OPINI脫N de Amy Goodman
La insurrecci贸n del 6 de enero en Estados Unidos fue una forma de intentar derrocar la democracia: se incit贸 a una turba a asaltar el Capitolio y se amenaz贸 con matar a l铆deres clave que se atrevieron a renegar de la “gran mentira” de Trump acerca de que Biden hab铆a ganado las elecciones presidenciales de 2020 de forma fraudulenta. Aunque durante la insurrecci贸n varias personas perdieron la vida o resultaron heridas y edificios p煤blicos resultaron da帽ados, el Congreso de Estados Unidos igualmente logr贸 certificar los votos del Colegio Electoral, con un retraso de solo doce horas. El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, calific贸 la insurrecci贸n como la “amenaza m谩s peligrosa para la democracia” que ha presenciado hasta el momento: “Seg煤n el FBI, la principal amenaza de terrorismo dom茅stico en Estados Unidos proviene de extremistas que tienen motivaciones raciales o 茅tnicas, espec铆ficamente de aquellos que defienden la superioridad de la raza blanca”.
Actualmente est谩 en marcha un plan m谩s sofisticado para socavar la democracia. En todo el pa铆s, las legislaturas estatales controladas por el Partido Republicano est谩n apurando la aprobaci贸n de diversos proyectos de ley que tienen como objetivo restringir la participaci贸n electoral. Estas iniciativas, junto con la manipulaci贸n partidista de los distritos electorales que podr谩 realizarse a partir de los resultados del censo que se realiz贸 en 2020, podr铆an borrar un siglo y medio de luchas y avances para garantizar el derecho al voto de todos los ciudadanos estadounidenses. Asimismo, podr铆a poner al gobierno estadounidense bajo el control permanente de una minor铆a supremacista blanca.
El Centro Brennan para la Justicia ha estado siguiendo de cerca estos proyectos de ley que obstaculizan el voto. Hasta el 1 de abril, el centro hab铆a contado la asombrosa cantidad de 361 iniciativas de este tipo en 47 estados del pa铆s. Los estados de Georgia y Arizona ya han promulgado importantes leyes que restringen el derecho al voto. Ambos estados fueron bastiones republicanos durante d茅cadas. En las elecciones de 2020, Joe Biden gan贸 en ambos estados, al igual que los candidatos dem贸cratas al Senado Mark Kelly, en Arizona; y Jon Ossoff y Raphael Warnock, en Georgia. La victoria electoral de Biden en esos estados y la p茅rdida de esos tres esca帽os en el Senado, que provoc贸 que los republicanos perdieran el control de la C谩mara Alta, fue una derrota devastadora para el Partido Republicano.
Poco despu茅s de las elecciones, el senador republicano del estado de Carolina del Sur Lindsey Graham declar贸 en el canal Fox News: “Si los republicanos no impugnan el resultado [de las elecciones] y cambian el sistema electoral de Estados Unidos, nunca m谩s se elegir谩 a otro presidente republicano”. Los legisladores republicanos tomaron nota de la advertencia de Graham e inundaron el pa铆s con proyectos de ley sorprendentemente similares entre s铆, dise帽ados para restringir e impedir la participaci贸n electoral. Para ello han contado con la ayuda del Consejo Estadounidense de Intercambio Legislativo, o ALEC, por sus siglas en ingl茅s, uno de los principales grupos de lobby de derecha del pa铆s. En 1980, el difunto activista conservador Paul Weyrich, cofundador de la organizaci贸n de derecha The Heritage Foundation, expres贸 con claridad una directriz clave de la estrategia electoral republicana: “Nuestra ventaja en las elecciones aumenta considerablemente cuando la poblaci贸n que vota disminuye”.
Ari Berman, periodista de la revista Mother Jones y autor del libro “Give Us the Ballot: The Modern Struggle for Voting Rights in America” (Entr茅guennos las urnas: La lucha moderna por los derechos electorales en Estados Unidos), dijo en una entrevista con Democracy Now!: “El asunto aqu铆 no es ‘Dem贸cratas versus Republicanos’. Es ‘Republicanos versus democracia’. Est谩n dificultando la participaci贸n electoral de todos los votantes”.
