OPINI脫N de Sergio Ortiz
El mensaje presidencial del jueves 18 “abri贸 el paraguas”. Se viene una segunda ola de COVID-19 y no alcanzan las vacunas. Mi conclusi贸n: no podemos ser como China, pero tratemos de parecernos.
Fue la segunda cadena nacional de Alberto Fern谩ndez y quiz谩s sean necesarias varias m谩s, descontando la cr铆tica furiosa que har谩n Clarinete y dem谩s medios hegem贸nicos que expresan a la oposici贸n. El tema era muy importante y no qued贸 resuelto; no pod铆a resolverlo el presidente con palabras.
La pandemia ha tomado otra vez suma gravedad, porque vienen en alza el n煤mero de contagios y de muertos. Se trata de un drama global y tambi茅n incide la situaci贸n que de pa铆ses lim铆trofes, sobre todo Brasil y Paraguay, y en menor medida Chile.
El desastroso gobierno de Jair Bolsonazi es responsable que su naci贸n tenga el horrible registro de casi 12 millones de contagios y 290.000 fallecidos. En una especie de “s谩lvese qui茅n pueda”, los gobernadores de los estados han salido a aplicar pol铆ticas sanitarias diferentes a la bajada desde el Planalto, y a tratar de hacerse de vacunas a como de lugar.
En el Paraguay de Mario Abdo Ben铆tez, heredero del stroessnerismo, han comenzado airadas protestas sociales ante el agravamiento sanitario. Es un pa铆s sin los recursos de Brasil, que en todos los terrenos presume ser “o maior do mundo”.
El anuncio de Fern谩ndez de impedir la entrada de turistas y desalentar los viajes hacia el exterior, en particular a esos pa铆ses lim铆trofes, tiene sentido. No faltar谩n los imb茅ciles que lo acusen de convertir a Argentina en una “c谩rcel”, como ya lo hicieron con el gobernador de Formosa en estos d铆as y con el mismo presidente cuando el aislamiento era estricto.
No se trata de echarle la culpa a los dem谩s y a los vecinos. El gobierno nacional indaga poco y resuelve menos los problemas propios, fallas de diagn贸sticos y de pol铆ticas sanitarias, performance de “algunos funcionarios que no funcionan”, etc.
Se dir谩 que fue para empezar con la reactivaci贸n econ贸mica, pero cierto que hubo una relajaci贸n de los controles, entre las etapas del llamado ASPO y el DISPO, o sea entre el aislamiento y el distanciamiento. El 8 de noviembre del a帽o pasado lo advertimos ac谩: “Del ASPO al DISPO, m谩s el FMI: ¡pobre ISPA!”.
Cuando la pandemia hac铆a estragos en el 脕rea Metropolitana de Buenos Aires, o sea la CABA y el conurbano, AF aislaba tambi茅n el interior, incluso provincias con escasa incidencia del virus. Cuando se relaj贸 en aquella primera zona, la oposici贸n hizo un esc谩ndalo, que todav铆a dura, porque en Misiones se apretaron un poco las clavijas. Ese no es un pa铆s federal sino un gobierno nacional presionable, de pocas convicciones, que cede a las presiones.
Grave situaci贸n
As铆 lo demuestran los n煤meros. Ayer Argentina contabilizaba 2.23 millones de enfermos de COVID-19 y casi 55.000 muertos; en las 煤ltimas semanas y despu茅s de festejar bajos registros, la “meseta” se empin贸 con m谩s de 8.000 contagios diarios y cerca de 130 muertos.
Y eso con ser trist铆simo no es todo. Esas estad铆sticas propias y lo que sucedi贸 en Europa, que puede ser vista como espejo, m谩s la mutaci贸n del virus, la irresponsabilidad social, la permisibilidad de gobiernos capitalistas, el accionar pol铆tico de sectores derechosos antivacunas y la escasez de vacunas, etc, todo ello permeado por el clima, indica que los argentinos vamos a sufrir bastante m谩s en las pr贸ximas semanas y meses. Este oto帽o e invierno pueden ser mucho peores que los de 1959, cuando nos exigi贸 inmolarnos el canalla Alvaro Alsogaray y el traidor Arturo Frondizi, del desarrollismo devenido, hoy dir铆amos, en neoliberalismo.
El gobierno de Alberto y Cristina utiliz贸 los primeros aislamientos para arreglos urgentes en el sector sanitario desmantelado por Mauricio Macri. Eso fue bueno, as铆 como luego, en un proceso que altern贸 logros con dificultades, se negoci贸 y compr贸 un lote importante de vacunas.
En ese tiempo la oposici贸n macrista manifestaba por lo bajo, o por tel茅fono, que no hab铆a cerrar la econom铆a porque igual iban a morir todos los que deb铆an morir. Una suerte de depuraci贸n de ancianos, pobres y enfermos de cualquier edad, para aliviar las camas cr铆ticas y las finanzas del Estado, tal la catadura moral de esa gentuza. Elisa Carri贸 y otros inmorales acusaban al oficialismo de envenenar a la poblaci贸n con la Sputnik V, que a la postre se demostr贸 la de mayor efectividad y lleg贸 en mayor n煤mero a Ezeiza, si bien con demoras y no en el n煤mero esperado. Lo de Carri贸 es imperdonable, pero las paquetas de Barrio Norte y sus vecinos de Exaltaci贸n de la Cruz (sic) no le van a hacer ning煤n reproche. Sigue siendo la reina de las gorilas de pelo y coraz贸n amarillo.
