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La doctrina Rumsfeld-Cebrowski

OPINI脫N de Thierry Meyssan


Hace 2 d茅cadas que el Pent谩gono viene aplicando la «doctrina Rumsfeld-Cebrowski» ‎en el «Medio Oriente ampliado». Varias veces se ha planteado extenderla a la ‎‎«Cuenca del Caribe» pero se ha abstenido de hacerlo, concentrando su poder铆o en ‎su blanco inicial. El Pent谩gono act煤a como un centro decisional aut贸nomo, que ‎de hecho escapa al poder del presidente de Estados Unidos. Es una administraci贸n ‎civil y militar que impone sus objetivos a otras fuerzas militares.‎
RED VOLTAIRE | PAR脥S (FRANCIA) | 25 DE MAYO DE 2021

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Los mapas que el Estado Mayor Conjunto estadounidense elabor贸 ‎en 2001, publicados en 2005 por el coronel Ralph Peters, a煤n siguen vigentes, en 2021, a la hora de determinar el accionar de las fuerzas armadas de ‎Estados Unidos.‎

En mi libro La gran impostura [1], yo escrib铆a, en marzo de 2002, que los atentados del 11 de septiembre ten铆an como ‎objetivo lograr que los estadounidenses aceptaran:‎
en su pa铆s, un sistema de vigilancia masiva –la Patriot Act o “Ley Patriota”–;
en el exterior, un regreso a la pol铆tica imperial, sobre lo cual no exist铆a entonces ning煤n ‎documento. ‎

Las cosas s贸lo comenzar铆an a verse m谩s claramente en 2005, cuando el coronel Ralph Peters, ‎quien trabajaba entonces como comentarista en Fox News, public贸 el famoso mapa del ‎Estado Mayor Conjunto, mapa que defin铆a el «redise帽o» del «Medio Oriente ampliado» (o ‎‎«Gran Medio Oriente») [2]. Aquel mapa provoc贸 gran agitaci贸n en todas las canciller铆as porque mostraba ‎que el Pent谩gono planeaba modificar las fronteras heredadas de la colonizaci贸n franco-brit谩nica ‎‎(los Acuerdos Sykes-Picot de 1916) sin apiadarse de ning煤n pa铆s de la regi贸n, fuese o no aliado ‎de Washington. ‎

Desde entonces, cada Estado de la regi贸n hizo todo lo posible para evitar la tormenta. Pero, ‎en vez de unirse con sus vecinos ante el enemigo com煤n, cada uno de ellos trat贸 de desviar ‎la mano del Pent谩gono para que golpeara “al de al lado”. El caso m谩s evidente fue el de ‎Turqu铆a, que cambi贸 repetidamente de casaca, hasta dar la impresi贸n de haberse convertido en un ‎perro loco. ‎

Se enfrentan dos visiones del mundo. Desde el a帽o 2001, el Pent谩gono ‎considera que el enemigo estrat茅gico de Estados Unidos es… la estabilidad. Pero Rusia estima que la estabilidad es la condici贸n necesaria para la paz.

Pero el mapa dado a conocer por el coronel Peters –quien detestaba al entonces secretario ‎de Defensa Donald Rumsfeld– no permit铆a entender todo el conjunto del proyecto. Ya en el ‎momento de los atentados del 11 de septiembre, el propio Peters hab铆a publicado en ‎‎Parameters, la revista del US Army (las fuerzas terrestres estadounidenses), un art铆culo ‎‎ [3] donde ‎mencionaba el mapa que publicar铆a finalmente 4 a帽os despu茅s. En aquel art铆culo, el coronel ‎Peters suger铆a que el Estado Mayor Conjunto se dispon铆a a convertir en realidad los contornos ‎de su mapa cometiendo cr铆menes atroces a trav茅s de proxis, para no ensuciarse las manos. ‎En aquel momento se pod铆a pensar que ser铆an ej茅rcitos privados, pero la experiencia mostr贸 que ‎estos tampoco pueden implicarse en cr铆menes contra la humanidad. ‎

La clave del proyecto era la llamada «Oficina para la Transformaci贸n de la Fuerza» (Office of ‎Force Transformation), creada en el Pent谩gono por Donald Rumsfeld en los d铆as posteriores a los ‎atentados del 11 de septiembre. A la cabeza de esa Oficina para la Transformaci贸n de la Fuerza, ‎Rumsfeld puso al almirante Arthur Cebrowski. El almirante Cebrowski, reconocido estratega, ‎hab铆a concebido la informatizaci贸n de las fuerzas armadas estadounidenses [4]. Parec铆a que aquella Oficina deb铆a completar aquel trabajo ‎de Cebrowski, aunque ya nadie se opon铆a a la reorganizaci贸n. Pero no era as铆, la Oficina hab铆a ‎sido creada para transformar la misi贸n de las fuerzas armadas estadounidenses y as铆 ‎lo demuestran las grabaciones existentes de algunas de las conferencias que Cebrowski impart铆a‎ ‎en las academias militares. ‎

