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“Ruge el río Maritsa”

El 6 de septiembre de 1885 Bulgaria vuelve a convertirse en un Estado unificado

"Shumi Maritsa" (en búlgaro: Шуми Марица, pronunciado [ʃoˈmi mɐˈritsɐ]) fue el himno nacional búlgaro desde 1886 hasta 1947. La música se deriva de la canción popular alemana "Wenn die Soldaten durch die Stadt marschieren" que fue muy popular en Bulgaria a mediados del siglo XIX. El texto original fue escrito por Nikola Zhivkov, un director en Veles (ahora en Macedonia del Norte). La letra fue editada muchas veces, sobre todo en 1912 por el poeta Ivan Vazov. El título se refiere al río Maritsa. Literalmente se traduce como "Maritsa hace ruido", pero la connotación es más cercana a "Maritsa ruge".

Entrada del príncipe Alejandro I en Plovdiv, 10 de septiembre de 1885

El 3 de marzo de 1878 se cumplía el sueño largamente anhelado por los patriotas búlgaros: después de la presencia de cinco siglos del Imperio Otomano en Bulgaria, el país volvía a ocupar su lugar en el mapa político europeo. La libertad por fin había llegado, casi todos los búlgaros se encontraban en las fronteras del nuevo Estado y el mar Egeo de nuevo lavaba la costa búlgara. Sin embargo, la alegría de las cadenas rotas duró poco. En verano de ese mismo año Bulgaria fue fragmentada y el ideal nacional de los renacentistas búlgaros fue machacado. 

El 13 de julio de 1878, tres meses después de la firma del Tratado de Paz de San Stéfano, las Grandes Potencias dividieron Bulgaria en cinco partes: el Principado de Bulgaria, vasallo del sultán; la Provincia Autónoma Rumelia Oriental; el norte de Dóbrudzha pasó a formar parte de Rumanía; las ciudades de Nis, Pirot y Vrania, fueron anexadas al territorio serbio; y Macedonia, Tracia Oriental y Occidental quedaron bajo el poder directo del sultán. Desde aquel instante, la política del país estaría orientada a la unificación de todos los territorios poblados por búlgaros.

Por iniciativa del escritor revolucionario Zajari Stoyanov (eminente historiador, escritor y revolucionario búlgaro), en febrero de 1885 fue creado en Plovdiv el tercer Comité Revolucionario Central Secreto, que desempeñó un papel clave en la Unificación del Principado de Bulgaria y Rumelia Oriental. El movimiento unionista centró su labor no solo en la creación de una red de comités, sino en la búsqueda de apoyo político dentro y fuera del país.

Activistas del CRCS, Plovdiv, verano de 1885. Tercero y cuarto por la izquierda, sentados en la primera fila: Prodan Tishkov - Chardafon y Zahariy Stoyanov. Foto: Dimitar Kavra

El Comité Revolucionario Central Secreto fijó el 15 de septiembre como fecha de inicio de una insurrección, cuyo objetivo era derrocar del poder al gobernador principal, Gavril Krástevic, y el Gobierno de Plovdiv (la ciudad más importante en Rumelia Oriental). El 5 de septiembre los ciudadanos se reunieron alrededor del konak (la sede de la autoridad otomana), llamados por el sonar de las campañas de la iglesia. Zajari Stoyanov anunciaba en una proclamación la noble empresa con las palabras: “¡Hermanos! ¡Ha llegado la hora de la unificación!”. Así, en la noche del 6 de septiembre, tropas encabezadas por el mayor Danaíl Nikolaev tomaron el control sobre la ciudad de Plovdiv y, sin que nadie opusiera resistencia, derrocaron del poder al Gobierno y al gobernador Gavril Krástevic. Rumelia Oriental rechazó la supremacía del sultán y declaró su anexión al Principado de Bulgaria.

El Archivo Sonoro de Radio Nacional de Bulgaria guarda el relato del historiador militar Gueorgui Marin, quien transmitió los testimonios de su abuelo sobre el inicio de la adhesión de Rumelia Oriental al Principado de Bulgaria en la aldea de Golamo Konare (que hoy se denomina Saedinenie, o sea, Unificación). 

