Jorge Zavaleta Alegre
Esta realidad va m谩s all谩 de la rica bibliograf铆a en librer铆as y bibliotecas. El racismo sigue a煤n presente hoy, reina por los pueblos m谩s peque帽os de Am茅rica, es la cara oscura del pensamiento pol铆tico y social, en especial de capas medias que mantienen el pasado como si fuera un trofeo. La actual pandemia ha reforzado las ventajas de esta cruel caricatura.
Nos vamos a La Libertad, una regi贸n en el norte del Per煤, de donde emigraron a la costa j贸venes mujeres y hombres para emplearse en las grandes haciendas sembradas de ca帽a az煤car y crianza de ganado de lidia… Los latifundios, del tama帽o de un pa铆s centroamericano, convertidos en cooperativas en la d茅cada del 70, han generado sociedades de clase media.
Museo del Apartheid. Sud谩frica
Estamos en el Siglo XXI, pero las viejas y nuevas familias mantienen vivos los recuerdos de los antiguos propietarios. Solo dos ejemplos: Los Larco Herrera y los Gildemeister, de Cerde帽a y del sur de Alemania, a quienes los ponderan por su doble personalidad: “Duros arbitrarios en sus haciendas de Roma y Casa Grande, y magn谩nimos en Lima, no solo fueron benefactores y autoridades en Trujillo, Lima y otros lugares del pa铆s. En 1930, Larco se retir贸 a Santiago de Chile donde fallece en 1939 y Gildemeister en Lima, 1890”.
La otra cara oscura de la econom铆a rural est谩 en Los Andes de Ayacucho. Una fuente, entre las m谩s difundidas es la de Jos茅 Mar铆a Arguedas que aborda la violencia en el Per煤. Las guerras con Espa帽a, las guerrillas y el terrorismo se sintetiza en “El sue帽o del pongo”, relato en “secreto”, que hoy, es de libre lectura: https://lecturia.org/cuentos-y-relatos/jose-maria-arguedas-sueno-del-pongo/1062/
Nos trasladamos a EEUU. Michelle Alexander, explica el racismo del siglo XXI y denuncia su vigencia en las sociedades modernas en su libro 'El color de la justicia: la nueva segregaci贸n racial en Estados Unidos'.
Jurista afroamericana, autora de la vida y obra de Malcolm X y Martin Luther King Jr: “El color de la justicia: la nueva segregaci贸n racial en Estados Unidos”.
Su producci贸n incluye la gesti贸n presidencial de Barack Obama y remarca que este gobierno no ha terminado con el sistema de castas instaurado en los a帽os de la esclavitud, sino que lo ha perpetuado con otros m茅todos, “cambiando el l谩tigo del capataz algodonero por un paquete de leyes destinadas a subyugar a la poblaci贸n negra empobrecida que habita los guetos urbanos”.
La noche de 2004 en que Barack Obama gan贸 sus primeras elecciones, Alexander daba mostraba alegr铆a porque pensaba que sus tres hijos crecer铆an en una sociedad menos racista que la que le hab铆a tocado a ella.
Al salir de la fiesta electoral, se encontr贸 con un coche patrulla donde varios polic铆as blancos bromeaban relajados frente a un detenido negro, al que manten铆an de rodillas en la acera con las manos esposadas a la espalda.
Para esa persona en concreto y para muchos como 茅l la victoria de Obama no significaba un gran cambio. ¿De verdad los ni帽os afroamericanos iban a crecer en un mundo mejor? ¿Guerra contra las drogas o contra los negros?.
Se帽ala que la estrategia principal para mantener la opresi贸n racista fue la "guerra contra las drogas", iniciada por el republicano Ronald Reagan en los a帽os ochenta. El cambio de paisaje ha sido brutal: la poblaci贸n reclusa de Estados Unidos pas贸 de menos de 350.000 presos en 1972 a m谩s de 2.000.000 en la actualidad.
No es una cuesti贸n de crimen, sino de raza: las estad铆sticas demuestran que todas las razas (incluida la blanca) consumen y venden drogas en porcentajes similares.
El libro de Alexander se ha convertido en una herramienta de lucha. The Campaign To End Jim Crow (esta 煤ltima expresi贸n designa las leyes de discriminaci贸n racial vigentes entre 1876 y 1965).
Recientemente, en Filadelfia se dio una ley para que los presos no puedan expresarse p煤blicamente. Del libro, brotan preguntas: ¿No estamos, b谩sicamente, ante los m茅todos que han escogido las 茅lites para gestionar el racismo en el siglo XXI?, responde Sa煤l Velasco Cruz, profesor de la Universidad Pedag贸gica Nacional de M茅xico.
En la ONU o la UNESCO se han registrado comentarios sobre las virtudes de la tolerancia, aprender a escuchar a los dem谩s, a comunicarse con ellos y entenderlos. Es el reconocimiento de la diversidad cultural.
Con el tiempo se ha observado con toda claridad, que el mercado ciertamente "ense帽a a tener iniciativa, pero no sentido de la justicia, ni de la responsabilidad social" (Mulgan, 1991: 39).Pero si el mercado no puede ense帽ar virtudes c铆vicas, se ha sugerido que la participaci贸n pol铆tica, en cambio, cuenta por s铆 sola con lo necesario para ello.
El modelo multicultural, que surgi贸 b谩sicamente en los Estados Unidos en la d茅cada de 1960 y que se extendi贸 hacia Canad谩, Australia y el Reino Unido… se propuso incorporar en la educaci贸n escolarizada las reivindicaciones de igualdad de oportunidades —incluyendo las reivindicaciones de clase social— enarboladas por distintas minor铆as 茅tnicas, religiosas.
Un reciente seminario entre universidades convocado en M茅xico se concluye que no hay ninguna garant铆a de que el racismo desaparezca con la eliminaci贸n del capitalismo. La capacidad de aplicar el racismo mediante la pol铆tica de estado es mayor en los pa铆ses donde hay un dominio de la econom铆a por parte del estado, que en las econom铆as liberales con m煤ltiples centros de poder econ贸mico.
Hoy la segregaci贸n entre hombres y mujeres negros incide en que las mujeres negras son las que menos ganan; y las tasas de desempleo reflejan una pauta semejante en t茅rminos de raza y g茅nero. La discriminaci贸n racial y la injusticia, presentes en m谩s de 400 a帽os, no pueden superarse en unos cuantos decenios de aplicaci贸n de pol铆ticas de acci贸n afirmativa.
La raza es la variable clave que explica las disparidades etnorraciales en el cuidado a la salud. En los programas sociales de hoy se alienta el empleo de quienes hablan m谩s de un idioma. Y no hay elementos para afirmar que el racismo desaparezca con la eliminaci贸n del capitalismo.