Atropello y fuga: el intento de Biden de evadir su responsabilidad en la masacre del pueblo palestino
OPINI脫N de Amy Goodman
Los contribuyentes estadounidenses que quieren ver el dinero de sus impuestos en acci贸n no necesitan m谩s que mirar hacia la Franja de Gaza, el territorio sitiado donde viven dos millones de palestinos y al que el ex primer ministro conservador brit谩nico David Cameron describi贸 como “una prisi贸n al aire libre”. Israel ha lanzado una vez m谩s una de sus terribles y peri贸dicas campa帽as de bombardeos contra los sufridos y asediados habitantes de Gaza, una campa帽a que ya ha dejado cientos de muertos, incluidos una gran cantidad de menores. Desde hace varios a帽os, los analistas israel铆es usan como met谩fora para referirse a estas masacres la expresi贸n “cortar el c茅sped”, en alusi贸n a la estrategia militar de debilitamiento y desgaste permanente que est谩 detr谩s de ellas. Los ataques israel铆es de estos d铆as han causado importantes da帽os a 17 hospitales y cl铆nicas, incluida la 煤nica instalaci贸n en Gaza donde se realizan pruebas de diagn贸stico de la COVID-19; varias escuelas han sido destruidas; cientos de miles de habitantes se han quedado sin servicio de agua potable; y un edificio de gran altura, que albergaba a diversos medios de comunicaci贸n, como la cadena Al Jazeera y la agencia de noticias Associated Press, ha quedado completamente en ruinas. Estados Unidos ha permitido que ocurran estas masacres al proporcionar a帽o tras a帽o miles de millones de d贸lares en ayuda militar a Israel y brindarle un acceso privilegiado a armas sofisticadas.
En un reciente comunicado de prensa, la organizaci贸n de derechos humanos Jewish Voice for Peace (Voz Jud铆a por la Paz, en espa帽ol) formul贸 la siguiente pregunta a los jud铆os estadounidenses: “¿Seguiremos negando lo que sucede y permitiendo que en nuestro nombre se sigan cometiendo masacres e implementando un r茅gimen de apartheid y limpieza 茅tnica? ¿O, en cambio, nos comprometeremos con esta dura realidad y abrazaremos con todo nuestro ser el desaf铆o de practicar fielmente el teshuv谩 y reparar estos da帽os?”. Israel ha tenido durante mucho tiempo un fuerte y en茅rgico apoyo de los dos principales partidos pol铆ticos de Estados Unidos. Ahora, con una generaci贸n nueva y m谩s diversa de representantes electos, la resistencia popular a la ocupaci贸n israel铆 de Palestina est谩 teniendo una voz en Washington.
“Soy la 煤nica estadounidense de origen palestino en el Congreso, y mi mera existencia ha trastocado el status quo”, dijo la congresista dem贸crata de Detroit Rashida Tlaib durante un emotivo discurso que pronunci贸 en el hemiciclo de la C谩mara de Representantes de Estados Unidos. “Les hago recordar a mis colegas que los palestinos realmente existimos, somos humanos, tenemos sue帽os. Somos madres, hijas, nietas. Buscamos justicia y no pedimos disculpas por luchar contra la opresi贸n en todas sus formas”.
La congresista Tlaib dio su discurso el d铆a de la celebraci贸n de la Fiesta del Fin del Ayuno, la festividad religiosa musulmana que se celebra al finalizar el mes sagrado del Ramad谩n y solo dos d铆as antes de la conmemoraci贸n palestina del D铆a de la Nakba. La Nakba, que en espa帽ol significa “la cat谩strofe”, fue la violenta expulsi贸n de cientos de miles de palestinos de sus tierras, que ocurri贸 tras la fundaci贸n de Israel el 15 de mayo de 1948.
Desde entonces, Israel ha expandido sistem谩ticamente la ocupaci贸n militar ilegal de tierras palestinas, ha matado a miles de palestinos inocentes y encarcelado a decenas de miles de ellos sin ninguna imputaci贸n de cargos en su contra. Nada de esto podr铆a haber ocurrido sin la aprobaci贸n y firme respaldo de Estados Unidos.
En el pasado, Rashida Tlaib podr铆a haber sido una voz solitaria. Pero ahora ella no est谩 sola, hay una gran cantidad de gente que la respalda. Los congresistas dem贸cratas Alexandria Ocasio-Cort茅z, de Nueva York, y Mark Pocan, del estado de Wisconsin, se unieron a Tlaib para presentar en el Congreso una resoluci贸n conjunta contra la venta por parte de Estados Unidos al Estado de Israel de las denominadas “bombas inteligentes” —municiones de ataque directo conjunto, o JDAMS, por sus siglas en ingl茅s— fabricadas por la empresa Boeing, una operaci贸n por un valor de 735 millones de d贸lares. El senador Bernie Sanders tambi茅n ha presentado una resoluci贸n similar en el Senado.
John Ossoff, el primer senador jud铆o electo por el estado de Georgia, encabeza un grupo de 28 senadores dem贸cratas que reclaman un alto el fuego en Gaza, tanto por parte de Israel como por parte de la organizaci贸n Hamas, cuyos cohetes han matado a doce personas en territorio israel铆. En todo Estados Unidos, miles de personas han salido a las calles para exigir un alto el fuego.
El martes, el presidente Biden viaj贸 a Detroit, el distrito de origen de Rashida Tlaib, para visitar la planta donde se fabricar谩n los veh铆culos totalmente el茅ctricos de la empresa automotriz Ford. Tlaib recibi贸 al presidente en la pista de aterrizaje del aeropuerto. La Radio P煤blica Nacional de Estados Unidos inform贸 que un asistente de Tlaib resumi贸 de esta forma los comentarios que la congresista le hizo a Biden: “Los derechos humanos de las y los palestinos no son una moneda de cambio. Deben protegerse, no negociarse […]. Estados Unidos no puede seguir otorgando al Gobierno de derecha de Netanyahu miles de millones de d贸lares [en ayuda militar] cada a帽o para cometer cr铆menes contra los palestinos. No se pueden tolerar atrocidades como los bombardeos a las escuelas y mucho menos llevarlas a cabo con armas suministradas por Estados Unidos”. En el discurso que pronunci贸 en la planta de Ford, Biden elogi贸 a Tlaib y agreg贸: “Rezo para que su abuela y su familia est茅n bien”.
Las abuelas palestinas que viven bajo la ocupaci贸n israel铆 no necesitan las oraciones de Biden; necesitan su intervenci贸n.
Cuando Biden estaba a punto de realizar una prueba de conducci贸n de una camioneta el茅ctrica en la planta automotriz, tuvo este intercambio con una periodista:
“Se帽or presidente, ¿puedo hacerle una pregunta r谩pida sobre Israel antes de que se vaya, ya que es un tema tan importante?”.
“No, no puede. No… A menos que se ponga delante del coche cuando pise el acelerador”, respondi贸 Biden. Y agreg贸: “Solo estoy bromeando”.
Inmediatamente despu茅s, el presidente arranc贸 la camioneta y, seg煤n se dice, se alej贸 a casi 130 kil贸metros por hora. Para los millones de palestinos que viven bajo la ocupaci贸n israel铆, cada d铆a es como si fueran atropellados por un cami贸n conducido por el Gobierno estadounidense.
La reciente campa帽a de ataques de Israel contra la Franja de Gaza ha despertado en todas partes del mundo una solidaridad activa con el pueblo palestino y su resistencia, rechazando esta vez lo que el difunto acad茅mico y activista palestino Edward Said describi贸 como la “tolerancia gregaria con el estado de las cosas”.
© 2021 Amy Goodman