El almirante Arthur Cebrowski pas贸 3 a帽os impartiendo cursos a los altos oficiales ‎estadounidenses… que hoy son generales. ‎

El “Medio Oriente ampliado” o “Gran Medio Oriente” no es el 煤nico ‎blanco fijado por el almirante Cebrowski. Su estrategia destructiva se extiende a todas las ‎regiones no integradas a la econom铆a globalizada. ‎

Lo que el almirante Cebrowski ense帽aba en sus cursos era bastante simple:
La econom铆a mundial est谩 “globaliz谩ndose”. Para seguir siendo la primera potencia mundial, ‎Estados Unidos tendr铆a que adaptarse al capitalismo financiero. La mejor manera de hacerlo ‎ser铆a garantizar a los pa铆ses desarrollados que podr谩n explotar los recursos naturales de los pa铆ses ‎pobres sin obst谩culos pol铆ticos.
Partiendo de esa premisa, Cebrowski divid铆a el mundo en dos sectores: de un lado, las econom铆as ‎globalizadas –incluyendo Rusia y China– destinadas a ser mercados estables. Del otro lado, ‎todos los dem谩s pa铆ses, donde habr铆a que destruir las estructuras e instituciones que conforman ‎los Estados, hundi茅ndolos as铆 en el caos para garantizar a las transnacionales la posibilidad de ‎explotar las riquezas de esos pa铆ses sin encontrar resistencia.
Para lograr eso hay que dividir a los ‎pueblos no globalizados recurriendo a criterios 茅tnicos y se impone dominar en el plano ‎ideol贸gico. ‎

La primera regi贸n donde se pondr铆a en pr谩ctica esa doctrina ser铆a la zona arabo-musulmana que ‎va desde Marruecos hasta Pakist谩n –exceptuando Israel y dos microestados vecinos, Jordania y ‎L铆bano, que tendr铆an que evitar la propagaci贸n del incendio. Eso es lo que el Departamento ‎de Estado llam贸 el «Medio Oriente ampliado» o «Gran Medio Oriente». Los contornos ‎no se definieron en funci贸n de las reservas de petr贸leo que all铆 existen sino de elementos ‎culturales comunes entre sus poblaciones. ‎

La guerra que el almirante Cebrowski imaginaba tendr铆a que abarcar, en un primer momento, ‎toda esa regi贸n, sin tener en cuenta las divisiones o alianzas surgidas en la guerra fr铆a. ‎En otras palabras, Estados Unidos ya no tendr铆a amigos ni enemigos. El enemigo tampoco ‎se defin铆a ya en t茅rminos de ideolog铆a (como la oposici贸n entre capitalistas y comunistas) ni de ‎religi贸n (como en el «choque de civilizaciones») sino 煤nicamente por su no integraci贸n a la ‎econom铆a globalizada del capitalismo financiero. Nada podr铆a proteger a quienes tuviesen la ‎desgracia de ser independientes. ‎

Al contrario de las guerras anteriores, destinadas a permitir que Estados Unidos pudiese acaparar ‎los recursos naturales, la nueva guerra pondr铆a los recursos al alcance de todos los Estados ‎globalizados. Estados Unidos ni siquiera se interesar铆a ya por la captaci贸n de recursos naturales ‎sino que tender铆a sobre todo a dividir el trabajo a escala planetaria y a hacer que los dem谩s ‎trabajaran por 茅l. ‎

Todo eso implicar铆a cambios t谩cticos en la manera de hacer la guerra ya que no se tratar铆a ‎ganar sino de imponer una «guerra sin fin», seg煤n la f贸rmula utilizada por el entonces ‎presidente George Bush hijo. Y, efectivamente, hemos visto como todas las guerras iniciadas ‎desde el 11 de septiembre de 2001 todav铆a contin煤an actualmente en 5 frentes diferentes: ‎Afganist谩n, Irak, Libia, Siria y Yemen. ‎

Poco importa que gobiernos aliados interpreten esas guerras seg煤n lo que afirman los medios de ‎comunicaci贸n de Estados Unidos: no son guerras civiles sino etapas de un plan trazado por ‎el Pent谩gono. ‎Esquire Magazine, marzo de 2003.‎

La «doctrina Cebrowski» sacudi贸 las fuerzas armadas de Estados Unidos. Su asistente, Thomas ‎Barnett, redact贸 un art铆culo para Esquire Magazine [5] y luego, para ‎presentarla m谩s detalladamente, public贸 un libro titulado El nuevo mapa del Pent谩gono: guerra ‎y paz en el siglo 21 [6].‎



