas en su educaci贸n y desarrollo en la sociedad.
La vida de Virginia Woolf estuvo marcada por la tragedia. Cuando ten铆a 13 a帽os, el 5 de mayo de 1895 su madre muri贸 a causa de una fiebre reum谩tica. El fallecimiento le caus贸 su primera crisis depresiva. Dos a帽os despu茅s muri贸 su hermana Stella, que adem谩s estaba embarazada, a causa de una peritonitis. Estos sucesos le llevaron a la inestabilidad y a varios intentos de suicidio.

La escritora sufri贸 bajo el propio techo de su casa abusos sexuales por parte de dos de sus hermanastros. A partir de aquellos sucesos, empez贸 a sentir desconfianza hacia los hombres y su salud mental se resinti贸.
Aunque son muchos los factores que golpearon el psiquismo de Virginia Woolf conviene recordar que la somatizaci贸n de la violencia machista, incluyendo la violencia sexual, se manifiesta como ansiedad, depresi贸n, insomnio, trastornos de la alimentaci贸n, dolor cr贸nico de partes del cuerpo, aparici贸n de tumores, entre muchas otras dolencias.
El c铆rculo de Bloomsbury
Despu茅s de la muerte de su padre a causa de un c谩ncer en 1905 cambi贸 su residencia a Bloomsbury (zona oeste de Londres). Su casa se convirti贸 en un centro de reuni贸n para un grupo elitista de intelectuales brit谩nicas y brit谩nicos, como: Emmeline Pankhurst, l铆der del movimiento sufragista, la pintora Dora Carrington o los fil贸sofos Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein, entre otros.
Con las reuniones recibi贸 ideas sobre igualdad, feminismo, aceptaci贸n de la homosexualidad y la bisexualidad, el amor por el arte, el pacifismo y el ecologismo. Adem谩s, compart铆an en el c铆rculo criterios est茅ticos y mostraban cierto rechazo hacia la clase media-alta a la que pertenec铆an.

Problemas psicol贸gicos
La vida de la escritora estuvo marcada por las depresiones - a los 13 a帽os tuvo la primera de ellas tras la muerte de su madre- y el trastorno bipolar que sufri贸. Esto no alter贸 su productividad literaria, pero s铆 dej贸 huella en su obra. Algunos de sus personajes hablaban sobre la ansiedad o el delirio que sufr铆a. Las crisis que padec铆a hac铆an que las ideas y las palabras fluyesen dentro de ella. Un ejemplo de ello aparece en las obras ‘La se帽ora Dalloway’ y ‘Los a帽os’, donde la protagonista afirma que ha escuchado cantar a los p谩jaros en griego. En sus publicaciones tambi茅n aparece la idea del suicidio, la soledad y el miedo.

Las 煤ltimas palabras que dedic贸 a su marido, el periodista y editor Leonard Woolf, expresaban el motivo por el que decidi贸 irse del mundo que conoc铆a: "Siento que voy a enloquecer de nuevo. Creo que no podemos pasar otra vez por una de esas 茅pocas terribles. Y no puedo recuperarme esta vez. Comienzo a o铆r voces, y no puedo concentrarme. As铆 que voy a hacer lo que me parece lo mejor que puedo hacer. T煤 me has dado la m谩xima felicidad posible. Has sido en todos los sentidos todo lo que cualquiera podr铆a ser. No creo que dos personas puedan haber sido m谩s felices, hasta que vino esta terrible enfermedad. No puedo luchar m谩s.
S茅 que estoy arruinando tu vida, que sin m铆 t煤 podr谩s trabajar. Lo har谩s, lo s茅. Ya ves que no puedo ni siquiera escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que debo toda la felicidad de mi vida a ti. Has sido totalmente paciente conmigo e incre铆blemente bueno. Quiero decir que todo el mundo lo sabe. Si alguien podr铆a haberme salvado habr铆as sido t煤. Todo lo he perdido excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida durante m谩s tiempo. No creo que dos personas puedan haber sido m谩s felices de lo que hemos sido t煤 y yo”.
Su legado m谩s sobresaliente
Las obras de Virginia Woolf se han representado en teatros, filmado en pel铆culas y debatido en ensayos. Y su influencia es tal que ha inspirado a generaciones posteriores de autoras, as铆 como muchos otros libros y filmes.
‘Fin de viaje’ (1915); ‘Noche y d铆a’ (1919); ‘El cuarto de Jacob’ (1922); ‘La se帽ora Dalloway’ (1925); ‘Al faro’ (1927); ‘Orlando’ (1928); ‘Las Olas’ (1931); ‘Los a帽os’ (1937); ‘Entre actos’ (1941); y, sobre manera, su largo ensayo ‘Una habitaci贸n propia’ (1929).
Foto: archivo AmecoPress