“Antes de la Unificación, desde Plovdiv fue enviado el prefecto Pétar Dimitrov. Prodan Tishkov (sargento mayor de la milicia de Rumelia Oriental y participante activo en la Guerra Ruso–Turca de 1877–1878, libertadora para Bulgaria) dijo a unos jóvenes que estaría enfermo, pidiéndoles que encaminasen al prefecto a su casa. Prodan Tíshkov residía en la casa en que se escondía Zajari Stoyanov. Los jóvenes la cercaron y, cuando Pétar Dimitrov llegó, lo detuvieron, después de lo cual hicieron sonar la campana de la iglesia y comenzaron a formar las tropas. Se reunieron unos 2500 hombres armados, el grupo mayor se encaminó a Plovdiv y el menor a organizar la lucha en el resto de las aldeas. A 3 kilómetros de Plovdiv toparon con la gendarmería ecuestre enviada a Golamo Konare para liberar al prefecto. Entonces el líder de la tropa, Prodan Tíshkov, ordenó que se arrodillaran para disparar. Quienes formaban parte de la primera tropa dispararon una vez sobre las cabezas de los jinetes. Ellos dieron marcha atrás y huyeron en dirección a Plovdiv. De allí alcanzamos el puente del río Maritsa en Karshiaka*”.

El príncipe Alejandro I de Battenberg expresó su apoyo a la Unificación y en una proclamación consintió que se denominara “príncipe del norte y del sur de Bulgaria”. Sin embargo, con sus acciones los búlgaros violaron el Tratado de Berlín que fragmentó sus tierras, lo que provocó la protesta de las Grandes Potencias y del sultán. Serbia declaró la guerra a Bulgaria, pero sufrió una derrota en una batalla decisiva cerca de la ciudad de Slívnitsa. 

„Cruzando la frontera serbio-búlgara“, del artista Antoni Piotrowski

Después de la fulminante derrota que el joven ejército búlgaro atestó al experimentado y mejor armado ejército serbio en una guerra que duró apenas dos semanas, el prestigio de Bulgaria en el escenario internacional fue creciendo. El 24 de marzo de 1886 en Estambul los embajadores de las Grandes Potencias firmaron un acta que reconocía la Unificación.

A pesar de que el territorio de la Bulgaria actual no abarca sus fronteras étnicas, en la época de su auge el país tenía salida a tres mares: el Negro, el Egeo y el Adriático. Hoy en día los búlgaros se sienten espiritualmente unidos a la Europa moderna, donde las divisiones físicas tienen cada vez menos importancia.


“Ruge el río Maritsa”






El 6 de septiembre, el Día de la Unificación de Bulgaria, resuena invariablemente en este país una de las canciones emblemáticas de las últimas décadas del siglo XIX, una época realmente heroica para Bulgaria. “Ruge el río Maritsa” era la canción que entonaban los voluntarios búlgaros que combatían en la Guerra Ruso–Turca de 1877–1878, liberadora para Bulgaria. Posteriormente, esta canción levantaba el ánimo combativo y acompañaba los éxitos del Ejército búlgaro en los campos de batalla de las Guerras Balcánicas.

”Hijos de Bulgaria, el mundo todo nos está mirando.

Vayamos al combate para lograr un triunfo glorioso

y hacer el nombre de nuestra patria aún más honroso.

Al lado de nuestro general hemos de marchar.

Volemos a la batalla encarnizada,

derrotemos al enemigo huyendo en desbandada.

Vamos adelante”.

La letra de la primera versión es de Nikola Zhivkov, personalidad destacada de la Ilustración nacional, periodista, autor de libros de texto, fundador de la primera guardería infantil en Bulgaria, auténtico prócer del Renacimiento Nacional Búlgaro (ss. XVIII a XIX). Tras la Unificación de Bulgaria en 1885, la canción, ya con letra de Iván Vazov, patriarca de la literatura búlgara, se convirtió en Himno Nacional de Bulgaria y oficialmente existió como tal hasta el año 1948.

La información y testimonios más difundidos sobre el origen de la melodía se remontan a mediados del siglo XIX, cuando tras la derrota de la revolución en el Imperio austriaco (1848), un nutrido grupo de húngaros, incluido Lajos Kossuth, se asentaron en la ciudad búlgara de Shumen. Uno de ellos era Míhai Shafran, fundador de la primera orquesta búlgara de corte europeo. Uno de los temas musicales populares interpretados por aquella orquesta, convertido en una canción con letra búlgara, luego serviría de fundamento a la música de “Ruge el río Maritsa”. A la versión que ha trascendido hasta hoy en día ha hecho el arreglo el renombrado compositor búlgaro Alexándar Tanev.

Considerada injustamente como uno de los símbolos del gobierno monárquico de Bulgaria, la canción acabó prohibida durante algún tiempo. Tras los cambios políticos ocurridos en Bulgaria en 1989, volvió a ocupar su puesto al lado de las marchas patrióticas y se suele interpretar en las fiestas patrias.


*Karshiaka: un barrio de la ciudad de Plovdiv 

Fotos: militarymuseum.bg, archivo

Radio Bulgaria

Diana Tsankova, Hristina Táseva, Albena Bézovska y  Mijail Mijailov

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