La tradicional ceremonia conmemorativa de Terezín, el antiguo gueto y campo de concentración, se celebró este domingo. En su discurso, el presidente del Tribunal Constitucional, Pavel Rychetský, advirtió ante la falta de solidaridad y humanidad ante los inmigrantes. Sostuvo que miles de personas buscan protección en Europa y los muertos en las playas del continente son un ‘recuerdo vergonzoso para la civilización, uno imposible de justificar con esfuerzos de redimirse con millones de euros enviados a regímenes totalitarios”.
El acto, cuyo fin es conmemorar a las víctimas de la persecución nazi, suele tener lugar en mayo, pero fue pospuesto debido a la pandemia. Entre 1941 y 1945, aproximadamente 155 000 judíos de toda Europa fueron deportados al campo de concentración de Terezín. Alrededor de 117 000 no sobrevivieron. Miles más murieron en otros campos de concentración.
Terezín
Terezín fue fundada en el siglo XVIII con el nombre de Theresienstadt al crearse una fortificación entre los ríos Elba y Ohre por los Habsburgo. Alrededor surgió un núcleo urbano.
El recinto está compuesto por la ciudad amurallada de Terezin, y una pequeña fortaleza a escasos metros de la ciudad, de construcción similar, que sirvió de cuartel militar y cárcel, tanto antes por los checos como durante la Segunda Guerra Mundial por parte de la Gestapo. Ambos estaban conectados por túneles subterráneos. A menudo se confunde la cárcel con el propio campo.
En el año de 1914 y tras ser condenado a 20 años de prisión, fue recluido en la fortaleza de Terezín Gavrilo Princip, responsable de los ataques del Atentado de Sarajevo, donde perdió la vida el archiduque Francisco Fernando y su esposa la condesa Sofía. Atentado al que se le atribuye ser el detonante de la Primera Guerra Mundial. Princip pasó en la fortaleza 4 años, durante los cuales su salud se vio bastante debilitada llegando a pesar tan solo 40kg, además perdió un brazo por amputación luego de tener una seria infección de una herida. Murió en el año de 1918 cumpliendo su condena.
Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad amurallada fue usada como ghetto judío y posteriormente sirvió para el ejército nazi como campo de concentración. La ciudad nunca tuvo la función de campo de exterminio, pero sirvió de prisión temporal para muchos que sí fueron enviados a otros campos para ser ejecutados. Dada la habitabilidad de la ciudad antes de la contienda, y que los primeros exiliados fueron artistas e intelectuales, el gobierno nazi la usó como propaganda sobre el buen trato y alto nivel de vida que se proporcionaba a los judíos en los guetos, llegando a engañar a un equipo de inspectores internacionales e incluso filmando documentales preparados, cuando en realidad las condiciones de vida de las personas obligadas a vivir allí era deplorable. Al sur de la ciudad se encuentra un edificio con cuatro hornos crematorios, que hacia el final de la contienda no daban abasto para deshacerse de los fallecidos.
Más de 150.000 judíos fueron trasladados al ghetto, de los que murieron aproximadamente 33.000 en Terezín y otros 88.000 fueron deportados a campos de exterminio. Al final de la guerra había 17.247 supervivientes.
Durante una fiesta celebrada para generales alemanes y sus familias en la cárcel de la fortaleza, los prisioneros quedaron libres de vigilancia la noche del 5 de diciembre de 1944. Cuatro personas intentaron escapar pero solo una persona lo consiguió, usando una escalera. Anteriormente se creía que utilizó una cornisa destruida posteriormente, pero se ha demostrado que lleva destruida desde el siglo XIX.