En su libro, publicado despu茅s del fallecimiento del almirante Cebrowski, Barnett se atribuye la ‎paternidad de la estrategia trazada por Cebrowski, lo cual debe ser interpretado s贸lo como ‎una maniobra del Pent谩gono para no asumir su concepci贸n. Lo mismo sucedi贸 antes con el ‎‎«choque de civilizaciones» –inicialmente se hablaba de la «doctrina Lewis», un truco de ‎propaganda concebido en el Consejo de Seguridad Nacional para vender nuevas guerras a la ‎opini贸n p煤blica estadounidense, y fue presentado p煤blicamente por el asistente de Bernard Lewis, ‎Samuel Huntington, como la descripci贸n universitaria de una realidad inevitable. ‎

La aplicaci贸n de la doctrina Rumsfeld-Cebrowski ha tropezado con numerosos escollos, ‎algunos originados en el mismo Pent谩gono y otros por las respuestas de los pueblos a los que ‎se quer铆a aplastar. Por ejemplo, el almirante William Fallon, fue obligado a dimitir como jefe del ‎CentCom por haber tratado de negociar –por propia iniciativa– una paz razonable con el gobierno del ‎entonces presidente iran铆 Mahmud Ahmadineyad. La dimisi贸n del almirante Fallon fue provocada ‎precisamente por… el propio Barnett, quien public贸 un art铆culo donde acusaba a Fallon de haber ‎hecho declaraciones injuriosas contra el entonces presidente Bush hijo. En Siria el fracaso de los ‎intentos de destruir el Estado sirio se debe a la resistencia del pueblo sirio y a la entrada en ‎escena de las fuerzas armadas rusas. En el caso de Siria, el Pent谩gono se ha dedicado ‎煤ltimamente a quemar las cosechas y a organizar un bloqueo comercial para rendir a los sirios ‎por hambre, actos de abyecto revanchismo que demuestran que no ha logrado destruir el ‎Estado sirio. ‎

Durante su campa帽a electoral, Donald Trump se pronunci贸 p煤blicamente contra la «guerra ‎sin fin» y por el regreso de los soldados estadounidenses a casa. Durante su mandato, Trump logr贸 ‎impedir que el Pent谩gono iniciara nuevas guerras, tambi茅n logr贸 repatriar cierta cantidad de ‎tropas, pero no pudo “domar” al Pent谩gono, que por su parte desarroll贸 sus fuerzas especiales ‎bajo el modo de «Signature reduction» [7] y logr贸 destruir ‎el Estado liban茅s sin usar soldados de manera visible. Y ahora el Pent谩gono est谩 aplicando esa ‎misma estrategia en Israel, donde organiza indistintamente pogromos anti谩rabes y antijud铆os ‎en medio de la coyuntura del enfrentamiento entre el Hamas e Israel. ‎

En varias ocasiones el Pent谩gono trat贸 de extender la «doctrina Rumsfeld-Cebrowski» a la ‎Cuenca del Caribe. All铆 planific贸 no el derrocamiento del gobierno del presidente Nicol谩s Maduro ‎sino la destrucci贸n del Estado venezolano, pero acab贸 posponiendo la operaci贸n. ‎

Los 8 miembros del Estado Mayor Conjunto estadounidense.‎

Todo nos demuestra que el Pent谩gono se ha convertido en un poder aut贸nomo. Dispone de un ‎presupuesto astron贸mico ascendente a 740 000 millones de d贸lares, o sea el doble del ‎presupuesto anual de todo el Estado franc茅s. En la pr谩ctica, el poder del Pent谩gono se extiende ‎mucho m谩s all谩 de las fronteras de Estados Unidos ya que tambi茅n controla el conjunto de los ‎Estados miembros de la OTAN. ‎

Se supone que el Pent谩gono tendr铆a que rendir cuentas al presidente de Estados Unidos. Pero las ‎experiencias de los presidentes Barack Obama y Donald Trump demuestran todo lo contrario. ‎El presidente Obama no pudo imponer al general John Allen la pol铆tica que quer铆a aplicar contra ‎el Emirato Isl谩mico (Daesh) y el presidente Trump fue simplemente enga帽ado por el CentCom ‎cuando quiso retirar las tropas estadounidenses del Medio Oriente, espec铆ficamente de Irak ‎y Siria. Y nada permite pensar que actuar谩 de otra manera con el presidente Joe Biden.‎

La reciente carta abierta de un amplio grupo de generales estadounidenses retirados [8] es una muestra de que ya nadie sabe qui茅n dirige las fuerzas armadas de ‎Estados Unidos. Es cierto que el an谩lisis pol铆tico que hacen los firmantes de esa carta abierta es ‎digno de los tiempos de la guerra fr铆a, pero eso no resta valor a su se帽alamiento: la ‎administraci贸n federal y los generales del Pent谩gono ya no est谩n en la misma ‎frecuencia. ‎