Estos proyectos de ley impulsados por los republicanos apuntan a restringir la participaci贸n de votantes tradicionalmente dem贸cratas, principalmente de las comunidades de color de los centros urbanos. Para ello se ha recurrido a diversas t谩cticas. Entre ellas, excluir ciudadanos del padr贸n electoral; prohibir el voto a las personas que han recibido una condena por delitos graves; exigir la presentaci贸n de un documento de identidad con fotograf铆a para poder votar y dificultar el proceso de registro de votantes. Otras t谩cticas incluyen disminuir de manera dr谩stica las posibilidades para emitir el voto anticipadamente o por correo; reducir o eliminar la posibilidad de votar sin bajarse del veh铆culo para aquellas personas a las que se les dificulta la movilidad y limitar la cantidad de sitios para la recepci贸n de las papeletas de voto por correo y el n煤mero y la capacidad de los lugares de votaci贸n. Tambi茅n hay un esfuerzo concertado para volver a instalar una t谩ctica que se utilizaba en la 茅poca de las leyes segregacionistas de Jim Crow: la intimidaci贸n a los votantes por parte de los denominados “observadores electorales”, grupos de seguidores del Partido Republicano que se apostan en los centros de votaci贸n para “vigilar” el proceso electoral.
El gobernador republicano del estado de Arizona, Doug Ducey, acaba de promulgar un proyecto de ley que podr铆a eliminar a m谩s de 100.000 personas del padr贸n de votaci贸n anticipada del estado. En el estado de Georgia, antes de las elecciones de 2018, se excluy贸 del padr贸n electoral a una cantidad a煤n mayor de votantes, a instancias del entonces candidato republicano a gobernador Brian Kemp, quien se desempe帽aba en ese momento como secretario de Estado de Georgia y ten铆a a su cargo supervisar las mismas elecciones que luego ganar铆a por un estrecho margen. En el primer discurso que brind贸 en el hemiciclo del Congreso como senador por el estado de Georgia, el reverendo dem贸crata Raphael Warnock dijo: “Soy de un estado que elimin贸 a 200.000 personas del padr贸n electoral un s谩bado por la noche. Sabemos lo que est谩 sucediendo aqu铆: algunas personas no quieren que algunas otras personas voten”.
La draconiana ley electoral recientemente promulgada en el estado de Georgia, denominada “Ley de integridad electoral”, implement贸 una gran cantidad de m茅todos para vulnerar el derecho al voto. Incluso tipific贸 como delito entregar comida o agua a los votantes que se encuentran esperando en la fila su turno para votar. El estado de Florida promulg贸 un proyecto de ley similar, que incluye tambi茅n la prohibici贸n de entregarles a los votantes comida o agua en los centros de votaci贸n. El gobernador republicano del estado de Florida, Ron DeSantis, enfureci贸 a las cadenas de noticias del estado al concederle al programa de televisi贸n “Fox & Friends”, el favorito de Trump, seg煤n se dice, la transmisi贸n exclusiva de la ceremonia de promulgaci贸n de la ley.
Sin embargo, las noticias sobre la muerte de la democracia podr铆an ser en gran medida exageradas, gracias al impulso y la fuerza que est谩 cobrando el activismo de base para proteger el derecho al voto. Las organizaciones Public Citizen, Common Cause, Black Voters Matter, Indivisible y otras agrupaciones est谩n instando al Congreso a que apruebe una hist贸rica legislaci贸n a favor de la democracia este a帽o. La Resoluci贸n 1 de la C谩mara de Representantes, tambi茅n conocida como “Ley Para el Pueblo 2021”, restablecer铆a y ampliar铆a las protecciones instituidas en la Ley de Derecho al Voto de 1965, ocho a帽os despu茅s de que la Corte Suprema revocara parte de esa hist贸rica Ley de Derecho al Voto en una decisi贸n de 5 votos a favor y 4 en contra. Esta ley convertir铆a inmediatamente en ilegales a la mayor铆a de estos proyectos de ley de restricci贸n del derecho al voto.
Una presi贸n p煤blica fuerte y masiva ser谩 fundamental para que la Ley Para el Pueblo sea aprobada en el Senado. El difunto congresista John Lewis, un 铆cono de la lucha por el derecho al voto en Estados Unidos, escribi贸 en su 煤ltimo ensayo, publicado el d铆a de su funeral, en julio del a帽o pasado: “La democracia no es un estado. Es un acto. Cada generaci贸n debe hacer su parte […]. Debe meterse en lo que yo llamo 'buenos problemas', problemas necesarios”.
© 2021 Amy Goodman