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Los republicanos: El país o ¿su partido?

Jorge Zavaleta Alegre

Desde el país Andino, Sudamericano llega a la ciudadanía de los EEUU una  lección que sorprende al mundo. Después de varias décadas de inestabilidad y destrucción  de sus  mejores embriones democráticos, sorprende al mundo, cuando la mayoría absoluta de su renovado Congreso unicameral  aprueba la eliminación de la “Inmunidad Parlamentaria”, que ha servido a lo largo de décadas de  vigencia la protección absoluta para infinidad de delitos en agravio de millones de peruanos, inclusive el vivo interés  de lograr la liberación  de los presos que en los años 90 se llevaron la caja fiscal y cometieron delitos de lesa humanidad.

Volvemos a Washington, para señalar que el Senado absolvió a Donald Trump de incitar un ataque al Capitolio de Estados Unidos con resultados fatales. Para las democracias del mundo, según las primeras  opiniones al conocer la reciente decisión, se pone en clara evidencia la fragilidad de las administraciones.  Asistimos al absurdo. Se ha puesto en segundo plano la opinión de los electores y  se ha actuado con  subterfugios para  conservar un poder que no es el sentir de los electores.

Se pretende callar la violencia: cinco muertos frente al Capitolio, y una serie de hechos irregulares que consideran que la vida no  es relevante. Es más,  ni la claridad de la votación de 57-43 a favor de condenar al “golpista”, no  es suficiente.

El Senado tiene formas que desdicen el sustento de una decisión, Siete republicanos “rompieron” con su partido al hallar a Tremp culpable. Pero no basta, lo que importa es defender el interés de un sector y no de la voluntad popular. Tras la absolución, el republicano mantiene su poder sobre los republicanos y culpan al nuevo presidente electo del partido Demócrata, como culpable del desorden en las calles por compartir el derecho de migración.

Trump supera su segundo ‘impeachment’ y juega con volver a la política. La ausencia de justicia, de sinceridad con los nobles objetivos que  implica gozar de un  sistema de  equilibrio en las decisiones, los senadores prefirieron callar y traicionar a la historia, a sus precursores que construyeron el mejor sistema de gobierno que es la democracia. ¿Qué razones pueden valer que para gozar de mayoría tiene que haber una diferencia de 17 unidades y no de 51?, se pregunta un cronista de la BBC desde Londres.

Trump es el único presidente que ha pasado dos juicios políticos y es el primero que lo hace luego de dejar la Casa Blanca.

Un condensado de la información de la BBC, DPA; EFE, Diario16, El Mercurio y de sociólogos y psiquiatras considera que el breve proceso parlamentario, ha ofrecido una narración sombría y explícita de los disturbios del 6 de enero y de sus consecuencias para el país de una forma en que los senadores, muchos de los cuales tuvieron que salir huyendo ponerse a salvo ese día, reconocen que siguen enfrentando.

Los fiscales de la Cámara de Representantes han alegado que el grito de guerra de Trump para ir al Capitolio y “luchar como demonios” por su presidencia mientras el Congreso se reunía para certificar la victoria electoral de Joe Biden, ha sido parte de un plan de retórica violenta y denuncias falsas que desataron a la turba. Reiteramos, cinco personas fallecieron, incluyendo una participante en el asalto que fue baleada por un policía.

Los abogados de la defensa respondieron que las palabras de Trump no buscaban incitar a la violencia y que el juicio político no era más que una “caza de brujas” diseñada para evitar que vuelva a ocupar el cargo.

No ha sido suficiente que la Cámara de Representantes aprobara por 232 votos frente a 197 la resolución para acusar al presidente de "incitación a la insurrección" por los violentos sucesos en el Capitolio.


No es una exageración. Desde Buenos, Lima y Guayaquil grafican el momento difícil para la principal democracia del continente. El problema político no termina con el fallo errado del Senado de Washington. Este absurdo incita a más violencia, a la justicia por sus propias manos. Y al mayor despertar de las embrionarias democracias al sur del Rio Bravo. La Democracia débil deriva en la fragilidad de la administración de justicia, de la economía. Es un todo lo que se afecta.

Veamos la película “El secreto de tus ojos”, en su versión Argentina –Española y/o de Hollywood  nos puede ayudar a comprender el peligro de no cuidar la Democracia y sus instituciones como el poder judicial o las fuerzas del orden. Esta es la conclusión que llegamos al terminar esta crónica y el diálogo con quienes sienten que no caminamos por el sendero correcto, que soñaron nuestros padres. Pero no es solo la pandemia que invade al planeta es la gobernanza en función de los sagrados principios de la Vida con oportunidades para todos.  





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