El periodista estadounidense William Arkin demostr贸 en el Washington Post que, despu茅s de los ‎atentados del 11 de septiembre de 2001, el Estado federal organiz贸 toda una nebulosa de ‎agencias supervisadas por el Departamento de Seguridad de la Patria o Homeland Security ‎‎ [9]. Esas agencias interceptan y archivan en secreto las ‎comunicaciones de todas las personas que viven en Estados Unidos. Ahora, Arkin acaba de ‎revelar en Newsweek que, por su parte, el Departamento de Defensa cre贸 fuerzas especiales ‎secretas no vinculadas a las que act煤an portando uniformes estadounidenses [10]. ‎Esas son las fuerzas que hoy est谩n a cargo de la aplicaci贸n de la doctrina Rumsfeld-Cebrowski, ‎sin importar qui茅n est茅 en la Casa Blanca ni su pol铆tica exterior. ‎

El Pent谩gono se ha dotado de una fuerza especial clandestina que cuenta ‎‎60 000 efectivos. Sus miembros no aparecen en ning煤n documento oficial y operan ‎sin uniforme. Supuestamente destinados a luchar contra el terrorismo, en realidad ‎lo practican. Mientras tanto, las fuerzas armadas cl谩sicas est谩n dedicadas a luchar ‎contra Rusia y China.

En 2001, cuando el Pent谩gono atac贸 Afganist谩n y posteriormente Irak, lo hizo recurriendo a sus ‎fuerzas armadas cl谩sicas –no ten铆a otras– y a las de su aliado brit谩nico. Pero durante la «guerra ‎sin fin» en Irak, los militares estadounidenses conformaron fuerzas yihadistas iraqu铆es –sunnitas ‎y tambi茅n chiitas– para hundir el pa铆s en la guerra civil [11]. Una de esas fuerzas, originada en el seno de al-Qaeda, fue utilizada en Libia, en 2014, ‎bajo la denominaci贸n de Daesh. Poco a poco, esos grupos han reemplazado a las fuerzas ‎armadas de Estados Unidos para hacer el trabajo sucio que el coronel Ralph Peters describ铆a ‎en 2001. ‎

Hoy en d铆a, nadie ha visto soldados con uniformes estadounidenses en Yemen, L铆bano o Israel. ‎El Pent谩gono incluso resalta medi谩ticamente la retirada de los que est谩n desplegados en otros ‎pa铆ses. Pero existe una fuerza especial clandestina de 60 000 efectivos –sin uniforme– cuya ‎misi贸n es sembrar el caos en esos pa铆ses a trav茅s de supuestas guerras civiles. ‎

Thierry Meyssan





[1] Todo el mundo cree que ese libro est谩 dedicado a los atentados ‎del 11 de septiembre de 2001, pero no es as铆. S贸lo la primera parte, titulada “Una escenificaci贸n ‎sangrienta”, est谩 dedicada a demostrar que lo que se afirma en la versi贸n oficial es ‎materialmente imposible. Las otras dos partes est谩n dedicadas a la pol铆tica de vigilancia masiva ‎‎(“Muerte de la democracia en Estados Unidos”) y al subsiguiente proyecto imperial (“El imperio ‎ataca”).

[2] “Blood borders. How a better Middle East would look”, Ralph Peters, Armed Forces Journal, 1潞 de ‎junio de 2006.

[3] “Stability. America’s ennemy”, Ralph Peters, Parameters, #31-4, invierno de 2001.

[4] Transforming ‎Military Force. The Legacy of Arthur Cebrowski and Network Centric Warfare, James R. Blaker, ‎Praeger Security International, 2007.

[5] “Why the Pentagon Changes Its Maps. And ‎why we’ll keep going to war”, Thomas Barnett, Esquire Magazine, marzo de 2003.

[6] The Pentagon’s New Map: War and Peace in the Twenty-first Century, ‎Thomas P. M. Barnett, Paw Prints (2004).

[7] «Seg煤n Newsweek, el Pent谩gono tiene ‎fuerzas ‎especiales secretas 10 veces ‎superiores a las de la CIA», Red Voltaire, 19 de mayo de 2021.

[8] “Open ‎Letter from Retired Generals and Admirals”, Voltaire Network, 9 de mayo ‎de 2021.

[9] Top Secret America: The Rise of the New American Security State, William M. Arkin y Dana ‎Priest, Back Bay Books, 2012.

[10] “Exclusive: Inside ‎the Military’s Secret Undercover Army”, William M. Arkin, Newsweek, 17 de mayo de 2021.

[11] De la impostura del 11 de septiembre a Donald Trump, p. 101 y siguientes, Thierry Meyssan, Orfila, ‎‎2017.




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