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El apartheid de las vacunas y la variante delta

OPINI脫N de Amy Goodman y Denis Moynihan

El t茅rmino “delta” en ciencias y matem谩ticas denota una diferencia o una brecha; como el delta entre dos valores. En geograf铆a, el delta es el lugar donde un r铆o se encuentra con el mar, se dispersa y alcanza la mayor extensi贸n de todo su curso. En referencia a la pandemia de COVID-19, delta es una variante altamente contagiosa del virus SARS-CoV-2 que est谩 arrasando poblaciones no vacunadas en todo el mundo. Inicialmente denominada por los cient铆ficos como B.1.617.2, la variante delta es m谩s contagiosa que otras y puede provocar cuadros m谩s graves de COVID-19. La mejor protecci贸n contra esta u otras variantes del coronavirus es vacunarse. En pa铆ses ricos como Estados Unidos, donde m谩s del 62% de la poblaci贸n objetivo ha recibido al menos una dosis de la vacuna, las tasas de nuevos casos de COVID-19 y las muertes por la enfermedad son las m谩s bajas desde marzo de 2020 y contin煤an disminuyendo. Por el contrario, en los pa铆ses m谩s pobres del mundo, solo entre el 0,3% y el 0,9% de la poblaci贸n ha recibido una dosis de la vacuna y el virus se est谩 propagando de forma descontrolada.

Este delta entre ricos y pobres es el resultado del “apartheid” de las vacunas. Mientras persista esta inequidad, ninguno de nosotros estar谩 realmente a salvo.

“La pandemia ha mutado”, dijo recientemente en Democracy Now! Achal Prabhala, coordinador del proyecto AccessIBSA, que promueve el acceso a los medicamentos en India, Brasil y Sud谩frica. “Lo que antes era una calamidad de alcance mundial es ahora en gran parte un problema de los pa铆ses en desarrollo”.

Prabhala habl贸 con DN! desde su casa en India, que es el pa铆s donde se detect贸 por primera vez la variante delta. India, con una poblaci贸n de 1.400 millones de habitantes, est谩 experimentando un brote devastador de casos de COVID-19 y est谩 registrando hasta 4.000 muertes por d铆a a causa de la enfermedad. Prabhala continu贸: “Nuestro sistema de salud p煤blica simplemente no puede brindar un tratamiento adecuado a las personas de este pa铆s”.

A pesar de las malas noticias, Achal Prabhala tiene esperanzas. D铆as atr谩s, el activista indio copresidi贸 una sesi贸n de la Cumbre por el Internacionalismo de las Vacunas, que se llev贸 a cabo aproximadamente una semana despu茅s de la cumbre del G7 que tuvo lugar en el Reino Unido. La cumbre, organizada por la Internacional Progresista, fue convocada con car谩cter de urgente y cont贸 con la participaci贸n de los gobiernos de Argentina, M茅xico, Bolivia, Cuba y Venezuela, representantes de los gobiernos regionales de Kisumu, Kenia y el estado indio de Kerala, as铆 como tambi茅n l铆deres pol铆ticos, activistas sociales y otras personalidades de m谩s de 20 pa铆ses.

En conversaci贸n con Democracy Now!, Carina Vance Mafla, ex ministra de Salud de Ecuador, que presidi贸 junto a Prabhala la sesi贸n, expres贸: “Buscamos una alternativa a un sistema que b谩sicamente ha permitido que las vacunas contra la COVID-19 est茅n por completo concentradas en los pa铆ses de mayores ingresos. Tenemos frente a nosotros soluciones pr谩cticas que podr铆an resolver esta terrible desigualdad que estamos viendo a nivel mundial”.

Los participantes de la cumbre acordaron explorar una amplia gama de soluciones para abordar la pandemia. Estas incluyen una colaboraci贸n abierta para desarrollar tecnolog铆as para la producci贸n de vacunas contra la COVID-19; la fijaci贸n de precios justos y “solidarios” para dichas vacunas; compartir recursos en materia de regulaci贸n y capacidad de fabricaci贸n para acelerar la producci贸n de vacunas y equipos m茅dicos. Finalmente, tambi茅n se hizo un llamamiento para sumarse a una campa帽a de desobediencia colectiva e ignorar el sistema de monopolio de las patentes impuesto por las grandes corporaciones farmac茅uticas multinacionales y la Organizaci贸n Mundial del Comercio (OMC).

Los l铆deres de los pa铆ses del G7 se comprometieron durante la 煤ltima cumbre a donar mil millones de dosis de vacunas, pero la agencia de noticias Bloomberg inform贸 que la cifra real de las donaciones, sin contar las dosis ya prometidas, es en realidad m谩s cercana a las 613 millones de dosis. Seg煤n se estima, se necesitan entre nueve y once mil millones de dosis para vacunar completamente a todos los habitantes del planeta.

Achal Prabhala se帽al贸 sobre este plan de donaci贸n de vacunas: “[Esas vacunas] llegar谩n a estos pa铆ses pobres reci茅n a fines de 2021 o principios de 2022. Tengamos en cuenta que el mes pasado hubo un promedio de […] 15.000 muertes por d铆a en todo el mundo. Cuando vemos este tipo de cifras, un d铆a de retraso, una semana de retraso, un mes de retraso, un a帽o de retraso es casi criminal”.

En octubre de 2020, India y Sud谩frica propusieron una suspensi贸n de los derechos de propiedad intelectual de las vacunas contra la COVID-19 que est谩n amparados por el acuerdo comercial conocido como TRIPS, un acuerdo sobre aspectos comerciales de los derechos de propiedad intelectual suscrito por los pa铆ses miembro en el marco de la OMC. En mayo, el Gobierno de Biden sorprendi贸 a muchos al respaldar la propuesta sobre la exenci贸n de las patentes. Dicha suspensi贸n requerir铆a el consentimiento un谩nime de los 164 pa铆ses miembros de la OMC. Los grupos activistas temen que ello no podr铆a obtenerse antes de la pr贸xima conferencia ministerial de la organizaci贸n que se llevar谩 a cabo a principios de diciembre.

La revista The New England Journal of Medicine public贸 el mi茅rcoles un informe especial sobre las variantes de la COVID-19, en el que advierte que “las vacunas se est谩n distribuyendo con lentitud, en parte debido a las limitaciones en la capacidad de producci贸n y en parte debido al 'nacionalismo de las vacunas'”. La revista m茅dica agreg贸 que “el desarrollo de las vacunas […] deber铆a considerarse como una iniciativa internacional coordinada por la Organizaci贸n Mundial de la Salud que ayude a que los beneficios lleguen a todo el mundo”.

Terminar con el apartheid de las vacunas no puede esperar al calendario de la OMC. La donaci贸n de vacunas por parte de los pa铆ses ricos se necesita con urgencia. Pero las naciones pobres y en v铆as de desarrollo, y pa铆ses como Cuba y Venezuela que padecen las agobiantes sanciones de Estados Unidos, quiz谩s simplemente tengan que recurrir a esa desobediencia colectiva que propone la Internacional Progresista. Si lo hacen, el apoyo de los movimientos populares de Estados Unidos y de otros pa铆ses privilegiados cuyas poblaciones ya est谩n vacunadas ser谩 esencial, y eso podr谩 salvarnos a todos.

© 2021 Amy Goodman




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