Gabriel Garc铆a M谩rquez nunca fue amigo de las grabadoras ni de la transcripci贸n literal de las grabaciones palabra por palabra.
"Los entrevistadores piensan que aquella ser谩 la entrevista de su vida, y est谩n asustados. Lo que no saben (y es muy 煤til que lo sepan) es que todos los entrevistados con sentido de la responsabilidad est谩n m谩s asustados que ellos”
Gabriel Garc铆a M谩rquez entrevista a Pablo Neruda
Periodista durante toda su vida, Gabriel Garc铆a M谩rquez rara vez public贸 una entrevista. Le gustaba realizarla para luego crear una cr贸nica o un reportaje m谩s a fondo, pero nunca estuvo a favor de este g茅nero, menos desde que se utilizaban magnet贸fonos y ya no se usaba la memoria y los apuntes. Las pocas que lleg贸 a publicar prefer铆a denominarlas “conversaciones” para darles un enfoque diferente.
Sus verdaderos pensamientos sobre las entrevistas surgieron tras la publicaci贸n de Cien a帽os soledad (1967), novela que lo catapult贸 a lo m谩s alto y, con ello, la consiguiente persecuci贸n de los medios de comunicaci贸n. Seg煤n declaraba, conced铆a una media de doce entrevistas al a帽o y con esa experiencia se dio cuenta de los defectos de los entrevistadores y de c贸mo deca铆a el g茅nero con los a帽os.
Aqu铆 os dejamos diez reflexiones del escritor colombiano sobre el g茅nero de las entrevistas:
Entrevistas entre el amor y el odio.
“El g茅nero de la entrevista abandon贸 hace mucho tiempo los predios rigurosos del periodismo para internarse con patente de corso en los manglares de la ficci贸n”, asegura Garc铆a M谩rquez, para quien la mayor铆a de los entrevistadores “no han aprendido que las entrevistas son como el amor: se necesitan por lo menos dos personas para hacerlas, y solo sale bien si esas dos personas se quieren”.
Contra la magnificaci贸n viciosa de la entrevista.
Garc铆a M谩rquez asegura que “la grabadora es la culpable de la magnificaci贸n viciosa de la entrevista. La radio y la televisi贸n, por su naturaleza misma, la convirtieron en el g茅nero supremo, pero tambi茅n la prensa escrita parece compartir la idea equivocada de que la voz de la verdad no es tanto la del periodista que vio como la del entrevistado que declar贸”.
El periodismo NO es la entrevista.
“No es cuesti贸n de imaginaci贸n sino una falla profesional importante el pensar que el periodismo es la entrevista”, declara el escritor.
Hacia un manejo 茅tico y profesional de la grabadora.
Para Garc铆a M谩rquez, “el manejo profesional y 茅tico de la grabadora est谩 por inventar. Alguien tendr铆a que ense帽arles a los colegas j贸venes que la cassete no es un sustituto de la memoria, sino una evoluci贸n de la humilde libreta de apuntes que tan buenos servicios prest贸 en los or铆genes del oficio. La grabadora oye, pero no escucha. Es fiel, pero no tiene coraz贸n”
Escuchando los latidos del coraz贸n.
Asegura que “un buen entrevistador debe ser capaz de sostener con su entrevistado una conversaci贸n fluida y de reproducir luego la esencia de ella a partir de unas notas muy breves. El resultado no ser谩 literal, por supuesto, pero creo que ser谩 m谩s fiel y, sobre todo, m谩s humano”.
Saber terminar una entrevista.
Lo m谩s dif铆cil de una entrevista no es saber por d贸nde empezarla, sino d贸nde terminarla”, en opini贸n de Gabo.
Entrevistas que se redactan como poemas.
Seg煤n Garc铆a M谩rquez, “la mayor铆a de los periodistas ponen a funcionar la grabadora y piensan que el respeto hacia la persona interrogada consiste en transcribir palabra por palabra lo que ha dicho. La grabadora deber铆a servir 煤nicamente para reunir los elementos que el periodista seleccionar谩 despu茅s e interpretar谩 a su manera. En ese sentido, es posible realizar una entrevista de la misma manera como se escribe una novela o un poema”.
El resfriado de Frank Sinatra.
“La mejor entrevista que he le铆do en mi vida fue la que trat贸 de hacerle Gay Talese a Frank Sinatra”, recuerda el escritor colombiano. A Sinatra no se le ocurri贸 nada mejor que enfermarse y durante una semana cancel贸 encuentro tras encuentro. “脡so es la entrevista de Talese: la historia de c贸mo no pudo entrevistarlo durante toda esa semana”, recalca el escritor.
Los miedos de entrevistador y entrevistado.
Afirma Garc铆a M谩rquez que “hay entrevistadores de diversas clases, pero todos tienen dos cosas en com煤n: piensan que aquella ser谩 la entrevista de su vida, y est谩n asustados. Lo que no saben (y es muy 煤til que lo sepan) es que todos los entrevistados con sentido de la responsabilidad est谩n m谩s asustados que ellos”.
La trascendencia de las peque帽as cosas.
“La entrevista tiene una desventaja: cualquier cosa que no sea trascendental para arreglar el mundo se considera fr铆vola . Y creo que esto viene de la radio y de la televisi贸n”, concluye.
AMI (Asociaci贸n de Medios de Informaci贸n)