El gobierno debi贸 haber denunciado el rol estafador y chantajista del laboratorio norteamericano Pfizer, que exigi贸 leyes para ponerse a cubierto de fallas en sus vacunas y que Argentina lo garantizara con parte de sus reservas naturales. El entonces ministro de Salud, GGG, hizo algunas revelaciones, pero la cosa era muy grave y merec铆a una querella criminal como la que en forma tard铆a se emprendi贸 contra Macri y su c铆rculo de endeudadores seriales con el FMI.
Errores propios
Muchos argentinos se relajaron al ver el inicio de la campa帽a de vacunaci贸n y por TV la llegada de aviones con cargas a Ezeiza. Mucho m谩s al escuchar al presidente decir el 10 de diciembre de 2020 en relaci贸n a la Sputnik V: “Vamos a contar con las dosis suficientes para vacunar entre enero y febrero a 10 millones de argentinos y argentinas”. A帽adi贸: “el contrato tiene una preferencia para acceder a las dosis necesarias para vacunar a 5 millones de personas m谩s durante el mes de marzo”.
O sea que en diciembre pasado AF prometi贸 que para fines de marzo habr铆a 15 millones de vacunados. Error. Falso. Hasta el 20 de marzo la estad铆stica oficial dijo que hay 2.472.426 personas vacunadas y de 茅stas 591.438 tienen las dos dosis.
Y respecto a las vacunas llegadas, tambi茅n la cifra real es muy inferior a las 15 millones prometidas: hasta ahora son 4 millones, que podr铆an aumentar con 3 millones de Sinopharm (China). La ministra de Salud, Carla Vizzotti, no pudo precisar la fecha del arribo de ese contingente. “Est谩n en China”, admiti贸, admitiendo la posibilidad que lleguen en semanas.
Las demoras y limitaciones en vacunas tienen una causa de fondo, a la que aludi贸 el presidente aunque sin nombrar los pa铆ses responsables. Lo dijo el 26 de febrero pasado y lo reiter贸 en su cadena nacional del 18 de marzo: “el 10% de los pa铆ses concentran el 90% de las vacunas existentes”.
Omiti贸 poner de resalto el mal ejemplo de Estados Unidos: The Washington Post public贸 que acapara 1.300 millones de vacunas siendo su poblaci贸n total 330 millones. El gobierno de Joe Biden las califica de bien estrat茅gico e impide su libre exportaci贸n.
Seg煤n el semanario brit谩nico The Economist los pa铆ses ricos completar谩n los programas de vacunaci贸n en junio de 2021, pero los pa铆ses pobres reci茅n en 2023. ¿Cu谩nta gente morir谩 all铆 en esos dos a帽os de diferencia? Esa es otra concreta acepci贸n de la expresi贸n macrista “Que se mueran los que tengan que morir”.
Los monopolios y dem谩s grupos concentrados tambi茅n metieron la cola para que la situaci贸n sanitaria se agravara en Argentina. Pusieron sus ganancias extraordinarias por sobre cualquier otro valor y presionaron por “flexibilizar” antes de tiempo o m谩s de la cuenta, con el consiguiente mayor n煤mero de contagios y muertes. Esos CEOs hoy ni siquiera admiten haber jugado en el equipo de Macri en el lamentable “Primer tiempo” y fueron corresponsables de la reducci贸n del ministerio de Salud a una secretar铆a de segunda.
Agrupados en la UIA y la Asamblea Empresaria “Argentina” cuestionaron la emisi贸n monetaria y el d茅ficit fiscal por el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y los ATP que iba a ellos mismos. Lograron, con la ayuda de la presi贸n del FMI, cortar esa ayuda necesaria aunque insuficiente. Al fin de cuentas morirse del virus, morirse de hambre, morirse de fr铆o o vivir en la calle, como la ni帽a Maia y tant铆simas m谩s, son diferentes maneras de morir.
¿Acaso no hay en lo sanitario y lo econ贸mico alg煤n modelo a tener en cuenta?
S铆 lo hay. Es China socialista. Pele贸 en inicial soledad con el virus y lo derrot贸, al punto que hoy registra s贸lo 90.062 contagios y apenas 4.636 fallecidos. ¿C贸mo hizo? Ser铆a largo detallarlo, pero en s铆ntesis aplic贸 un aislamiento a fondo durante el tiempo necesario, invirti贸 en salud todo lo que hizo falta, el Estado gast贸 y sostuvo la actividad econ贸mica, su Ej茅rcito Popular de Liberaci贸n hizo de soldado, m茅dico y obrero de la construcci贸n; su ciencia y t茅cnica ayud贸 y orient贸 a una poblaci贸n consciente y disciplinada.
Los ejemplos son irrepetibles, pero sirven de referencia. No podemos ser China, pero s铆 deber铆amos aprender de ella y al menos parecernos. Miremos mejor con nuestros ojos redondos lo que hacen ellos, de ojos achinados. Lo esencial no puede ser invisible a nuestra mirada, estimado Principito.
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Sergio Ortiz
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