Despu茅s de un largo verano manteni茅ndose el pulso entre subir o no el Salario M铆nimo Interprofesional (SMI) para lo que resta de 2021, el gobierno espa帽ol ha decidido elevar la cuant铆a del SMI. El Ministerio de Trabajo -tras la 煤ltima reuni贸n mantenida con las organizaciones empresariales y sindicales- aunque no haya pacto, aprobar谩 en Consejo de ministros una subida de 15 euros para los meses que queden. Una subida que deber谩 completarse en 2022 y 2023 para que llegue al 60% del salario medio.
Porque ese es el compromiso del Gobierno para esta legislatura, y adem谩s en adecuaci贸n a la propuesta de la Uni贸n Europea. Por ello, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Econom铆a Social, Yolanda D铆az, ha declarado que, aunque no exista acuerdo con los agentes sociales, habr谩 subida del SMI este mismo mes de septiembre; porque el Gobierno no est谩 obligado a pactarla, s贸lo a consultarles. Los posteriores aumentos ser铆an de 31 euros en 2022 y 2023, alcanzando as铆 los 1.027 euros mensuales.
A帽adir 15 euros a los actuales 950 mensuales por catorce pagas supondr铆a un escaso incremento en torno al 1,6%. Lo que se considera una subida insuficiente por parte de los sindicatos. El vicesecretario general de Pol铆tica Sindical de UGT, Mariano Hoya, considera que al menos deber铆a aplicarse este a帽o un alza de 25 euros, una subida que ven moderada, sensata y prudente y que se ajusta a la situaci贸n real de la econom铆a. Por su parte, la secretaria de Acci贸n Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, ha advertido de que la propuesta del Gobierno no garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo en 2021. Los precios de la electricidad han subido 14 veces m谩s que la subida del SMI propuesta por el Gobierno. Y es la primera vez desde 2011 que el IPC sube m谩s que el salario m铆nimo.
El SMI es percibido actualmente por m谩s de 1,5 millones de trabajadores, principalmente pertenecientes a los sectores econ贸micos que m谩s han sufrido el impacto de la pandemia. Tres de cada cuatro contratados con salario m铆nimo trabajan en el sector servicios -especialmente en hosteler铆a y turismo- donde se aglutinan casi 1,2 millones de los empleados. El segundo es la construcci贸n, que concentra a algo m谩s de 200.000 personas, y solo 91.000 pertenecen a la industria y otros 50.000 a la agricultura.
Recordemos la comparativa del SMI con distintos pa铆ses europeos en 2020 que encabeza Luxemburgo con 2.202€ mensuales en 12 pagas al a帽o, seguida de Irlanda (1.706,9€), Pa铆ses Bajos (1.680,0€), B茅lgica (1.625,7€), Alemania (1.584,0€), Reino Unido (1.583,3€) y Francia (1.539,4€), todos por delante de Espa帽a (1.108,3€, convirtiendo las 14 pagas en 12). Muy por detr谩s estar铆an Grecia (758,3€) y Portugal (740,8€). Y por debajo de los 500 euros se encontrar铆an Hungr铆a (487,1€), Ruman铆a (466,2€) y Letonia (430,0€).
Subir el SMI junto con otras medidas de redistribuci贸n de la riqueza
Sigue bien viva la pol茅mica sobre si la subida del salario m铆nimo es un lastre para las empresas, o, por el contrario, significar铆a un revulsivo para la econom铆a espa帽ola.
Unos mayores ingresos de los trabajadores que lo cobran supone un progresivo aumento del consumo -especialmente de productos de primera necesidad- y tiene un efecto positivo para el desarrollo general del mercado interno -como todos los aumentos salariales del resto de los trabajadores-, y por tanto para el crecimiento de las peque帽as y medianas empresas (pymes) y los aut贸nomos -que conjuntamente suponen el 80% de los puestos de trabajo en nuestra econom铆a- por la mejora generalizada de la actividad econ贸mica dentro de nuestro pa铆s. Lo que no ocurre en el caso de las grandes empresas monopolistas exportadoras, que maximizan sus beneficios con una mano de obra lo m谩s barata posible.
Evidentemente, la subida de los salarios genera inmediatamente un aumento del coste de la fuerza de trabajo, algo que para las pymes en apuros tras la pandemia puede suponer una dificultad a帽adida, e incluso insuperable. Es absolutamente necesario que el alza salarial se vea acompa帽ada por una redistribuci贸n inmediata en la presi贸n fiscal, rebajando impuestos a las pymes al tiempo que se suben a bancos y grandes oligopolios con pr谩cticas monopolistas. Porque es necesaria una redistribuci贸n salarial y fiscal que beneficie al mismo tiempo a los trabajadores, a la peque帽a y mediana empresa, y a los aut贸nomos.
Eduardo Madro帽al Pedraza