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UNICEF: Cinco mitos sobre las vacunas

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Las vacunas son una de las herramientas más efectivas para proteger la salud y el futuro de nuestros niños. Cada año las vacunas salvan vidas, entre 2 y 3 millones de vidas infantiles. 

Por eso queremos aprovechar para hablar de los falsos mitos sobre las vacunas y explicar por qué son tan necesarias para tus hijos y para todos los niños y niñas del mundo.

Actualmente, una cuarta parte de las muertes de niños menores de cinco años en todo el mundo se debe a neumonía, diarrea y sarampión. La mayoría se podrían haber evitado con la vacunación

Y ¿por qué no están vacunados? Por muchas razones: una infraestructura sanitaria deficiente, conflictos civiles, falta de concienciación de algunas comunidades… y, cada vez más, por la desinformación y la desconfianza ante las vacunas

Pero también por las situaciones de emergencia que provocan las catástrofes naturales y los conflictos armados. Tienen consecuencias directas en los niños y una de ellas es la interrupción de las campañas de vacunación rutinaria en los países afectados. La pandemia de COVID-19 que hoy vivimos es un claro ejemplo, nos añade una preocupación aún mayor porque los sistemas sanitarios están al límite y muchos niños y niñas sufren la amenaza de no recibir sus vacunas rutinarias contra enfermedades prevenibles a tiempo.

Desde nuestra experiencia y conocimiento, recordamos 5 mitos sobre las vacunas:

Las vacunas también son necesarias en países ricos y desarrollados

1. La vacunación es vital para los niños en cualquier lugar del mundo. Todos los niños  deberían vacunarse. No solo son necesarias en países lejanos y pobres. Las enfermedades que se pueden prevenir como el sarampión, la polio o la tos ferina son una amenaza para los niños en cualquier lugar. Aunque es menos habitual que en los países desarrollados se den contagios de enfermedades prevenibles, la amenaza existe.

No vacunar a los niños, tiene consecuencias en toda la población

2. Es una decisión personal, pero con consecuencias en toda la población. Todos formamos parte de una gran comunidad donde circulan gérmenes. Si las familias toman la decisión de no vacunar a sus hijos, sus comunidades corren un gran riesgo de enfermedades potencialmente mortales.

Una vacuna no es algo tóxico y antinatural 

3. Una vacuna no es algo tóxico y antinatural. Enfermedades como la varicela, la polio y la difteria son naturales, y pueden matar. Por eso ¡tenemos que combatirlas! Las vacunas no son tóxicas, son seguras y han salvado millones de vidas. Si las vacunas tuvieran dosis dañinas de sustancias químicas, no las apoyaríamos, las organizaciones de salud pública no permitirían su uso y los médicos no las recomendarían.

Las vacunas no causan autismo, infertilidad o esterilidad

4. Las vacunas no causan autismo, infertilidad o esterilidad. Éste es uno de los mitos que más se repiten y que ha llevado a que se transmitan enfermedades que fácilmente podían prevenirse. Múltiples estudios científicos han desmentido estas afirmaciones. Ningún estudio médico demuestra que la inmunización sea la causa de estas enfermedades.

5. Es preferible vacunar a los niños cuando aún son pequeños, no de mayores. Los niños son vacunados a una corta edad porque es cuando son más vulnerables a algunas enfermedades y así están protegidos lo antes posible. Hacerlo de mayores es peligroso e irresponsable.






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